Otoño de 1962. Mansión del profesor Xavier.
Los días parecían soleados, pero un viento fuerte podía delatar el inminente invierno que estaba por llegar, los atardeceres solían bañarse con la luz dorada que iba degradando en un naranja brillante y cegador, y las noches eran tan obscuras que ni tus propios pies podías mirar.
La temperatura oscilaba por los 2 grados al caer la noche, y aunque la lluvia precipitaba, no era tiempo que aún la nieve cayera, aunque en el césped podía verse una ligera capa de hielo. Un fuerte peso de unos pies corriendo hizo que se rompiera esta armonía y fragmentos de hielo rompieran en aún más pequeñas piezas.
Hank corría esquivando los ataques de entrenamiento mientras Havok lanzaba los poderes de su pecho, al parecer el entrenamiento rendía frutos día a día. Acabada la sesión de los dos chicos, Raven con esa actitud coqueta de siempre se acercó a Hank tomándolo por el hombro
-Cielos Hank! Tus pies no están helados?
El chico se sonrojo un poco, su práctica era descalzo, le daba una ventaja enorme y más habilidad, el solo hecho de tener a la rubia cerca hacía que su corazón latiera más rápido, torpemente contestó
-Ah… no… no realmente! Son muy resistentes
-Oh ya veo…
Raven tomó entre sus dedos el rostro de Hank y lo acercó un poco al de ella, una voz hizo que ambos se separaran de un salto
-En lugar de pensar lo bella que es Raven, deberían irse a bañar ya, son las 7 de la tarde, no falta mucho para que la noche caiga
-Charles! –Chilló la rubia avergonzada-
-Oh si, y con bañar me refiero por separado, eh?
Hank se avergonzó totalmente, un color rojo invadió su rostro, pasaron unos 4 segundos cuando Charles frunció un poco el ceño e hizo un gesto de desagrado, con la voz calmada pero severa le reprochó al chico
-Podrías… no volver a imaginar esa escena? Por lo menos no cerca de mí…
El chico tapó su cara callándose de pena, enseguida Raven supo que se trataba de alguna imagen mental de ella desnuda o algo por el estilo. Ella también tomó un tono rojizo y sonrió, aunque lo negara le gustaban aquel tipo de cosas. Sin decir una palabra más los dos entraron a la casa.
Xavier se quedó parado con las manos en la cintura admirando el campo de entrenamiento, sin pasar mucho la voz de Erik lo llamó desde atrás
-Amas molestarlos, no lo haces?
-Yo no diría molestia mi amigo, es una precaución
-Oh si? Para qué?
Charles giró en su propio eje, quedando de frente con Lensherr
-Para muchas, muchas cosas, inimaginables cosas!
Erik sonrió con un poco de incredulidad mientras miraba a otro lado, bufó
-Sabes que si lo quisieran ellos, podrían ahora mismo estarlo haciendo?
-Prefiero que NI lo digas Erik, ya que me dan ganas de ampliar mi radio de lectura y averiguarlo
-Si lo haces no será lindo
-Sé que no, por eso quiero que te mantengas callado mi amigo
-Raven ya no es una niña, Charles
-Lo sé, lo sé, pero sigue siendo mi hermana… cambiando de tema, ven, acompáñame
-A dónde vamos?
-Por unas cosas, al garaje
Los dos hombres comenzaron a caminar, a unos metros de la mansión había un garaje con sin fin de cosas que Charles guardaba, a pesar que era dentro de la propiedad, debido al tamaño de esta, se tenía que caminar como 8 minutos para llegar a ella.
Cuando ambos arribaron, Xavier abrió la puerta y entraron, la construcción era de madera y estaba diseñada con un toque algo antiguo. Charles comenzó a buscar en unas cajas, inmediato ambos oyeron como de un segundo para otro una lluvia torrencial se soltó.
Erik hizo una mueca mientras susurraba “Debes estar bromeando”.
Charles paró de buscar las cosas en la caja, y se acercó a unos de los vidrios, que yacía completamente empañado, con el dorso de su mano limpió un poco, se acercó lo más que pudo al vidrio, y colocando sus manos a lado de sus ojos trató de mirar hacia afuera. De un momento para otro había oscurecido, la oscuridad era total allá afuera, y parecía que en lugar de gotas de lluvia eran meteoritos azotando la tierra.
Erik algo molesto miró a Charles
-Eran tan importantes esas cosas, que no pudieron esperar a mañana?
Xavier se encogió de hombros, calmado le respondió
-No lo eran mi amigo, tanto que no las encontré
-Y ahora qué haremos?
-Mmm… podemos irnos ahora en medio de la oscuridad absoluta, no es como que conozca mi casa y empaparnos o quedarnos hasta que esto pare
-Odio mojarme, pero si nos quedamos que opciones hay?
-Bastantes mantas en caja, y un cómodo suelo
-Creo que es mejor que la lluvia, e incluso el granizo descalabrándonos
-Qué mal que tu poder no sea manejar el agua
-JA, JA…
Charles prendió unas cuantas velas por todo el lugar, por lo que Erik pudo examinarlo bien.
Aquel garaje de madera era enorme, su forma era cuadrada y tenía dos pisos, aunque el piso superior era apenas un poco menos de la mitad de todo aquel lugar, para acceder allá tenías que subir por unas escaleras de madera.
Por todo el lugar había cajas, que parecían estar llenas. Pegado a la pared había un escritorio con bastantes papeles. Aquello más bien parecía un granero o un establo, pero sin los animales ni la paja. Charles comenzó a hurgar en otras cajas, sacó bastantes mantas, el clima allí adentro comenzaba a helarse, las manos de Xavier tenían un color aún más pálido de lo que ya era, ambos comenzaron a temblar un poco por el clima. El telépata le lanzó unas cuantas mantas a su amigo, el cual cachó sin ningún problema.
En el centro del lugar colocaron más mantas en el suelo, alrededor de ellas pusieron muchas velas para conservar el calor, y ellos se sentaron allí mismo, cada uno con una cobija en su espalda.
La lluvia parecía que no tendría vasto por un buen rato.
Los hombres miraron el fuego por bastantes minutos, en sus ojos oscilaban las brillantes sombras naranja del fuego, que parecía bailar a un compás específico.
Charles acercó sus manos al fuego un poco, pero parecía que esto no ayudaba, frotó sus manos y se las llevó a la boca para darles un poco de aliento caliente, su cuerpo seguía temblando un poco, Erik lo miró atentamente, cuando vio que el fuego no hacía lo que se supone debía hacer, estiró se brazo izquierdo y atrajo a Charles hasta él, rodeándolo por completo.
Xavier se sorprendió bastante al ver el acto de Lensherr, no era el tipo de cosas que él haría.
Charles se puso un poco nervioso ante esto, pero al instante sintió el increíble calor corporal de Magneto, era como llamas gigantes y desbordantes que quitaban toda sensación fría en él.
Las partes que estaban separadas del cuerpo de Erik sentían helarse, por lo que Charles trató de juntar todo su cuerpo por completo a él. El hombre de ojos grises lo notó y rodeó al profesor con sus dos brazos para no dejar nada fuera de aquel “abrazo”.
Ambos no dijeron palabra alguna durante minutos, Charles había entrado en calor, ya no temblaba aunque sus manos seguían frías, Erik le hizo una broma acerca de cómo parecía una dama, Xavier frunció el ceño y como venganza metió sus manos dentro de la playera de Lensherr, tocando con esos gélidos dedos el abdomen de este, el cual se retorcido y soltó un quejido de frío.
Charles se negó a sacar las manos de allí, ya que estaba a muchos más grados allí dentro y por fin podía sentir de nuevo sus dedos. Erik reprochaba que las sacara, a lo que el profesor lanzó una sonrisa irónica y le respondió creídamente
-Tú no quieres que yo saque las manos de allí
-Qué? Claro que quiero, como sab… oh… acaso no sabes cuándo parar de leer la mente?
-Oh… no soy tan entrometido como parece… no mucho, pero si no lo hiciera mi amigo… yo tendría las manos frías y tu un abdomen caliente, ahora ambas cosas están a temperatura media, por lo cual no ganas tú, y gané yo, pero a final de cuentas no es la gran cosa para ambos, estamos en un… neutro, digámoslo así
-Ah sí? Bueno mis manos quieren estar neutras también
Erik metió sus manos por la parte trasera de la playera de Charles, llegando a su espalda, un gélido escalofrió recorrió la espina dorsal del telépata, dando unos manotazos trató de quitarse de encima las manos de Erik, pero fue imposible, ambos forcejearon un poco, el hombre de ojos grises tomó a Charles por un brazo y lo tiró de espaldas al suelo, colocándose arriba de él y acorralándolo, todo su peso cayó sobre el profesor y así fácilmente pudo meter sus manos a la espalda de este haciendo suficiente presión entre ellas y la espalda de Charles, este se retorció un poco ante la fría sensación, cuando Erik vio que el chico castaño se concentraba más, le dijo rápidamente en tono de negación
-Na-ah, sin telepatía ni controlando acciones, eso es trampa
-Amo hacer trampa mi amigo
-Entonces tendré que distraerte para que no hagas trampa Charles
-Ah sí? Com… Ahh!
Erik había deslizado una de sus manos desde la espalda de Xavier hasta uno de sus pezones, el solo contacto con sus dedos fríos había hecho a Charles soltar un gemido, Erik soltó una pequeña risa ahogada ante esto, lo que molestó al hombre de ojos azules haciendo un gesto de desaprobación
-Tú eres el tramposo Lensherr!
Sin siquiera saber por qué lo hacía Erik se acercó y besó los labios de Charles, al sentir sus labios juntos abrió los ojos como platos, algo apenado se separó en seguida sin saber que decir, Charles con un tono de indignación falsa le reprochó
-Como te atreves Erik! Eres un descarado pervertido
-Qu… qué!? Yo no hice nada!
-Niegas tus acciones frente a mí?
-Tu! TU lo hiciste! Tú me hiciste hacerlo controlando mi mente, telépata
Charles fingió no saber nada, con un tono irónico dijo
-YO? Como podría!
-Bien… usaremos poderes? Bien
-Q…?
Unas cadenas de metal que estaban tiradas en una esquina del lugar se movieron velozmente hasta las muñecas de Charles, apresándolo por completo, estas mismas lo arrastraron hasta una columna de madera, a la cual se aferraron dejándolo pegado de espaldas contra esta y con los brazos un poco elevados aprisionados por los eslabones plateados que se sostenían sobre aquella viga. El castaño comenzó a tratar de zafarse pero estaban demasiado apretadas las cadenas, con un tono de reproche le dijo
-Erik! Desátame ahora mismo!
-Me temo que no Charles, ya estamos a mano, tú usaste tus poderes, yo los use
-Tendré que hacer que tú me las quites entonces
Antes que Charles pudiera volver a controlar las acciones de Erik, el hombre judío se abalanzó contra él, Xavier hizo un quejido de desaprobación mientras miraba directo los profundos ojos grisáceos que se encontraban a pocos centímetros de él. Las yemas de los dedos de Erik comenzaron a recorrer desde las manos atadas de Charles, bajando lentamente por su antebrazo, llegando hasta su codo y por ultimo hasta su brazo, el toque era tan fino y suave, Xavier no pudo evitar sonrojarse un poco, en casi un susurro le dijo a Lensherr
-Creo… que si haces estas cosas, no me dejarás más que pensar que en nuestros juegos de ajedrez lo haces también
-No Charles, mi movimiento fue mejor que el tuyo, es como si un simple alfil hubiera aprisionado al rey… en sus propios dominios, la jugada ganadora
Xavier frunció el ceño ante oír aquella frase, que con toda intención hacía referencia a ellos dos en aquella situación. Con la boca un poco torcida, el profesor preguntó
-Y bien? Que haces con el rey cuando lo tienes? Matarlo?
-Mejor aún
Erik pegó sus labios contra los de Charles, no fue un beso simple ni educado, fue uno bastante apasionado, no pasaron muchos segundos que sus labios estaban tocándose para que fueran abriéndose paso poco a poco y sus lenguas pudieran explorar aquellas desconocidas cavidades, aunque era difícil de creerlo parecía como si estuviera hecha la una para la otra, sus lenguas encajaban a la perfección y sus movimientos eran tan armoniosos que hacían creer que habían practicado aquellos besos toda una vida.
Charles sintió la lengua de Erik casi tocar su garganta, el castaño apretó los ojos aún con ese tono rojizo sobre sus mejillas
-Hmm! Nhgn…
Un delgado hilo e saliva escurrió por la barbilla del telépata, el cuál Erik no desperdició y lo lamio de inicio hasta fin, para después recorrer con su lengua los suaves labios de Charles, sintiendo cada parte de ellos. Erik pegó su cuerpo demasiado a Charles, y sintió una dureza en sus pantalones, sin separar sus labios sonrió con satisfacción. La cercanía de sus cuerpos hacía que los dos miembros rozaran entre sí.
Ambos tuvieron que separar sus labios para tomar aliento, unos jadeos salían de ambas bocas.
Erik tomó la camisa de Charles y con fuerza tiró de ella, descociendo todos los botones al mismo tiempo. Rápidamente el torso blanco como el marfil del profesor fue descubierto. La grande mano de Erik acarició de cada parte de este, cuando llegó a su pecho se detuvo y con sus dedos masajeó uno de sus pezones, haciendo gemir al hombre.
-Ah!... Erik detente… Nh…
Sin hacer caso alguna a la súplica de Charles, Lensherr pegó su boca contra este mismo pezón y comenzó a lamerlo rápidamente para luego ir disminuyendo la velocidad. Ante los impulsos de placer el castaño movía sus caderas, Erik comenzó a lamer el cuello de su compañero, mientras sus poderes hacían el trabajo de desabrochar los botones del pantalón de ambos. Con un tirón sacó los de Charles, dejándolo completamente expuesto, este con un poco de vergüenza cerró lo más que pudo sus piernas pero fue en vano, la mano de Erik acarició fuertemente uno de sus pálidos muslos y bruscamente abrió sus piernas del chico.
Erik lamió dos de sus dedos seductoramente, mientras no le quitaba la mirada encima a Charles, parecía un depredador a punto de devorar a su presa. Sin pensarlo introdujo uno de los dedos, y en seguida el otro, Xavier soltó un gemido ante esto, y más al sentir como aquello que invadía su entrada comenzaba a moverse.
Erik se quitó los pantalones, y seguido la playera, Charles se sorprendió de sobremanera ante el escultural y perfecto cuerpo del hombre, desde sus perfectos abdominales, hasta el colosal tamaño de su miembro, era tan grande… jamás que había visto uno de ese tamaño, en la punta tenía una gota de líquido pre-seminal denominando la excitación en él.
Lensherr se levantó frente a Charles, su pene quedaba directo frente a la cara del chico, Charles desvió la mirada apenado
-Erik!... tú quieres que…
-En efecto Charles
Magneto tomó su pene y suavemente embarró su glande sobre los labios entre abiertos del profesor. Poco a poco con este mismo fue abriéndolos un poco, hasta que pudo darse paso hasta adentro de su boca, la sensación era increíble, estaba tan húmedo y tan cálido allí dentro.
Sentía como la lengua de Charles tocaba contra su pene en la parte inferior, poco a poco fue moviéndose, apuñalando aquella cavidad bucal. Erik tomó fuertemente por el cabello al hombre de ojos azules e hizo que la felación fuera más y más rápida.
Xavier sentía ahogarse por el tamaño de aquel pene, pero no podía hacer nada al respecto ya que sus manos seguían atadas. De vez en cuando mientras le practicaba sexo oral llegaba una arcada debido a que el glande tocaba contra la campanilla de profesor. Erik cerró los ojos y echó la cabeza para atrás, era un placer interminable. Erik estaba tan adentrado en la acción, que oyó en su mente un severo reclamo de Charles “ERIK! ME ESTOY AHOGANDO! DAME UN RESPIRO!”
Lensherr sacó inmediatamente su pene de la boca de Charles, grandes cantidades de saliva escurrían de él y de la boca del castaño, el cual tosía bastante.
Erik se hincó diciendo en tono burlón
-Lo siento, es que eres tan bueno que no podía parar
-JA, JA
Erik tomó el pene de Xavier y comenzó a masturbarlo, enseguida la expresión del castaño cambió, entre cerró sus ojos y su boca, miraba con atención la acción que estaba realizando Erik, sus espalda comenzó a arquearse debido a los choques de placer, sus manos trataban de liberarse sin resultado alguno. El telépata abrió lo más que pudo las piernas, invitando a su amigo
-Ah! Erik! Apresúrate…
Lensherr sonrió plácidamente, tomó su pene y lo introdujo poco a poco, las paredes de Charles estaban completamente cerradas, lo que hizo que le ocasionara un dolor punzante, la embestida había quedado a la mitad debido a la presión allí dentro, debía relajarse.
Erik le susurró al oído
-Relájate Charles…
Al tratar de relajarlo comenzó a lamerle el lóbulo de la oreja, mientras una de sus manos acariciaba sus pezones, y la otra estaba sobre las caderas del chico como soporte.
Con esto el castaño sintió bastante placer, y comenzó a relajarse, lo que dio como resultado que todo el monstruoso miembro de Erik entrara por completo.
Erik se encontraba hincado frente a la gran viga de madera, una vez con todo dentro de Charles, lo impulsó de manera que el profesor quedara sentado sobre él y una vez hecho esto comenzaron las embestidas, una tras otra, los dos hombres gemían y jadeaban en cada movimiento, gotas de sudor podían escurrir sobre sus cuerpos a pesar del gélido clima, la luz naranja de las velas alumbraba cada movimiento que los hombres hacían, por todo el lugar se escuchaba el choque de sus cuerpos embistiéndose.
Erik comenzaba a dar en el punto correcto, haciendo que los pies de Charles se crisparan y su espalda se arqueara, cada embestida correcta hacía que gimiera con toda su energía, una que otra cosa salía volando por el lugar debido a que no podía controlar sus poderes con todo ese éxtasis encima, lo mismo era para Erik, aunque podía denotarse a la perfección que movía él, puras cosas de metal.
Charles gimió tan fuerte en una embestida que hizo que una parte del techo saliera volando y la lluvia comenzara a colarse por allí, era tan feroz aquel diluvio que las gotas pudieron llegar hasta ellos, mojándolos rápidamente, pero nada de esto les importó, su mundo se había detenido solo en ellos dos, como si Charles hubiera entrado en la mente de Erik y solo vivieran ellos allí.
Cuando el clímax de ambos se acercaba, las cadenas de las manos de Charles cayeron, unas marcas rojas quedaron sobre sus muñecas, lo cual no lo afligió en absoluto, los brazos del castaño rodearon al judío tan fuerte
-Ahh! Erik! Más! Más!
Una última embestida dio en el clavo, tocando ese punto de placer del profesor y haciéndolo que se viniera en seco sobre al abdomen de Erik.
Lensherr seguía embistiéndolo, mordió su labio inferior con desesperación
-Charles!... Nh… voy a venirme!... dentro
-Ah!... si eres tú… está bien!
Charles sintió como un líquido caliente lo invadía por completo, la sensación era increíble, sintió correr por su muslo un poco de semen. Ambos jadeantes quedaron abrazados unos minutos, la lluvia seguía cayendo furiosa sobre ellos, de sus cabellos escurrían miles de gotas sin cesar, pero ambos sentían que quemaban. Una vez recuperado el aliento Erik dijo
-Demonios… no quiero sacarlo de ti, debe estar helando fuera
-Me temo que será difícil vivir pegados para siempre, mi amigo
-Pero no tan difícil vivir pegados digamos… unas 3 veces al día diario, te parece buen convenio?
-Que tal 4?
-Eres ambicioso Charles
-Soy un buen negociante
Ambos sonrieron mientras se miraban directo a los ojos, todo acabó con un fugaz y eterno beso, que sin bien no decían los sentimientos con palabras, se podían saber a la perfección con ese perfecto ósculo.
Erik pensó velozmente algo, que quiso evitar que Charles lo leyera, pero fue inevitable. El profesor sonrió y en un último susurro dijo
-Me temo mi amigo, que parece… que SI es amor…