_ ¡Esa tonta! ¿Cómo puede ser que no haya sido capaz de confiar en mí?- *Encima con las luces y este lugar que es enorme la he perdido de vista. Me pregunto qué habrá detrás de esta puerta, bueno si se trata de alguna sección en donde pueda estar mi amiga debo entrar*
_ Pasa, deja el Martini en la mesa
_ …
La pelinegra comprendió que ese joven que se encontraba de espaldas en la cabina, creía que ella traía la bebida que había ordenado. Era posible ya que él estaba concentrado en sus mezclas y no había podido siquiera darse la vuelta para verla.
_ Disculpa pero yo…
¿Qué iba a decirle? “Entré aquí por error” Podría llamar a seguridad para que la sacaran de inmediato así que simplemente iba a marcharse cuando se detuvo a mirar un poco más a ese joven DJ.
Sus manos se deslizaban expertas por los discos que producían esos sonidos que te ponían a vibrar y la pasión que depositaba en ello se evidenciaba en la dedicación y el talento que empeñaba en cada movimiento. Llevaba puestos los cascos y unos lentes de sol sexys que usaba por mera diversión. Su rostro parecía de rasgos agraciados aunque no podía estar segura ya que no se podía apreciar del todo mediante el reflejo del cristal de la cabina ¡El reflejo del cristal!
_ ¿Sabe algo señorita?- miró hacia el cristal quitándose los cascos y buscando esos ojos grises que ahora se abrían de par en par- No me molestaría contar con su compañía un momento pero antes quisiera saber su nombre al menos
_ Keiko, me llamo Keiko
_ Creo que tengo un deja vu, ahora dime ¿por qué has venido aquí?
Mientras tanto en la segunda pista…
_ ~ ¡Mueva! ¡Mueva! ¡Mueva Yota! ¡Mueva!- coreaban su hermano y sus dos amigas escritoras
_ Es increíble lo bien que baila ese chico ¿no Yudai?
_ Sí… creo ¿Por qué me lo preguntas Mitsuko?
_ Jajaja por nada, por nada
_ Ah pero Yuma tampoco lo hace nada mal, esos hermanos se sacan chispas, sin dudas están captando las miradas de muchos a su alrededor
_ Sora tiene razón, son muy populares eh, eh, ehh
_ Ya basta, ellos son geniales, lo entendí bien Mitsuko-chan ¿pero qué les sucede a ustedes dos? Han estado actuando extrañas, parece como si me quisieran meter a ellos dos por los ojos
_ Te diste cuenta ¿eh? Bueno solo pensábamos que ustedes se llevan muy bien y tú eres un chico muy lindo y amable, tal vez deberías pasar más tiempo con ellos y quizás…
_… a nosotras no nos moleste acompañarlos para verlo- Mitsuko se apresuró a terminar la frase de Sora expresando nada más y nada menos que sus sinceros deseos
_ Ustedes dos sí que están algo extrañas hoy
_ Bueno no nos prestes demasiada atención y ve a bailar con ellos, te están llamando
_ No los hagas esperar o te harán pasar vergüenza- dijo la pelinegra entre risas
_ Ya voy, ¿por qué siempre me arrastran a estas cosas?
Yudai fue de mala gana a tratar de seguirle el paso a los mellizos quienes disfrutaban de la música y de paso aprovechaban para ir acercándose más a él y hacerle algunas bromas como jugar a las tocaditas, dejando al pobre un poco descolocado.
Las dos chicas se esforzaban en no perderse ni un solo movimiento del trío hasta que unos chicos molestos se acercaron a ellas insistiendo en invitarles unos tragos. Ambas los rechazaron pero ellos no parecían dar el brazo a torcer, fue entonces cuando uno de ellos se quiso pasar de listo y mano larga con Mitsuko y a Sora se le despertó la sangre del demonio Kamijou que llevaba en sus venas y ahí mismo los mandó a volar. Siempre había sido así, cuando alguien molestaba a la tierna Usagi, la de ojos azules asustaba a los idiotas y trataba de hacerla sonreír otra vez. Pero esta vez fue diferente, en un momento la jovencita de ojos lila había desaparecido de su vista y todo esto ante los ojos de un chico que no había quitado la vista de la escena y ahora se encontraba siguiéndola.
A su vez, en la primera pista…
_ Oye Natsuki, ¿quién es el rubio?
_ Es el amigo de mi hermano
_ Está muy bonito ¿podrías presentármelo?
_ ¿Estás loca Hana? Él es muy chico para ti
_ La edad es lo de menos, bien podría enseñarle yo lo que él no sepa, si sabes a lo que me refiero
_ ¡Ni se te ocurra! Con él no Hana, con él no
_ Awwwwwwww ~te descubrí~ sabía que había algo extraño en la forma en que lo mirabas, ese chico te gusta ¿no es así?
_ ¿Pero qué dices? ¡Estás loca!
_ A mí no me vengas con ese teatro de hacerte la desentendida y dime ¿desde hace cuánto te gusta?
_ Creo que desde pequeña, no lo sé
_ ¿Y él lo sabe?
_ ¡Por supuesto que no! ¿Cómo crees que podría decírselo? Yo solo me conformo con poder verlo y estar cerca de él cuando puedo
_ Mmm eso es un problema amiga mía, yo te aconsejo que te le declares inmediatamente si no lo quieres perder. Aunque tal vez, puede que incluso ahora ya sea demasiado tarde
_ ¿A qué te refieres Hana? Un momento, ¿dónde están Asahi y Ryusei? Estaban aquí hace un momento, iré a buscarlos
_ Natsuki, el lugar es demasiado grande y hay muchas personas mejor espéralos en este sitio
_ No, debo saber dónde fueron
_ Por favor, yo no creo que sea lo mejor que vayas tras ellos ahora
_ Suéltame, yo debo ir
Era inútil tratar de persuadirla, ella debía descubrirlo por sí misma. Presurosa trataba de apartar a las personas que se interponían en su camino, tarea difícil ya que cada vez había más gente que hacían más difícil la búsqueda. Miraba para todos lados y no los encontraba, fue entonces cuando iba a dirigirse a los baños que vio a ambos tomados de la mano saliendo del baño de hombres. Fue un breve instante antes de que se soltaran, tan breve fue que incluso Natsuki ya estaba descartando la idea creyendo que lo había imaginado, pero no. Antes de que pudiera acercarse vio como Asahi le decía algo al oído al hermano menor de ella y éste se sonrojaba. Bueno, todo hubiera acabado ahí si no fuera porque el rubio fue tan lejos como para darle un beso fugaz al castaño, quien lo apartó de inmediato mientras el otro se reía sin quitarle los ojos de encima como si fuera lo más importante para él.
“Puede que incluso ahora ya sea demasiado tarde” eran las palabras que le había dicho su amiga. Recién ahora podía entender el significado de cada una de ellas. Sin lugar a dudas había estado ciega. Tanto amor sentía por él y no pudo hacer absolutamente nada. Su hermoso amado de tantos años quería a su hermano y ella no lo había podido ver.
Su vista se empañó por las lágrimas traicioneras que empezaban a caer a borbotones de sus ojos. Su primer amor, su primera ilusión acababa de ser destrozada al igual que su corazón.
El dolor se apoderó de su pecho y la razón se fue apagando de su mente. Salió disparada en otra dirección y marcó a un número de celular.
_ Hola papá, soy yo. Necesito que nos pasen a buscar y dile a los tíos que también vengan por favor. Te digo la dirección…
Por un momento se permitió olvidarse de las consecuencias de sus actos, solo quería que el dolor que sentía se fuera.
Y en las afueras de Bomb Tokyo…
_ Mitsuko-chan detente, ¿a dónde piensas ir a esta hora tú sola?
_ Por favor déjame, necesito estar sola
_ Yo no puedo hacer eso, siento que debo estar contigo por eso te he seguido todo el camino hasta aquí
_ Deberías estar ahí dentro divirtiéndote Yuma y no aquí con una inútil llorona
_ Oye yo no pienso que seas completamente inútil, tal vez solo un poco tontita
_ OK, ADIÓS
_ Jajaja era una broma, no, no te vayas. Dime qué es lo que sucede
_ Siempre es lo mismo, Sora debe protegerme porque yo no sé cómo actuar ante quienes me molestan, soy demasiado tonta
_ De verdad que no eres tonta y deberías agradecer tener una buena amiga como ella
_ Y un buen amigo como tú también, Yuma
_ ¿En serio? ¿Ya? ¿Tan pronto?
_ No entiendo
_ ¿Así nada más me envías a la friend zone?
_ Pero… ¿esto es una broma, verdad? ¡Tú gustas de Yudai Hattori!
_ No, no es cierto. A mi hermano Yota le gusta Yudai, yo solo le sigo la corriente para que se sienta más seguro y con más confianza. Te aseguro que no hay otra persona con la que desee estar más que contigo.
_ Yo… este… no pensé que…
_ Shhh, este es el momento en el que guardas silencio y yo aprovecho a besarte
_ ¡NO! ¡Maldición, no puede ser!
_ Debes saber que soy bueno besando
_ No lo digo por eso. Mira ¡ese de allá es mi papá!
_ OK ¿Empezamos a correr?
_ No es momento de bromas, creo que de esta no me salvo
_ Le digo que nuestra hija se encuentra ahí dentro
_ Lo siento señor Usami, ya fuimos a verificar y no hay nadie en este lugar con ese nombre
_ Misaki llama a la policía y diles que están reteniendo menores de edad en este lugar sin el consentimiento de sus padres
_ De acuerdo Usagi-san
_ Señor cálmese, le digo que su hija no está aquí dentro
_ ¡Mi hija Mitsuko está ahí, usted es un negligente!
_ ¿Y Sora? Nuestra hija está ahí, Nowaki voy a entrar
_ Yo voy contigo Hiro-san
_ Alto. Les digo que se detengan señores
_ ¡¿Acaso usted cree que puede detenernos?!
_ Tranquilo Hiroki, esto lo arreglo yo. Mi nombre es Ryouchirou Isaka, soy presidente de Marukawa Shoten y padre de la joven irresponsable que organizó la fiesta en este lugar. Ahora vamos a entrar y a llevarnos a nuestras hijas en este mismo instante y será mejor que ni usted ni ningún guardia de seguridad se entrometa en mi camino o sino las cosas se van a poner feas ¿entendido?
_ Comprendido señor, pueden pasar
_ Ah por cierto, es seguro que más padres vengan llegando así que ni se les ocurra impedirles llevarse a sus hijos ¿de acuerdo? De lo contrario les juro que se arrepentirán
Y así ingresó un decidido Isaka junto con Kaoru a la cabeza, seguidos unos pasos más atrás por Akihiko, Misaki, Hiroki y Nowaki.
Más tarde llegaron Miyagi y Shinobu quien estaba al límite de su paciencia después de escucharlo a su esposo llorar como magdalena pensando que a su hija la estarían deshojando.
También llegaron juntos Mino y Yuu con Tori y Chiaki quienes entraron y a los dos minutos ya estaban buscando a sus hijos y también a Chiaki que se había perdido entre la multitud.
Kisa y Yukina demoraron más porque antes tuvieron que pasar por casa de los Usami para buscar a su pequeña hija, llevarla a casa y dejarla encerrada bajo siete llaves y después se encaminaron hacia el boliche donde Kisa pareció tener una recesión y se puso a bailar a la par de los jóvenes olvidándose momentáneamente de su búsqueda.
Y si han hecho las cuentas, se preguntarán qué ha pasado con las dos parejas restantes. Bueno, ellos…