EN LA ORILLA DEL LAGO...
Sentía cómo las suaves olas del agua arremetían contra mis pies, empapándolos mientras Akemi, encima mío me sujetaba con los brazos por encima de la cabeza.
Me desabrochó el pantalón y lo sacó, con cuidado, junto con la ropa interior. Antes que me pudiera quejar juntó nuestros labios en un apasionado besó que se intensificó hacia algo salvaje que amenazaba con dejar en blanco mi mente cuando su lengua entró en mi boca y empezó a jugar con la mía juntándolas, mordiéndola suavemente, lamiéndola y explorando mi boca cómo si quisiera memorizarla.
jadeantes nos separamos para recuperar el aliento, me encontré con sus ojos y me perdí en la profindidad de aquél tono chocolate.
- Aidou... - susurró mientras se acercaba a mi cuello y mordía lo suficientemente fuerte cómo para que me retoriciera de placer debajo suyo, después de lamer y succionar aqueella zona hasta que dejó su marca de propiedad, decicdió bajar por mi cuerpo, así liberando mis manos, hasta que sus labios quedaron justo delante de mi erección.
- aa..aah! - grité cuando sentí cómo lamía mi miembro de arriba abajo cómo side un caramelo se tratara, con demasiada lentitud y paciencia, demasiada. Le miré a los ojos y dije - Akemi... má..a-as...
Este cabrón estaba jugando conmigo y lo estaba haciendo demasiado bien pero, para fallo suyo había liberado mis manos. Con rapidez cambié de posiciones quedando yo a horcajadas encima de él.
Bajé hasta su erección, retiré los pantalones y ropa interior con más brusquedad que él me lo había hecho a mí y me metí de golpe su miembro.
Empecé a moverme arriba y abajo presionando su gran erección con la lengua. Cuando sentí que estaba a punto de venirse me detuve y repetí los mismos lentos y torturantes mivimientos que él me había practidado a mí mientras soltaba gemidos roncos de placer y arqueaba su espalda.
De repente, sentí cómo sus manos presionaban mi cabeza tomando el control y movía sus caderas para dar prufundo embates dentro de mi cavidad hasta que llegó un embate más profundo que me obligó a tragarme todo su semen.
Sacó su miembro y le miré enfadado.
Él no dijo nada, tan solo volvió a aprisionarme debajo de su cuerpo pero esta vez, boca abajo, con las manos atadas por sus pantalones encima de mi cabeza y las piernas separadas dejando mi entrada exuesta.
- Cuando me has....AAAAAAAAAAAAAAH! - estaba a punto de quejarme cuando sentí cómo me penetraba de un solo golpe.
Él se inclinó y me lamió las lágrimas que saltaban de mis ojos de dolor.
- Duele... Akemi.. por favor, sácalo... - le rogué ante su mirada nublada por el placer.
- Voy a empezar a moverme - susurró en mi oído, mordiéndolo y lamiéndolo arrancandome gemidos, el dolor ya estaba pasando y él empezó a dar embates cada ver más fuertes y profundos. Mi espalda se arqueaba para pegarse a su cuerpo pidiendo más mientras gemíamos, ambos, descontroladamente por el placer.
- Aaah! - grité de placer al sentir cómo daba en un punto que me hizo temblar de pies a cabeza de dolor. El muy cabrón dirigió todos sus embates a ese punto volviéndome loco de placer, traté de acallar mis gemidos pero no aguanté mucho y terminé satisfaciendo su jodida necesidad de oirme gritar de placer mientras él también lo hacía contra mi oído.
Ambos terminamos a la vez.
Creí que había terminado pero etaba muy equivocado porqué, aún dentro mío cogió una de mispiernas y se la colocó en el hombro mientras volvía a empezar su vaivén clavando todas y cada una de las embestidas su miembro en mi punto de placer.
Después de aquello no podría caminar en un par de días...