En el consultorio dominaba el silencio por la reciente noticia que recibió la pareja.
Ayase y kanou quedaron totalmente sorprendidos ¿cómo era posible el embarazo? era lo más absurdo del mudo ¿cómo un hombre embarazo a otro hambre? Sin duda algo estaba muy mal
Muchas preguntas pasaban por la mente de ambos hasta que el prestamista rompió el silencio
-¿cómo pudo pasar esto? -- quería respuestas lo antes posible, esto era una broma de mal gusto ya que nunca pensó en que sería posible que ayase le diera un hijo, no quería ser engañado por algo que lo llenaría de tanta felicidad --
-sabemos que es muy extraño, pero los exámenes no mienten y como lo he dicho los realizamos varias veces, para asegurarnos y saber la condición del feto les hare una cita para una ecografía --el doctor tomo el teléfono que se encontraba en una esquina de su escritorio, realizo una llamada, cuando le contestaron dio el diagnostico del joven, anoto en una hoja la hora y el lugar de la cita, dio las gracias y colgó--
-su cita es dentro de una hora, el especialista les dará los detalles y no se preocupen no son los primeros en saber que tendrán un hijo --le sonrió a la pareja para darles un poco de ¿seguridad? y les entrego unos documentos, kanou se levanto de la silla y los agarro, ayase lo siguió --
-gracias --fue lo último que pronuncio el menor durante todo este tiempo, todavía se encontraba en un trence por la noticia que acababa de recibir, salió del consultorio seguido por kanou--
-Ayase --el mayor abrazo fuertemente a su pequeño, este sorprendido correspondió el abraso, necesitaba sentirse seguro, aun no podía creer lo que estaba pasando, sus pensamientos fueron interrumpidos por las molestas nauseas, aparto a su pareja que lo miro preocupado --
-¿qué sucede?
-quiero ir al baño --los dos buscaron un baño por todo el lugar hasta que por fin lo encontraron, ayase se apresuro a entrar y desechar todo lo que tenía en el estomago.
El mayor solo lo observaba atento sin perderse de un movimiento
"no puedo evitar sonreír y ¿quién no estaría feliz en mi lugar?...…..aunque....... ¿que estará pensando ayase? no ha dicho ninguna palabra, bueno debe de estar sorprendido más que yo. Ahora más que nunca quiero protegerlo y no dejare que se aleje de mi.
Vi como ayase se acercaba y se limpiaba su hermoso rostro, repentinamente quiero besarlo.
Sin pensarlo dos veces atrape su cintura, acerque su delicado cuerpo hacia el mío, necesitaba sentir su calor, habían pasado días completos que por culpa del maldito trabajo no pude ni siquiera besarlo, fue realmente difícil pero ahora no pienso continuar con mi abstinencia.
Con una de mis manos sostuve su rostro hasta fundir nuestros labios en un tierno beso, pero yo necesito más de él, mordí su labio inferior, debió dolerle pero gracias a eso pude introducir mi lengua en su pequeña boca, recorrí cada rincón de esta, jugando con su tímida lengua.
No es suficiente quiero poseerlo por completo, mis manos acarician provocativamente su cintura y van bajando hasta colocarse en su trasero, el al sentirme trata de zafarse pero ya debe saber que es imposible librarse de mí."
-a ..aqui….nn --las palabras de ayase fueron calladas por los besos del mayor—
-tienes razón alguien podría verte desnudo y eso no me gustaría, continuaremos en casa --kanou tomo el brazo de ayase y comenzó a caminar hasta el estacionamiento.
Una vez dentro del auto kanou le robo un corto beso a su acompañante y se dispuso a conducir, durante el trayecto el menor solo miraba concentrado al mayor que tenía una cara de fastidio por todo el tráfico, al sentir la mirada de su pequeño voltio a verle, noto en su rostro un leve sonrojo y una sonrisa que haría que cualquiera cayera a sus pies.
El pequeño desvió la mirada, el solo hecho de adivinar lo que sucedería en “su casa” lo dejaba totalmente nervioso, pero por otra parte debía agradecer todo lo que su “dueño” había hecho por el.
-etto…..kanou-san yo…….gracias
“¡maldición! el solo hecho de verlo sonreír hace que todo mi auto control se pierda y eso significa que tendrás que aceptar las consecuencias de tus actos”
-no te preocupes ya sabrás como agradecerme --le dedico una mirada llena de deseo lo que provoco que su amante se sonrojara aun mas y desvié la mirada solo concentrándose en el paisaje atreves de la ventana--
“lo siento soy un gran idiota, pero esa es la única forma de sentirte completamente mío.
A la mitad del camino mi maldito teléfono sonó, conteste y era nada más que el idiota de kuba diciéndome que necesitaba revisar un contrato que deje pendiente anoche. Nuevamente por culpa del fastidioso trabajo tengo que dejar a mi ayase solo.”
-tengo que regresar al trabajo
-eh? No te preocupes por mí, está bien
-tu vendrás conmigo, falta poco para la ecografía de nuestro hijo --“nuestro hijo, nunca imagine que diría estas palabras.
Al mirarte note uno de esos fantásticos sonrojos que provoco en ti, ayase eres lo más preciado que tengo en el mundo.
No mencionaste palabra durante todo el viaje, al estacionar el auto en su lugar, dirijo una de mis manos a tu vientre, me miras sorprendido, no tiene nada de malo que quiera sentir a mi hijo ¿o sí?”
Kanou se acerca al rostro del menor, lo besa, su pequeño tímidamente abre su boca dándole la oportunidad de introducir su lengua, oportunidad que no desaprovecha, recorre y saborea cada centímetro, haciendo que el menor deje escapar gemidos y suspiros que no hacen más que incitarlo a continuar y aun mas con su rostro completamente sonrojado.
Al separarse por la falta de aire el mayor bajo por el cuello del menor al cual recorrió con su lengua, y dejando unas cuantas marcas rojas que demostraban que ya tenía dueño.
Unas de sus manos recorrían la piel desnuda del menor por debajo de la camisa, tocando sus pezones, hasta que una mano detuvo su trabajo.
-k…kanou…ssan… nno….el…bebe…. – tenía toda la razón aun no sabían si lo podían continuar haciéndolo sin lastimar al bebe, al reflexionar el prestamista se alejo lentamente no sin antes volverlo a besar—
-espero que no sea malo hacerlo porque no creo resistirme --ayase se sonrojo aun mas por las palabras tan lascivas que pronuncio.
Los dos bajaron del auto y entraron en el edificio, como siempre los hermanos kuba los recibieron, entraron a la gran oficina, detrás de ellos entro kuba misao dando el reporte de las condiciones de pago.
Ayase se sentó en uno de los sillones de la oficina, miraba atento como trabajaban mientras que kanou en su escritorio escuchaba y revisaba unos papeles. Poco después kuba salió dejando a la pareja solos, nadie dijo nada, el menor acariciaba el lugar en donde se encontraba su hijo, el mayor miraba conmovido la hermosa escena, por un momento imagino que pronto seria padre de un hermoso niño con su mismo color de cabello y los ojos de ayase o tal vez una niña rubia con sus ojos.
-será mejor irnos --ayase reacciono asintió con la cabeza y se puso de pie, kanou hiso lo mismo y los dos salieron de la oficina no sin antes avisar a los gemelos de su partida.
Ya en el auto se dispusieron a irse, los dos estaban sumidos en sus pensamientos que no eran tan diferentes y lo más lógico, pensando en que preguntar, como sería la cita, que les dirían.
-en la oficina revise detalladamente tus estudios, tu salud es perfecta
-¿entonces lo único que tengo es….. --acaricio su vientre, sonrió muy a pesar de todo le alegraba saber lo que tenia pero esa sonrisa se desvaneció al pensar en que formaría una familia y es que ¿Estaba preparado?
El mayor miro cada una de sus expresiones, le preocupo tanto la expresión de miedo que tenía su pequeño—
-solo tienes a nuestro hijo, espero que se encuentre bien
-kanou-san…..etto……¿que…..ess…lo….que…piensas?
-hablaremos de esto después, vamos --sin darse cuenta ya estaban enfrente del hospital, bajaran del auto, entraron se acercaron a la recepción a pedir la indicación de su cita. Una joven los atendió y los guio al lugar, la joven toco la puerta antes de entrar, poco después dejo que la pareja entrara.
Era un consultorio normal lo único diferente era unos aparatos que se encontraban en un rincón, en el escritorio se encontraba sentada una mujer de aproximadamente 30 años de edad, su cabello era de color café al igual que sus ojos, se puso de pie al ver a la pareja entrar.
-buenas tardes, mi nombre es nanami hazuki seré la doctora que atenderá su embarazo mucho gusto. Por favor pasen por aquí --dijo sonriente y apuntando el rincón donde se encontraban los “extraños aparatos” según los pensamientos que ayase. Sin decir nada la pareja un poco nerviosa paso a donde la doctora les ordeno –
-¿ayase yukiya verdad? --pregunto mirando al menor--
-si
-acuéstate aquí --coloco su mano en una camilla que tenia y a un costado de esta estaba una pequeña pantalla, ayase como pudo trato de relajarse y obedeció, kanou se coloco a un lado de ayase, no quería perderse de nada pero sobre todo estaría cuidando a la doctora para que no lastimara a sus “pertenencias” --
-por favor descubre la parte baja de tu vientre --temeroso el menor levanto su camisa y bajo un poco su pantalón, la doctora unto un liquido provocando un temblor por parte del menor por lo frio del liquido, una vez distribuido en todo el lugar acerco un pequeño aparato y encendió la pantalla, movía el aparato por el vientre en busca de un pequeño bebe –
-aquí esta su hijo ¿pueden verlo?
-yo no veo nada ¿y tu ayase? --kanou trataba de visualizar a su hijo pero no, todo era igual, miro ayase—
-yo tampoco lo veo kanou-san --ayase tampoco lograba verlo, los dos miraron a la doctora confundidos,--
-miren, este es su hijo --dijo señalando la pantalla ¿acaso era una coincidencia que todos los futuros padres no pudieran ver a sus hijos?, con su dedo delineo lo que era el pequeño cuerpo que tenía el bebe -- aun es muy pequeño por el tiempo que tiene
- ¡ya puedo ver a nuestro hijo ayase! --kanou tomo la mano de ayase, este la apretó quería sentirse que no estaba solo en esto. kanou tomo entre sus manos en rostro de ayase y fundió sus labios en un corto beso, el menor se sonrojo no podía creer que kanou lo besaría enfrente de la doctora—
-lo que diré solo lo hare como parte de mi trabajo pero ¿quieren tener al bebe?
-por supuesto que si ¿verdad ayase?
-yo….yo…..