- ¿¡DÓNDE ESTÁ ZERO?! - los ojos de Kaname expresaban una ira palpable que dejó petrificados a todos los presentes, se acercó a Ichijou y le agarró por el cuello para empezar a sacudirle como una maraca. - ¡NO LO VOY A REPETIR! ¿¡DÓNDE ESTÁ?!
Por su tono de voz Ichijou sabía que su vida corría peligro si no le
entregaba al peli plata pero...
- ¡¡¡¡KANAME!!!! - oyeron una voz demasiado conocida y ronca salir del pasillo. Akemi y Aidou fueron corriendo a ver que ocurría, Kaname soltó a ichijou tirándolo al suelo y le dijo con ojos coléricos y amenazantes:
- No te vuelvas a acercar a Zero desgraciado o juro que...
- PAPI!!!!! - ese grito le interrumpió y salió corriendo tras su amado mientras el rubio trataba de salir del shock... ¿El caballeroso y amable Kuran Kaname había perdido los estribos por aquél chico de ojos ámbar?
Todo y parecer imposible para su pequeña mente, la respuesta era clara: ni lo dudes.
Kaname buscó a Zero con la mirada y le encontró echado al suelo, pálido y con ojeras. Su hijo estaba arrodillado a su lado mientras Aidou estaba tras este con una mano en su hombro, dándole apoyo.
- ¿Zero...? - llamé en voz baja acercándome a él y tomando con cariño su rostro entre mis manos. Él me miró y sonrió, hizo algo totalmente inesperado. A pesar de su cansancio, Zero se tiró a los brazos de Kaname y dejó que este le cogiera en brazos como una princesa.
Se había cansado de luchar contra sus sentimientos. Kaname era e iba a ser su único y primer amor.
- Zero, te llevaré conmigo... Quiero que estés protegido dentro de las parades de mi Palacio, ¿aceptas?
El peli plateado tan solo afirmó con la cabeza y le dio un suave beso en los labios.
Entonces Kaname lo vió... la marca en el cuello de Zero. Sus brazos se tensaron.
- ¿K-kana...ame...? - dijo Zero con dificultad, su voz estaba muy maltrecha.
- ¿Qué te hizo Ichijou? - bajó la mirada para queno pudiera ver su posesiva y feroz mirada - ¿Acaso ese mal nacido...?
La mirada de Zero lo decía todo, y también que no había sido por voluntad de ambos.
- ¡¡¡Me lo voy a cargar!!! - Zero le miró asustado. - ¡¡¡Ichijou bastardo juró que no volverás a ver un nuevo amanecer!!!
Todos le miraron asustado pero solo fue el que en peores condiciones estaba quién supo qué hacer. Se removió en los brazos de Kaname que enseguida le dejó con delicadeza en el suelo y, apoyándose en la pared, empezó a andar hacia la salida del Palacio.
- ¿Qué haces? Te vas a hacer daño!! - dijo Kaname siguiéndole alarmado viendo como SU Zero lo daba todo por dar otro paso más hacia la salida, poco a poco pero sin detenerse.
Este tan solo le miró y Kuran comprendió, Zero tan sólo quería irse de aquél lugar. Respiró profundamente y se calmó.
Cogió a Zero por la cintura y volvió a cargarlo como una princesa, con delicadeza.
Salieron de aquél lugar sin problemas, ya que fueron avisados por Ichijou que no se haría responsable de la muerte de quién les detuviera.
Durante el camino Zero se durmió plácidamente en los brazos de Kaname mientras este cabalgaba con los demás siguiéndole con caballos prestados por los mozos de las caballerizas de su palacio.
- Me alegro que papi este bien... - dijo Akemi abrazando a Aidou quién cabalgaba delante de él, conduciendo las riendas por la falta de experiencia del mayor, mientras se recostaba contra su pecho dándole apoyo.
- Si, bueno que ya todo pasó.
- Me voy a llevar a Zero a vivir conmigo. - rodos me miraron.
- Si, ya lo oímos...
- ¿Se van a oponer?
- No, después de todo la decisión es de mi padre.
- Gracias, pueden venir cuando quieran...
Ellos tan solo asintieron mientras llegábamos al límite del bosque y entrábamos en el pueblo dónde Shizuka comprobó el estado de Zero. Tan solo estaba muy cansado... probablemente dormiría por días pero enseguida volvería a ser el mismo.
TRES AÑOS DESPUÉS....
- No corras!!!! - Todos los sirvientes observaron con una sonrisa un pequeño borrón marrón de dos años corretear por los pasillos de Palacio mientras un peli plata le perseguía como loco.
- KENJIII!!!! (significa segundo hijo inteligente y fuerte <3) - Zero se paró al oirse cerrar la puerta de la biblioteca de Kaname, su marido.
Sonrió siniestramente y dijo:
- Te encontré! - mientras entraba en la sala encontrándose a un chico idéntico al que estaba persiguiendo pero con diferente ropa, sentado en el regazo de Kaname. Ambos dejaron de leer el libro y se giraron hacia el recién llegado sonriendo:
- Buenos días mami! - dijo el pequeño mientras Zero se acercaba a ellos y le daba un rápido beso en la frente a su hijo y otro en los labios a Kaname.
- ¿No habrán visto a Kenji por aquí, verdad? - registró la sala con la mirada mientras el pequeño y Kaname se miraron cómplices.
- Naoto, ¿tú has visto algo? - preguntó Kaname al pequeño sentado en su falda mientras este negaba con la cabeza.
- No, ¿y tú papi? - este volvió a negar con la cabeza imitando al pequeño y segiraron hacia Zero a tiempo de ver cómo otro pequeño castaño de dos años se lanzaba encima del peli plata tirándolo al suelo y embarrándole la camiseta con tierra.
- Kenji! - gritó sorprendido mientas le hacía cosquillas para que se bajara. - Basta!!
El pequeño siguió molestando a su mami hasta que vino su hermano gemelo y se lanzó encima de él para apartarle de Zero.
Los padres rieron y miraron a sus pequeños. Dos años atrás, Zero había quedado preñado de ellos, a pesar que el parto fue peligroso consiguió dar a luz a dos gemelos totalmente idénticos salvo por los ojos: Kenji tenía los ojos amatista de su madre y Naoto los ojos chocolate de su padre, ambos eran castaños y de piel tan blanca cómo el marfil.
Akemi enseguida se ilusionó con ellos e iban cada dos por tres a visitarles.
Zero y Kaname se casaron cuando los pequeños tenían un año. La ceremonia fue algo para todo el pueblo motivo de celebración y cada año, concidian las fiestas con el aniversario de la pareja que iba a pasear por su pacífico pueblo cada vez que podían y, sobretodo, en su aniversario.
A pesar que al principio fue extraño que Zero, un hombre, diera a luz a los hijos de Kaname enseguida el pueblo se acostumbró a ello por el cariño que le tenían al peli plata... sobretodo los que le habían oído cantar en el bar del viejo Joe.
Shizuka vivió lo suficiente como para conocer a sus segundos nietos pero después de unos meses de vida de los gemelos murió, por vejez.
Aidou y Akemi vivían en la casa del primero y pasaban sus días en tranquilidad. Aidou, de vez en cuando, aún trataba de convencer a Akemi para que se quedara embarazado, realmente quería tener un hijo. Pero el peli plateado siempre le contestaba que primero tenía que tumbarle, pero nunca lo conseguía.
Ichijou murió por un "ataque al corazón" días después de lo ocurrido con Zero y Kaname, muchos dijeron que el miedo por que Kaname volviera a por él le venció y terminó suicidándose, otros que le habían asesinado... en fin, que ahora Rinsetsu pertenecía a Hideyuki, el reino de Kaname... Zero y sus pequeños.
-FIN-