~-~-~*~-~-~*~-~-~ 2 años y medio después ~-~-~*~-~-~*~-~-~*
Dicen que un hijo te cambia la vida. Será cosa de echar un vistazo entonces para ver como les está yendo ahora.
En la mansión Usami un peliplata se despertó a la madrugada sobresaltado porque no encontraba un bulto castaño en la cama. Fue arrastrando sus pies por las escaleras hasta que lo encontró en la cocina.
_ Misaki, es tarde, vamos a la cama
_ ¿Qué no ves Usagi que le estoy preparando el biberón a la pequeña Mitsuko?- en ese instante sus casi cerrados ojos se dirigieron al suelo donde una pequeña somnolienta estaba aferrada a la pierna del ojiverde
_ ¿Todavía sigue con el biberón? La consientes demasiado Misaki. Dámela- tomó delicadamente a la niña en sus brazos y la cargó hasta su habitación donde la dejó dormida después de que tomó la leche tibia
_ Por cierto, no la consiento demasiado
_ Claro que si
_ Claro que no
_ Si y te amo de todos modos
_ Yo… yo también
_ Ven aquí y aliméntame
_ ¿Cómo? ¿Sabes lo tarde que es?
_ En esta casa nadie tiene coronita, si consientes a uno consientes a todos. Vamos- y de inmediato se lo llevó a la cama matrimonial donde le hizo ver las estrellas, ¿o le bajó las estrellas era?, bueno es lo mismo.
Al otro día en la Universidad Mitsuhashi…
_ Entonces le dije “¡te vas a bañar en este mismo instante jovencita!” y se negó. Mi hija no me hace caso y encima el tonto de Nowaki le sonríe a todo lo que hace y ella piensa entonces que está bien desde luego. A veces pienso que entre los dos se confabulan en mi contra y que el único que no se entera soy yo porque si no, no me explico que de repente… ¿me está escuchando profesor?
_ ¿Qué? ¿Cómo? Si my sweet honey me parece genial, mañana hacemos eso y me traes los materiales
_ ¿De qué demonios me habla? ¿Cómo se le ocurre quedarse dormido cuando le estoy hablando? Además yo no le preparo nada porque usted es un aprovechado y haragán que no quiere hacer su trabajo
_ Lo siento, al parecer me quedé dormido
_ ¿Al parecer? No ¡Se quedó dormido mientras yo le hablaba! ¿Es que usted no conoce la palabra CONSIDERACIÓN? Como sea, dígame que le pasa- *cuando acabe de escuchar sus tonterías me podré desahogar a gusto*
_ Creo que voy a morir. Yo los adoro con el alma pero esos dos me van a matar
_ No debe ser para tanto. Cuénteme y veamos si le podemos buscar una solución.
En una oficina de Marukawa…
_ Y necesito cambiar el guardarropas también
_ ¿Y eso por qué Ryuuchirou-sama?
_ ¿Cómo que por qué? ¿En serio me preguntas por qué Asahina? Claro, lo olvidaba, si ahora ya ni me miras
_ No entiendo a lo que se refiere pero le aseguro que desde que me levanto hasta que me acuesto mis ojos siempre buscan fijarse en la persona que amo, ¿lo entiende así o necesita un dibujo?
_ Es que a veces yo solo… no sé, pienso que quiero abordar un cohete con ustedes y huir de todo este desastre. Oye ¿crees que estará bien si me hago una lipo?
_ ¿Una qué?
_...
_ Mírame Ryu, para mi eres perfecto así tal cual eres porque te amo y me has dado una hija hermosa que es el mejor regalo de la vida, no me importa si estás con unas libras de más o…
_ Ahhhh ¡Lo dijiste Kaoru!
_ ¿Eh? Yo… yo…
_ Ya te escuché, de seguro piensas que estoy redondo como un globo y me quieres dejar ¿es eso?
_ Yo no he dicho…
_ Te lo advierto, haz eso y será lo último que hagas, ¿me has oído bien? Ah y esta noche duermes en el sofá por insensible y desconsiderado.
En Esmeralda…
_ Buenos días Kisa ¿acaso te has caído de la cama? ¡O es que ahora no recuerdas la hora a la que debes llegar a tu trabajo!
_ Lo siento Takano-san, lo siento- se disculpó el pelinegro y fue a tomar asiento
_ ¿Mala noche eh?- le preguntó Mino por lo bajo mientras buscaba unos papeles
_ Ni hablar, Rui tiene demasiada energía y no sé qué hacer para que se duerma, encima hoy debía llevarlo Yukina al kinder y surgió un imprevisto con los preparativos de su próxima exposición entonces tuve que llevarlo yo
_ Ya, entonces por eso llegaste tarde. De todas formas debo decirte que pudo haber sido peor. Se nota que ellos discutieron otra vez y me parece que alguien fue castigado y no en el buen sentido precisamente
_ ¿Qué pasó?
_ ¿No entiendes? Takano-san está que no se aguanta ni él mismo, yo diría que en casa lo pusieron a régimen si entiendes a lo que me refiero- le dijo con una sonrisa más amplia de lo convencional
_ Hattori, dame el manuscrito de Yoshikawa-sensei, recordarás que el plazo es hoy
_ Yo… no lo tengo Takano-san y no me puedo comunicar
_ ¡Se supone que debía estar listo! Mira hagamos esto, tienes licencia para utilizar el método que te plazca, le suplicas, le pagas, lo amenazas con tirarlo de un barranco, lo que sea pero lo traes hoy mismo
_ Entendido- dijo el castaño serio y arrastrando sus pies por el cansancio mientras se incorporaba para ir a en busca de Chiaki
_ No puedo creerlo, sensei increíblemente aun se podía superar y ha empeorado con sus retrasos en los últimos años- decía Takano sin levantar la vista del ordenador
_ Creo que Hattori está teniendo grandes problemas desde que llegó el niño
_ Como todos Mino, como todos
_ Eso suena terrible Kisa, solo estamos en una etapa de transición, las cosas ya mejorarán
_ Eso dices tú pero es innegable que todo se ha puesto cuesta arriba. Lo que nos pasó es algo maravilloso y creo que todos estamos de acuerdo en eso pero ¿cuánto tiempo más vamos a seguir de este modo?- lanzó la pregunta al aire y el ambiente se llenó de un aura oscura de desesperación y desesperanza
_ Él tiene razón. Las cosas se están complicando y con el trabajo demandando nuestro tiempo necesitamos soluciones porque los problemas se han vuelto una maldita epidemia- el editor en jefe suspiró cansado y entonces un recuerdo hizo acto de presencia en su memoria- ahora que lo pienso sé de alguien que pasó por lo mismo y logró superarlo con creces, no sé cuanto pueda ser de ayuda y tampoco me mata del gusto la idea de recurrir a él pero si no queda de otra habrá que hacerse. Tampoco estamos para darnos el lujo de ir a pagarle a un charlatán para hacer terapia
_ Y además de costoso sería muy raro, después quizás hasta saque un libro como la novela de las cuatro tipo Pasión de Gavilanes ¿Takano-san cree que esa persona pueda hacer algo?- el brillo de sus ojos no tenía comparación en su cara de niño
_ No perdemos nada con intentarlo- *es la última persona a la que me gustaría pedirle consejo después del malentendido que tuvimos aquella vez pero si consigue que esto acabe le haré un monumento, todo sea con tal de llevarme a Ritsu a la cama*- Está decidido entonces, después me pondré en contacto con aquel “encantador” sujeto.
Mientras tanto en otro lugar de la ciudad un hombre comenzó a estornudar seguido de un escalofrío que recorrió su cuerpo, de inmediato pensó que días difíciles se acercaban.
_ Oe ¿estás bien?
_ Creo que me estoy enfermando, me mareo…- de inmediato su pareja se acercó a sostenerlo y bajó la guardia, momento que el mayor aprovechó para dejar de teatralizar y robarle un beso – acabo de encontrar el remedio para mi enfermedad, no te separes de mí Takafumi
_ Eres un maldito imbécil, un día de estos te daré una patada ahí y te dejaré tus hijos colgados de sombrero- le dijo indicando sus partes nobles
_ No seas tonto que aún conservo la ilusión de que me des un hijo- dirigió su mano al miembro del menor, el cual comenzó a estimular suavemente- podemos encargarlo ahora
_ Nghh, suéltame, no podemos…mmm… hacerlo aquí en la sala
_ ¿Quieres decir que en la habitación si?- susurraba en su oído mientras lamía el lóbulo de su oreja y le dejaba sentir el calor de su aliento
_ Ahh, no digas tonterías, Hiyo…
_ Hiyo está en casa de Yuuki y tendrán una pijamada así que tenemos toda la casa para nosotros solos. Además mírate, ya estás duro- murmuró dejando desconcertado al otro que se quedó sin palabras- Y yo creo que se me está subiendo la temperatura, voy a necesitar los cuidados de una linda enfermera que me asista
Y sin darle tiempo a reaccionar al otro comenzó a besarlo hasta robarle el aliento y lo arrastró a trompicones a la habitación que compartían todos los días desde que vivían juntos.
Ya tendría tiempo para confirmar sus sospechas cuando supiera la turbulencia que se le venía encima. Pero ya saben lo que dicen: siempre que llovió, paró.
***
Tres días más tarde y con varios intentos fallidos había llegado el momento de decirle, pero otra vez Kirishima se las había arreglado para arrastrarlo a su terreno.
Si las paredes oyen, vaya que estas estaban escuchando un concierto. Los gemidos y jadeos ahogaron la habitación y con ella a sus integrantes en medio de la lujuria y la pasión donde se amarían hasta el cansancio.
Zen sí que sabía provocarlo y llevarlo al límite de sus emociones con sus malditas palabras, pero también su destreza no conocía límites. Ese hombre sí que tenía buen manejo de todo su cuerpo y sus movimientos, desde la punta de su lengua hasta la punta de su… bueno, todo su cuerpo.
Ese era Zen, un torbellino de energía que desataba caos en su alma, cuerpo y mente ¡pero como lo amaba! Amaba que lo sacara de quicio, amaba que lo cele como si fuera el tesoro más valioso del mundo y amaba aun más ser amado por él de esa manera tan única y maravillosa que lo había rescatado hace años cuando más lo necesitaba. Él era su vida junto a Hiyori que ahora seguirían criando juntos. Era como él lo había dicho, su verdadero amor. Y aunque no se lo dijera todo el tiempo o no lo gritara a los cuatro vientos como aquel loco haría sino le atara las alas de su loco corazón al suelo, solo quería pasar el resto de sus días junto a él.
Pero a veces era mejor callar, sobretodo porque aquel hombre por más maravilloso que fuera seguía siendo un vanidoso petulante cuando le daba el tiempo y su ego tendía a alimentarse terriblemente como los bichitos feos de los gremlins. Aunque esta vez quizás debería endulzarle los oídos si quería conseguir decir lo que se había estado postergando. Cuando se encontraban recuperando el aliento después de tanta acción, él procedió a ser cariñoso y contrario a lo que pensaba de que por fin lograría que le prestara atención si lo desconcertaba de esa manera, casi le valió otra nueva sesión de sexo con su ferviente amante. Por fin una vez después de que logró parar el ataque de sus manos toquetonas le soltó la noticia que le bajó la libido por el suelo.
Resulta que alguien no había podido comunicarse con Kirishima o tal vez ni lo había intentado para ahorrarse las molestias, entonces decidió involucrarlo al oso para que sea el mediador. Takano pensó que si alguien debería sacrificarse para conseguir el favor del editor mayor, el mejor candidato era Yokozawa. Así que descuidadamente le encargó a él que lo convenciera de que accediera a aconsejar a su grupo de editores para afrontar este reto de la paternidad de la mejor manera posible sin tener que renunciar a su trabajo. Para Zen no era nada divertido pasar su día libre de esa manera cuando sus planes solo incluían la compañía el dueño de su corazón ya que Hiyo estaría en casa de sus abuelos, pero si podía sacar ventaja de eso aceptaría. Claro, con una condición.
Y así finalmente llegaron a un acuerdo esperando a que todo saliera de la mejor manera posible.