El sol entraba a la habitación compartida con todos mis compañeros de grupo, golpeándome en la cara. Me removí bajó las cobijas cubriéndome el rostro, tratando de dormir un poco más. Me dolía absolutamente todo el cuerpo, tanto ensayo me hizo papilla. Y a pesar de que traté de darme el baño más caliente que aguanté para relajar mis doloridos músculos la noche anterior, no había sido suficiente para inhibir el dolor completamente.
-¡Jong Up hyung! Ya está el desayuno- era la voz, ligeramente infantil, de nuestro maknae y mi mejor amigo dentro del grupo, Zelo.
-Mmh, no quiero.- me quejé mientras trataba de dormir un poco más.
-Ya dormiste demasiado, son las 11:30. ¿No tienes hoy una cita con Min-Kyung? No me digas que irás con lo primero que encuentres, como vago.
Me levanté asustado, ¿qué hora dijo que era? Tenía qué buscar mi ropa, peinarme, desayunar y quizá un poco de maquillaje. Por lo general no me gustaba maquillarme, pero ayudaba a mis ojos, a verse menos rasgados. Tardé aproximadamente una hora ¡UNA! Parecía chica, Junhong había ido varias veces, bastante harto, a decirme que mi desayuno ya estaba frío, pero quería verme perfecto.
Salí, naturalmente, ya no había nadie en la cocina, por lo que desayune solo, un poco de fruta y un omelette de queso. Me lavé los dientes y al terminar ya era la una y media, aún faltaba otra hora y media más para ver a Min-Kyung, me sentía nervioso, emocionado, feliz, ansioso; y un par de preguntas bastante molestas rondaba mi mente, sin dejarme un minuto de paz en lo que esperaba: ¿Y sí al conocerme más le dejo de gustar a Min-Kyung? Y ¿qué tan fuerte era su atracción hacía a mi para soportar mi extraña personalidad?
Me quedé dormido pensando, cuando alguien me despertó.
-¡Jong Up!, ¡Jong Up!- Himchan me agitaba ligeramente para despertarme mientras me miraba incómodamente cerca.
-¿Mmh?- murmuré bajito, ¿qué querría? Ya sólo faltaban 15 minutos para que llegara Min-Kyung, no quería hablar ahorita con él, me sentía feliz por mi cita y sentía que esa felicidad sería destruida en un momento.
-Necesito hablar contigo.
-Claro.
Me levanté y me estiré. El empezó a caminar enfrente de mí, y por puro instinto lo seguí hasta la azotea del edificio. Miré a mi alrededor y sin quererlo vino a mi mente, aquella tarde lluviosa en que me confesé. Y aún me seguía preguntando el porqué de las lágrimas de Himchan aquella vez, quizá alguna vez le preguntaría la razón. Quería ser un apoyo para él, quizá no como algo más, pero como un amigo, al fin y al cabo, el seguía siendo mi hyung favorito, un gran chico, el apoyo de todo el grupo; incluso a veces creía que él era la unión de B.A.P.
Estar en la azotea me hacia sentir nostálgico, por lo que no avancé más allá de la puerta, quería que esto terminará rápido. Por lo que se acercó hasta mí, me tomó de la mano, arrastrándome hasta el barandal, la vista era hermosa, el día nublado y soplaba una ligera brisa fría. Cerré los ojos y aspire profundo y me quedé así, con los ojos cerrados hasta que Himchan habló.
-Lo siento.
-¿Por qué?- le pregunté sin dejar de mirar hacia enfrente.
-Por el beso.- ya sabía que sólo había sido un error, que lo confirmara, no dolía tanto como creí. Sólo sonreí y lo volteé a ver, mirando esos lindos ojos negros que tan cautivado me habían tenido tiempo atrás, ¿habían?, sonreí más grande al darme cuenta que ahora en el único chico en el que pensaba era Min-Kyung.
-No te preocupes hyung, se que sólo fue un error.
-No lo fue, fue más un impulso; eres un chico magnífico JongUppie y te quiero mucho. Al darme cuenta que habías encontrado a alguien más, me entró pánico, creí haberme enamorado de ti y te estaba perdiendo.- en ese punto, mis ojos se encontraban muy abiertos, pero no hablé dejando a Himchan hyung seguir con su explicación- Cuando te besé, me di cuenta que no siento nada por ti, más allá de un cariño meramente fraternal. Te quiero mucho, siento no haberte podido corresponder, siento haberte hecho llorar y siento lo del beso, te quiero mucho.
Las palabras en ese momento sobraban, me sentía completamente conmovido y feliz; me acerqué hasta mi hyung y lo acerqué hasta a mí, atrayéndolo hacía a mí por los hombros en un abrazo, el me abrazó por la cintura; recargué mi cabeza en su hombro, cerrando mis ojos feliz, aspirando su aroma varonil, sintiendo su presencia. Le deseaba lo mejor, le deseaba la felicidad, porque a pesar de todo lo vivido, jamás dejé de quererlo, y todo lo que me había dicho, me había hecho darme cuenta que el cariño que tenía por mí, era igual el que yo tenía por él, era lo mejor y yo me estaba enamorando de Min-Kyung, de ese chico que me hacia sonreír todo el día.
-Yo también te quiero hyung- le respondí sin separarme de él, regresando mis pensamiento hacia él.
-Creo que llego en un mal momento, mejor salimos luego JongUp- era la voz de Min-Kyung, sonaba enojado. Estaba mal entendiendo completamente la situación. Me solté del agarre de Hinchan y le grité.
-¡Espera!- no hizo caso y siguió caminando sin voltear a ver.
Estaba a punto de correr tras él cuando Himchan me detuvo.
-No te preocupes Uppie, yo voy por él- y me regaló una de sus brillantes sonrisas antes de salir corriendo.
Me quedé sólo y empecé a preocuparme después de transcurridos diez minutos. Ir por él no debería haberle tomado más de cinco minutos y de verdad, eso ya era mucho. ¿Y sí Himchan hyung no pudo retenerlo y simplemente no va por mí para darme tiempo para pensar y no lastimarme tanto cuando me diga que se ha ido? Devastado y desesperanzado me senté en el piso, enterrando la cabeza entre las rodillas, esperando, con el corazón en un puño, un rato más.
POV Himchan
Mi mente había estado llena de Jong Up las últimas semanas. La vez que se confesó, me cayó como balde de agua fría. Me quedé sorprendido; acababa de romper con mi novia, una chica que conocía desde hace años, incluso antes de ser famoso y que siempre había querido mucho. Por esa razón, sumado al hecho de que ambos éramos hombres no supe como reaccionar; sólo atiné a decirle que lo quería solamente como un hermano. Pero cuando comenzó a superarme y a hablar con Min-Kyung, me encapriché como un niño que regala un juguete y luego lo quiere de regreso. Claro que Jong Up no era ningún juguete, era una persona y yo cruelmente estaba confundiéndolo e ilusionándolo.
Por lo cual decidí aclarar mis sentimientos, quizá haberlo besado fue demasiado, pero me hizo darme cuenta que sólo quería Jong Up como un hermano menor y que no quería perder su amistad, era un idiota que no quería perder a ese ángel.
Corrí lo más rápido que pude tras Min-Kyung; tenía que admitir que Jong Up tenía buen gusto, primero yo y luego este chico medio bronceado, con cuerpo bien trabajado, era bastante atractivo. Y nos había visto en una escena que podía mal interpretarse, así que cuando lo vi corrí con más fuerza por las escaleras hasta que logré alcanzarlo de la manga.
Me miró con cara de pocos amigos, en cierta forma me recordó a Yong Guk, podía ser un chico pacifista, pero cuando lo hacías enojar, desearías no haber nacido jamás. Tragué duro, sin dejar de mirarlo, apretando la tela del pantalón con la mano con la cual no lo sostenía.
-¿Qué quieres?
-Hablar contigo.- logré decir por fin.
-¿Cómo de qué?
-Jo...Jong Up.
Su semblante cambio por uno que definí como tristeza y mirando hacia el piso me dijo.
-Es un gran chico, cuida bien de él, por favor.
-Sí, yo lo cuidaré, pero sólo como su hyung; el que le gusta eres tú.
-Pero yo los vi abrazándose y te dijo que te quería.
-¿Me dejarías contarte toda la historia, por favor?
-Esta bien- contestó y suspiró cansado.
Me senté en las escaleras y lo invité a sentarse a un lado de mí, se veía claramente incómodo, pero tardaría un poco en contarle todo, desde la confesión de Jong Up, hasta los últimos días.
Le conté todo, desde el rompimiento con mi novia, la confesión de Jong Up ese mismo día hasta el beso que le dí hace pocos días.
-¿Para que me cuentas esto?- se veía triste.
-Para que sepas, que Jong Up dejó de sentir algo por mí cuando te conoció, que los últimos días no ha hecho otra cosa que sonreír cuando le hablas y se la pasa soñando despierto, probablemente en ti.
-Pero, puede que él aún sienta algo por ti.
-Al único que quiere es a ti, lo sé por que lo conozco bien, es un chico muy transparente, aparte de un ángel.
Se veía inseguro y retorcía sus manos nerviosamente sobre su regazo. Me acerqué a él y lo abracé, quizá fue un gesto demasiado confianzudo, pero necesitaba asegurarme que cuidaría bien a JongUp.
-Cuida bien de él, por favor.- me aleje de él y le sonreí.
-Sí.- fue todo lo que dijo, con rostro consternado.
-Corre, ve con él. Conociéndolo, se ha de estar imaginando tonterías.
Asintió suavemente y corrió escaleras arriba. Mi trabajo estaba hecho. Había arreglado las cosas, JongUp volvería a sonreír como antes y nuestra relación sería buena otra vez. Sonreí suavemente caminando de regreso al departamento, vería películas y dormiría el resto del día.