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Tell me a story por Rintarou-kun

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Notas del capitulo:

Si se dieron cuenta es el único título en todo el fic que está en inglés, eso es porque me inspiré en la canción de B.A.B.Y., obvio de mis lindos chicos Cx 

Esto es una clase de especial narrado por Yong Guk de cómo se enamoró de Zelo y como un pequeño resumen de todo lo que ha pasado en el fic, no avanza la historia, pero sinceramente es uno de los capítulos que más me han gustado.

Miles de gracias por seguirme leyendo, miles de gracias a Mikorin porque parece que siempre eres parte de la inspiración que me hace escribir. Gracias a todas las que siempre me dejan review, les tengo un gran cariño.

Para Miko, por obligarme a cumplir mis promesas, por ti decidí terminar el capítulo y subirlo hoy :) 

Espero les guste.

POV Yong Guk


 


Porque la primera vez que lo vi, incluso llegué a pensar que el no merecía estar en el grupo, era un crío de 15 años que apenas parecía saber algo de música, no merecía estar en el mismo grupo que yo, porque yo había empezado desde abajo mientras el parecía tener las cosas fáciles.


 


La primera vez que lo vi, pensé que tenía rostro de bebé y que era alto para su edad, pero de ahí a pensar que era atractivo había una gran brecha. No llamó mi atención, sólo lo miré con desinterés mientras pensaba que si al menos no era atractivo, que tuviera talento, pero aún seguía en vilo mi opinión sobre eso.


 


La segunda vez que lo vi, noté que había algo en él que atraía a la gente, quizá era ese brillo en sus ojos o la dulzura con la que trataba a la gente sin darse cuenta, pensé que era lindo, pero de eso a gustarme había una gran brecha.


 


La tercera vez que lo vi, me di cuenta que Junhong tenía un encanto natural, a eso le atribuí que no pudiera dejar de pensar en él, quizá sólo era un poco de envidia, porque él poseía un carisma y una facilidad para hablar con los demás que yo no tenía.


 


Pero cuando lo escuché rapeando por primera vez, comprendí porqué él merecía un lugar en el grupo, tanto o más que yo, poseía un talento nato que, si era cierto había detalles por pulir, hacían de su rap uno de los mejores que yo hubiera escuchado. Cuando lo vi bailar, vi en el un entusiasmo que jamás en mi vida había visto en nadie y comprendí, también, lo mucho que él deseaba hacer las cosas bien.


 


La primera vez que habló conmigo, el seguía siendo un adolescente, mientras yo ya era un adulto joven, pero al mirarme a los ojos, olvidé eso, la edad ya no tenía importancia, y sentí algo que pensé que no era para mí; era un sentimiento desconcertante que formaba un nudo en mi estómago, no sabía lo que era o no lo quería aceptar.


 


Tratando de olvidar lo que sentía, yendo con lo que me decía la razón, traté durante mucho tiempo de alejarlo de mí, siendo frío e indiferente a cada cosa que el me decía, pero al ver cada mueca de dolor en su rostro, llegué a la conclusión de que lo mejor era dejar mis sentimientos fluir libremente, y que si me estaba enamorando de él, me enamoraría en todas las de la ley, no me enamoraría a medias; ya no importaba si los dos éramos hombres, compañeros de grupo o que yo fuera seis años mayor, lo único que importaba era que me gustaba cómo me hacía sentir, y  que mis sentimientos no le harían daño a nadie porque, aunque quisiera, yo nunca sería correspondido, pero en ese momento no importaba, estar con él me era suficiente.


 


Empecé a tratar a Junhong más, descubriendo en el camino, que no sólo me gustaba la presencia de Zelo o lo que me hacía sentir, sino que me gustaba cada detalle de él, como que, cuando sonreía se veía menor de lo que era, su altura que parecía nunca dejar de incrementar, su aroma, su risa, sus ojos, su personalidad y ese entusiasmo por la vida y sus sueños que parecía nunca perder; se convirtió en algo más que mi dongsaeng, en algo más que un amigo, se convirtió en la persona de que la cual estaba enamorado y una persona que admiraba porque a pesar de las circunstancias parecía nunca darse por vencido.


 


Comencé a tratarlo como nunca lo había hecho con nadie, con una dulzura que no era propia de mí, pero que el sacaba naturalmente de mí, lo comencé a tratar como si se tratara de un hermano menor, regocijándome en cada una de sus sonrisas, sintiéndome alegre cuando, aunque fuera el más mínimo detalle de mi parte, lo hacía feliz. Sonriendo con él como no solía hacerlo con nadie más, ganándome miradas sospechosas por parte de Himchan que concluyeron en él sabiendo de mis sentimientos por Junhong.


 


Para mí parecía ser suficiente que Zelo me mirara con una sonrisa, aunque fuera como su hyung, aunque para él no significara más de lo que Daehyun, Himchan o cualquier de los otros chicos significaba para él, para mí parecía bastar con eso. Pero me encontré a mí mismo, con temor, deseando más de él, más de su persona, pensando todo el tiempo como sería tratarlo, ya no sólo como su hyung, sino como un novio, cómo sería besarlo y que durmiera entre mis brazos, e incluso teniendo pensamientos de los que en lo absoluto me sentía orgulloso, como, qué se sentiría besar cada parte de su cuerpo, verlo temblar y llegar al orgasmo debajo de mi cuerpo.


 


Todos esos pensamientos me hacían sentir la peor persona del mundo, estando cerca de él me parecía cada vez más difícil controlar mis impulsos, no besarlo era casi una tarea titánica, acariciar su cabello o besar su frente cuando en realidad quería besarlo en los labios era doloroso. Todo eso me llevó a alejarme de él, para evitar dañarlo, porque la moral pesaba sobre mí, no debería tener esa clase de sentimientos acerca de él, no siendo él seis años menor. Pero estar lejos de él era aún más doloroso, pero me acostumbraría, siempre lo había hecho.


 


Pero verlo mirarme como un cachorrito abandonado no me dejaba las cosas fáciles, sólo quería estrecharlo entre mis brazos y decirle lo que sentía por él, sin importar las consecuencias; pero no podía hacer eso, por el grupo, por él, por todo lo que luchó por conseguir, no podía ser tan egoísta, así que una mascara de frialdad era mi mejor arma.


 


Jamás me imaginé que verlo hundirse en algo que no tenía idea me desesperara tanto en el sentido de querer ayudarlo y simplemente no poder por cobardía, porque prefería mil veces que me odiara por ignorarlo a que me odiara por saber mis sentimientos hacía él, sentimientos que para mí eran lo más normal del mundo, pero que para él podían ser repulsivos, no me arriesgaría a que me mirara con asco.


 


Himchan insistía todo el tiempo en que yo era un idiota, que huyendo de lo que sentía y de la persona que me hacía sentir, no resolvería nada; pero quizá yo no quisiera resolver nada, quizá yo sólo quisiera disolver todo vínculo que había formado con Junhong a lo largo de los años, porque era lo mejor para mí, porque era lo mejor para él, porque era lo mejor para todos, aunque tener que alejarlo se sintiera como si estuvieran quemando algo dentro de mí. Y ya no sólo fuera dolor emocional, sino que se tradujera a un dolor físico que me hiciera sentir cansado todo el tiempo; qué más daba, si ése era el precio por evitar que Zelo sufriera, lo pagaría una y mil veces.


 


Sabía que olvidar no se hace de la noche a la mañana, que sería todo un proceso, que sería aún más difícil porque el chico que me gustaba y yo vivíamos en el mismo departamento, comíamos en el mismo lugar, convivíamos todo el tiempo y porque incluso respirábamos el mismo aire, pero nunca imaginé que fuera tan jodidamente complicado tratar de sacar a Junhong de mi mente, porque se había colado a cada parte de mi ser, se había convertido en parte de lo que era, había contribuido a formar a la persona que era.


 


Quizá dejar de sentir no fuera lo mejor. Porque, aunque estaba logrando lo que quería, alejar a Junhong de mí, parecía ser la decisión equivocada, porque jamás pensé sentirme tan celoso, tan impotente, tan herido. Sin embargo, no había vuelto atrás, el distanciamiento de una de las personas más importantes en mi vida, había sido resultado de todas mis acciones, no había más culpable que yo mismo.


 


Resignación, es lo que debía sentir, había perdido a la persona que más amaba; la había perdido por mi estupidez, y mi estupidez me evitaba recuperarla, porque no pensaba pelear por él, porque no quería seguir causándole más daño, sólo quería verlo feliz, y quizá algún día nuestra relación volvería a ser lo mismo. Si el ya tenía a ese chico llamado Min-Kyung, lo único que me quedaba era desearle lo mejor.


 


Por eso, mi sorpresa no pudo haber sido más grande cuando Min-Kyung llegó con Zelo en brazos al departamento, no parecía enamorado de él, sólo era un buen chico, con un gran cariño hacia Junhong; las sorpresas ese día no dejaban de llegar, Zelo me llamaba en sueños, gemía mi nombre. Y yo siempre había sido una persona con gran autocontrol, pero no era de piedra; tal vez, besarlo una vez no haría daño, nunca pensé que ese beso se intensificara y que ese beso nos llevara a algo que había disfrutado enormemente pero me dejaba con una gran resaca moral.


 


Verlo mirarme tan tierno como siempre por la mañana, aunque la noche anterior me hubiera masturbado, era demasiado para mí; estaba enamorado de Junhong y no tenía intención de dejarlo ir, no una vez más.


 


Descubrir que Zelo sentía lo mismo que yo, besarlo, convertirnos en novios, todo eso parecía sacado de uno de mis más locos e improbables sueños. Pero yo parecía no dejar de hacerle daño, los malentendidos, las peleas, todo, todo, podía ver como consumía la vitalidad de Junhong, esa que parecía nunca agotarse.


 


Quizá terminar con él y volver a ser que lo éramos fuera lo mejor, o quizá no; cada cosa que hacía parecía dañar a Zelo un poquito más; al decirle que quizá lo mejor sería terminar me hizo darme cuenta que eso sería un gran error, que al igual que yo, Junhong sentía algo fuerte por mí, que alejarme de él nos dañaría a los dos.


 


Pasamos por mucho, pero me di cuenta que quería intentarlo todo con Junhong, que quizá hasta querría pasar el resto de mi vida con él; y él ya no era un niño, me lo dijo él, me lo demostró con su madurez y con el beso más excitante que nadie me hubiera dado, seguía sintiendo que me aprovechaba de él, pero tendría la confianza necesaria para contarle cualquier preocupación a Zelo, ya no quería tener más problemas con él, sólo los necesarios y pequeños que cualquier pareja tiene.


 


El camino sería largo, pero a su lado estaba dispuesto a recorrerlo. Con él y con cada miembro del grupo, porque no eran sólo eso, sino que también eran mi familia. La familia más rara, Jong Up, en ocasiones desesperante, Himchan, o empalagosa, Daehyun y Youngjae, que nunca me pude imaginar, pero mi familia al fin y al cabo. Y era perfecto, todo lo que tenía era perfecto, y quería que así, como había ocurrido todo eso que jamás pensé llegara a ocurrir, como besar a Junhong y convertirnos en novios, ocurriera otra más de las cosas que pensé imposibles; hacerle el amor a Zelo, sería difícil dejar de verlo como mi pequeño niño que tenía que cuidar y verlo como el hombre en el que se había convertido, pero lo lograría porque al final del día, él era la persona que más amaba en el mundo. 

Notas finales:

Les confesaré que jamás pensé escribir tanto de éste fic, que no planeaba ser de más de seis páginas, Pero estoy feliz de como se han dado las cosas y que les guste lo que escribo ^^

Espero sus reviews, muchos eh? 7n7 XD broma, con unos dos me basta.

El próximo capítulo ya está en proceso, esta vez no les prometeré nada, sino que me remitiré a escribir.

Espero les haya gustado. Bye bye >.</


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