Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MI ESTÚPIDO PRÍNCIPE por Karenlauren

[Reviews - 114]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Los días pasaban y había perdido la noción del tiempo, a lo mejor llevaba allí... un a semana? dos quizá?

Ni idea, pero cada día seguía la misma rutina: levantarme con el amanecer, comer algo, salir a recoger fruta que después conservaba en agua y azúcar para el invierno, ir al lago a pescar algo con las manos. 

Y ese día no iba a ser diferente. Me pasé la mañana secando pescado y carne de un conejo que había cazado hacía un par de días. Al mediodía comí un bol de estofado que tenía preparado y me tenía que durar para un par de días más y me fui al lago. 

Me quité la camiseta dejando mi blanca piel al descubierto y arremangué los pantalones de lana marrón hasta los muslos. Ya había pescado un par de peces cuando oí a alguien acercarse, eché una miradita hacia el bosque y vi sombras de adolescentes como yo de no más de diez y ocho años aproximándose al lago. 

Los ignoré y seguí con mi tarea, ellos se me quedaron mirando al llegar al lago y encontrarme ahí. 

Procuré no mirarles para que me dejaran en paz pero eso no fue posible, un chico pelirrojo de ojos azules y me dijo: 

- ¿Quién eres?

Me detuve y le miré sin entenderlo. Una chica rubia de ojos azules se le aproximó y apoyó en el hombro.

- ¿Que tenemos por aquí, Shiki?

- Algo que aparte de bello parece interesante mi querida Rima. - dijo él llevando una mano de ella hasta sus labios besándola mientras la atravesaba con los ojos. 

- Chicos! - otra voz salió del bosque - Siento llegar tarde, se me acumuló la faena...

El chico rubio de ojos azules se quedó parado al ver al hermoso peli plata que no pareció reconocerle. Paso por delante de sus amigos corriendo e ignorándolos ante su sorpresa para arrodillarse en la orilla del lago y mirar excitado al chico de ojos violetas. Se llevó una mano al pecho y dijo: 

- Aidou.

El chico pareció reconocerle y le sonrió: 

- Hola, Aidou. - le saludó en su idioma. 

< Cuando os besáis, Jane> dijo su maldita conciencia de la que pasó olímpicamente. 

- ¿Hola? - dijo el otro sin entender. Zero asintió y le saludó con la mano y repitió:

- Hola. 

El otro pareció comprender. 

- Hola a ti también, Zero - dijo sonriendo. Más o menos se iban entendiendo. 

Una chica de pelo parecido al de Zero y ojos cristalinos se acercó tímidamente a los chicos y se acuclilló junto a Aidou, se llevó una mano al pecho y dijo: 

- Maria Kurenai.

Los dos que habían estado actuando de manera extraña para Zero anteriormente tampoco tardaron en presentarse, el chico exageró una reverencia y dijo: 

- Shiki Senri, encantado. 

La chica hizo una reverencia también muy exagerada y dijo levantando la voz para atraer la atención del joven atractivo:

- Rima Touya. - Le guiñó un ojo haciendo que a Zero le recorriera un escalofrío por la espalda. 

Zero tan sólo les sonrió y dijo: 

- Zero. 

- ¿Es que tan sólo sabes decir eso? - Zero tan sólo ladeó la cabeza en un gesto tierno dándoles a entender que no había entendido un pijo de lo que había dicho. Los chicos se sonrojaron ante aquél gesto y una chica dijo: 

- Que lindo!!!! - se le lanzó a los brazos y la tuvo que coger en brazos para que no se mojara el vestido. 

le advirtió su conciencia, cómo respuesta él puso mala cara. Por suerte la chica no le vio ya que le estaba abrazando. 

- Rima! mi amor!!! -dijo el chico que se había presentado cómo Shiki con lágrimas de cocodrilo en los ojos. La chica enseguida le respondió y saltó a sus brazos haciendo que Zero perdiera el equilibrio y cayera al agua. 

- Pero con qué panda de pirados estoy hablando...

< Lo mismo digo...> dijo su conciencia también con cara de WTF. 

Se levantó del agua y estaba todo mojado, aun hacía calor así que no tenía frío pero aun así estornudó. 

Todos se giraron hacia él.

- ¿Tienes más ropa? - le miró aun sin entender... es que nadie hablaba japonés moderno???!!?!?!

Suspiró cansado y volvió a estornudar mientras Aidou le pasaba su chaqueta por encima y le tendió una mano para que saliera del agua. Este le ayudó a salir y le puso una mano en la parte baja de la espalda provocando que todos sus amigos se rieran de él y este se sonrojara mientras que Zero no entendía nada de lo que estaba ocurriendo. 

Le dijeron más cosas que no entendió y hizo ademán de irse a casa pero no le dejaron y le arrastraron hasta lo que parecía un pueblo lleno de vida, lo atravesaron hasta llegar a un pequeño palacio o mansión, no estaba muy seguro... pero era enorme. 

Los chicos le hicieron entrar pero sus pies no se movieron del suelo, Aidou se giró hacia él, se señaló y dijo: 

- Aidou - después señaló la casa y dijo - casa. 

Lo repitió un par de veces hasta que entendí que él vivía allí junto con Rima y Shiki. Supuse que eran hermanos, primos o algo, tampoco me importaba. Me llevaron a través de los magníficos jardines llenos de rosales y hierba verde cortada con estanques de por medio. Era una casa de ensueño.

< Parece la Barbie house> y tuvo que venir mi preciosa conciencia a arruinarme el momento. 

- Cállate - murmuré molesto. 

- ¿Ocurre algo? - me preguntó Maria, no entendí nada pero negué con la cabeza por acto reflejo. Ella sonrió divertida y yo la acompañé. 

- Parece que se divierten - dijo Aidou. Mi mente quedó en blanco, con lo bien que uno estaba en el bosque con sus plantitas... en silencio...

Hizo un puchero cansado de no entenderlos, enseguida sintió una mano que revolvió su pelo cariñosamente. Aidou le estaba reconfortando, le sonrió y estornudó. El chico le miró preocupado y se dieron prisa en llegar al edificio dónde lo que parecían criadas se lo llevaron, lo bañaron, secaron y vistieron. 

Él se dejó hacer asustado. En esos momentos le estaban peinando el pelo maravilladas e iban turnándose. Parecía que nunca hubieran visto un color de pelo cómo el suyo.

Cansado de esas pesadas llegaron los jóvenes para interrumpir su sesión de peluquería, agradecido se levantó para que le rescataran pero las sirvientas volvieron a sentarlo en el tocador dispuestas a seguir peinándolo. Este buscó ayuda en Aidou quién echó a las mujeres y se volvieron a llevar a Zero a dar una vuelta por el pueblo. 

Dónde todas las chicas jóvenes se giraban a ver al peli plata que iba en un conjunto de ropa negra: pantalones negros y americana negra con una camisa blanca debajo y un pañuelo en el cuello de color rojo. 

El conjunto hacía resaltar sus ojos lilas y pelo plateado.

Algunos hombres también se giraban a mirarlo curiosos por aquél joven misterioso y hermoso que no habían visto con anterioridad por su pueblo.

Pasaron la tarde riéndose y pasándoselo bien enseñándole palabras y objetos extraños que no había en su época hasta que un carruaje se detuvo delante de ellos y un hombre de pelo castaño y ojos chocolate bajó de él, todos se arrodillaron ante él. Zero que no entendía la situación se quedó plantado mirando a Aidou, Shiki y Maria confuso.

< A qué esperas a arrodillarte idiota! > dijo su conciencia a la que volvió a ignorar pero no por voluntad propia. Aquél imponente hombre le estaba mirando fijamente y él se quedó perdido dentro de sus ojos. 

Rompió aquel dulce y extraño contacto al sentir cómo Aidou tiraba de él para que se arrodillara. 

- Guardias! - muy tarde, aquél hombre también había salido del trance de aquellos misteriosos ojos violeta y vio que no se arrodillaba ante él así que se lollevó a palacio para castigarle. 

El chico parecía perdido y uno de sus amigos trató de detenernos pero le mandé arrestar también. 

- ¿Aidou? - dijo Zero confuso mientras los guardias se lo llevaban hasta un palacio enorme de piedra, si pensaba que la casa de Aidou era grande... 

le regañó su conciencia. 

- Tu a callar - murmuró ganándose un golpe por parte de un guardia. Llegaron a unas puertas de madera de dos metros y medios cada una que necesitaban tres hombres por puerta para moverlas.

El hombre bajó del carruaje y se dirigió a dentro de las puertas

Nada más entrar Zero no pudo creer lo que veía. 

su conciencia se empezó a reír a pierna suelta contagiándole la risa. Pudo mantener su cara seria hasta que vio cómo el hombre se sentaba orgulloso y con gesto de superioridad en aquella silla enorme de metal. 

No pudo retenerse, para  un chico del s.XXI ver eso era cómo ver una peli de serie B, te reías de lo mala que era. 

Todos le miraron extrañados y el hombre puso cara de ofendido, eso sólo encendió más su risa. 

Los guardias que no los habían encadenado trataron de golpearle pero el peli plata esquivó ágilmente todos los golpes y noqueó a algunos guardias, la gente que estaba a su alrededor se quedó blanca cómo papel al ver tales movimientos. 

- ¿De qué se ríe? - preguntó el hombre de la sillita de hierro.

- Me gustaría saberlo, Kaname-sama. - dijo Aidou mirando a su amigo como si se le hubiera ido la pinza. 

Ya empezaba a calmarse, respiró hondo y se agarró el estómago que le dolí de tanto reírse.

- ¿De qué te ríes? - le preguntó el hombre. 

Zero tan sólo se le quedó mirando. 

- ¿Es mudo? - le preguntó a Aidou.

- No, su Majestad, si me permite decirle que es extranjero.

Este le miró extrañado.

- Explícate. - le ordenó.

- No habla nuestro idioma. 

Zero sintió cómo aquel chico de cabellos castaños a lo mejor un par de años mayor que él le daba un repaso de arriba abajo, se sonrojó y apartó la vista avergonzado. 

De repente un hombre salió de entre la gente que había alrededor y se aproximó al chico del trono. 

- Kaname-sama - así que se llamaba Kaname - este chico es el que le conté que me atacó en el bosque el pasado día. 

Nos miramos de nuevo, dirigí una mano a mi pecho mientras el castaño me miraba extrañado y algo tenso.

- Zero. - Le sonreí mientras todos se me quedaban mirando extrañados. 

- Si me permite, su Majestad - empezó Aidou quién espero al consentimiento del nombrado para seguir - se le está presentando. 

- Ah, ya veo - dijo este sorprendido, esa lindura se llamaba Zero... hizo el mismo gesto que él y se llevó una mano a su pecho diciendo su nombre - Kaname Kuran.

El chico le sonrió haciendo que poco a poco robara más su corazón, ese chico tenía una sonrisa de ángel y no tan sólo eso, todo él tenía un aura angelical y parecía irradiar luz allí dónde iba. 

Su momento para observar a ese pequeño pedazo del cielo fue interrumpido cuando Seiren, su capitana de la guardia real alzó su espada contra Zero que enseguida se apartó, esquivó la espada e hizo perder el equilibrio a la capitana que cayó al suelo estrepitosamente. 

- Se puede saber que pasa aquí??? Estáis todos L-O-C-O-S!?! Por el amor de Dios! - se giró hacia Kaname para gritarle - se puede saber qué pasa contigo?! Hace un momento hablábamos tranquilamente y ahora haces que me ataquen!?!? Sabes que te digo.... Adiós!!! por hoy ya he llegado a mi limite de paciencia!!!!

Kaname no había entendido nada de lo que había dicho su ange.... Zero pero sabía que ra algo malo y estaba enfadado. 

Zero se dirigió hasta la puerta y la empujó con la mano, Aidou se acercó a él y le dijo alarmado:

- Necesitas - Zero levantó una pierna - tres homb....

Se calló al ver cómo Zero abría la puerta de una patada, todos los presentes se quedaron helados, no era un chico normal pero su enfado iba en aumento y tenía que salir de ahí, odiaba estar encerrado e inconsciente de su situación... consecuencias de su pasado en la calle. 

Cogió a Aidou de la mano, gesto que no pasó desapercibido por Kaname que hizo aparecer cierta aura asesina peligrosa para Aidou quién fue arrastrado hasta su mansión por Zero. Una vez fuera sintió cómo su amigo se calmaba. 

- Zero... - este no se volvió, tan solo dejo ir de su mano al llegar a su mansión y se lo quedó mirando irse hacia el pueblo sin rumbo. 

dijo su conciencia reflejando sus pensamientos. 

- No hace falta que me lo digas... pero odio estar encerrado sin saber qué ocurre a mi alrededor y realmente he entrado en modo pánico al ver esa espada apuntando a mi cuello...

< Te entiendo, yo también me he puesto tenso... por eso me has dejado salir? > dijo curiosa su conciencia. 

- Quién sabe... - conversaba consigo mismo sin darse cuenta que le seguían por órdenes del Rey hasta el bosque dónde consiguió despistar inconscientemente a esos hombres. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).