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MI ESTÚPIDO PRÍNCIPE por Karenlauren

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Pov. Akemi

Después de la "reunión" con mi padre, fuimos con mi papi de vuelta a casa: una cabaña en el bosque de dos pisos, mi papi la reformó cuando nací yo, en la planta baja había la cocina, un baño, un almacén para la comida y un estudio. En la segunda planta estaban nuestras habitaciones. 

Cogimos un par de bolsas y nos fuimos al lago de cerca de casa, el camino fue algo incómodo al principio, papá no sabía como romper este silencio: 

- Lo siento... - me disculpé apartando la mirada, debería haberle hecho caso. 

- No, creo que ya es hora que te cuente que es lo que ocurrió... - me miró con ojos tristes... no, eran más bien cómo melancólicos. Pude ver que en lo más profundo de su corazón él deseaba regresar a aquellos días pero era consciente de la imposibilidad de su sueño. 

- Papá...

- No, - me interrumpió él cambiando de idioma, uno que me había obligado a aprender de pequeño pero que nadie más conocía. - has de saberlo. 

Esta vez en sus ojos había decisión pero sabía que el decirme aquellas palabras le obligaba a sacar las cadenas de su corazón pero no podía dejar que él siguiera negándose a hablar de aquello, merecía ser feliz. 

- Supongo que empezaré des del principio, cuando Kaname y yo cruzamos miradas por primera vez...

 

 

(...)

 

 

Cuando terminé de contarle a mi pequeño que ocurrrió, en japonés moderno, su cara estaba inexpresiva. 

- ¿Akemi? - dije asustado, pero eso tan solo ayudó a detonar la bomba de rabia que habían despertado los actos de Kaname en mi pequeño. 

- Pero... será cabrón!! JURO QUE COMO SE VUELVA A ACERCAR A TI ME LO CARGO!!!! - me agarró de los hombros demasiado fuerte y me miró a los ojos con mucha preocupación y miedo, después de todo yo era su único apoyo ya que los niños del pueblo le habían tratado con crueldad por sólo tener madre, le llamaban "bastardo" y otras cosas más crueles. Yo, al enterarme le hice una pequeña "visita" a sus familias y, des de entonces, se hicieron amigos rápidamente. - AVÍSAME SI SE ACERCA A TI!!!! TE IRÉ A RESCATAR!!!

Enseguida me vino a la cabeza la imagen de mi pequeñín llorando de miedo y siendo apresado por los guardias de palacio. 

- No creo que pudieras - me reí tiernamente ante su confusa cara. - Recuerda que tú papi es muy fuerte... Ayer lo viste. 

Me soltó y su rostro cambió a un tierno pucherito de enfado por recordarle cómo se había puesto aquél entonces. Me reí con más fuerza. 

- Parece que lo pasan bien... - dijo una amable voz detrás mío, sobresaltándome. Me giré mientras Akemi se lanzaba a sus brazos. 

- Aidou!!!! - le dio un beso rápido en los labios cómo saludo - papá está siendo malo conmigo!!! 

Le puso ojos de cachorrito.

< Aun no me gusta que nuestro pequeño tenga novio>

Sonreí ante el comentario de mi conciencia. Y le respondí:

Pero es un buen chico...

< Me da igual, es mi pequeño....> 

NUESTRO pequeño, me quejé posesivamente.

- Akemi-chan, pa... aah... - esas palabras me sacaron de la realidad para encontrarme con mi pequeño ya no tan pequeño metiéndole la lengua hasta el fondo de la garganta a Aidou. 

< Al men

os el no es el uke...> dijo con más calma mi conciencia < en ese caso podría aceptarlo.>

Y una mierda! Nadie se llevará a mi pequeño!!!

Les separé tirando de Aidou que, al ser más pequeño, era más ligero. Akemi cayó al suelo. 

- Hagan eso a solas! - dije alterado mientras Aidou se avergonzaba. 

- Lo siento... - me giré hacia él, el rubio estaba mirando al suelo. Lo solté y enseguida me retracté.

- No lo decía por ti, - me giré a mi hijo, ya levantado que nos miraba sonriente y le señalé cómo si fuera un insecto - iba por él! 

- Vamos, papi no te enfades....

- Pues contrólate!! - me calmé y quité la camiseta para después arremangarme los pantalones. - empecemos, los peces nos esperan. 

Ambos me imitaron y se despojaron de sus camisas, semi desnudos nos metimos en el agua y empezamos a pescar con las manos, siempre que Aidou venía nos ayudaba a recolectar comida para el invierno. 

Ellos habían empezado a salir a finales de otoño del año pasado y me lo dijeron un par de meses después, enseguida me dí cuenta que iban en serio y no me opuse. No tenía ningún derecho a echarle en cara a mi hijo que se hubiera enamorado de otro hombre. 

Estuvimos hasta el mediodía pescando, paramos para freír unos cuantos pescados para la comida. 

Yo seguía en el agua mientras Akemi vigilaba que no se quemaran, Aidou estaba sentado en la orilla y me miraba fijamente. 

- ¿Ocurre algo? - dije molesto, él se sobresaltó y dijo nervioso:

- Puedo preguntar por esa cicatriz? - me señaló la cicatriz de la cesária que me iba de la parte baja del pecho derecho y hacía un recorrido circular hasta llegar a la parte baja de mi vientre izquierdo. Los pocos que la había visto siempre se habían sorprendido por su tamaño pero yo nunca le di importancia a eso, de hecho me gustaba tenerla: era mi prueba de que Akemi era mi hijo. 

- Eso es de cuando Akemi nació - dije con nostálgia pasando mis dedos suavemente el largo de las marcas de mi piel.

- ¿Le atacaron mientras su mujer daba a luz?

Me giré hacia Akemi que estaba lo suficientemente cerca como para oirnos.

- ¿No se los has contado?

- Se me olvidó - se disculpó este con una risita ante la mirada confusa de su novio.

-  Akemi es MI hijo - Aidou me miró aun más confuso, se puso blanco y señaló tembloroso mi vientre - YO le di a luz. 

Afirmé orgulloso ante su mirada. 

- Pero eso... un momento... tu... - me miró confuso - ¿Cómo es posible?

- Del lugar del que yo provengo los hombre que pueden dar a luz los llamamos donceles. 

- Entonces... Esto es maravilloso!!!! - se giró hacia Akemi con una mirada entre ilusionada y diabólica - tú puedes tener a nuestro hijo!! 

Me reí ante su comentario y la mirada de Akemi. 

- No es del todo seguro... aunque podríais probar. 

- Papá traidor!!!! - dijo mi pequeño mientras su pareja se le abalanzaba. 

- Tengamos muchos hijos, ¿si? - dijo Aidou mientras trataba de tumbara a Akemi. 

< amigo... ¿vas a estar de espectador?> enseguida me sonrojé y dije: 

- Voy a coger algo de fruta, les dejo solos... 

- PAPÁ!!!!!! - gritó mi hijo en busca de ayuda pero no le hacía falta, ya le había tomado ventaja a su pareja y estaba a cuatro encima de este. 

Riendo fui al árbol de melocotones....

 


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