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MI ESTÚPIDO PRÍNCIPE por Karenlauren

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- Muchas gracias por todo lo que ha hecho por nosotros... - agradeció Zero apartando la mirada para que la abuela no viera sus lágrimas pero se sorprendió al oir la voz de Shizuka, siempre firme, temblar. 

- Zero... no te vayas... te lo ruego... 

- Lo siento, de verdad pero no me puedo quedar, pondría a mi bebé en riesgo y eso es lo último que quiero... - hice una pausa mientras las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas. - No sé cómo agradecerle todo... 

- Tonto, no hay nada que agradecer a Akemi y a tí os considero cómo nieto e hijo... - Zero abrió los  ojos soprendido y emocionado - Ven aquí, dame un buen abrazo antes qu te vayas con mi nieto. 

Se abrazaron con el bebé entre medio que se quejaba por la presión, querían que esos momentos jamás finalizaran pero eso era un sueño imposible a cumplir, se separaron lentamente. Zero cogió una pequeña maleta de mano dónde llevaba las cosas del bebé mientras a éste le cargaba en el otro brazo. 

Se giró y fue sin mirar atrás o no podría irse de aquél lugar que tanto apoyo y cariño le había aportado.

 

 

...

 

 

QUINCE AÑOS DESPUÉS....

 

- ¿Por qué no quieres decírmelo? - dijo una voz terriblemente enojada. 

- Akemi... - Zero hizo acopio de toda la paciencia que tenía, su bebé había crecido para convertirse en un muchacho terriblemente parecido a Kaname de rostro, con sus mismos ojos y labios aunque en todo lo demás era clavado a Zero, de vez en cuando bajaban al puebloa visitar a su abuela y les confundían por hermanos en vez de padre e hijo de lo bien que se conservaba Zero... se notaba que no era de aquella época, sabía conservarse joven. -  ya hemos hablado de esto otras veces, sabes que no puedo decírtelo...

- No lo entiendo!!! Soy el único en el pueblo que no sabe quién es su padre!!! 

- ¿Y los huérfanos?

- Pero yo te tengo a ti... - me miró dolido - y tú no quieres contármelo. 

- Akemi, no es eso... 

- ¿No confías en mí? De verdad soy tan poco confiable - le puso ojitos de cachorrito. 

< Ojo amigo, hoy tiene un nivel de ataque más alto... > su conciencia le volvió a la realidad haciendo que no cayera en la trampa de su bebé. 

- No, hijo pero si lo supieras irías a buscarle, ¿verdad?

El otro le miró furioso, le había pillado. 

- ¿Y qué importa? Quiero conocer a mi padre! TENGO ese derecho! 

- Basta, Akemi, tema zanjado no te lo voy a decir - Y como en tantas otras discusiones él pensó que le cogería una rabieta y dejaría correr el tema pero esta vez fue diferente. Un peligroso brillo apareció en los ojos de su hijo. 

- ¿Si? pues pienso averiguarlo por mí mismo...

Su pequeño se dio la vuelta y salió de la cabaña del bosque dónde le había criado para bajar al pueblo corriendo. 

< ¿A qué esperas, bella durmiente?> Zero reaccionó.

 ¿A dónde iría su hijo?

< Tú qué crees?>

Se puso más pálido de lo que era, no podía ser... 

- MIERDA!!!

Salió corriendo tras él y al bajar al pueblo logró localizar su plateada cabellera en la salida del pueblo, camino a Palacio. 

- No...No...No, por favor Dios, si alguna vez has existido no permitas que llegue, por favor... - murmuró en voz baja hasta llegar al Palacio, Oyó un estruendo detrás de las puertas y trató de entrar pero unos guardias le detuvieron. 

- Dejadme pasar... - les advirtió pero ellos tan sólo rieron. 

< Craso error, amigo...> 

Te lo dejo a tí. 

Zero pasó a un segundo plano y su conciencia tomó el control, ahora mismo era como una mamá osa buscando a su cría. Abrió la puerta de una patada dejando a todos los presentes de la sala del trono emmudecidos y aterrorizados mientras registraba la sala en busca de su cachorro... al que encontró tratando de ser apresado por unos guardias. 

- Papá!!!!! - gritó su pequeño al verle, pudo percibir miedo en su voz y lo poco de autocontrol que quedaba en él se fue al carajo. 

En questión de segundos los guardias que rodeaban a su bebé volaron terminando inconscientes en el suelo mientras su hijo se levantaba y echaba a sus brazos sollozando. 

- Papaaaa.... Miedo.... - Zero volvió a tomar el control al oir los sollozos de su hijo, era momento de consolarlo, le acarició suavemente la cabeza. 

- Ya pasó... - su pequeño levantó la cabeza y le miró con ojos de cachorrito. 

- Lo siento, papá... debí hacerte caso... Pero yo realmente quería... 

Se acercó al oído de Akemi:

- Aún quieres saberlo? - susurró, este asintió immediatamente - es ese hombre que está sentado en aquél ridículo trono de metal junto a la mujer de pelo blanco, Maria...

El pequeño se separó de su padre y giró para observar al hombre, se encontró con un apuesto hombre muy elegante y guapo que tenía un aura de madurez y misterio a su alrededor. Luego se fijó en su mujer sentadaa su lado y otra chica de su edad, creía.

Se sobresaltó al oir hablar a aquél imponente y sofisticado hombre.

- Zero... ¿Qué haces aquí? - exigió.

- Nada de tu incumbencia. - Zero vio cómo Maria se tensaba al ver a Akemi, debía sacarle de ahí pero el estúpido de Kaname siempre se las arreglaba para desbaratar sus planes. 

- Soy tu Rey, háblame con más respeto. 

- Técnicamente no vivo dentro de tus dominios así que no eres mi Rey, Kaname - dijo en tono de burla, jamás había visto a su padre comportarse de aquella forma... ¿Qué estaba ocurriendo?

Kaname puso una mueca y señaló a Akemi.

- ¿Quién es él? - Zero le escondió detrás suyo pero no pudo evitar que a Akemi se le escapara el decir: 

- Tu hijo!

Todos en la sala quienes estaban cuchicheando se detuvieron del shock, el rostro de Kaname se había quedado en blanco y el de María era para hacerle una foto.

Kaname recuperó la compostura después de la noticia y miró a Zero confundido:

- ¿Es eso verdad? - Zero apartó la mirada, dolido, cogió a su hijo de la mano y le sacó de allí, Kaname se tomó eso cómo un sí. No cabía en sí de felicidad...

Tenía un varón! No cómo esa estúpida mujer que tan sólo le podía dar mujeres y encima se había quedado estéril con el parto... no todo estaba perdido para su reino.

- Chico, - Akemi se deshizo del agarre de su padre y se giró para encarar al hombre que era su otro padre - ¿cómo te llamas?

Llevó una mano a su pecho tal y como Zero había hecho el primer día que se conocieron y diio con la misma sonrisa inocente:

- Akemi.

Kaname sonrió, este pequeño era igual de inocente que su padre... podría engañarle fácilmente para que fuera su sucesor.

- Dime, ¿te gustaría vivir en este castillo? - El mundo de Zero se vino abajo ese hombre cruel al que jamás había dejado de querer le iba a arrebatar a su hijo, estaba a punto de intervenir cuando se quedó plantado de la soprendente respuesta de su hijo con una sonrisa: 

- Por suspuesto que no. 

Todos en sala hicieron un silencio más profundo mientras el rostro de Zero estallaba en lágrimas. 

- ¿Como?- Kaname no se podía creer lo que estaba oyendo.

- Lo siento, no me gustaría vivir en un lugar cómo este... tan sólo mira a la mujer que tienes al lado, ella parece estar a punto de tirarse por la ventana en cualquier momento y la chica a su lado... ha tenido que aguantar esa situación toda su vida. Sin duda puedo decir que este es un lugar horrible, prefiero la pequeña cabaña de madera en qué mi padre me crió ya que lo hizo con más amor del que me podríais dar todos vosotros juntos. 

Padre e hijo se abrazaron, esta vez era el hijo quién consolaba al padre. 

- No te librarás tan fácilmente de mí, padre- Akemi rió y se lo llevó fuera de aquél horrible lugar. Los guardias cerraron las puertas detrás suyo dejando a un aturdido Kaname confuso y perdido...

¿Realmente era tan horrible aquél lugar?

Miró a su lado y vio a su mujer e hija llorar desconsoladamente, quando ellas notaron que las miraba se encogieron de terror, alargó una mano a su mujer y le acarició la mejilla. 

- Si quieres puedes volver a casa de tus padres... Cancelaré nuestro matrimonio, me aseguraré que tengas de todo, tu y tú hija. 

- Gracias... - por primera vez sintió cómo su mujer le miraba sólo a él, cómo persona y sin temblar o encogerse de miedo. 

La culpa de sus acciones recayó sobre su corazón, aquél mismo día vió des del balcón de su habitación cómo su mujer e hija se alejaban de él. 

Pero era lo mejor... jamás habían sido una familia, ahora ellas podrían ser felices... y él tenía que encontrar a su propia felicidad que había escapado por esas puertas hacía nada... 

Pensó en Zero y todo lo ocurrido des que le había dejado ir... 

¿Cómo iba a arreglarlo?

Le dolía la cabeza, la culpa le aplastaba sin compasión ni consideración, talycomo él había tratado a Zero...

- Seiren, ¿Qué he hecho? - dijo consciente que su guardia había estado allí todo el tiempo. 

- Si me lopermite señor, ha sido un completo imbécil... 

- No podré recuperarlo... ¿Verdad?

- Aun no se ha disculpado. - se giró hacia la chica, alzó una ceja, confuso. 

- ¿Debería?

- Permítame recordarle que le enamoró hasta los huesos, él le amaba fielmente y usted decidió interponer el reino a ese joven pensando que, sin duda, era el perfecto para usted. Y no soloeso sino que el día de su cumpleaños tan siquiera le siguió..

- ¿Estabas mirando? - dijo el otro indignado. 

- Permítame decirle que Zero estuvo toda la noche llorando y a la mañana siguiente se fue sin qu usted le buscara, su rostro era devastador... 

- ¿Por qué no le detuviste? - preguntaba Kaname aún más enfadado, a punto de ponerse furioso. 

- Por qué Zero le ama a usted, un completo ignorante, egoista, hipócrita, orgulloso e imbécil ser en cuanto al amor pero perfecto para ser un rey... - Kaname le echó una mirada furiosa de advertencia, la próoxima sería un golpe, ya se estaba pasando...- a, casi se me olvida, mis fuentes dicen que Zero dio a luz solo, creo que tiene una cicatriz en la parte baja del vientre por dónde sacó a Akemi. 

Kaname se giró furioso a su subordinado:

- ¿Sabías todo eso y no me dijiste nada? - le cogió del cuello de la camiseta, alzándolo por encima de él decidiendo si estamparlo o no contra la pared, acercó su cara a la suya amenazadoramente - sabés por la soledad y sufrimiento que Zero ha tenido que pasar hasta ahora?? Y me lo cuentas todo en estos moementos!!??! pOREUQÉ NO LO DIJISTE ANTES?!?!?!? 

- Por qué Zero no esperaba que fuera yo el que le fuese a buscar, de hecho eso tan solo le haría sentirse peor - kaname se dejó caer al suelo, devastado por sus sentimientos y la crueldad con que había tratado a Zero. 

Lágrimas bajaron por su rostro y no se dió cuenta hasta que vio cómo la moqueta oscurecía, el orgulloso e implacable Kanam Kuran estaba llorando?

-  Zero... 

Iba a recuperarlo, no tenía duda... Él sería suyo porqué le amaba más que a su propia vida, había tomado una decisión y una vez decidía que quería a algo o alguien lo conseguía. 

- ¿Empezamos la caza, señor?

- Por supuesto, Seiren pero con cuidado... la presa ha de ser mía...

Y lo sería en todos los sentidos, para siempre. 


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