No se llamaría Amor si no doliera. por Beitha KangChoi

CAPÍTULO TREINTA Y SIETE: Ataque. Botón de una rosa azul.

Aquellos pasos hacían eco en aquel lúgubre lugar y el hecho que se abriera la puerta de forma tan estrepitosa solo hizo que todo aquel silencio fuera interrumpido haciendo que pronto dos cabelleras negras y una rubia giraran en dirección al inminente ruido provocado por uno de sus subordinados. Aro de inmediato se incorporó de la silla en la cual estaba revisando algunos documentos y libros al lado de sus hermanos.

–Tu llegada ha sido pronta, ¿eso significa que me traes buenas e interesantes noticias? – La sonrisa que Aro no se pudo ensanchar más de lo que posiblemente sonreía cuando las cosas salían tal como a él le gustaba. Pronto se dirigió en un parpadeo donde el vampiro de menor rango tomando su mano y concentrándose para poder obtener toda la información que aquel vampiro podía ofrecerle, tras dar una inhalación y cerrar los ojos, pronto al abrirlos, pudo observar lo que el contrario había hecho.

Claramente corría entre las ramas de los grandes árboles de Forks hasta que por fin fue a dar en un lugar donde podía esconderse y a la vez observar lo que ocurría en la casa Cullen; estaba anocheciendo y claramente lo que parecía ser una sala en la segunda planta estaba ocupado por Emmett, Esme y Seth. Sin embargo lo que logró impactar a Aro fue el estado de aquel joven, estaba casi con el color de un vampiro, sin embargo era su delgadez y estado anímico lo que claramente diferenciaba.

Escuchaba con claridad como Emmett y Esme pedían a Seth que se alimentara pero era el mismo niño quien no quería ingerir nada a menos que fuera agua al parecer. Escenas similares se proyectaban hasta que el niño ya no podía estar de pie y era el vampiro, su esposo quien terminaba por cargarlo hasta una habitación que tenía pinta de ser una de hospital, casi las 24 horas del día conectado a una bolsa que al parecer era lo único que lo mantenía vivo y también dormido. Carlisle lo revisaba cada cuanto para inyectar algo y luego se retiraba para hablar con Emmett quien parecía cada vez más abatido, Aro suponía que el niño estaba enfermando cada vez más y eso significaba que pronto lo tendrían que transformar, pero ahora no sabía hace cuanto fue que vio aquello el vampiro, quizás para ese instante el niño estaría ya como neófito.

Tal como parecía observar la casa se había quedado sola, teniendo solo en el interior aun Seth dormido a causa de los medicamentos, aquel subordinado se había acercado hasta quedar en uno de los balcones y pronto dirigirse hasta la habitación del menor, al verlo más cerca pudo ver como estaba el verdadero estado de Seth, su estado gritaba que pronto moriría y eso significaba que claramente Emmett terminaría transformándolo para no perderlo, sin embargo eso no estaría en sus planes, por lo menos necesitaba que alguno de sus subordinados de mayor confianza estuviera presente para poder morder antes al niño y de esa forma traerlo hasta Volterra, algún tipo de distracción tendría que servir para lograr tener al niño en su poder y si fuera posible el mismo poder transformarlo, tenerlo bajo su yugo, que obedeciera sus ordenes y que hubiera algo más por lo cual un Vulturi debiera ser temido.

Su subordinado pronto giró hacia la ventaba y salió por esta para irse lo suficientemente lejos para que nadie detectara su presencia, pocos minutos después estaba Emmett ingresando a casa pero lo sorprendente era ver como aquel niño que estaba casi agonizando se incorporara y decidiera comer como si claramente no hubiera sucedido nada.

Cada vez el interés que tenia por el -ahora- menor de la familia Cullen, crecía con rapidez.

Algo había ocurrido con ese niño, sin duda alguna pero no sabía el motivo y eso era lo que de cierta forma molestaba a Aro, quien siempre se enteraba de todo, quien siempre estaba un paso delante de sus enemigos, pero sobretodo de sus presas.

Aro soltó la mano de su subordinado con una ligera sonrisa. Y pronto comenzaron las preguntas.

– ¿Hace cuanto fue que viste lo último?–

–Como dos o tres días mi señor, quise quedarme más días pero no pude debido a que esos animales me hallaron y no dejaron que me acercara más, por ello decidí venir cuando antes hacia usted. –

–Buena decisión, ahora ve a alimentarte, dile a Heidi que es un regalo de mi parte. – el vampiro de forma sumisa inclinó la cabeza y pronto se dispuso a salir del lugar.

Aro por el contrario volvió con sus hermanos, revisando los antiguos libros y demás.

–No pareces contento con las noticias que te han traído, hermano. – mencionó Caius con una sonrisa sarcástica en el rostro.

–No lo estoy, solo hace que mis planes tengan que adelantarse cada vez más, ese niño…–

–No olvides que ahora está casado con uno de los Cullen, he de suponer que ya no es un niño, Aro. – Marcus se manifestó sin dejar de leer un manuscrito antiguo plasmado en pergamino.

–Lo sé, ¿Tendría que llamarlo ahora Seth Cullen o señor Black-Cullen?– casi pareciera como si Aro estuviera intentando a si mismo calmarse y nuevamente rehacer su plan en su cabeza, pero no era fácil. Sin embargo tenía que pronto poner a sus subordinados a vigilar a los Cullen y sobre todo a Seth, si volvía a estar tan débil entonces fácilmente podría traerlo a Volterra y por fin convertirlo en su mano derecha, primero lo domaría y sabía que sería difícil pero lo lograría. No importaba las guerras que fueran a suceder, solo importaba volverse más fuerte y respetado, solo deseaba eso, nada más.

–No creí ver que los planes de Aro Vulturi no se realizaran. –

–Se harán, Caius, hermano, solo que tendré que reorganizar algunas cosas. El tiempo se ha reducido, es todo. Pronto tendremos a uno o quizás dos miembros más en nuestra familia. –

Terminada la conversación por parte de Aro, los dos hermanos restantes solo pudieron volver a sus asuntos sin decir más; casi les recordaba cuando Aro quiso a Alec y Jane, no le importó devastar todo un pueblo para poder tenerlos bajo su poder y que sean su nueva arma para poder conquistar nuevos súbditos y tenerlos bajo control. Algo en la cabeza de Aro hizo click, recordando algo que aquel subordinado le había mostrado; el brazo del menor Cullen estaba bastante lastimado como también el dorso de su mano, ambos tenían pequeños rastros de sangre y el hecho de no haberse curado de forma inmediata le daba la señal de que el niño aun estaba débil podrían atacar en cualquier momento, el niño no podría poder resistencia ni menos transformarse estando tan débil.

Una idea cruzó su mente y en menos de lo que esperaba ya estaba llamando a Jane junto a Alec mientras los dos hermanos Vulturi ya se encontraban en sus respectivos tronos esperando por la ridícula idea que ahora su hermano Aro tenía en mente.

Marcus solo tenía en mente que Aro estaba celoso debido a que no tenia los juguetes que deseaba y más que un clan tuviera mejores adquisiciones que él.

Puros celos de poder.

***

El teléfono volvía a sonar y Seth solo pudo bajar la cabeza mostrándose triste por no poder contestar, según le había comentado el doctor Cullen, era su madre llamando de dos a tres veces al día intentado saber cómo se encontraba su hijo o si tenían noticias de él; pedía escuchar la voz de su hijo.

Emmett se acercó abrazando a su esposo, rodeándole con sus brazos y Seth solo pudo apoyar su cabeza en el pecho del vampiro intentando controlar sus lagrimas; sin querer estaba causándole daño a su madre, aquella mujer que fue fuerte por sus dos hijos, quien terminó por aceptar su bizarra relación con un vampiro, estuvo apoyándolo con un matrimonio que parecía sacado de un verdadero cuento y que ahora solo pedía escuchar su voz.

Sin embargo no parecía ser el único problema, los dos científicos estaban pidiendo más muestras de sangre de Seth a lo que Emmett se negó ante tanta insistencia y querer extraer dicho fluido cuando el menor dormía, y terminó estampando contra la pared a ambos doctores ante tal osadía; Seth se recuperaba lento aunque su apetito volvió, pero su color aun no era tan saludable y su fuerza estaba igual. Los dos hombres discutieron que la misma familia se estaba interponiendo en un importante avance para la ciencia, pero Carlisle volvía a refutar manifestando que el trato era poder tener un producto de los genes de Seth y Emmett, y era todo. Carlisle había gastado bastante en todo aquel laboratorio y los caprichos que los médicos habían deseado, sin embargo no iba a tolerar faltas a su familia y estaban cometiendo una verdadera ofensa a Emmett al querer usar a Seth como sujeto de laboratorio y al mismo por no consultarle absolutamente nada.

Por lo menos ahora comprendía la forma tan baja de trabajar de aquellos dos hombres, no iba a permitir que nadie de su familia saliera afectada, Carlisle ya tenía algo en mente, dos opciones que esperaba solo recurrir a la primera y no a la segunda.

–Entonces Carlisle y Esme se encargarán de los dos locos, y Edward los acompañará para que Carlisle logre alimentarse bien para que esté en condiciones una vez llegada la hora del nacimiento. – Jasper mantenía una posición rígida mientras mencionaba cada una de aquellas palabras; tenían que ser rápidos, Carlisle tenía sospechas de que el nacimiento sería en aquella semana debido al rápido crecimiento que había tenido el bebé, pero también tenía en mente que ambos doctores planeaban ir a buscar lo que crearon; el tiempo estaba contra ellos.

–Alice, Rosalie y Jasper se quedaran para cuidar de Sasha. Emmett y Liam cuidarán de Seth. – Terminó por manifestar el líder del clan, sin embargo algo no le cuadró del todo al menor de la familia, haciendo que se despegara un poco del cuerpo del vampiro.

–Carlisle… cualquiera que escuchara esta conversación, pareciera como si entraríamos en combate en cualquier momento. Parece más una estrategia militar de defensa. – La mayoría de los vampiros desvió la mirada, sin embargo Liam fue el único en soltar un suspiro junto a una mueca. –Hay algo que no me están diciendo, ¿cierto?– El lobo mayor miró a los ojos a Seth, y éste solo esperaba una respuesta a su pregunta.

–Debiste habérselo dicho, Cullen. – Masculló Liam mirando en dirección al vampiro más fuerte. Emmett soltó un suspiro y giró a Seth para mirarle de frente.

–Hubo rastros de que otros vampiros han estado cerca de esta casa, en un principio no encontramos nada en particular, pero pocos días después la manada le contó a Liam que habían visto a un vampiro merodeando cerca de aquí y… la vez que te encontré en la cocina pude percibir el olor de uno; estuvo aquí cuando todos habíamos salido, pudo haberte matado, Seth, y lo que quiero saber es porqué no arremetió contra ti, estabas vulnerable y… –

–Así que era eso. Por eso tanto cuidado. Me quedaré en casa cuidando de mi hijo también, no saldré si es lo que quieren para estar más tranquilos, pero antes tengo que hablar con mi hermana, por lo menos quiero que alguien externo a ésta casa sepa que estoy bien, Leah entenderá. – Emmett asintió, y besó la frente tibia de su esposo.

–Liam y yo iremos contigo. – el menor asintió antes de dirigirse hasta el primer piso con ayuda del lobo, las recaídas habían vuelto, pero lo bueno era que no eran tan fuertes, Seth podía con ellas a pesar de que en oportunidades Emmett se encargaba de transportarlo de un lugar a otro en brazos. Seth esperaba que alguien estuviera en casa y fuera su hermana y no su mamá.

***

Seth bajó de la espalda de Emmett con cuidado ayudado por el vampiro mientras Liam se mostraba casi desinteresado en el asunto, el menor sabía bien que aún a su amigo le era difícil observar como ambos tenían muestras de cariño o inclusive como estaban formando una familia, pero agradecía de todo corazón a Liam, a pesar de todo él estaba ahí para Seth y sabía que también estaba ahí para su familia.

A los pocos minutos, Seth sonrió al ver a su hermana salir de en medio de unos arbustos sin embargo la sonrisa se le fue borrando hasta tener una expresión de sorpresa al ver a Paul con ella.

–Te dije que a Seth no le gustaría verte. – habló Leah acercándose hasta su hermanito y abrazándolo con fuerza, lo había extrañado demasiado, sus manos fueron hasta el cabello ligeramente largo de su hermano, cuando se separó del menor para verle pudo notarlo más pálido y también con un semblante algo cansado. – ¿Qué sucedió contigo? Mamá está preocupada por ti, Seth, por lo menos deberías llamarla y decirle que estas bien, que lo escuche de ti. –

–Hermana han pasado muchas cosas, créeme que lo último que desearía sería que mamá sufriera por mi culpa, pero hay cosas que simplemente se salen de mis manos. –

–Espero que también tengas una buena explicación, Cullen. – Habló Leah más seria hacia el vampiro.

–Te la diré pero no espero que me creas a mi o a Seth. –

– ¿Fue verdad de que Seth estaba mal debido a que su cuerpo empezó a acatarlo?– Habló Paul cruzado de brazos viéndose verdaderamente enojado, sin embargo al notar la sonrisa que Seth le dirigía desvió la mirada llevando sus manos hasta los bolsillos de su pantalón, teniendo una pose más relajada.

–Pues en parte lo fue; mi lobo pedía algo que yo no puedo dar, saben bien que un lobo al encontrar a su imprimación es normal que desee agrandar la manada… – Paul y Leah miraron al menor quien solo sonrió ligeramente bajando la mirada. –Yo no puedo darle a Emmett una familia como corresponde, sufrí mucho por eso hasta el punto en el que podría haber muerto si no fuera por Carlisle y todos los Cullen, me cuidaron bien, incluso Jake y Liam estuvieron conmigo. – Leah avanzó unos pasó los suficientes para poder estampar su puño en el abdomen de Liam quien dejó escapar todo el aire de sus pulmones mientras se cubría la zona dañada, Paul sonrió sabiendo que se lo merecía.

– ¿P-Porque… me golpeas a mi?–

–¡¡Pudiste haberme dicho algo de mi hermano, Liam!! ¡Yo tenía el derecho de saber, es mi familia! ¡Cuando vea a Jacob también lo golpearé!–

– ¡No fue porque hayamos querido no decirte, se lo prometimos a Seth! ¡GOLPEA A SETH NO A NOSOTROS!– Habló mientras se sobaba la zona afectada una vez más, Leah golpeaba bastante fuerte para ser una chica, no volvería a hacerla enojar, era una promesa y un recordatorio también.

–Admito que ver a Leah golpeando a Liam es divertido pero quisiera escuchar el resto de la historia. – Habló Paul para lograr calmar a la mujer.

–Estuve en casa de los Cullen todo este tiempo, y en todo este tiempo también estaban buscando la manera de ayudarme, hasta que encontraron una, si mi lobo quería un cachorro, entonces se lo daría. – A Leah junto a Paul se les fue la sangre del rostro y aquel par de ojos se enfocaron en una zona del cuerpo de Seth que hizo incomodar un poco al lobo más joven, haciendo que se pegara un poco al vampiro.

–No es lo que creen, Seth no espera ningún bebé… en realidad lo esperamos los dos. Y antes de que digan algo, Carlisle contacto con un dúo de locos de laboratorio quienes están verdaderamente dementes por la genética, e hicieron algo que parece irreal, juntaron los genes de Seth y míos y… crearon un bebé. – Seth buscó entre sus bolsillos hasta que halló su celular y pronto mientras tecleaba en la pantalla hasta que pudo encontrar lo que estaba buscando con tanta prisa.

–Le falta poco para nacer, pronto tendré a mi bebé, hermana. – Leah tomó el celular del menor y pronto presionó sobre la pantalla para que el vídeo comenzara, mientras Paul se acercaba y también miraba dicho vídeo en el cual se veía a una chica rubia sonriendo quien también mostraba signos de estar enferma por el color de su piel y las ojeras que tenia.

– “¿Cómo amaneciste hoy, Sasha?” –Preguntaba Seth con una voz algo ronca.

–“El bebé pateó demasiado… y aunque no me han querido decir, pude escuchar al doctor Cullen que el bebé me rompió dos costillas, Seth. ”– El mencionado solo pudo llevar una de sus manos hasta el vientre de la chica, pudiendo también mostrar sin notarlo como el mismo estaba lleno de moretones.

–“Él no es malo… solo… es un bebé, mi bebé.”–

–“Yo no dije que fuera malo, Seth, solo que… es muy fuerte y… tengo miedo. ”– El menor volvió acariciar su vientre notando como una curva se alzaba sobre la mano del mismo causándole el suficiente dolor a la mujer para que gritara llamando la atención y el video se cortara.

–Seth, ¿Qué hiciste?– El mencionado le quitó el celular a su hermana y se refugió en los brazos de su esposo, sintiéndose atacado con aquellas palabras.

–Eso no es un bebé normal, Seth, lo sabes bien. – Habló rudamente Paul mirando a la pareja de casados.

– ¡Pero es MI bebé! Solo es un bebé… yo quiero tenerlo, es mío. – Las lágrimas de frustración estaban por salir de los ojos de Seth mientras su puño se cerraba en torno a la chaqueta que Emmett llevaba en aquel momento.

– ¿Y qué hay de esa chica… Sasha? ¿Sabe lo que tiene en el vientre?– Su hermana parecía regañarlo y eso hizo que Seth no le mirara a los ojos, sabía que estaba siendo también egoísta al solo ver por su bebé y no por Sasha.

–Sólo sabe que es un bebé con unos genes muy particulares, es todo. –

– ¡Puede morir, Seth! ¡Es una niña!– Seth se mordió el labio inferior ya soltando un par de lagrimas de la frustración.

–No hables si no conoces toda la historia, Leah, Seth ha pasado por mucho para poder tener a esa cosa, no me agrada pero es… lo que mantiene vivo a Seth; si no fuera por la cosa que crece en esa mujer Seth estaría muerto. – Liam se mostró enojado mientras escupía cada una de las palabras en dirección de Paul y Leah, lo sintió como una ofensa que la propia hermana de Seth le estuviera increpando todo aquello.

–Liam, tranquilo. – Habló Seth un poco más bajo sin dejar de mantener en su puño la chaqueta de su esposo. Emmett le rodeó con más fuerza para poder mantenerlo tranquilo sin embargo el que Seth soltara un jadeo entre sus brazos mientras cerraba los ojos con fuerza, hizo que el vampiro lo sujetara mientras su rostro mostraba shock total.

–No no no no no… – Dijo repetidas veces el vampiro sujetando al menor. –Seth, tranquilo… respira, no podemos retroceder ahora; nuestro… nuestro hijo te necesita. – El menor se rodeó con sus propios brazos intentando apaciguar el dolor que le invadió de golpe.

–Me duele… otra vez. – Murmuró bajo mientras todo se colocaban alrededor del menor intentando saber que era lo que le ocurría y como podían ayudar en esa situación. Leah no sabía qué hacer por lo que solo colocó una de sus manos sobre la mejilla de su hermano notando lo frío que estaba, cosa que no era normal siendo él un hombre lobo.

–Está frío… – murmuró Leah sin creer lo que estaba viendo y sintiendo.

–Demonios. – murmuró también Liam mientras tomaba al menor entre brazos y lo apegaba a su cuerpo para poder brindarle su calor a lo que Seth solo pudo encogerse en su lugar sintiendo el calor de su amigo calmarle un poco. Liam terminó sentado mientras su espalda terminaba apoyada en uno de los gruesos troncos de uno de los arboles que le rodeaban.

–Se supone que no debería ocurrir, ya está el bebé ahí… no tendría que pasar. – Emmett hablaba más consigo mismo que con los demás mientras pasaba una de sus manos por en medio de sus cabellos alejándose un poco para poder calmarse, no había vuelto a ver un ataque en Seth desde que le contó del bebé. Sin embargo una sombra pasando en medio de las copas de los árboles le distrajo, viendo en dirección a donde iba, pareciera que hubiera más de tres, y eso solo hizo que se pusiera en posición de defensa, Paul junto a Leah entraron en fase mostrando sus dientes a la vez que retrocedían para ocultar de cierta forma a Liam y Seth.

Emmett estaba encabezando todo y pronto le sorprendió cuando uno de aquellos vampiros –lo cual dedujo por la velocidad y el hedor a muerte- se fue contra él, haciendo que rodaran por todo el lugar hasta estrellarse entre unas rocas, Emmett comenzó una fiera batalla con aquel vampiro al cual no se le veía ni si quiera le rostro por la capucha de la sudadera que llevaba.

Paul y Leah estaban atentos a los dos vampiros que se aproximaban a paso lento a ellos, Paul fue el primero en atacar, mordiendo con fuerza uno de sus brazos, mientras Leah avanzó hacia el contrario atacándolo directo a la cara.

En medio de tres batallas divididas, los vampiros que atacaron quedaron tirados en medio del bosque sin vida alguna; Emmett juntó los cuerpos y pronto los quemó sin mirar atrás al dirigirse nuevamente a Seth quien abría de a poco los ojos y le sonreía al vampiro.

–Solo dos era neófitos, el que me atacó era un vampiro. – masculló Emmett acuclillándose para quedar a la altura de Seth al cual acarició una mejilla, sintiéndola un poco mas tibia a lo cual sonrió, notando que había logrado superar aquella crisis. Emmett tomó en brazos al menor quien de inmediato rodeó con sus brazos su cuello. –No voy a permitir que nadie dañe a mi esposo y a mi hijo. Pero también necesito que ustedes lo cuiden, ya hace un tiempo que mi familia no se está alimentando como debe, por lo menos pido que me ayuden a que Carlisle logre alimentarse bien, es el único que podrá traer bien a mi hijo. – Liam se incorporó soltando un suspiro.

–No tienes que decírmelo, sabes que estaré con Seth. –  habló Liam. Leah se acercó a paso lento mientras llevaba su hocico hasta el rostro del menor quien solo pudo sonreír al sentir la tibia respiración de su hermana quien también acarició su mejilla con su suave pelaje. Emmett asintió ante aquel gesto, luego miro hacia Paul quien solo dio un asentimiento de cabeza sin moverse de su lugar.

–Gracias. – Leah retrocedió quedando cerca a Paul y fue Liam quien tomó la palabra.

–Tengo que volver con Sam, una vez que escuche lo que ha pasado aquí seguro que va a querer explicaciones, por lo menos seré de ayuda abogando junto a Leah y Paul por Seth. – Miró por última vez a Seth y fue junto a los otros dos lobos, comenzando a correr en sentido contrario dejando a la pareja en medio de la nada; Emmett emprendió nuevamente viaje hasta su hogar, queriendo llegar cuando antes para mantener a Seth a salvo, Alice se aproximó de inmediato preocupada por Seth a quien llevaron de inmediato hacia la habitación que compartía con Emmett, se recostó manteniendo los ojos puestos en su esposo, quien solo se dedicó a acariciarle la mejilla hasta que se quedó dormido, el vampiro aprovechó para por fin dirigirse hacia su hermana, sabiendo que había algo que quería decirle.

Alice estaba junto a Jasper y Rosalie, quienes hablaban entre sí.

– ¿Qué sucedió?– habló Emmett viendo a los tres vampiros frente a él.

–El feto…–

–El bebé. Es un bebé. – interrumpió Rosalie a Alice, algo enojada por el calificativo que había utilizado.

–… es más fuerte, Emmett, se incomodó de la nada y le rompió la columna a Sasha. – el vampiro frunció el ceño al escuchar dicha noticia.

–Llegamos a tiempo antes de que callera por las escaleras. – concluyó Jasper a lo que Emmett solo pudo sentarse en uno de los sofás pensando en lo que le estaban contando mientras pasaba sus manos por su cara.

–Y… Emmett… – El mencionado posó sus ojos en la menor para que hablara. –… desde que ocurrió lo de Sasha… ya no veo el futuro de Seth. – Emmett cerró los ojos recostándose en el sofá cubriendo con su antebrazo sus ojos. ¿Qué estaba sucediendo? Todo estaba bien. Todo estaba perfecto.

–Estando en el bosque, Paul y Leah  vieron un ataque regular de Seth, no le ocurría hace ya semanas y le ocurre hoy; y no solo eso, tres vampiros nos atacaron, y solo dos eran neófitos. Iban por Seth. – Emmett se incorporó mirando hacia sus hermanos. –Leah y Paul también cuidarán de Seth y van a procurar ayudar a que Carlisle se alimente para que pueda recibir a mi hijo. – Nadie volvió a decir nada, Rosalie quiso quedarse con Emmett pero el vampiro salió rápidamente hacia la habitación en al que dormía Seth, la vampira se sentía preocupada por ambos, y pareciera que no pudiera hacer nada.

***

Emmett se recostó al lado de Seth quien se despertó y miró aquellos ojos negros de su esposo, el menor acarició la mejilla del vampiro sonriéndole de forma tenue. Su Emmett lo cuidaba con tanta devoción que terminaba por descuidarse al momento de alimentarse como debía.

–No te has alimentado bien, tus ojos están negros. –

–No te preocupes, estoy bien. – el vampiro besó la mano del menor y pudo inhalar aquel delicioso olor que le hizo tensar la mandíbula pero que le respondió con una sonrisa para camuflar su necesidad de alimentarse.

–Sé que no es así, mi amor. –

–Me conoces bien. –

–Eres mi esposo, mi imprimación, mi amigo, mi todo. ¿Cómo no conocerte bien, Emmett?– El vampiro besó su nariz y el menor cerró los ojos ante tal contacto.

–El bebé está bien, según me dijo Rose. Pero Sasha… – Seth ya se hacia una idea de lo que le iba a decir a lo que el lobo más joven negó con la cabeza acariciando la mandíbula del vampiro, frunciendo ligeramente el ceño.

–Mi bebé, es aun pequeño, no haría daño. –

–Le rompió la columna a Sasha, se incomodó y supongo que pateó o se movió muy fuerte. – Seth mordió su labio y detuvo el movimiento de sus dedos en la mandíbula del mayor para mirar a sus ojos.

–Crees que… ¿tenga que ver con lo que me pasó ahora?– Emmett acarició su mejilla mirando aquellos bonitos ojos que lo volvía loco.

–No lo sé, solo quiero que estés bien, mi amor, y ahora siento que hasta debo de cuidarte del bebé. –

–Mi bebé nunca me haría daño, Emmett, es un bebé, es pequeño. – Emmett quiso refutar diciendo que a pesar de ser pequeño había logrado romperle la columna a una persona, pero solo soltó un suspiro regalándole una sonrisa a su esposo dándole un pequeño beso en los labios.

– ¿Ya has pensado en nombres para el bebé?– El vampiro quiso desviar el tema y no ver aquel rostro tan triste del menor, le gustaba verlo sonreír y no triste; Seth al momento de sonreír era su propio día soleado, aquel al que podría exponerse sin miedo a ser descubierto.

–Sí…  pero no estoy seguro. – El menor parecía apenado y el olor de toda la sangre acumulándose en sus mejillas hizo a Emmett pasar toda la ponzoña que se le había acumulado en la garganta.

–Yo he pensado que si es niño, podría llamarse Harry. – A Seth le brillaron los ojos ante la sola mención del hombre de su padre por boca de Emmett, aquel era un gesto muy lindo de su parte.

–Eso es muy tierno de tu parte, mi amor. Sé que mi papá se sentiría muy feliz de saber que tiene un nieto, quizás… no viene de la forma en la que él la hubiera querido pero pronto ya estará con nosotros. –

– ¿Tú tienes otros nombres?– El menor asintió con la cabeza volviendo nuevamente a acariciar la mandíbula del vampiro. El mismo se quedó callado para poder escuchar lo que el menor le diría.

–Si es niña me gustaría poderle… Lauren Suesme. –Emmett miró al menor mientras una sonrisa se expandía por sus labios ¿Qué clase de nombre era ese? – ¿No te gusta?–

–Sí, sí, claro que me gusta, mi amor, pero ¿Suesme? ¿Qué es eso?– El menor le dio un pequeño empujón al mayor por aquello.

–Pensé que sería lindo que nuestro bebé tuviera algo de tu mamá y la mía también. –

–Es lindo solo que… es algo extraño de asimilar, cielo. ¿Y qué hay si es niño?–

–No lo sé, a veces siento que será niña con tanta fuerza pero otras que será niño y… no sé que ponerle. ¿Qué esperas tu de nuestro bebé?– el menor le observó en silencio llevando la palma de su mano hasta el cuello del vampiro, dándole sutiles caricias con el pulgar.

–Quiero que sea nuestro desenlace feliz. El regalo que merecemos por todo lo que hemos pasado. –

–Yo quiero que sea nuestro pequeño rayo de luz, ese que nos diga que ya todo está bien, que no habrán más peleas, más vampiros intentando asesinarme, que solo haya tranquilidad. – habló Seth pensando en cómo sería aquel bebé que ya venía.

–Kiran sería un buen nombre para lo que deseamos, si queremos que sea nuestro rayo de luz. – el menor se acercó al vampiro soltando un suspiro por en medio de sus labios, chocando justo en su cuello.

–También Naim se escucha lindo, que sea nuestra felicidad. – el vampiro rodeó el cuerpo del menor sintiendo como estaba tibio y eso le alegró, tenerlo con baja temperatura le asustaba en ocasiones.

–Cuando lo tengas contigo, sabrás que nombre darle, Seth. –

–Sabremos. Los dos le daremos nombre, es tu hijo y el mío, Emmett, nunca lo olvides; una parte de su ser es gracias a ti. –

Desde que supo del embarazo solo tocó el vientre de la mujer dos veces y una de esas fue cuando ella dormía, Seth se había escapado nuevamente de la habitación para hablar con el feto y en esa oportunidad Seth le hizo tocar lo que creía bajo la piel de Sasha, cuando sintió como una pequeña protuberancia chocaba con la palma de su mano hizo que sonriera como nunca y eso al lobo menor hizo feliz, el solo ver la sonrisa de Emmett por la llegada de su hijo le gustó.

Cuando tuviera a su bebé en brazos y que Emmett lo viera, Seth sería aun más feliz, de que su vampiro supiera que ahora tendría un hijo al cual cuidar, educar y enseñar, uno al cual abrazar, del cual sentirse orgulloso. Aquello que deseo tener y que solo faltaba por lo menos una semana para tenerlo. Se olvidaron por un momento de que había una mujer a punto de morir y que ahora estaba con la mitad del cuerpo paralizado, se olvidaron que había unos vampiros intentando asesinar a Seth, y que probablemente su manada se estuviera enterando en ese mismo instante que había un hibrido de lobo y vampiro creciendo y a punto de nacer en Forks.

***

Cuando Sam escuchó todo lo que pudo de la mente de Leah, Paul, junto a la de su “extraviado” sobrino Liam, entonces comprendió una única cosa importante de todo; había un feto anormal creciendo en una humana o ¿era en Seth? y que probablemente iba a morir; su tarea era cuidar de todas las personas en Forks, que ninguna persona resultara herida a causa de los vampiros, sin embargo era complicado de cierta forma debido a que aquella cosa que estaba dentro de… quien fuera era una rara mezcla de dos razas que en realidad se odian, ese feto era un peligro.

– ¿Eso está creciendo dentro de Seth?–

– ¡Tenemos que matarla!–

–Es una abominación–

– ¿Quién es la rubia que está en casa de Cullen?–

– ¡Esa cosa matará a Seth!–

–Es peligroso. –

– ¡No! Es la rubia quien está embarazada… ¿o no?–

– ¡El vampiro es su imprimación, debería de cuidar de Seth y no matarlo con esa cosa!–

–Esa cosa crece rápido. –

– ¡Basta!– Rugió Sam, mostrándose imponente sobre aquellos lobos en fase, estando sobre aquellos troncos lo era más. Paul, Liam y Leah se hallaban rodeados de los demás lobos y un par de nuevos que se habían unido recientemente a la manada, y que para mal del trío, tenía la misma mentalidad de proteger la tribu al igual que Sam, acosta de lo que fuera, incluso… un bebé no nacido. –Tenemos que primero proteger a la tribu. Lo que se ha procreado no controlará su sed. Todos los humanos están en peligro. – aquellos filosos dientes relucieron haciendo ver aun más poderoso a Sam. luego de hablar, muchos de los lobos que tenían a su imprimación y los que aun no, prefirieron escuchar lo que decía el alfa, a pesar de que Jacob estaba ahí, aun no había pronunciado palabra, sin embargo lo haría por salvar lo que Seth ahora adora con su vida.

– ¿Ahora?– fue el turno de Jacob, mientras se adelantaba empujando a Jared.

–Tenemos que destruirlo antes de que nazca. –

–Pero… ¿eso no significaría matar a Seth o a esa rubia?– protestó de forma sorprendida Embry, sorprendido por lo que su alfa proponía.

–Si estás hablando de Seth, tienes que pensar que es parte de esta manada. – rugió de forma alarmante Liam.

–Estás hablando de mi hermano, Sam, y también de su imprimación… sabes bien que no podemos a Emmett, Seth nunca lo permitiría y también estaríamos rompiendo las reglas, una de las más importantes. – Leah se paró frente a Sam sin importarle la altura a la cual estaba, y fue cuando Sam bajó de aquella fila de troncos, rugiendo en dirección de Leah; el poder que el alfa tenía la infringió en Leah quien solo dio un paso atrás pero sin bajar la cabeza, desde hace mucho se cansó de bajar la cabeza hacia Sam, nadie se iba a meter con su hermano, nadie se iba a meter con su familia.

–Tenemos verdaderos enemigos con los cuales luchar esta noche. – bramó nuevamente el alfa dirigiéndose a cada uno de sus subordinados.

– ¡Seth no es nuestro enemigo! ¡Creció con nosotros! ¡Tú lo viste crecer! No iré con ustedes esta noche a atacar a nuestro hermano. – Paul mostró sus colmillos, no importándole enfrentarse al alfa él solo, podría ser muy fiero peleando, sin embargo el alfa tenía las de ganar. Sam se mostró agredido ante aquellas palabras por lo que avanzó hasta quedar frente al lobo.

–Iras con nosotros ésta noche, Paul. Lucharas con nosotros. ¡Todos irán! – La mayoría de los lobos bajaron las cabezas soltando sonidos lastimeros, el poder del alfa era demasiado para ellos. Pero uno de ellos no bajó nunca la cabeza, Jacob se adelantó quedando frente a Sam, dejado en sus espaldas a Paul. Una batalla de poder se desató cuando Jacob enfrentó al alfa, el no dejarse dominar por alguien quien solo pensaba en cuidar algo que no saldría dañado, sabía que lo cuidaba solo debido a Emily, sino fuera pareja de Leah, la apoyaría en lo que fuera y nunca pensaría en asesinar a un miembro de su manada. La imprimación te ciega, pensó Jacob.

– ¡No lo haré!– rugió Jacob incorporándose, intentando poco a poco verse más alto que el mismo alfa, irguiéndose para reafirmar su poder. – ¡Soy el nieto de Ephraim Black! ¡Soy el nieto de un jefe! No nací para seguirte a ti o a alguien más. – Jacob aulló y golpeó a Sam antes de salir corriendo en la misma dirección por la cual había llegado. Una vez lejos, fue el turno de hablar de Liam a pesar de que el ego del alfa estaba dañado.

–Pensé encontrar una familia aquí luego de lo que sucedió con mis padres, pero no encontré nada. La cosa que está por nacer no está muy lejos de lo que soy yo, Sam. – los murmullos empezaron por parte de los chicos de la manada, a lo que Liam se mostró feliz de poder bajar más el ego del alfa. –Es interesante saber que le ocultas a tu manada que tu sobrino es también mitad vampiro. Tu hermano dio su vida para salvar la mía y tú planeas asesinar a Seth solo por querer proteger algo que quiere; no estás muy lejos de las cosas que asesinaron a mis padres. Seth fue el único que me aceptó siendo quien soy y ni si quiera es mi sangre. – Sam permaneció callado hasta que atacó a Liam por todo lo que había dicho, era la verdad y aquello le dolió, pero no podía hacer mucho ya que su deber es cuidar de quien lo necesitan. Liam logró deshacerse del ataque de Sam, saliendo lastimado en su pata izquierda delantera, no sin antes darle una última mirada antes de dirigirse contrario a donde se fue Jacob.

***

Tras haber escuchado lo que Jacob y Liam relataban, Carlisle pensó que ambos ya no podrían volver más a la manada ya que eran considerados traidores por solo querer cuidar de Seth. A pesar de que la noche se volvió fría, Paul y Leah permanecía fuera cuidando los alrededores para que ningún lobo se acercara a la casa donde estaba Seth y el bebé.

–Atacará cuando bajemos la guardia, no ahora, según dijo Paul – terminó Liam.

–Gracias a los dos por todo lo que hacen al cuidar de Seth, en realidad a los cuatro. – Carlisle emitió una sonrisa algo cansada en dirección de ambos chicos.

–Carlisle no hemos podido alimentarnos como se debe en varias semanas. – habló Alice.

–Y hoy tendremos que resolver lo de ambos doctores. – Esme hizo recuerdo a su esposo mientras colocaba una mano sobre el hombro del mismo. –No tendría que suceder nada ahora que somos más cuidándonos entre nosotros. –

–Continuaremos con nuestro plan, querida. – Carlisle le regaló una sonrisa ligera.

Emmett se alegraba de ver los verdaderos amigos que tenía su esposo, y nunca dudó que Leah lo dejaría solo; sin embargo la actitud de Jasper cambió cuando supo que no solo Leah había decidido venir, sino Paul también cuidaría del territorio, su cabeza viraba en dirección al ventanal que estaba a su izquierda a cada que podía, por momentos se quedaba mirando sin hacer algo más y en otras intentaba ignorar, pero volvía al inicio, casi como si estuviera batallando internamente.

Cuanto la conversación culminó, Carlisle avisó que todos se prepararan a tomar sus lugares, el matrimonio Cullen iría tras los científicos; Edward pidió hablar un instante con Jasper y Emmett, les anticipó que no era nada por lo cual preocuparse, por lo que los vampiros se dirigieron a uno de los balcones de la casa en la cual estuvieron viendo el paisaje un momento antes de que Edward hablara.

–Pude escuchar que ambos ya están buscando nombres para su hijo. – Jasper soltó una sonrisa al ver algo avergonzado a Emmett quien solo negó sonriendo de lado.

–Deberías meterte en tus asuntos con Jacob, Edward. – el mencionado sonrió de solo saber que ahora el lobo estaría en su casa.

– ¿Ya comienzas a atacarme? Yo pensaba decirte algo interesante sobre el nuevo integrante de la familia. –

– ¿Sucede algo con mi hijo?– Emmett se tensó de solo escuchar mencionar a su pequeño.

–Nada malo, pero pide mucho que te acerques a él. –

– ¿Cómo que pide mucho?–

–Puedo leer su mente. Dice mucho sobre ustedes dos, y parece ser que es su humor es lo que le ha causado algunos problemas en Sasha. –

Emmett amplió su sonrisa de solo escuchar lo que Edward le estaba diciendo, su hijo estaba ya manifestándose a pesar de no haber nacido, su mente ignoró que debido a la actitud de su hijo, Sasha ahora estaba paralizada de las extremidades inferiores. – ¿Cuándo lo oíste? ¿Cómo es su voz? ¿Se siente feliz?–

–Ahora Emmett no dejará que vayas con Esme y Carlisle. – habló Jasper llevando sus manos hacia atrás para sujetarlas y seguir admirando la escena que presentaban sus hermanos con una sonrisa en los labios.

–Siempre escucho que está feliz, pero que no le gusta sentir tan lejos a Seth. Cuando sucedió lo de las escaleras… pude sentir que de alguna forma el bebé quiso cuidar de Seth, como si le hubiera molestado que alguien que no conocía se acercara demasiado a él. –

– ¿Pero cómo podría pensar cuidarlo si estaban a cientos de metros de distancia?– Jasper cuestionó intentando que alguno de sus hermanos le diera la respuesta a dicha pregunta.

–Estuve pensando en lo mismo desde que sucedió y puedo llegar a la conclusión de que quizás… el bebé piense que está dentro de Seth, por eso intentó cuidarlo. –

–Pero terminó quebrándole la columna a la mujer. –

–No es un ser malo o peligroso como piensan los lobos que están con Sam. – Edward intentó convencer a su hermano para que su ánimo estuviera mejor. –Es puro, sus intensiones son solo las de cuidar a quienes ama, de gran corazón a pesar de no haber nacido aun. –

–Tal y como mi cachorro. Ahora puedo decir que será muy parecido a Seth. –

–Pero no es el único que quiere cuidar de alguien, ¿verdad Jasper?– Edward soltó en forma socarrona mientras dirigía su mirada a su hermano militar.

–Cierra la boca. –

–Ya hablaron de mi hijo, es justo que ahora hablemos de ti, ¿Qué tanto ocultas, hermano?–

–No es tanto él, sino alguien muy cercano a Jasper, ¿verdad?–

–No tengo nada que ver con Paul. –

– ¿Paul? ¿Hablamos del mismo Paul? ¿Qué tiene que ver contigo?–

–Nada, Emmett, y Edward, será mejor que dejes de espiar en mentes ajenas. –

–Sabes que no lo hago apropósito. ¿Qué tanto le hiciste al lobo que no deja de pensar en ti?– Dos pares de ojos negros se posaron en el vampiro rubio haciendo que se pudiera nervioso.

–No le hice nada. –

–Espera algo de ti. – Jasper volvió a callar luego de que Edward hablara, no sabía si decir algo con relación a Paul a sus hermanos, tenía miedo.

–Lamentablemente no lo obtendrá, estoy con Alice. –

–Así que el lobo gruñón puso sus ojos en el vampiro más serio y recto de casa, sino también en el mismo que tiene una pareja a la cual respeta mucho. – Emmett parecía casi divertido con todo lo que estaba descubriendo de Jasper.

–Supongo que se le pasará cuando imprime. –

–Eso espero, Jasper, aunque tampoco está muy lejos de imprimar. –

– ¿Qué?– Jasper miró con detenimiento a Edward quien se recostó en el barandal cruzándose de brazos.

–Lo que oíste, al parecer su imprimación está muy cerca, Jacob y él sospechan que puede ser Rachel, la hija de Billy Back. –

– ¿La hermana de Jacob es la imprimación de Paul?– Dijo Emmett sorprendido intentando procesar lo que estaba descubriendo.

– ¿Y por que aun no imprima?– habló Jasper sereno mientras giraba el cuerpo para lograr mirar hacia el gran bosque, sabiendo que por algún lugar cercano estaba Paul, quizás escuchando lo que estaban hablando.

–Paul la está evitando lo más que puede, pero no podrá hacerlo por siempre. Y tú sabes bien, Jasper, por qué aun no imprima, o mejor dicho… por quien. –

Jasper giró el rostro en dirección contraria a Edward quien estaba más cerca de él; Paul incluso intentaba renunciar a su imprimación por él y eso hizo que algo tibio se instaurara en su pecho, no podría mentir diciendo que era una sensación horrenda, por el contrario, era algo que le hacía sentir feliz hasta alagado, pero nuevamente cayó en la realidad, estaba al lado de una encantadora mujer que le había dado una nueva oportunidad a su lado y al lado de una verdadera familia, ¿cómo podría traicionar todo eso?

–Jasper, piénsalo bien, un lobo nace solo para estar al lado de su imprimación y Paul… está renunciando a eso por ti; está renunciando a su destino solo por querer una oportunidad. –

– ¿Pero cómo podría hacerlo, Edward? Traicionaría a Alice, y no quiero hacerle daño. –

–Si Alice tiene el mismo corazón y buenos sentimientos como Rosalie, entonces lo entenderá. No niegues que ese lobo gruñón ha movido algo en ti. Lo noté en mi boda. – Emmett tenía razón, pero el miedo era demasiado grande, no quería que Paul sufriera como Seth lo había hecho solo por no poder tener hijos con su imprimación. Jasper suponía que Paul debería de estar con su imprimación, no debería ser una chica de mal aspecto, por el contrario, él se la imaginaba preciosa, con el cabello largo, hermosa piel bronceada y de maravillosos ojos, una perfecta mujer con las cuales Paul podría tener hijos y vivir feliz.

–Piénsalo hermano, Paul ha demostrado que es capaz de muchas cosas solo por querer tener una oportunidad contigo, ¿se la darás?– tras las palabras de Edward, pronto Carlisle llamaba al lector de mentes para poder irse rumbo hacia los científicos y terminar con un asunto, Emmett se excusó mencionando que iría con Seth y Jasper solo pudo quedarse pensando en aquel balcón, sin quitar la vista de aquel inmenso bosque que rodeaba la casa. ¿Le daría esa oportunidad?

***

Cuando Emmett se dirigió a la habitación de Seth, notó que ésta estaba vacía, sin embargo escuchó la voz de Seth en la habitación de Sasha, no esperó mucho tiempo y pronto se encontraba en el marco de la puerta observando a su querido cachorro acariciando el vientre de la mujer mientras hablaba por teléfono, detectando la voz de Sue al otro lado de la línea; ahora suponía que las cosas estarían mejor, la voz de Seth calmaría el afligido corazón de su madre. Vio a su pequeño sonriendo e incluso riendo en la hora entera en la cual estuvo hablando con su madre, el menor notó la presencia del vampiro a los cinco minutos pero se mantuvo hablando con su mamá sin dejar de acariciar el vientre de la mujer.

Cuando culminó la conversación, Seth sonrió ampliamente a su esposo el cual se acercó besando la mejilla del menor y colocando una mano en el vientre donde su hijo estaba, le contó a Seth lo que Edward le había mencionado sobre el bebé, excluyendo la conversación con Jasper; el menor estaba feliz de escuchar esas noticias por lo que al minuto comenzó a hablarle, mencionando cuanto lo amaba, cuando lo amaban los dos y esperaban ya su llegada, los días se le hacían eternos.

Se mantuvieron más de dos horas en el lugar hasta que decidieron salir para que Seth pudiera comer algo; Emmett no dejaba de preocuparse por la alimentación de su esposo, pero Seth no podía hacer nada por la de su vampiro, muchas veces le insinuó que podría beber de él para que estuviera mejor, pero Emmett se negó rotundamente.

Cuando ambas manos se retiraron pronto se pudo ver una y luego dos protuberancias en el vientre de Sasha a lo que Seth comenzó a hablarle, diciéndole que regresarían, pero el estallar del vaso de agua que se hallaba a un lado de la cama alarmó a ambos padres, se miraron a la vez pensando que tendría que haber una respuesta lógica a lo que acababa de pasar.

–Mi amor… t-tranquilo, prometo volver junto a tu papá Emmett en unos minutos. –

–Seth… – el mencionado giró el dirección al vampiro, notando como éste miraba al ventanal, el menor miró en la misma dirección notando como el vidrio comenzaba a crisparse, viendo como una línea comenzaba a cortar de forma irregular el vidrio, casi como si la presión de algo lo estuviera haciendo.

–Sabes que nunca te voy a dejar. – colocó su mano sobre su hijo acariciándolo suavemente. –Eres mi todo, nunca te dejaría, mi amor, pero si no quieres que vayamos, entonces cenaré aquí contigo… pero papá Emmett tendrá que traerme la comida, ¿lo dejaras ir por nuestra comida? Volverá pronto, lo prometo. – la voz de Seth sonó tranquila aunque con pequeños atisbos de tartamudez frente a lo que estaba presenciando; pronto el recorrido de la ruptura que se estaba dando por el vidrio se detuvo a lo que Seth soltó un suspiro por en medio de sus labio y rápido dirigió la mirada hacia el vampiro. –Será mejor que te apresures a traer la cena, mi amor. – Emmett asintió con la cabeza saliendo a una gran velocidad de la habitación.

Como aquellos sucesos se vieron más y toda la familia pudo verlo, adornos salir volando y estrellándose en alguna de las paredes, haciendo que algunos de la familia tuvieran que evadir dicho objeto, vasos explotando y ventanas crispándose sin nada visible que pudiera causarlo, pero eran los fuertes vientos los que terminaban por convencerlos que era el mismo bebé quien hacia todo eso y al parecer solo por estar muy enojado o asustado.

Carlisle y Esme lograron deshacerse de los dos doctores, no pudieron matarlos pero si hacer que la policía los arrestara, Edward se encargó de borrar todo rastro del nombre de Carlisle Cullen que pudiera incriminarlos, los doctores terminaron con una sentencia de 58 años, por eludir la ley al estar bajo orden de captura en varias ciudades y algunos países, múltiples denuncias y por haber querido escapar hacia España como último recurso; el laboratorio que se encontró daba muchas pruebas de que ambos habían continuado realizando de forma ilícita sus actos por querer crear un ser humano, muchos de sus colegas testificaron en su contra para así poder dar la sentencia final. Sin embargo, no pudieron alimentarse ya que temían que los lobos atacaran a su familia mientras ellos no se encontraban.

Dos semanas más transcurrieron y todos en casa comenzaban a sentir más la sed y el bebé continuaba inquieto lo que anunciaba que nacería en no más de dos días; Edward tendría que acompañar a Carlisle y Esme para que pudieran alimentarse y recibir al bebé. La salida de los vampiros fue rápida de casa, mientras se quedaban los demás dentro de la misma. A los pocos  minutos Seth comenzó a sentirse mal, aludiendo que olía mal, Jacob recordó que aquella reacción la vio cuando la pelirroja los seguía.

–Hay vampiros cerca. – la noche fue crucial para ellos, podrían fácilmente escabullirse en medio de los arboles, mientras el viento podría cubrir su olor si soplaba en su dirección. Emmett, Liam, Paul, Jasper y Jacob salieron de casa para poder defender lo que dentro de encontraba.

Solo podían escuchar el viento sobrar por las copas de los arboles, a algunos animales en la zona y el crujir de algunas ramas lo cual levantó sus alarmas, viendo a 30 o quizás más encapuchados aparecer de la nada.

–Solo hemos venido por Seth Black. – habló uno de ellos. Sabían que solo podría haber una única persona, ya que había solo alguien que llamaba a Seth con el apellido de Jacob. Aro Vulturi.

–No les pienso dar a mi esposo. – Emmett comenzó el ataque y pronto los lobos entraron en fase atacando a los vampiros que podían, teniendo cuidado que sus brazos no terminaran rodeando su tórax; dentro de la casa Seth no podía con todo ello por lo que se levanto dirigiéndose hacia la entrada de la casa pero Leah lo detuvo.

– ¿A dónde crees que vas?–

–Junto a mi esposo. –

–No, no saldrás, te quedaras aquí, con nosotras. Emmett te quiere a salvo, yo te quiero a salvo. –

–Pero no puedo quedarme aquí, mi deber es estar allí afuera peleando junto a mi esposo, junto a mi imprimación, hermana; ¿no se supone que para eso vives? ¿Para morir por tu imprimación si es necesario? La persona que amo está afuera peleando con vampiros que podrían asesinarlo, y no pienso quedarme sabiendo que puedo ayudarlo a detenerlos. Nací para dar mi vida por él. – Leah derramó lágrimas al escuchar hablar de esa forma a su hermano menor, ¿eso era imprimar de verdad? Seth dirigió su mirada a la rubia tras su hermana, quien se mantenía abrazada a sí misma.

Seth le regaló una sonrisa antes de hablar. –Cuida siempre de mi hijo, Rosalie. – la vampira asintió con la cabeza sin poder pronunciar palabra alguna, Seth giró y abrió la puerta, viendo como una feroz batalla se lidiaba, visualizó a su esposo peleando con dos de ellos, por lo que corrió y logró empujar a uno hacia las fauces de Liam, Emmett se deshizo del vampiro y observó a su esposo ahí afuera, intentó hablar pero pronto más vampiros se unieron para atacarlos, ahora Seth estaba fuera y podrían ir rápido por él.

Emmett ocultó con su cuerpo a Seth antes de que varios vampiros se fueran contra él, Liam y Paul ayudaron a deshacerse de varios de ellos.

–Vuelve adentro, no puedo cuidarte estando aquí afuera. –

–Mi deber como tu esposo y mi imprimación es la de cuidarte y velar por ti, Emmett, no me pienso esconder mientras tu arriesgas tu vida. –

–Ve adentro ¡ahora!– alzó la voz el vampiro pero Seth negó con la cabeza y se separó del vampiro, Emmett sabía lo que iba a hacer y no le gustaba la idea. –Por favor, Seth, no lo hagas. –

–Si vas a pelear, entonces pelearé hombro a hombro contigo, no te dejaré solo. – Seth se encogió mostrando algo de dolor en su rostro y pronto entró en fase, se desequilibró en un inicio, mostrando que aun se encontraba débil y sería presa fácil de esos vampiros. Seth se internó en la batalla sin mirar atrás, defendería con la poca fuerza que tenía a su imprimación, había dejado que Emmett cuidara de él por mucho tiempo, ahora era su turno de pelear para cuidar que nada le pasara.

El vampiro fue detrás del menor ayudándolo cuando se encontraba con más de tres vampiros encima, pero lo que más temía Emmett se presentó ante sus ojos, uno de los vampiros azotó contra el tronco de uno de los arboles el cuerpo de Seth haciendo que chillara de dolor, Emmett abrió aun más los ojos yéndose encima del vampiro, desmembrándolo en cuestión de segundos por haber tocado de tal forma a su esposo. Seth se incorporó con algo de dolor en su columna pero continuó apoyando, cada uno de ellos estaba con vampiros encima, y fue cuando vio a uno distinto al resto, tenía una capa y capucha roja, observó como éste se quitó la capucha, observando su rostro… lo había visto en algún lado pero no recordaba en donde, aquellos ojos y rostro se le hacía muy conocido, y fue cuando un flash llegó a él; era la misma persona que había estado observándolos a Emmett y a él cuando estaban en Brasil, en Isla Esme.

–Es hora de que vengas conmigo, Aro estará complacido de tenerte en su poder. – Seth mostró los colmillos, notando como los pelos del lomo se le erizaron sin dejar de gruñir y de forma imprevista atacó a Alec, mordiéndole el brazo pero el vampiro supo defenderse dándole un fuerte golpe en el hocico, desorientando al lobo tras soltar un chillido de dolor, alertando a los cuatro restantes que no dudaron en intentar ir en la ayuda de Seth pero los vampiros le cerraron el paso.

Alec se acercó al desorientado lobo intentando noquearlo para de una buena vez llevarlo a Volterra, sin embargo Seth mordió su mano con toda la fuerza que poseía, haciendo que Alec volviera a darle un golpe mandando al pequeño lobo a volar, cayendo en una fila de troncos haciendo que su caída fuera más dura. Emmett gritaba en dirección de Seth quien intentaba ponerse de pie, pero el dolor y la poca fuerza no lo ayudaban.

–Dejemos de jugar, es tiempo de irnos. – Seth mostró nuevamente sus colmillos y se fue contra Alec quien cayó de espalda, sujetando las fauces del lobo para que este no intentara morderlo y arrancarle la cabeza. Un vampiro “peón” lanzó a Seth para que dejara de atacar a Alec y ambos pronto se fueron contra el lobo quien rápidamente corrió en dirección del desconocido frío, mordiendo lo suficientemente fuerte para arrancarle la cabeza en un salto que dio sobre él, arrojó su cabeza a un costado mientras se iba contra Alec, sin embargo él lo agarró del cuello asfixiándolo, pero al girar la cabeza y ver como Emmett se aproximaba a ellos, rodeo con sus brazos el tórax de Seth haciendo que el vampiro vegetariano se detuviera en seco, negando con la cabeza.

Lo que pasó a continuación hizo que Seth se diera cuenta de cuánto amaba a aquel hombre y cuanto podría dar de sí mismo por cuidarlo.

El lobo aprovechó ese momento para patear con fuerza en el pecho del vampiro, logrando liberarse y correr en su dirección, notando como el vampiro le sonreía con sorna, en un segundo sintió como aquellos brazos le envolvieron con fuerza sobre humana haciendo que sus huesos se fracturaran uno a uno, y en segundos se vio volando por los aires junto al vampiro pero a comparación de Alec, quien cayó sobre rocas, Seth tuvo la mala suerte de aterrizar sobre árboles talados con ramas lo suficientemente fuertes y filosas como para atravesar cualquier cosa, en ese caso, el tórax y una de las piernas del lobo.

Chillidos incontrolables por parte de Seth se escucharon y así como los vampiros y Alec vinieron, también desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, dejando todo como si se hubiera tratado de una pelea con el viento de no ser por los cuerpos de vampiros desmembrados.

Emmett fue donde Seth, notando como estaba su esposo, pronto aquel lobo se iba transformando en el cuerpo de un joven, haciendo que Emmett perdiera la cabeza al ver toda aquella sangre y el rostro de su cachorro agonizante. Un fuerte grito proveniente de Sasha se pudo escuchar a la distancia para oídos tan dotados como las de él.

El vampiro intentó sacar a su pequeño de aquellas ramas pero solo hizo que Seth gritara de dolor y sangrara aun más. Con el dolor de su muerto corazón hizo un último esfuerzo y pudo sacarlo de forma rápida, haciendo que algunas ramas quedaran en el cuerpo del menor, a lo que Emmett quitó de inmediato, con su sudadera intentó cubrir el cuerpo desnudo de Seth mientras corría en dirección a casa, con su esposo en brazos y el alma destrozada por verlo de esa forma.

– ¡Jacob! ¡Leah! ¡Paul! Vayan a ver si no hay vampiros cerca, podrían volver a atacar. – Leah al ver el estado de su hermano no pudo decir mucho al estar en shock, Jacob tuvo que sacarla de aquella casa para luego consolarla en medio de un abrazo y lagrimas. Jasper subió a lo más alto del tejado de la casa para poder visualizar si no había nada cerca pero también para no estar cerca el olor de la sangre de Seth.

Alice llamó de inmediato a Carlisle pidiendo que regresaran cuanto antes, a pesar de no haber culminado de cazar ya que se toparon con algunos vampiros a los cuales tuvieron que enfrentar, estaba yéndose lo más lejos posible para que los lobos no los detecten, pero eso no quitó que diera instrucciones de qué hacer ante el estado de Seth y Sasha, uno a punto de dar a luz y el otro con múltiples fracturas peligrosas y con el cuerpo perforado.

Emmett recostó a Seth en una camilla a un lado de Sasha quien estaba a punto de morir por lo pálida que estaba.

–Carlisle dice que la seden cuando antes y a Seth un poco de morfina para que pueda soportar el dolor, tienen que romperle los huesos nuevamente para que estos sanen. – hablaba Alice preocupada al ver a los dos.

–P-puedo esperar… saquen al bebé ahora…se asfixiará. – Seth sentía como una de sus costillas rotas presionaba contra su corazón y uno de sus pulmones estaba perforado, no tenía suficiente aire.

Seth solo escucha discutir a Emmett y Rosalie, quien en ocasiones miraba las heridas de Seth mientras pasaba saliva debido a la sed. Tras colocarle algo para sedar a Sasha, Rosalie no esperó mucho y cortó su vientre para poder sacar al bebé, pero la exposición a la sangre hizo que Liam tuviera que sacarla de la habitación junto a Alice quien no podía soportar la sed y se dirigió donde estaba Jasper.

Seth solo se encontraba cubierto por la sudadera de Emmett; el lobo sabia que moriría, pero no quería hacerlo sin antes ver a su hijo en brazos de su papá, llevó una de sus manos a su pecho y jaló ligeramente la costilla que estaba por incrustarse en su corazón, sintió un alivio, pero el oxigeno no le llegaba como era debido, y sentía que se ahogaba.

Era muy poco lo que Seth podía diferenciar debido al dolor y al aturdimiento que tenia debido a la caída, sin contar la gran pérdida de sangre que estaba teniendo. Su mano libre ensangrentada la llevó hasta el vientre de la mujer quien ya se encontraba muerta a su lado.

–T-todo… estará bien, mi bebé. T-tran…quilo. – Seth derramó algunas lagrimas teniendo miedo de morir en ese momento, ¿Cómo podría dejar a un ser tan pequeño en un mundo donde posiblemente Aro le daría cacería? ¿Su esposo podría realmente hacerse cargo de su hijo o lo despreciaría? ¡Por Dios! Su madre moriría al saber que dio su vida por salvar otra, en aquella larga llamada telefónica le explicó lo del embarazo y su madre se encontraba tan feliz de saber que sería abuela, pero nunca le contó que estaba en el vientre de una mujer que moriría al dar a luz a su bebé, sino que mintió al decir que estaba dentro de él y muy posiblemente la visitaría dentro de dos semanas cuando se estabilizara; esa visita nunca llegaría.

Emmett no lo dudó dos veces al ver los ojos de Seth tan brillantes como la vez que lo conoció, ese precioso color café que le enamoró, no se veían hermosos cuando estaban acompañados de lagrimas de dolor; desgarró el vientre de la mujer hasta poder visualizar a su hijo moverse y pronto sacarlo con cuidado del cuerpo inerte de aquella mujer. Liam por su parte estaba al lado de Seth intentando que ya no saliera más sangre de su cuerpo, sabiendo que eso era lo que estaba debilitándolo aun más, el sudor caía por su frente y perdía el color con el pasar de los segundos. Ayudó al menor a volver a recostarse como era debido observando su semblante, tenía miedo de que Seth muriera sin poder hacer algo para salvarlo, observó como el vampiro a su lado volvía a desgarrar la piel de la mujer haciendo que Liam girara el rostro al ver toda la sangre que salía de la humana la cual ya no emitía ningún ruido o movimiento, por el contrario Seth estaba resistiendo lo más que podía solo por ver a esa cosa que había causado todo eso.

El pecho de Seth subía con dificultad, a cada aspiración que daba no era suficiente, y eso lo notó Liam y pronto comenzó a darle respiración de boca a boca para lograr darle más oxigeno. Cuando Liam se separó del menor éste le miró a los ojos. –Uno de mis pulmones está perforado… p-por eso… n-no puedo respirar… bien. –

–Cullen… ¡Cullen! Haz algo… transfórmalo o lo que sea necesario, está muriendo… – el vampiro giró en dirección a su esposo y detuvo su actuar, alarmando a Seth.

– ¡N-no! El bebé se… ahogara… estoy bien. Y-yo puedo resistir… por favor, Emmett. – el vampiro volvió a su labor a pesar de la mirada fulminante que recibió de Liam el cual solo podía intentar darle más oxigeno a Seth.

El oxigeno se escapaba cada vez más rápido de sus pulmones haciendo que Seth comenzara a ver borroso y el dolor en el cuerpo se intensificara, se estaba desangrando poco a poco y ya sentía los parpados cansados, intentó pasar saliva para tranquilizarse a sí mismo hasta que escuchó algo que le devolvió la vida, el dolor se esfumó de su cuerpo y sintió que podía respirar; el llanto de un bebé recién nacido se escuchó en la habitación, los vidrios se comenzaron a crispar y pronto Emmett  sonrió de solo ver el rostro de su hijo, Seth intentó enfocar la vista hasta lograrlo y pudo ver a un muy pequeño bebé llorando sin embargo para Seth era lo más hermoso que hubiera visto antes y las lagrimas salieron sin que pudiera detenerlas.

–Es un niño, Seth, un varón. – habló sonriendo Emmett sin poder dejar de mirar a su hijo. El bebé abría por momentos sus ojos y solo tenía en su campo de visión a Seth quien con su mano libre y ensangrentada la alzaba con su mayor esfuerzo para querer tener a su hijo más cerca. Un destello azul se pudo observar en los ojos del recién nacido.

–E-es… hermoso. – Emmett colocó al bebé sobre el pecho de Seth con mucho cuidado y fue cuando el menor quitó su mano de su costado, del mismo lugar donde sostenía a duras penas la costilla que amenazaba con internarse en su corazón, la soltó sin miedo alguno y tocó la espalda de su  bebé calmándolo, los vidrios dejaron de crisparse y todo se volvió tranquilo. –M-mi pequeño y-y hermoso Naim. – más lagrimas bajaron por las mejillas de Seth, sin embargo el sonido de que algo fue perforado irrumpió en todo el lugar haciendo que el bebé volviera a llorar y Emmett lo retirara de inmediato envolviéndolo en una pequeña sabana y notó como Rosalie ingresaba intentando acercarse al bebé a lo que el nuevo padre gruñó retrocediendo con el bebé en brazos.

–Puedo hacerlo, Emmett, dámelo, estoy bien, lo juro. – el vampiro algo dubitativo entregó al niño para luego ver como su esposo, soltaba un suspiro largo y se mantuvo mirando al vampiro quien hasta hace unos instantes sostenía a un recién nacido totalmente feliz, una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Seth junto a algunas lagrimas más y pronto el corazón de Seth dejó de latir alarmando a Liam quien de inmediato comenzó a hacerle RCP llamándolo por su nombre.

Emmett quedó en shock por un momento hasta que buscando en algunos de los cajones metálicos encontró lo que buscaba, sacó una gran jeringa de metal con un extraña sustancia viscosa en su interior.

– ¿Qué es eso? ¿Qué harás?–

–No dejaré que Seth muera, le inyectaré mi veneno. – tras localizar el corazón de Seth, Emmett no dudó dos veces en perforar una vez más su corazón con la gruesa aguja y por ultimo presionar para que toda aquella sustancia viscosa entrara en el torrente de Seth. Pero no había movimiento alguno por parte del menor y eso solo comenzó a preocupar a los dos. Emmett comenzó a presionar su pecho, haciendo RCP, pero no había movimiento alguno, no había un latido por parte de Seth que se pudiera percibir.

Liam se quedó parado y miró el cuerpo de la mujer por lo cual optó por cubrirla con una sabana y luego mirar a su amigo. Su corazón dolió de solo ver al vampiro intentando reanimar a alguien que ya había muerto.

–No solo mataste a una joven, sino también a Seth, a quien se supone debías de cuidar y no dejar que nada le pasara. Pensé que matarte sería una buena opción si algo le pasaba, pero ni mereces ese regalo, mereces vivir con esto. – Liam salió de la habitación sin poder mirar atrás mientras el vampiro continuaba con su labor de reanimar a Seth, no se daba por vencido de poder tener al menor con vida aun.

–Seth, por favor… no me dejes, me lo prometiste, no me dejarías solo, un “hasta que la muerte nos separe” no existía para nosotros, no me dejes, por favor. – y fue cuando escuchó algo dentro del cuerpo de Seth, casi como si empezara a recorrer todo su cuerpo, era casi apenas perceptible pero Emmett lo escucho, ¿o estaría alucinando? ¿Habría hecho efecto ya su ponzoña o no ocurriría nada con un hombre lobo? –Por favor, por favor. –

***

Cuando Liam salió de aquella casa, sus piernas no dieron más y cedieron, terminando sus rodillas sobre tierra húmeda y sus palmas sobre la misma, Leah que estaba fuera con los ojos ya pequeños de tanto llorar preguntó por su hermano, queriendo recibir solo una respuesta favorable, pero el llanto de Liam solo le dijo que todo había salido mal. Leah no aguantó y se desmoronó si no fuera por Jacob que había logrado sostenerla hubiera terminado igual que el hibrido. El llanto de ambos se escuchó lo suficientemente claro para Jared  quien estando en fase pudo escuchar y ver todo lo ocurrido, volvió entre las sombras y se dirigió a encontrarse con Sam para poderle dar aviso, ese era el momento perfecto para atacarlos y por fin matar a esa cosa que había nacido.

Cuando por fin Jared pudo encontrarse con Sam, éste salía de la casa de Sue junto a Billy quien respaldaba a la mujer.

–Recapacita, Sam, estás hablando de Seth, un miembro de la manada, ¡su hermano!– Billy movía su silla de ruedas con maestría intentando razonar con el alfa mientras avanzaba.

–Es solo un bebé, Sam, ¡Por Dios! Y también es mi hijo, ambos son mi sangre, mi familia. – Sue estaba al borde de las lágrimas intentando hacer entender a Sam, sin embargo desde su llegada a la casa Clearwater solo ingresó para dar a conocer lo que ellos sabían a la mujer y manifestar que matarían a la cosa que sería un peligro para todos. Jared se dirigió a Sam y susurró algo a su oído haciendo que el alfa se viera consternado y algo triste por la noticia que acababa de recibir, miró nuevamente a Sue y tomó aire para anunciar lo que había llegado hasta él.

–Sue. Seth… Seth murió. Esa cosa lo mató.  –Sue retrocedió algunos pasos y pronto se sujetó del hombro de Billy para no caer por la noticia, su niño, su hijo ¿murió?

–No. – comenzó a negar intentando convencerse de que todo ello solo era un engaño por parte de Sam. –Seth vendrá pronto… él lo prometió y conoceré a mi nieto… no… él… – Sue terminó llorando en brazos de Billy quien no se reponía por la sorprendente noticia que recibió.

–Lo siento mucho. – habló Sam mientras pasaba saliva para controlarse. – ¡Vámonos!– habló alto dirigiéndose a los siete miembros de su manada, esa anoche acabarían con esa cosa, no tomaría la vida de nadie más, ya tuvo suficiente con la de Seth. Ahora nada protegía al vampiro, podría hacer lo que desde un inicio quiso, deshacerse de Emmett Cullen, de una burla de imprimación, un insulto a sus creencias y a su tribu.

Un desliz del destino.

Lo sentí venir, aquellos pasos fuertes que daban mientras gruñidos salían desde lo más profundo de aquellos lobos. Seth aun no da señales de que reaccionaría pronto, sin embargo he comprobado que algo está esparciéndose por todo el cuerpo de mi esposo y eso me daba la esperanza de que él siga conmigo, peleando como siempre. Sam y la manada vienen por mi hijo, no, nadie va a lastimar a mi familia, nadie tocara ni se acercará a mi esposo y a mi hijo, nadie pasará por encima de mí aun si tengo que dar mi vida por ellos dos.