POV Jong Up
Llegué al departamento compartido con el grupo, después del día de descanso, en el cual, visité a mi familia. Apenas había metido la llave en la cerradura, cuando sentí un tirón en la puerta, el cual me hizo perder el equilibrio, choqué contra alguien y hubiera caído de no ser por los abrazos que me rodeaban, impidiendo que cayera al piso; miré hacia arriba, para encontrarme con Zelo furioso. Tomó mi mochila y la arrojó al sillón, para después arrastrarme hasta un parque.
Mi cara, claramente reflejaba desconcierto, y la suya enojo. Me dijo que él y Yong Guk eran novios, yo sabía que eso pasaría, sabía que mi hyung sentía algo por mi amigo; siempre lo supe. Como la vez que jugaban videojuegos y Zelo se subió encima de él para quitarle su control, supuestamente Yong Guk hyung se enojó pero yo vi todo, el no estaba enojado, al salir de la habitación estaba sonrojado y con una bien formada erección en sus pantalones, estaba excitado y corrió hasta el baño, a saber que cosa hizo. Pero jamás se lo dije a mi amigo porque no creí que el sintiera algo por Yong Guk hyung, hasta el día que me lo dijo y Yong Guk se comportaba de lo más raro, sí yo intervenía seguro les iría peor.
Pero lo que me extrañó es que Zelo no estuviera feliz, debería estar dando brincos alrededor de mí, dándome lata con que era el chico más feliz del mundo. Pronto supe la razón, claro, el chico estaba celoso. Después de contarme la razón de sus celos y lo que había pasado el día anterior, decidimos regresar. Encontramos a Himchan y Yong Guk sentados viendo una película; mi corazón dio un brinco al ver al chico de cabello negro.
Zelo le dijo a Yong Guk que quería hablar con él, esperaba que todo les saliera bien, sólo quería ver a mi amigo feliz. Pero yo no me sentía feliz en ese momento, tendríamos que dejarlos solos y eso significaba que yo estaría sólo con Himchan. Pasó su brazo por mis hombros y me acercó a él, saldríamos para darle privacidad a los novios. Pero estar tan cerca de él me era doloroso, me hacía desear más, me hacía desear algo, que sabía, no podía tener, a él; porque así te sientes al estar con la persona que te gusta, deseando más de lo que puedes recibir y construyéndote vanas ilusiones.
Llegamos hasta el elevador y el aún me sostenía de los hombros, de manera que me recorrí lejos de su cuerpo. Me volteó a ver y la brillante sonrisa, que tenía mientras hablaba con Yong Guk hyung, no estaba más. Lo miré con el corazón en un puño.
-¿Vamos por un café?- me preguntó serio con las manos en los bolsillos de su pantalón.
-Sí- fue lo único que atiné a balbucear.
Las puertas del elevador se abrieron, él salió y comenzó a caminar sin mirar si lo seguía o no. Lo miré alejarse, me quedé congelado viéndolo andar despreocupadamente. Tenía una lucha interna en sí, ir detrás de él o dejar que las puertas se cerrarán e irme por otro camino. Tenía tantas preguntas en mi mente, sabia que si iba con él volvería a caer, porque con sólo una sonrisa era capaz de poner mi mundo de cabeza; pero también sabia que quizá lo mejor seria tratarlo como amigo, de manera que poco a poco lo iría olvidando como algo más. No sabía que hacer, cuando su voz me sacó de mis pensamientos.
-JongUppie, ¿vienes o no?- su sonrisa brillaba al igual que todo él. Corrí hasta dónde se encontraba, teniendo un presentimiento de que me arrepentiría por ser tan débil. Tenía la ligera sospecha de que esta salida terminaría en desastre, al menos para mí.
Caminamos por las calles de Seúl, no hablamos de nada, aunque sinceramente, por mi parte no tenía ganas de hablar, me sentía triste, sentía como sí nunca fuera suficiente para nadie, lo suficientemente inteligente, lo suficientemente guapo; sentía que a nadie podría gustarle, que jamás nadie se fijaría en mí. Por eso era tan frío con Min-Kyung, porque sabía que se arrepentiría de fijarse en un chico como yo. Porque tarde o temprano dejaría de gustarle. Porque en algún momento me rechazaría, como lo había hecho Himchan. Era una historia que nadie más sabía además de mi hyung y yo, ni siquiera Zelo, no era falta de confianza, es sólo que aún dolía demasiado para contarla. Le había mentido a mi mejor amigo, me sentía algo culpable, sin embargo ya llegaría el día en que le contaría todo. Le había mentido las veces que le dije que Himchan ya no me gustaba, me seguía gustando; le había mentido cuando insinué que jamás me había confesado, lo había hecho.
Flashback
Era un día lluvioso y me encontraba sentado viendo la lluvia caer fuera del departamento, con los audífonos puestos, tamborileaba sobre el brazo del sillón, estaba realmente aburrido. Mi siquiera podía jugar videojuegos. Zelo se había quedado dormido y no quería despertarlo, había sido un día duro para todos. Yong Guk tomaba una ducha, Youngjae y Daehyun se encontraban en su habitación y Himchan, perdido en el espacio. La película puesta en el televisor, simplemente, no lograba captar mi atención; las imágenes corrían en la pantalla, pero mi cerebro se encontraba en otro lado. ¿En dónde? Con el chico perdido. Seguro estaba con Peter Pan.
Suspiré pesadamente, para después recargarme en el sillón; que maldición, ni siquiera tenía sueño, sí era cierto que me encontraba cansado, no quería desperdiciar el día inútilmente, porque si, se me hacia un día muy bonito, aunque no me gustará el frío. Quité los audífonos de mis oídos y cerré los ojos, concentrándome solamente en el ruido de las gotas chocar contra el cristal, el sonido era rítmico y me calmaba un poco, sin embargo, no lograban que el aburrimiento se fuera.
Me levanté del sillón para después estirar me y caminar hacia la puerta, pretendía ir a la azotea aunque lloviera, pensaba despejar mi mente, tal vez sintiendo el aire frío y viendo las vistas que se veían desde nuestro edificio, lograrán hacerlo. Tomé un paraguas y me puse una chamarra; tampoco quería enfermarme, no sería conveniente con los ensayos y demás cosas.
Salí, no sin antes escribir una nota en un post it amarillo, diciendo que sólo saldría a la azotea, la pegué al refrigerado y me encaminé hacia mi destino. Al llegar me quedé en la puerta medio abierta. Afuera se encontraba Himchan completamente mojado, recargado en la barandilla, mirando hacia enfrente. Mi corazón dio un brinco dentro de mi pecho y cuando me sí cuenta ya estaba caminando hacia él.
-¿Todo bien hyung?- le pregunté mientras lo cubría con el paraguas.
-Todo bien JongUppie- me respondió con una leve sonrisa.-Sólo quería salir a mojarme un rato, pensar y sentir el agua, es bastante relajante.
-¿Entonces no debería taparte?- pregunté tímido pero sin moverme.
-Sígueme tapando, por favor. La verdad, ya me dio frío- lo miré riendo ligeramente, su rostro no sólo estaba mojado de lluvia, también de lágrimas, el rastro era casi invisible, pero había aprendido a mirarlo bien, porque estaba enamorado de él. Pero no preguntaría. Sólo estaría ahí para él.
Dejé el paraguas en su mano y él me miró confundido. Ya con las manos libres, me quité la chamarra y la puse sobre sus hombros, me miró queriendo decir algo, pero sólo sonreí y negué, haciéndolo callar. Al fin y al cabo, yo estaba seco y traía un suéter debajo de la chamarra y él estaba hecho una sopa, así de sencillo.
Lo atraje hacía a mí y lo abracé con ambos brazos, quedando sus manos y el mango del paraguas entre nuestros cuerpos. Suspiró y recargó su cabeza en mi pecho. Un suave "gracias" fue todo lo que dijo. No sabía que tenía, no sabía qué o quién lo habían hecho sentir mal, pero estaría ahí para él, dándole mi calor y consuelo. Sólo esperaba que fuera suficiente.
Sentirlo tan cerca, su respiración, su aroma que ni siquiera el agua había logrado borrar, hicieron a mi corazón latir inquieto y con fuerza, temí que Himchan lo fuera a escuchar, al fin y al cabo tenía su cabeza en mi pecho. Traté con todas mis fuerzas e inútilmente contener mis sentimientos, dejarlos enterrados donde estaban, dejarlos donde deberían, pero esto era más de lo que mi corazón podía soportar. Por lo que actúe sin pensar, hablé sin pensar, diciendo lo que había guardado tan celosamente de todos por tanto tiempo.
-Hyung, me gustas- en cuanto las palabras salieron de mi boca, me arrepentí al instante, haberme confesado fue imprudente y desconsiderado, pero no había marcha atrás, sólo rogaba porque Himchan no me hubiera escuchado.
Pero lo hizo, ¿cómo no lo haría sí estaba pegado a mí?, que tonto había sido al guardar esa esperanza.
Se separó de mí y me miró con algo que identifiqué como compasión, no me molestaba del todo, sin embargo no me agradaba. Bajé la vista, porque no soportaba su mirada sobre mí, me sentía peor que un bicho, me sentía pequeño y patético.
Pasó una de sus frías, delgadas y aún mojadas manos por mi cabello. Me miró y me regaló lo que se supone sería una sonrisa cálida, pero sólo me hizo sentir peor, apreté los dientes y hice uso de todo mi autocontrol para no llorar, cerré los puños a mis costados y lo miré, expectante a su respuesta.
-Gracias, pero no siento lo mismo que tú, te quiero mucho, pero sólo como un hermano menor al cual cuidar- vale, eso ya lo sabía, lo había escuchado decírselo a Yong Guk, yo ya sabía que no tenía oportunidad con él, por lo tanto no debería doler tanto, ¿qué esperaba, que se aventara a mis brazos?, claro que no, la vida no era así. Sin embargo, el dolor era intenso, sentía mis manos temblar, al igual que todo mi cuerpos no sólo por el frío, sino por el dolor.
-Claro- respondí, tratando de sonreír lo más convincente posible.
-De verdad te aprecio y no quiero que esto cambie algo entre nosotros- esas fueron sus palabras seguidas de una sonrisa. Me devolvió el paraguas, la chamarra, y salió por la puerta, por la cual, yo había entrado momentos antes. Sentía que devolviendo estos objetos, no sólo rechazaba mis sentimientos sino también, todo lo que viniera de mí.
Sonreí descompuestamente mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla, dejé caer el paraguas y también mi cuerpo hasta el suelo, me abracé a mí mismo, sintiendo el agua cayendo sobre mí, mientras mi llanto salía silencioso y fluido. Después de eso regresé al departamento, todo ya se encontraba obscuro y toda estaban dormidos, arrastrando los pies me metí a bañar, sintiendo que no sólo me arrastraba a mi mismo, sino también mi alma.
Himchan dijo que las cosas no cambiarían, pero lo hicieron, desde ese día evitó quedarse sólo conmigo, ya no salimos como antes y todas las pláticas se reducieron al mínimo y a lo realmente necesario. Me conformé con sólo mirarlo de lejos, esperando que el tiempo y las lágrimas se llevarán todo el dolor, que lo sufrido por él sólo se convirtiera en un mal recuerdo. Pero con el paso del tiempo lo único que quedó fue un chico desconfiado con el amor, incapaz de ser feliz con lo que miraba en el espejo.
Fin flashback