Creí que Junhong me gritaría, que me despreciaría, pero no hacia nada, sólo se quedó parado a un lado de la cama, mientras yo lo miraba sentado a la espera de lo que fuera pasar, la cual se hacía terriblemente insoportable, quería que terminará con eso de una vez por todas, pero el sólo me miraba desde arriba.
Junhong apoyó sus manos sobre mis hombros, cerré mis ojos esperando un golpe, pero nada llegó y extrañado abrí los ojos, y me encontré con un Zelo con las mejillas pintadas de color carmesí que me miraba fijamente. Me le quedé viendo también a esos hipnotizantes ojos negros y no estoy seguro sí pasaron segundos, minutos o una hora así, me sentía a gusto y perdido en todo lo que era el chico del que estaba enamorado. Un empujón fuerte y mi espalda chocando con fuerza contra el colchón me sacaron de mis pensamientos.
Zelo ce acercó un poco más a la cama y mi sorpresa no podía ser mayor cuando Zelo se sentó a hojarcadas encima de mí, me le quedé viendo, pero él miraba hacia abajo; apoyó sus manos en mis hombros y comenzó a moverse encima de mí, restregando su trasero con mi entrepierna.
-Ahh- un ronco gemido salió de mi boca y mi respiración se hacía cada vez más irregular, mientras trataba de guardar un poco del autocontrol que tenía.
-Mmm...mmm- Zelo se mordía los labios tratando de contener sus gemidos, que para mí eran como música para mis oídos.
-Junhong, mírame- le ordené mientras le tomaba el mentón y alzaba su rostro, y al verlo supe que aún no sabía lo que hacía. Lo correcto sería apartarlo de mí, pero no podía o no quería, quizá después de esto jamás tendría una oportunidad así. Así que, al carajo el autocontrol.
Pensaba todo esto, cuando sentí la mano de Zelo deslizarse por mi abdomen por encima de la playera hasta llegar al resorte de mi pantalón, lo miré sorprendido y a continuación me retorcía debajo de él al sentir su mano tibia sobre mi hombría por debajo del bóxer. Lo miré y el sólo recorría mi cuerpo con la mirada, yo ya no podía soportar más, por lo que bajé su pantalón con todo y ropa interior hasta la mitad de sus muslos, dejando así, al descubierto su erección.
Estaba a punto de tomar su sexo entre mis manos cuando Zelo comenzó a mover sus manos más rápidamente sobre mi miembro, por lo cual apreté las sábanas debajo de mí entre mis manos y gemía roncamente echando mi cabeza hacia atrás, levanté ligeramente mis caderas para bajarme el pantalón hasta los muslos y hacer el movimiento de Junhong menos incómodo; cuando pude controlarme un poco, miré a Junhong y con las manos temblorosas comencé a masturbarlo al mismo ritmo que él marcaba; lo veía mientras mordía mi labio inferior y el gemía encima de mí, después de poco tiempo sentí el cuerpo de Zelo temblar y tensarse encima de mí, para después terminar salpicando mi playera; su mano se detuvo, pero después de recuperarse un poco volvió con el ritmo anterior, pero no por mucho tiempo, ya que después de poco tiempo también me corrí entre nuestros cuerpos, manchando un poco su torso desnudo.
Lo miré mientras trataba de normalizar mi respiración, sus ojos también me miraban y después de acercó a mi, besó suavemente mis labios, se separó de mí para mirarme de nueva cuenta. Yo sólo pensaba en lo hermoso que era cuando su voz me sacó de los reflexiones.
-Hyung, ya no estoy borracho- me dijo entrecortadamente tratando de regular su respiración.
-¿Qué?- pregunté alarmado y aterrado, no quería perder a Junhong aunque no fuéramos algo más.
-Discúlpame, yo...yo te quiero- decía mientras lágrimas resbalaban por su rostro.
-Yo también te quiero Junhong- le respondí mientras acariciaba su rostro.
-No, no entiendes, no te quiero como a un hyung, tú me gustas Yung Guk hyung- me tomó de sorpresa, ¿Zelo sentía lo mismo que yo? ¿Por eso me besó?
-Tú también me gustas- dije casi en un susurro y la cara de mi niño era todo un poema.
Después de eso reímos suavemente, yo seguía debajo de su cuerpo, acaricié su espalda suavemente con la yema de mis dedos y él se estremeció bajo mi tacto; sin salir de debajo del cuerpo de Zelo, me quité como pude la playera, ahora manchada con la esencia de Zelo para después limpiar su torso con la misma manchado con mi semilla. Por lo tanto el tenía los ojos cerrados y el rostro sonrojado, subí su pantalón y ropa interior para después subir mi ropa.
Empujé suavemente a Zelo a un lado de mí, me miró y me acomodé a un lado de él, pasando un brazo por debajo de su cabeza sin dejar de mirarlo, el sonrió y se acurrucó a mi lado abrazándose a torso ahora desnudo, se movió infantilmente como niño pequeño y enterró su rostro en mi pecho, yo reí de pura felicidad. Era completamente feliz porque Junhong sentía lo mismo que yo, la confesión no era como me la había imaginado pero sí era él, no importaba momento ni lugar porque todo con él era perfecto.
POV Zelo.
Desperté al día siguiente por la luz del sol que entraba por una pequeña rendija de la cortina y al instante volví a cerrar mi ojos con fuerza ya que mi cabeza dolía intensamente, me revolví en la cama, para darme cuenta de que había alguien acostado a mi lado. Abrí los ojos lentamente y me encontré abrazado a Yong Guk, seguía dormido con el cabello revuelto, se veía simplemente perfecto pero ¿cómo llegué al departamento?, ¿por qué estaba abrazado a mi hyung? Y ¿por qué estábamos desnudos de la cintura para arriba? Eran preguntas que rondaban en mi mente sin poder encontrar una respuesta a ninguna de ellas. Cuando estaba a punto de responder la respuesta parecía volar de mis manos.
Traté de recordar algo con mi cabeza dando vueltas, cerré los ojos para evocar los recuerdos del día anterior. Recordaba hasta donde me encontraba bebiendo en la cocina de Min-Kyung pero nada más. Cerré los ojos con mayor fuerza y en mi mente comenzaron a aparecer imágenes de Yung Guk encima de mí besándome y después de mi encima de él masturbándolo. ¿Pero qué rayos había hecho? Estaba en pánico cuando a mi memoria llegaron las palabras "Tú también me gustas". Me había confesado la noche anterior y al parecer mis sentimientos eran correspondidos. Mi corazón latía inquietamente dentro de mi pecho mientras lentamente abría mis ojos para encontrarme a Yung Guk mirándome.
-Mi niño, ¿cómo estas?- me preguntó dulcemente y mi corazón se derritió simbólicamente.
-Estoy bien, sólo me duele un poco la cabeza.
-Me alegra- me dijo mientras besaba mi cabeza.
-Hyung- le dije con voz temblorosa.
-¿Qué pasó?
-¿Te puedo preguntar algo?
-Claro, dime.
-Lo de anoche...¿fue real?- pregunté con miedo de escuchar la respuesta, escondiendo mi rostro en el espacio entre su cuello y su hombro, ya que tenía que sólo hubiera sido un sueño.
-Fue real, yo te quiero y tu me quieres- me respondió mientras besaba mi frente y mi felicidad no podía ser mayor.
Sólo me acurruque nuevamente en sus brazos, deseando estar así para siempre, sintiéndolo a él y los latidos de su corazón. Pero eso no podía ser así, su voz grave me sacó de mis pensamientos.
-Junhong, ¿quieres comer algo?- me preguntó mientras sus largos dedos se enredaban en mi cabello.
-Claro- acepté de inmediato ya que mi estómago comenzaba a protestar por la falta de comida.
Se paró lentamente de la cama que habíamos compartido, la cual al parecer era la suya y no pude evitar fijar mi vista en su cuerpo, su piel ligeramente bronceada y sus músculos ligeramente marcados. Me senté lentamente y Yong Guk volteó su vista hacia mí, me sonrió para después acercarse hasta mí, tomarme del mentón y posar suavemente sus labios sobre los míos.
Fuimos hasta la cocina y yo observaba a mi hyung mientras el preparaba la comida.
-Zelo, ayer cuando Min-Kyung te trajo, me dejó tu patineta, la dejé donde siempre la guardas- me dijo Yong Guk como sí nada y yo seguía pensando estar en un sueño.
-Sí hyung, gracias- le dije con una sonrisa, más por estar con él que por haber recuperado mi patineta, aunque también influía.
-Aquí tienes- me dijo Yung Guk poniendo un omelette enfrente de mí y solamente le sonreí.
Estaba a punto de meterme el primer bocado a la boca cuando la voz de Yong Guk me detuvo.
-Junhong, ahora yo te tengo una pregunta- me dijo serio, lo cual me espantó un poco.
-Sí.
-¿Quieres ser mi novio?- me preguntó con la mirada fija en mí y mis ojos se abrieron como platos por la sorpresa.
Emocionado me paré hasta él y le respondí suavemente.
-No hay nada que me haría más feliz, sí quiero- contesté mientras pasaba mis brazos por su cuello y lentamente me acercaba a sus labios para darle un beso, sólo una presión. Pero lentamente el beso se fue transformando y nuestras lenguas danzaban y se enredaban la una con la otra, Yong Guk tenía sus manos alrededor de mi cintura, lo había empujado ligeramente hasta la encimera de manera que el se encontraba recargado en ésta y yo levemente sobre él. El ruido de la puerta de la cocina abriéndose nos hizo separarnos, pero no bruscamente, sólo dejamos de besarnos pero él siguió abrazado a mi cintura y yo recargué mi cabeza en su hombro, tenía miedo de mirar a la persona que había entrado, sí era JongUp no había problema, ya que él ya sabía lo que sentía por YongGuk pero no estaba seguro de cómo reaccionarían mis demás compañeros.