Subí feliz las escaleras, me sentía lleno, hablar con alguien me había hecho bien y Min-Kyung parecía ser el tipo de chico al que puedes contar secretos y se los llevaría a la tumba.
Mire con una sonrisa boba mi mano derecha donde aún estaba el papel con el número de Min-Kyung que el mismo me había dado. Quizá lo llamaría después y lo invitaría a tomar un café como agradecimiento por todas sus atenciones, por escucharme y por su ayuda; que tonto había sido ni siquiera le di las gracias, pensaba mientras golpeaba con la palma de mi mano mi frente reclamándome mi propia estupidez.
Llegué hasta el apartamento y saqué las llaves de mi bolsillo. Me sentía más ligero, claro, había olvidado mi patineta en el departamento de Min-Kyung, últimamente tenía la cabeza en las nubes.
Giré la llave mientras suspiraba, respiré hondo antes de decidirme a abrir la puerta, había pasado por momentos difíciles y ahora tenía que enfrentarme a mis compañeros de grupo.
Al entrar Jung Up estaba sentado en el sillón con el rostro entre las manos con una expresión preocupada, cuando me oyó entrar alzo es rostro y se levantó inmediatamente; junto a él se encontraba Yungguk mirando distraídamente hacia la ventana con una expresión fría, desprovista de cualquier emoción, un escalofrío recorrió mi espalda preparándome para lo peor.
Cuando volteó a verme con una expresión de genuino aburrimiento, me miró calculadoramente y su voz sonó monótona y fría, incluso algo grave.
-¿Se te hace divertido Zelo, andar jugueteando por ahí mientras Jung Up esta preocupado por ti?- sus palabras fueron como una daga clavándoselo en mi corazón, ni siquiera dijo "preocuparnos"
Se formó un nudo en mi garganta impidiéndome responder algo coherente, sólo miré a Yungguk, el desvío su mirada con indiferencia, pasó junto a mí, sin siquiera hablarme y cuando estaba por salir del apartamento solo volteó para hablar con Jung Up.
-Ahí tienes a tu niño travieso, no valía la pena preocuparse por él- dijo de la forma más hiriente que lo había escuchado jamás.
Todo ese tiempo había tenido la mirada en el piso, cuando escuché el portazo que indicaba que ya se había ido, alcé mis ojos, con lágrimas en ellos sin que llegaran a caer, hacia Jung Up, lo vi con lo brazos abiertos hacia mí, y sin poder contener más el llanto la abracé por debajo de los brazos, a pesar de ser más alto, apoyando mi cabeza en su pecho y comenzando a sollozar sonoramente.
Estuve un rato llorando un rato en la misma posición recargado en Jung Up, tanto que me empezaba a doler la garganta y las piernas, ya que estaba ligeramente agachado. Jung Up me apartó de él ligeramente solo para verme a la cara y hablara suave y tranquilizadoramente, pidiéndome que nos pasáramos la sillón para poder hablar, si es que yo quería, y la verdad es que sí, sí quería, más que querer necesitaba hablar con él.
Cuando me calmé un poco, deje de sollozar y sólo resbalaban dos lágrimas por mis mejillas. Jung Up posó su mano sobre mi pierna animándole a hablar; suspiré antes de tomar aire para hablar.
-Pues me duele que Yungguk hyung me trate así- dije apenas en un susurro, tan bajo que Jung Up apenas y me escuchó.
Jung Up murmuró algo que no escuché y cuando le pregunté me dijo que no era nada, que sólo pensaba en voz alta. Lo miré y pude ver en sus ojos que me iba a sermonear, sin antes hacerme algunas preguntas.
-¿Por qué desapareciste Zelo? Me tenías muy preocupado- me dijo en un tono que efectivamente demostraba su preocupación.
-Salí porque me enoje que hayas insinuado que Yungguk me ignoraba por mi culpa- dije ligeramente enfadado recordando ese momento.
-¡¿Por eso te fuiste tan enojado?! ¡ZELO! Sí hubieras volteado te habrías dado cuenta que te sonreía burlonamente, discúlpame, no sabía que te enojarías- me dijo riendo ahora ligeramente. Mientras me pasaba el brazo sobre los hombros.
-Creo que salté a conclusiones.
-Bueno eso ya no importa, lo que realmente quería preguntar es ¿dónde estuviste?
-Sólo planeaba salir un rato en patineta y me desmayé.
-¿Y el chico que te trajo?
-Lo pude ver antes de desmayarme, me llevo a su casa y me cuidó, al parecer es doctor. Apenas lo conozco.
-¿Y por qué se sonrieron y se tomaron de la mano?
-¿Qué?- le pregunte con una cara de estupefacción.
-Sí cuando ya ibas a subir, al parecer te llamo, te tomó la mano y se sonrieron.
-Ah, eso, no me estaba tomando la mano, me dio un papel con su número.- le dije serio mostrando el papel que aún estaba mi mano, ligeramente arrugado porque había estado apretando los puños- y le sonreí como agradecimiento, ni siquiera le dije gracias, pienso invitarlo a tomar un café o algo.
-Oh, ya veo, desde aquí parecía otra cosa.
-Quizá, pero no fue así- le dije mirándolo a la cara, después recordé lo que Yungguk dijo y el poco ánimo que había logrado tener se esfumó en un instante.- ¿Qué hacía Yungguk todo el tiempo que no estuve?
-Se pasó mirando la ventana, se veía preocupado, pero me sorprendió lo que te dijo, últimamente ha estado algo raro.
-Ya me di cuenta, ¿y los demás?
-También estaban preocupados, pero tenían trabajo.
-Ya veo, bueno estoy realmente cansado, iré a dormir.
Efectivamente estaba agotado, sólo quería dormir un poco, no me sí cuenta cuando regresaron mis compañeros de grupo, ni Yungguk.
-Ah....mmmm hyung, ah.... Ya casi... M..me corro- decía jadeante con la voz entrecortada.
Yungguk me tenía contra la pared embistiendo me una y otra vez cada vez con más fuerza, repartía pequeños besos húmedo por mi cuello mientras me masturbaba, estaba a punto de llegar al orgasmo al igual que él, me empezó a embestir con más fuerza y su mano bajaba y subía por mi miembro cada vez más rápido, sentía algo de dolor pero combinado con placer que me estaba enloqueciendo, en un momento Yungguk golpeó ese punto dentro de mí que me hizo llegar al orgasmo, corriendome en mi abdomen y la pared, unas estocadas más y Yungguk terminó dentro de mí, con tanta fuerza que parte de su semen resbalo por mis muslos hasta el piso, salió lentamente de mí y...
Desperté.
Estaba completamente confundido y mis sábanas estaba húmedas y pegajosas, todos mis compañeros se iban levantando uno a uno para empezar la mañana, me hice bolita y fingí estar dormido para que ninguno se diera cuenta de lo que había ocurrido.
Ya todos habían salido menos Jung Up, cuando pasó junto a mí, me quitó las cobija de encima.
-¡Ya levántate flojo!- me grito, al darse cuenta de la situación se sonrojó violentamente y se dio media vuelta.
-Sal por favor- dije completamente apenado, tratando de cubrirme como podía. Definitivamente era uno de los momentos más embarazosos de mi vida.
Salió sin decir palabra notablemente nervioso. Yo igual me sentía nervioso, esto no me pasaba desde los 15 años. Había tenido un sueño húmedo... Y con Yungguk. Pero como, ni siquiera me gusta.
Quite las sábanas de mi cama, me desvestí haciendo mi piyama bolita para que nadie la fuera a ver, tenía que ir a lavar todo antes de que alguien más se diera cuenta; me vestí con lo primero que encontré y salí prácticamente corriendo de la habitación.
Antes de salir hacía al cuarto de lavado pude a ver a Yungguk de lo más relajado, viendo hacia la ventana con una mano en la cadera, esa sola imagen me hizo recordar mi sueño haciendo que la nariz comenzara a sangrarme, sí, estaba excitado y lo podía notar por la erección que se iba formando dentro de mis pantalones. Salí casí tropezando me con la sábana que se había desenrollado ligeramente, sin saludar a nadie bajo la atenta mirada de Jung Up.