POV Daehyun
Hoy era día de descanso, así que podíamos hacer lo que quisiéramos, muy temprano en la mañana me levanté a desayunar, todos se encontraban en la cocina menos Zelo, seguramente bajaría más tarde, aunque últimamente no lo veía mucho, se la pasaba saliendo con un chico que ninguno de nosotros conocía, sólo JongUp parecía conocerlo. Me senté a la mesa, agarré un pan y le unté un poco de mantequilla y mermelada. Al poco rato bajó Zelo ya arreglado y avisó que saldría, yo le pregunté a dónde iba, él sólo me respondió que a casa de un amigo. ¿Sería ese chico?, según JongUp llamado Min-Kyung, él y Zelo ¿serían novios? No le di más vueltas al asunto y Zelo se fue.
Zelo salió, Himchan y JongUp fueron a casa de sus padres, y pues yo quería pasar un poco de tiempo con Youngjae, llevábamos medio año siendo novios. Era como un sueño hecho realidad para mí.
Todo empezó un día que él se me confesó, sin que él lo supiera, después de un concierto, yo estaba muy cansado, él y yo siempre compartíamos habitación, esa vez no había sido la excepción. Yo estaba apunto de dormirme cuando escuché a mi compañero llorar desde su cama. Decidí ignorarlo pensando que tenía una pesadilla. Cuando un susurro me sorprendió.
-Daehyun, te tengo que olvidar, ha sido mucho tiempo de amor no correspondido- ha de haber pensado que yo ya me había dormido o el hablaba entre sueños. Traté de verlo con la poca luz que había y sus ojos estaban abiertos mientras gruesas lágrimas rodaban por su cara. Sin saber por qué algo dentro de mi pecho se oprimió.
Los demás días estuve evitando a Youngjae porque tenía mis pensamientos y sentimientos revueltos, no sabía lo que sentía, por lo tanto procuraba no quedarme sólo con él, aunque fuéramos mejores amigos, y yo podía ver el dolor reflejado en su rostro, por un lado me sentía mal, pero por otro quería distancia y tiempo para saber lo que sentía.
Un día avisó que saldría con JB de Got7, yo sabía que eran amigos pero mi estómago se revolvió de celos, quizá ya estaba intentando olvidarme, no quería perderlo, me dio miedo y fue cuando comprendí que me había enamorado de él, de mi mejor amigo, de un chico, mi compañero de banda y la persona que siempre había estado a mi lado.
Recuerdo esa misma noche como una de las más felices de mi vida. Cuando llegó, no me contuve más, lo amaba y estaba perdiéndolo, yo no quería eso, no quería perderlo nunca y eso es lo que estaba haciendo.
Ese día llegó tarde, todos ya se habían dormido, porque Younjae había avisado que tardaría en llegar, pero yo seguía preocupado sentado en el sillón con la cabeza entre las manos, los minutos me parecían horas y la ansiedad y los celos me consumían. Cuando llegó me abalancé sobre él y lo besé como sí no hubiera un mañana, ya no importaba sí los dos éramos chicos, sí yo rompía nuestra amistad, no importaba nada, sólo quería amarlo. Recuerdo haberlo tomado de la nuca y profundizar el beso, para mi sorpresa el respondió a mi beso y nuestras lenguas batallaban para ganar el control, yo gané mientras escuchaba suaves gemidos que emitía contra mi boca y sentía sus puños cerrarse en la tela de mi sudadero sobre mis brazos.
Cuando me separé de él tenia los ojos cerrados y los labios ligeramente hinchados y húmedos, esa imagen estará por siempre en mi mente. Cuando abrió los ojos había felicidad y un brillo especial en ellos, pero también había dudas, las cuales yo debía aclarar.
-Me gustas y te amo- susurré casi sobre sus labios.
Él sólo lloro abrazado a mí, lágrimas de felicidad según lo que me dijo después. Todo lo demás pasó demasiado rápido, fuimos juntos a dormir y ya acostados en la misma cama, antes de que se durmiera le pedí que fuera mi novio, el sólo murmuro un suave sí y dejó un beso en mis labios.
Así había comenzado nuestra historia y cada día yo sentía como lo amaba un poquito más. Tener una relación a escondidas no era sencillo, pero no importaba sí lo tenía a él, y compartíamos habitación lo cual hacia la situación un poco más fácil, aunque nunca habíamos llegado a algo más de sólo besos y unas cuantas caricias, nada subido de tono, yo quería esperar a encontrar el momento perfecto y que él estuviera cien por ciento seguro.
Por fin teníamos un día para los dos solos, así que sin pensarlo demasiado lo invite al cine. Al ser idols no podíamos mostrar nuestro amor libremente pero con tenerlo cerca me era suficiente. Salimos del departamento y avisamos que regresaríamos en la tarde, al menos ese era mi plan.
La tarde transcurrió sin contratiempos, comimos y reímos felices, ya en el cine yo tomaba su mano discretamente y hacia ligeras caricias en ella con mi pulgar, el estaba recargado sobre mi hombro y yo me sentía el hombre más feliz del mundo.
Mi sorpresa no podía ser más grande cuando lo escuché susurrar en mi oído.
-Ámame y déjame amarte.
-Eso hacemos ¿no?- le respondí mientras lo volteaba a ver y le sonreía.
-Sabes que no me refiero a eso.
-¿Eh?- en realidad no sabía a que se refería realmente.
-Oh vamos, no me hagas decirlo- en la oscuridad del cine pude ver sus mejillas encenderse y yo comenzaba a captar.
-¿Quieres que te haga el amor?- le susurré sin pena al oído para después morder su oreja suavemente.
-Sí- me contestó suavemente con el rostro levemente sonrojado y no pude evitar soltar una risa leve, él era tremendamente tierno.
No había mucha gente en el cine y nadie nos veía, así que no dudé en empezar a besar su cuello.
-N...No- Youngjae dijo entrecortadamente. Miré su entrepierna y ya se había despertado.
Lo tomé de la mano para dirigirnos hacia la salida sin importarme sí la partícula había terminado o no, lo deseaba y ya no podía aguantar más.
POV Youngjae
¿Qué rayos? ¿Qué rayos estaba pensando al decirle eso a Daehyun? No es que me arrepintiera pero ese no era yo; la mano de Daehyun apretaba con fuerza la mía y eso me ponía aún más nervioso. Íbamos en un taxi rumbo a un hotel; Daehyun ya había avisado que no llegaríamos a casa esa noche, Yongguk sólo nos dijo que tuviéramos cuidado, de seguro se estaba preguntando que pasaba. Rogaba porque alguien me salvara; en realidad no quería decir eso pero tenía miedo de no ser lo que mi novio esperaba. De no ser perfecto para él.
Podía sentir la mirada de Daehyun sobre mí, ¿acaso se había arrepentido?, la sola idea de que eso podría pasar me hizo temblar. Al poco rato llegamos al lugar, Daehyun pidió una habitación y subimos en silencio sin soltarnos de la mano, yo iba caminando con la mirada en el piso. Cuando entramos no nos aventamos a besarnos como siempre había imaginado; entre lleno de miedos e inseguridades, al entrar solté su mano y me quedé parado sin hacer nada con la vista en el piso. De un momento a otro sentí cálidas lágrimas correr por mi mejillas, sollozaba quedamente, mientras mi cuerpo temblaba. Sentí los brazos cálidos de Daehyun rodearme.
-Esta bien sí no quieres- me susurró al oído y sentí su cálido aliento chocar contra mi piel.
-No es eso- le respondí sintiendo su cuerpo sin atreverme a devolverle el abrazo. Mi cuerpo aún se sacudía por el llanto.
-No tienes que presionarte, de verdad que esperaré por ti todo lo que sea necesario.- me dijo mientras besaba mi mejilla.
-Sí quiero, sólo tengo miedo- no se de dónde tomé el valor para responderle eso, pero estaba feliz de haberlo hecho.
-No te haré daño.
-Se que no.
-¿A qué le tienes miedo amor?
-A no ser lo que esperas.
-Eres hermoso para mí, tu cuerpo, tu corazón, todo en ti es perfecto.
Al escucharlo decir eso todas mi dudas se esfumaron, me aventé a sus brazos, pasando los míos por su cuello mientras comenzaba un beso salvaje, del cual me separé hasta que me faltó el aire, al hacerlo pegué mi frente con la suya y muy bajito le dije "Te amo".
-Yo también te amo Youngjae.
Me tomó en sus brazos estilo novia, y me dio tanta pena que escondí mi cara en su cuello, me dejó suavemente en la cama para después posarse sobre mí sin aplastarme, incluso en una situación como esta sentía como me cuidaba y amaba. Empezó un beso dulce, sin lengua, mordiendo suavemente mis labios de vez en cuando, yo sólo me aferraba a sus hombros, inhalando su esencia, tan varonil, tan única, sólo suya, sólo de mi Daehyun.
El besó se intensificó un poco sin dejar de ser dulce, mientras sus manos se colaban por debajo de mi playera. Gemí levemente en sus labios y también comencé a acariciarlo sobre la ropa, dirigí tímidamente mis manos hasta el borde de su playera y la fui subiendo lentamente, se separó de mí para ayudarme a desvestirlo, tirando su prenda en algún lugar en el piso, me siguió besando, mientras sus manos comenzaban a acariciar mis pezones.
-Mmm, Dae...- ni siquiera podía terminar su nombre, mi mente estaba nublada por el placer y las sensaciones eran demasiado intensas.
Poco a poco Daehyun nos fue desvistiendo a ambos hasta quedar solamente en ropa interior, yo seguía debajo de él, de manera que subió mis piernas sobre sus hombros y empezó un camino de besos desde mi tobillo, pasando por mi rodilla hasta llegar a la parte interna de mis muslos la cual mordió suavemente, yo sólo atine a estrujar las sábanas debajo de mí, en todo el tiempo no había apartado su vista de mí y yo tampoco me había atrevido a romper el contacto de manera que me besaba mientras me veía directamente a los ojos; lo cual me hacía sentir más excitado.
Bajé mis piernas de sus hombros, y las enredé alrededor de sus cintura para besarlo mientras revolvía su cabello. Empecé un vaivén con mis caderas subiéndolas para rozas sus erección con la mía, quería escucharlo gemir mi nombre.
-Ahh, ah, mmm, Young...jae, no me tortures así por favor- gimió en mi oído provocándome un ligero escalofrío.
Ignoré sus petición de no "torturarlo" y seguí restregando mi cuerpo contra el suyo, mientras mordía el lóbulo de su oreja y mis manos recorrían lentamente su espalda acariciándolo con la yema de los dedos, suaves jadeos salían de su boca, esos sonidos me hacían sentir en éxtasis.
Lo empujé, para rodarlo hasta quedar sentado a horcajadas encima de él, me miró sonriente desde debajo de mí y comenzó a acariciar mis brazos, yo cerré los ojos disfrutando de sus caricias, me cerní sobre él para besarlo con mis brazos apoyados a cada lado de sus cabeza, sus manos se posaron sobre mis caderas y jugaba con el elástico de mis bóxers, me separe de él y lo miré travieso.
-Vamos amor, quítate esta molesta prenda- me dijo juguetón.
-Quítamela tú- le susurre en el oído tratando de sonar provocativo. Y de un tirón me despojo de mis bóxers y de otro de los suyos. Y ahora estábamos completamente desnudos. Nuevamente me encontraba debajo de él y lo miraba totalmente hipnotizado, con el cabello revuelto y los labios hinchados y húmedos se veía completamente hermoso.
Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo suavemente como sí fuera la pieza de porcelana más frágil del mundo, yo no pude hacer menos que sonreírle. Comenzó a besar mi cuello, bajó hasta mi pecho, siguió besándome hasta el abdomen y al llegar a mi ombligo comenzó a lamerme, sentí un escalofrío recorrer toda mi columna vertebral mientras arqueaba mi espalda y tomaba su cabello.
-Tranquilo amor, vamos con calma- me dijo con una sonrisa burlona en sus labios.
-Es que yo ya no puedo esperar- le respondí mientras lo miraba.
-Me gusta escucharte decir eso, porque ya no aguanto.- su voz era ronca y completamente sexy.
Siguió con su camino de besos hasta mi entrepierna, de repente sentí mucha pena y cubría mi rostro mientras sentía mi mejillas arder.
-Eres hermoso- le escuché decir, y quité mis manos sólo para mirarlo viéndome con la base de mi pene en su mano. Su contacto era tibio y completamente excitante; mi erección ya comenzaba a doler.
Me dio una última mirada antes de comenzar a lamer toda mi extensión, yo cerré mi manos alrededor de su cabello suavemente, casi sólo acariciándolo sin apartar la vista de él. Se metió mi virilidad en la boca y comenzó un sube y baja, el placer era tanto que empecé a acompañar sus movimientos moviendo mis caderas contra su boca.
-Da...Dae...Daehyun, voy a correrme- le dije más en un gemido que con voz normal.
-Hazlo- hablo pegado a mi miembro lamiendo la punta. Se lo volvió a meter a la boca, fue más de lo que pude soportar y me corrí mientras gritaba su nombre.
Se levantó mirándome a los ojos mientras, mientras lamía los restos de mi semen de las comisuras de sus labios.
-Mmm, eres delicioso Youngjae.
Ya me había hecho sentir bien, era mi turno de hacerlo sentir bien a él. Me subí encima de él y comencé un vaivén sobre sus caderas, su miembro duro quedaba entre mis glúteos, desde mi posición podía ver como mordía sus labios, no me resistí y nuevamente lo besé sin dejar de moverme encima de él.
-A...amor, ya no lo soportó- terminando de hablar me tumbó debajo de él.
Daehyun había quedado entre mis piernas abiertas y nuestras erecciones se rozaban ligeramente. Se estiró hasta un cajón a lado de la cama y sacó lo que parecía ser una botella de lubricante. Cuando se levantó lo miré a los ojos y pude ver los suyos llenos de amor por mí.
-Youngjae, estoy feliz de que seas mi novio, y hoy por fin serás completamente mío, te amo, te amo con todo mi corazón.
-Yo también te amo, amor- no me gustaba decirle amor porque me daba mucha pena, pero en ese momento no importaba porque sólo éramos él y yo y no hay porque sentirse avergonzado con la persona que amas.
Abrió el bote de lubricante y lo vi ponerse un poco en los dedos, después vertió un poco en mi intimidad, la sensación era fría y me hizo encogerme, sentía como la sustancia iba resbalando hasta llegar a mi entrada.
Sentí el primer dedos de Daehyun buscando espacio en mi interior poco a poco, dolía, pero podía soportarlo, cuando mis músculos se relajaron un poco sentí un dedo más adentrándose en mi interior, Daehyun comenzó un movimiento de tijeras dentro de mí y el placer que había empezado a sentir se esfumó un poco. Daehyun pareció notarlo por lo que repartía suaves besos por todo mi rostro tratando de distraerme del dolor y cuando nuevamente me relaje metió un dedo más. Los movía adentro y afuera y yo me agarraba fuertemente a sus hombros tratando de resistir el dolor.
-Mmm, mmm, ahhhh- gemí fuerte cuando tocó un punto específico en mi interior.
-¿Lo encontré?- Daehyun habló con la respiración completamente agitada, su piel brillaba por el sudor, se veía completamente sexy. Yo sólo asentí a sus pregunto.
Sacó sus dedos de mí y un quejido salió de mi boca.
-Tranquilo amor, viene algo mucho mejor.
Subió una de mis piernas sobre su hombro y sentí la dura punta de su miembro en mi entrada. Lentamente me fue penetrando mientras me besaba, su lengua danzaba dentro de mi boca, mientras se enterraba completamente en mí. Cuando el dolor pasó un poco moví mis caderas hacia dándole a entender que podía continuar. Apoyó sus manos a mis costados comenzando con un suave vaivén. Estuvo así un rato. Sólo sintiendo nuestros cuerpos.
-Daehyun. Ve más rápido por favor- le dije bajo entrecortadamente.
Sus embestidas enseguida se volvieron más rápidas y fuertes.
-Aahhhh...mmm
-Ah, ah, ah
En la habitación sólo se escuchaba el chirrido de la cama por el movimiento, nuestras respiraciones, jadeos y gemidos, además del erótico sonido de nuestros cuerpos al chocar.
-Ah...ahí- nuevamente había golpeado mi próstata.
Daehyun se acomodó y comenzó a embestir con fuerza y precisión golpeando ese punto en mi interior. Podía sentir mi orgasmo cerca, el placer era demasiado y estaba haciendo el amor con la persona que amaba, no podía ser más feliz. Bajé mi pierna de su hombro y enredé ambas piernas alrededor de sus cintura. Nuestras se volvieron más erráticas mientras seguía penetrándome con fuerza. Llegué a orgasmo gritando su nombre.
-!Daehyun!- mi esencia manchó el cuerpo de ambos. Por el orgasmo mi año se contrajo haciendo que con unas embestidas más Daehyun terminará en mi interior.
-¡Youngjae!- gimió mi nombre mientras todo su semen hasta la última gota era vertida en mi interior. Se quedó un poco más dentro de mí mirándome mientras nuestras respiraciones volvían a la normalidad.
Salió lentamente de mí mientras me daba un beso suave y sin prisas. Se acostó a un lado de mí y me acunó entre sus brazos.
-Te amo demasiado- me dijo mientras me daba un beso en la frente.
-Yo también te amo- le respondí mientras lo abrazaba con fuerza. Nos quedamos dormidos abrazados sin importar sí nuestros cuerpos y las sábanas estaban húmedas y pegajosas. No importaba nada más que él y yo.