POV Zelo
Mi primer cita, fue simplemente perfecta, pero como todo en esta vida no podía durar para siempre. Teníamos que trabajar y primero teníamos que pasar al departamento a cambiarnos. Regresamos tomados de la mano, no importaba realmente sí nos veían. Yo sólo quería estar con él, sentir su piel y su tacto, sin importar nada más; un pensamiento egoísta, pero sólo sería por un momento, un momento que yo quería durara una eternidad.
Mientras caminábamos lo vi y su rostro era sereno; yo al ser unos centímetros más alto que él tenía que mirarlo hacia abajo, algo que realmente no me agradaba del todo. Mientras lo miraba doblé las rodillas y comencé con las rodillas semi flexionadas sin quitar mi vista de su rostro.
-Junhong ¿qué haces?- me dijo con cara de confusión total. Mi rostro ardió de la vergüenza, seguramente me vería gracioso caminando así de ridículo.
Solté su mano, la cual iba tomando, para taparme el rostro, sentía mucha pena, y de seguro él ni siquiera sabría la razón.
-Só...sólo pensaba que no me gusta mirarte hacia abajo, entonces quería ver como te veías a mi misma altura.- solté nervioso, cuando al fin logré abrir la boca, después de largos segundos en silencio.
-¿Te estas burlando de mí?- su rostro era serio.
-No, claro que no hyung.
-Más te vale niño- sentí una punzada en el pecho, no me gustaba que me dijera niño, sentía que yo no era aún suficiente hombre para él.
-Claro- sentí ganas de llorar, pero apreté con fuerza la mandíbula, haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad.
-¿Qué tienes?- me preguntó preocupado.
-No es nada, sólo estoy algo cansado.
-Que mentira tan más vieja Zelo.
Mordí mi labio y miré hacia el piso. No quería que Yong Guk me viera llorar, porque sabía que la razón por las que lloraría era de lo más infantil; sí el me había pedido que yo fuera su novio, era por algo, era porque ya no me veía como un niño y porque la edad le había dejado de preocupar hace tiempo; respiré hondo teniendo todo estos pensamientos, para animarme, cuando sentí su mano en mi mejilla, me tomó el mentón y me alzó el rostro, para después abrazarme por la cintura. No correspondí el abrazo pero recargué mi cabeza en su hombro, llenando mis fosas nasales de su aroma único, que definitivamente me volvía loco.
-Por favor, dime sí he hecho algo mal mi niño.- mi corazón se aceleró al escucharlo decirme "mi niño". Entonces lo comprendí, quizá siguiera siendo un niño, pero era su niño, y eso, no quería cambiarlo por nada del mundo.
-No es nada hyung, sólo una tontería.- hablé pegado a su cuello y él río bajito.
-¿Seguro cariño?- me preguntó acariciando mi cabello, ese chico definitivamente me derretiría de la ternura. Sólo reí de felicidad.
-Claro que sí amor- sentía mi rostro arder de la pena, pero realmente no importaba.
Lo empuje ligeramente lejos de mí, sólo para juntar mis labios con los suyos en un beso rápido. Salí corriendo después de gritarle "¡Alcánzame sí puedes!"
Llegamos al departamento entre risas y juegos, cuando me alcanzó de perseguirme todo el camino, comenzó a hacerme cosquillas y yo me retorcía entre sus brazos. Después de reír tanto me sentía muy calmado, metí la llave a la cerradura y entré. El ambiente era tenso aunque en la sala no hubiera nadie.
Caminé hasta la habitación y me encontré con Jong Up dormido en el piso con la consola de videojuegos a un lado, la partida se encontraba en pausa. Estaba vestido igual que en la mañana, ni siquiera se había cambiado y se enfermaría sí seguía dormido en el piso, sin mencionar, que seguramente le dolería el cuerpo. De manera que decidí cargarlo hasta su cama, haciendo uso de todas mis fuerzas, ya que Jong Up era un chico delgado pero con un cuerpo bien formado, por lo tanto pesaba un poco.
Lo dejé sobre su cama, le quité el cabello de la frente y me le quedé mirando. Sus ojos se veían hinchados, como sí hubiera llorado. El me decía que ya no sentía nada por Himchan, pero yo podía ver como lo miraba, sabía que le seguía gustando; no sabía porque no me contaba nada, me sentía algo herido, sin embargo sabía que él tenía sus razones y yo trataba de darle sus espacio, y que me contara cuando se sintiera listo.
Lo miré por última vez antes de irme a cambiar y le di un beso en la frente, salir con Yong Guk hyung me estaba volviendo demasiado cursi y algo sentimental.
-Zelo ¿qué haces?- era Yong Guk en el umbral de la puerta con cara de estar enojado.
-¿Yo? Sólo acomodaba a JongUppie.
-Parecía que le estabas dando un beso.- se veía enfadado, o ¿estaba celoso? La simple idea de que estuviera celoso por mí, me hizo sonreír.
-Lo estaba, últimamente se ha visto muy triste y parece que acaba de llorar. -le contesté aún sonriendo. Me sentía preocupado por mi amigo, sin embargo me hacia feliz tener a Yong Guk como novio y que hiciéramos cosas de novios, como los celos.
-Ah, bueno- pareció comprender un poco y bajo el rostro. Sin embargo, caminó por su ropa, sin voltear a verme y salió a cambiarse al baño sin mediar palabra conmigo.
Suspiré y también fui a cambiarme, últimamente me sentía algo cansado y en las últimas semanas apenas había podido comer apropiadamente; sólo comiendo lo que me encontraba. Terminé de cambiarme y caminé hasta Jong Up para despertarlo.
-Jong Up hyung- le dije y lo moví un poco.
-¿Mmh?- murmuró mientras abría los ojo.
-Cámbiate y vamos a comer algo- le dije mientras lo veía, una de mis manos estaba posada en su rodilla.
-Voy- me contestó aún adormilado.
Me acerqué hasta él y lo abracé, el sólo se quedo quieto, sorprendido por mi repentino acto.
-No sé que es lo que te este preocupando, no sé porque has estado llorando. Pero quiero que sepas que eres mi amigo y voy estar para ti siempre que lo necesites.- hablé en su oído.
De repente sentí que me correspondía el abrazo y escondió su rostro en mi pecho. Escuché como ¿lloraba? Jong Up no solía llorar, era el chico más fuerte que conocía. Sólo lo abracé más fuerte, tratando de transmitirle apoyo.
-Aún me gusta Himchan, y lo que siento por él duele- habló bajito y yo sólo acaricié su espalda.
-Trata de no pensar en él. Sólo piensa que hay gente que te quiere mucho como yo, o los chicos, se que Himchan también te quiere, pero a veces no siempre nuestro amor será correspondido. Deberías intentarlo con Min-Kyung, sal con él y trata de no pensar en nada más.
-Eso es lo que quería hacer Junhong, pero Himchan...él, él me besó. Fue tan perfecto como siempre imaginé. Pero duele.- de verdad me sorprendí cuando lo escuché, me sentí algo enojado con Himchan hyung; estaba jugando con los sentimientos de un ángel.
-Ya no pienses en eso, cámbiate y ven a comer algo.
Me separé de él y me fui hacia la cocina, no sin antes voltear a verlo y sonreírle. Se veía triste pero un poco mejor.
En el refrigerador había las cosas necesarias para hacer un sándwich. No sabía cocinar, sin embargo, hasta yo podría preparar un simple sándwich. Preparé 6 sándwiches. Dos para mí, y los demás para quién quisiera. Sin esperar a Jong Up ni a Yong Guk, comencé a comer. Las tripas me rugían y el estómago ya comenzaba a dolerme de hambre. Alguien entró a la cocina, alcé la vista y era Yong Guk.
-¿Quieres?- le pregunté ofreciéndole un sándwich mientras yo masticaba el mío.
-Sí, gracias- tomo uno, se acercó a mí y antes de sentarse me dio un beso en la mejilla, yo sólo sonreí feliz y el comenzó a comer.
Luego llegó Jong Up ya cambiado y también comenzó a comer, luego llegaron los demás. El ambiente era silencioso pero no tenso, lo único incómodo era Himchan buscando la mirada de Jong Up y él evitándolo a toda costa.
¿Qué pasaba por la mente de ese empalagoso, competitivo y terco chico llamado Himchan? Era algo que me preguntaba y me moría por saber, definitivamente era raro.
Terminamos de comer y todos nos fuimos a la empresa. Ese día sólo ensayaríamos baile así que no era muy complicado y bailar me gustaba mucho. La coreografía ya estaba montada, así que sólo era cuestión de ensayar unas cuantas veces e irnos.
La canción comenzó y yo me encontraba hasta atrás y Yong Guk enfrente. Durante la coreografía movía un poco su pelvis; tragué fuerte, verlo bailar así me hacía tener pensamientos nada inocentes. Bajé la mirada tratando de concentrarme sólo en mi cuerpo y seguir bailando. Hubo cambio de lugar durante el baile, quedando yo enfrente. Seguí bailando al ritmo de la música, alcé mi vista hacia el espejo enfrente de mí, encontrándome con la intensa mirada de Yong Guk sobre mí. ¿Qué era eso en su mirada? Irremediablemente me puso nervioso, al dar un giro perdí el equilibrio y caí al piso. No dolió mucho por lo que me levanté de inmediato. Yong Guk sólo me miró preocupado y volvimos a empezar la canción. Hicimos varias repeticiones más, pero siempre cometía algún error, teniendo que volver a comenzar. No quería seguirme equivocando porque no sólo yo tenía que volver a empezar sino todos; pero no podía evitar recordar la intensa mirada de Yong Guk a través del espejo y preguntarme por sus pensamientos.
Un error más y el coreógrafo habló cansado. "¡Descansen un rato y aclárense un poco para no seguir equivocándose! Sobre todo tu Zelo". Me sentí expuesto pero agradecí el descanso; asentí suavemente hacia el coreógrafo y salí prácticamente corriendo de la sala de ensayos. Metiéndome en cualquier otra de las salas de la empresa; extrañamente se encontraba vacía, quizá porque ya era de tarde. Suspiré y me aventé cansado en uno de los sillones del lugar. Pasé mis manos por mi rostro, para después recostarme con los brazos detrás de la cabeza.
-¿Zelo? ¿Todo en orden?- era la grave voz de Yong Guk, me encontraba algo adormilado, por lo que tardé en reaccionar.
Volteé a verlo y su mirada vino a mi mente. Me levanté sin decir nada, me acerqué a él, hasta estar frente a frente.
-¿Estas bien?- ¿estaba preocupado por mí como líder o como mi novio?
-Sí, sólo...- dejé la frase en el aire, lo tomé por la playera y estampé mis labios con los suyos.
Al principio no me correspondió el beso, pero después de algunos segundos me tomó de la cintura, acercándome más a él. Saqué mi lengua, lamiendo su labio inferior, el abrió su boca y yo pude introducir mi lengua en ésta. El control del beso,por primera vez, lo tenía yo, de manera que recorría cada parte de su boca con mi lengua. Lo acerqué más a mí, abrazándolo por el cuello y lo escuché gemir bajito, sonreí en medio del beso, me separé de él por falta de aire y mordí su labio inferior.
-Todo en orden- le dije sonriente.
Tomé su mano hasta la puerta y al salir lo solté. No sería bueno que nos vieran con las manos tomadas. No porque yo no quisiera, sino porque nuestra relación no sería bien vista, sonreí triste y caminé a su lado hasta la sala de ensayos.
El resto del ensayo salió sobre ruedas. No volví equivocarme y sólo tuvimos que repetir la canción unas 4 o 5 veces más. Nos dirigimos a la Van que nos llevaría de regreso al departamento. Hice todo lo posible para quedar junto a Yong Guk, me recosté en su hombro, fingiendo dormir, sólo sintiendo su presencia y su cálida mano sobre mi cabeza. No se vería raro que estuviéramos así, sólo seríamos el lindo maknae y su líder cuidando del él. Abrí mis ojos, me relajé y sonreí feliz. Me levanté del hombro de mi novio, ya casi llegábamos a nuestro destinó y me comenzaba a doler el cuello por tener que agacharme hasta el hombro de Yong Guk, una ligera desventaja de ser tan alto. Miré por la ventana y luego frente a mí. Jong Up miraba a celular como esperando una llamada, ya que la pantalla se encontraba apagada.
Llegamos, cenamos todos juntos y después cada uno fue esperando su turno para bañarse. Me tiré cansado en el sillón, llegó mi turno y me fui a bañar. Tomé un caliente y relajante, largo baño; al fin y al cabo ya no iba nadie después de mí. Siempre me vestía dentro del baño por lo que salí y comencé a secarme. Comencé por los pies y cambié mis chanclas de baño por mis cómodas y cálidas pantunflas. Pasé la toalla por mi cabello, aún me encontraba desnudo, dejando que el aire secara mi cuerpo. Me encontraba con los ojos cerrados cuando la puerta se abrió de golpe.
-¡Oh! Lo siento, no sabía que seguías aquí- era Yong Guk. Y me recorría completamente con la mirada. Seguía teniendo las manos en la cabeza por lo que las bajé rápidamente mi miembro. Sentía mi rostro arder y podía sentir como se empezaba a formar una erección en mi entrepierna. Volteé a ver a Yong Guk y también tenía una erección.
Una idea cruzó mi mente, enrollé la toalla en mi cadera y me acerqué hasta la puerta para cerrarla con seguro. Volteé a ver al chico que acababa de entrar. Regresé frente a él y me arrodillé, comencé a bajar su cremallera, bajé sus pantalones y después sus bóxers, dejando libre su erección, el me veía completamente nervioso. Lo miré y le sonreí una última vez antes de meterme su miembro por completo en la boca, comenzando a chupar fuerte desde el principio. Con una mano tomaba el tronco de su pene y con la otra comencé a masturbarme. Yong Guk bajó sus manos a mi cabello, comenzando a acariciarme gentilmente. Pero su rostro era de completa excitación. La toalla calló al piso dándole a Yong Guk una perfecta vista de mí masturbándome.
-Jun...Junhong, voy a correrme- hablo con voz ronca.
-Hazlo- dije y seguí lamiendo su miembro sintiendo como también yo me correría pronto. Llegué antes que él, corriéndome en mi mano y el piso del baño. Gemí bajó con su miembro aún en la boca, haciendo que él también se corriera en mi boca. Tragué todo y me levanté a verlo. Me iba a acercar a besarlo cuando me detuvo.
-¿Por qué hiciste eso?- me preguntó enfadado.
-¿Eh?- lo miré completamente desconcertado.
Se subió el pantalón, salió azotando la puerta tras él. Estaba enfadado, ¿por qué le molesto? Sí no le hubiera gustado me hubiera apartado. Me metí a la ducha a enjuagarme nuevamente, me puse mi piyama, para después dirigirme a la habitación. Aún era algo temprano por lo que la mayoría seguía en la sala. Yong Guk también, no quería verlo, así que decidí dormirme. Estaba enojado. ¿Pero por que estaba llorando? Me hice bolita y el sueño no tardo en llegar a mí.
POV JongUp
Había estado toda la tarde viendo mi celular, como sí por mirarlo Min-Kyung fuera a llamar. El ensayo fue agotador. Repetimos varias veces la coreografía. Había tomado una ducha y ahora sólo esperaba en la sala por la llamada de Min-Kyung. ¿Debería llamarlo yo? No, de seguro seguiría ocupado, además de que era probable que no me contestara, al ser el teléfono de su casa; era probable que aún no se encontrara ahí.
Bostecé cansado, me estiré y me recosté, ya me quería dormir, pero quería escuchar su voz, me hacia sentir feliz, me hacia sentir querido. Los sentimientos por él no eran tan fuertes como los que tenía por Himchan, pero con Min-Kyung no había sufrimiento, no había lágrimas y sabía que con el tiempo, sí pasaba algo más entre los dos, lo llegaría incluso a querer más que a Himchan.
El sonido de un celular me despertó, me paré aturdido; era el único en la sala y sólo había un lámpara encendida a un lado de mí y una manta cubría mis piernas. Busqué el origen del sonido hasta dar con él y al ver la pantalla, automáticamente se formó una sonrisa tonta en mis labios.
-¿Hola?- mi voz, sin quererlo tembló un poco.
-Jong Up ¿te desperté? De verdad lo siento lindo- pude sentir como me sonrojaba. Me gustaba que me dijera "lindo", pero me hacía sentir muy apenado.
-No te preocupes, estaba esperando tu llamada y me quedé dormido en la sala.
-¿Enserio? Eso me hace feliz. Sólo te llamaba para darte las buenas noches y decirte que estoy ansioso porque ya sea mañana.
-Yo también- dije bajito, pero me escuchó.
-Me alegra. ¿Paso por ti? Sé dónde vives por la vez que fui a dejar a Junhong.
-¿No hay problema?
-Claro que no.
-Bueno. ¿Te espero a las tres? Así vamos a comer y luego al cine.- dije emocionado.
-Claro, nos vemos mañana, lindo. Duerme bien.
-Igual, te quiero- dije y ahora el que colgó fui yo, con una gran sonrisa en mi cara.
Me dirigí hacia la habitación dispuesto a dormir. En la entrada se encontraba Himchan, sólo lo esquive y me fui a dormir, ansioso porque el día siguiente llegara pronto.