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Two to nine. por Green Bubble

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Notas del capitulo:

¡Pequeños seres del averno, digo, de Dios!

Es miércoles y justamente como lo prometí; he aquí el capítulo. Una vez terminé de subir ésto me pondré a escribir el capítulo cinco ;-;, es mas, hasta el seis si puedo para llevar la delantera y tener todo preparado. Sí, soy igual de organizada que LuHan -o al menos eso trato(?)- si no me agobio y asdkjasdsad, debo seguir los horarios que me he puesto yo misma o7.

Miiiiiiiiiil gracias por todos sus bonitos comentarios; todos ya los he contestado<3. Fue muy bonito leerlas, me alientan y no sé, realmente valoro que se den su tiempo de dejarme su huellita.

¿Les cuento un dato curioso del fanfic? ¿No? (?) Bueno tanto insisten -wtf-; los títulos del capítulos son muy distintos a los que tenía de word~ y todos comenzaban con "Oh" pero ya no, lol.

No más palabrerías; here you have the chapter; enjoy!

 

pd. edit.

 

 

 

Era más de lo que merecía, en todas las letras.

¿Cómo había podido serle infiel a Victoria?

Una relación perfecta de cuatro años, sin ningún problema, se estaba quedando en nada por su propia calentura. Él mismo había tomado la decisión de terminar relación que se había encargado de manchar, puede que ella le hubiera perdonado pero él, sinceramente, tenía un fuerte cargo de conciencia. Sabía que, Victoria era demasiado compresiva y, a su manera, trató de entender la situación. Aún así, por el momento LuHan no se sentía merecedor de aquello. Tomarían un pequeño espacio con respecto a su relación, sin embargo, no dejarían de ser mejores amigos en ningún momento. 

Había sido más simple que la escena que había montado en su cabeza.

Sus planes estaban siendo desordenados por ese motivo, ahora su boda que habían planeado —¡hasta sus familias!— desde que era un crío se había ido por el precipicio por su culpa. 

Debía morir

Como odiaba cuando las cosas no estaban en su control, era demasiado molesto, y con Baek recordándole a cada rato esa noche, tratando de sacarle todos los detalles que él consideraba 'jugosos', ganándose uno que otro golpe de LuHan. Todo era un caos.

«La vida sigue», se obligó a recordar, pero cada vez que levantaba el cuello o se bañaba podía notar todo el rastro de ese chico, de Oh Se Hun en él, de verdad empezaba a sentirse como una vaca.

Así que en esos momentos se encontraba ahogándose en una gigantesca cubeta de Kentucky fried chicken —en palabras de LuHan; celestial y grasosa comida—. Nada mejor que pollo bañado en aceite para matar sus penosas idioteces. Apostaba que si había un premio nobel a la estupidez, él ese año se lo estaría llevando.

Y otra pierna de pollo fue devorada.

—¿Mañana es tu primer día de trabajo, verdad? —BaekHyun apareció sentándose a su lado con los ojos entrecerrados por el sueño que estaba abordado dentro de él—. Por todos los santos, LuHan, ¿cuántas has comida ya? —Antes de que pudiera responder su valioso balde de comida grasosa le fue arrebatado—. Qué perfecto plan; engordar para el primer día. Excelente —ironizó el menor frunciendo el ceño.

—Déjame, es sólo por hoy, ¿vale? —pidió LuHan con voz lastimosa. Y su precioso balde fue devuelto a sus brazos.

Se llenó la boca de muchas papas fritas. Hace tiempo que no comía como oso después de hibernar; se sentía de cierta manera bien y le llenaba, literalmente.

¿Cuánto tiempo había pasado desde su desastrosa —perfecta— noche? Cuatro semanas, y ahí estaba él sin poder superarlo como un idiota.

Aún podía recordar los primeros días. Cada marca parecía haber sido grabada con fuego, pues en todo movimiento podía notar escozor o una sensación hormigueante en su cuerpo. Sus muslos habían sido rasguñados, sin compasión, y ni hablar de su trasero. Su primera vez había sido totalmente a lo bruto y de la manera más salvaje pasional del mundo. Y muy dentro de él no se arrepentía de eso, pero prefería guardar eso muy lejos de su conciencia. Nada fuera de lo normal, salvo uno que otro dolor que aumentaba sobretodo en su vientre bajo, pero BaekHyun le aseguraba que era porque LuHan solía ser un ente bastante delicado, sin más. 

Já, delicado.

Todo en "orden" hasta eso, poco a poco su rutina volvía a caer encima de él, dándole la sensación de seguridad. Las cosas volvían a su lugar, como debía ser. 

Nada de Oh Se Hun con sus hipnóticos ojos. 

Sólo le había quedado organizar su material para su primer día de trabajo en esa gran revista que, a decir verdad, le gustaba mucho, bueno, más a su mejor amigo que ahora estaba viendo la famosa comedia americana "Friends". Y de manera pastosa su mente conjugó su situación con la de Rachel después de esa noche de navidad*.

No sabía cuán cierto estaba en hacer esa comparación.

 

 

* * *

 

 

Las arcadas no parecían apagarse en él, peor aún, aumentaron en su potencia.

No, no era la primera vez que estaba parado frente al váter que se estaba convirtiendo en su mejor amigo esos días.

Rápidamente Victoria estaba detrás de él, ¿cuándo había llegado? Pero otra fuerte arcada se agolpó en su garganta. Adiós delicioso y grasoso pollo. No habían sido mucho las veces que había estado así, pero hace cuatro días su olfato se había sensibilizado bastante, al punto de parecer un sabueso —o eso decía BaekHyun—, y todos los olores fuertes le revolcaban el estómago.

Un excelente primer día de trabajo; vomitando en el baño de su oficina. Tan excelente como BaekHyun lo había insinuado hace unas horas. Infiernos, perros, ¡pepinos! Porque a LuHan no le gustaban los pepinos.

—¿Has ido al médico? —preguntó Victoria, una vez todo estuvo fuera de su estómago.

—La verdad no, creo que ha sido porque ayer me comí como un balde entero de pollo frito...

—LuHan.

—Sí, ya sé que tengo un estómago delicado pero no pareció mala idea cuando vi la oferta en la televisión —refunfuñó como niño pequeño, mientras Victoria le pasaba su cepillo de dientes junto con la pasta dental.

—¿Y qué hay de esos dolores en tu estómago? —Las manos suaves y cálidas de ella comenzaron a pasearse por el torso masculino, haciendo que LuHan carraspeara, soltando una pequeña carcajada—. ¿Cosquillas? —bromeó ella, a la par que LuHan negaba con la cabeza metiéndose el cepillo a la boca.

—Sabes que mala hierba no muere —Trató de consolar a su mejor amiga y coger una pequeña toalla para secarse la boca—. ¿Qué hora es?

—Un poco más de las diez...

—¡La que..!

Y ahí salió LuHan como alma siendo perseguida por el mismo demonio.

Su primer día le estaba yendo de mal en peor. ¿Podía comer helado o algo? Miró la señalización de todo el lugar hasta que logró guiarse a la sala, donde se daría la reunión de su primer proyecto. Respiró profundamente aire en busca de infundirse valor para presentarse dentro, donde su jefe seguro lo asesinaría con la mirada por ser un inmundo desvergonzado.

Malditos dolores, malditas nauseas, maldito trabajo. 

Todo sea por el dinero. Amén.

Posó sus dedos en la manija, y la giró como si fuera una película de terror; lentamente hasta que ésta se abrió dejando ver a todos mirando las imágenes que el proyector dejaba ver contra la pared. Sus manos le estaban sudando de manera descontrolado.

Ojalá no notaran su llegada, rogó internamente, no obstante, podía notar una mirada en su columna vertebral, una mirada —conocida— que le enviaba escalofríos en todo su cuerpo. Decidió ignorarlo, no era momento para otra estupidez del año- por el momento, después de todo estábamos hablando de LuHan.

—El señor Zi Tao nos está confiando su más grande colección —aclaró su jefe; Wu Yi Fan, más conocido como Kris, y para LuHan, uno de sus menores en el instituto que siempre había intentado verse de manera cool, pero cuando él aparecía malograba todo eso; llegando a un Yi Fan muy torpe pero divertido—. Asimismo, él ha escogido las personas que modelaran su propia obra de arte —dijo con un aire algo disgustado, dando a entender que él hubiera hecho de otra manera el trabajo—. Así que, tenemos a modelos de la empresa SM.

SM pareció resonar en toda la sala como si ésta tuviera un eco. 

La gran firma de gente famosa

LuHan la había visto de lejos y de sólo leer las grandes agendas de todos sus trabajadores le había dado jaqueca en la pereza para ser más claros

—...Con nosotros tenemos, a nada más ni menos, que a Kim Jong In —Y un apuesto moreno se paró. haciendo una pequeña reverencia y una ola de aplausos le fue dada—. Jung Soo Jung —LuHan podía reconocer en todos lados ese nombre, era una de las alumnas de canto de Victoria. Una pequeña sonrisa de bienvenida se dibujó en sus labios y Krystal movió uno de sus dedos en otro saludo discreto—. También tenemos a la señorita Park Soo Young —anunció Kris, frunciendo ligeramente los labios cuando leyó un último nombre; —Por último, pero no menos importante, tenemos a Oh Se Hun.

Loading.

¿Qué?

¡Qué!

Debía ser una broma de muy mal gusto. Tenía que serlo.

¿Qué pasaba con el mundo?, ¿desde cuándo giraba tan mal y en contra de LuHan?

Alzó a toda velocidad las fichas -donde estaba la información de todo el proyecto- en un idiota intento para protegerse de ser reconocido, pero podía sentir como la peligrosa mirada de SeHun corrió por todo su cuerpo, generando que éste vibrará en respuesta y, de paso, hacerlo tragar saliva. Muy bien, LuHan.

No podía estar pasándole esto. Debía ser otra de sus pesadillas que estaba teniendo éstas semanas. La peor pesadilla que podía tener en todo ese año. Tenía que relajarse. Era trabajo; en el trabajo no podía jugar, se la había arriesgado tanto como para ponerse idiota ante un acostón. Ya era todo un adulto y así era como iba a —debía— comportarse.

Conforme la reunión pasaba esquivó con magistral tenacidad todas las miradas que Sehun le daba. No tembló ni tartamudeó cuando le tocó exponer; cómo harían las fotografías y lo que necesitarían. Fue feliz, al momento que YiFan le presentó al fotógrafo que también sería parte de ello; ChanYeol.

Su primer gran proyecto que iba a ser tomado en serio de manera internacional, no podía permitirse cometer errores ésta vez. Nuevamente, tenía que acomodar todo al plan y así parecía ir. Todo eso logró que LuHan respirara en paz, pero de vez en cuando una que otra mueca de dolor se formaba en sus labios cuando su pecho parecía estrujarse. Quizá le haría caso a Victoria e iría al médico por si las moscas, no podía faltar tampoco por estar enfermo.

«Vas bien, vas bien. Oh no, no vas bien. LuHan, no vomites», imploró a todos los cielos que la reunión ya se diera por cerrada, porque unas tremendas nauseas estaban trepando en su garganta. ChanYeol le dirigió una mirada preocupada y le ofreció un vaso de agua. Tenía que tragarse todas esas arcadas. Ni siquiera había comido algo salvo el pequeño desayuno que Baekhyun —milagrosamente— se había levantado a hacerle porque era su primer día y debía ir 'excelente'.

Parpadeó cuando su conciencia le advirtió que YiFan lo estaba vigilando por el rabillo del ojo.

—Estás pálido —murmuró ChanYeol, y palpó la mano de LuHan para verificar su temperatura. 

Un gruñido muy bajo se escuchó. 

LuHan pestañeó, ¿qué había sido eso?

Y cuando sabía que había estado llevando las cosas en perfecto orden; la tenía que mandar al mismo infierno, levantando la mirada — ¿deja vú? —. Sus ojos chocaron contra la oscura mirada de Se Hun. De repente, las náuseas quedaron en segundo plano. Su boca se sentía como si no hubiera visto agua en toda su vida, en cambio, sí arena. Y, por unos segundos, se permitió hundir en la inexpresiva mirada. Sólo por unos segundos, pero, de golpe, giró la cabeza al oír que YiFan daba por terminada la sesión.

Un suspiro de alivio salió desde lo más hondo de su alma, agradecido por ello.

Alabada sea la piedad del Señor.

Dejó que toda la gente, que ocupaba el lugar, saliera pero antes le dio una mirada a SooJung, que también se había alarmado al verlo así, ¿había sido tan obvio? ¡Excelente día de trabajo! Una especie de sollozo salió de su boca, haciendo que la chica negara con la cabeza con una sonrisa para después salir.

Mataría a Baek, ¿qué diablos le había puesto en su comida? Ese pequeño pillo era capaz de todo por reírse, aunque sea unos momentos, y tampoco era novedad que tomara a LuHan como su primera víctima para ejercer sus bromas.

—¿LuHan?

Levantó la cabeza encontrándose con YiFan y dos chicos más; JongIn y SeHun. No ahora, Buda, no necesitaba de eso ahora. ChanYeol estaba a punto de tomar sus cosas y retirarse, pero LuHan estiró la mano, pescando su brazo; obligándolo a sentarse a su lado, no podía quedarse con esos tres en una sala menos con Oh Se Hun. Ni de broma.

—¿Qué pasa, Kris? —preguntó como si nada, evadiendo a toda costa la directa mirada que le daba SeHun. ¿Es qué no podía fingir que no se conocían? No, no, no, tenía que haber estado mirándolo toda la puñetera reunión haciendo que su estómago se hiciera un nudo más grande de lo que ya estaba.

No sabía quién era más idiota; SeHun o él por no poder ignorarlo como lo que era; un simple ligue.

—¿Estás enfermo...?

—¿Eh? No, no, ¡claro que no! —cortó LuHan, rápidamente negando con la cabeza. 

Pero dejó de hacerlo cuando una corriente de nausea volvió a tomarlo, obligándolo a que respirara con fuerza por la nariz, aplastando entre sus dedos el brazo de un ChanYeol claramente confundido.

—Pues no lo pareces —declaró una grave voz, haciendo que LuHan se desconectara por unos momentos del mundo. ¡Tierra, LuHan, tierra! Se dio un pellizco a sí mismo y soltó un bufido en respuesta; logrando que SeHun alzará una ceja sin tampoco comprender todo el asunto—. Lo llevaré a la enfermería si no les molesta.

No tuvo voz ni voto en ello y fue arrancado vilmente del agarre con ChanYeol, que lo miró con culpa y LuHan le dio una sonrisa tratando de apaciguar ello; no era su culpa, en lo absoluto.

¡Era por su misma culpa, por andar de bestia hormonada!

Todo lo contrario de lo que esperaba que SeHun le causara, no fue nada de eso, simplemente tenía todas las ganas de echar su estómago muy lejos de él. ¿Se había sobrepasado con el pollo? Sabía que no debía haberle echado tanta mayonesa. Lo sabía. ¿Alguna otra idiotez para el mes, LuHan? Pf.

Fue entonces cuando tomó conciencia de donde estaba y con quién estaba; en medio pasillo siendo jalado, como si fuese una cometa. Oh, no, no, no, eso ya lo había visto en las películas y nunca resultaba bien.

Movió su brazo, tratando de zafarse del agarre de SeHun, pero éste cerró con más fuerza sus dedos en la muñeca de LuHan. Pero, LuHan, era un tipo bastante cabezota si había que resaltarlo- se plantó en pleno pasillo, sin vergüenza alguna.

Ya había sido raptado una vez por ese tipo y ahora estaba así por ello, no tropezaría con la misma piedra de nuevo como se llamada Lu Han.

—No hagas esto más difícil —gruñó SeHun, en respuesta sólo recibió otro jalón de LuHan que intentaba liberarse de él.

La mirada de SeHun pasó de ser una inexpresiva a una furtiva para después ser heladamente seria; paralizando, figurativamente, a LuHan en su sitio. 

Y ágilmente su espalda fue puesta contra la pared.

¡No, no, no de nuevo!

Se removió cual gusano buscando una salida, si era necesario gatearía en busca de su libertad, pero SeHun lo tenía atrapado sólidamente contra la pared y su cuerpo.

Un suspiro de derrota salió de los labios de LuHan. Sintió la mirada de SeHun barrer todo su rostro hasta descansar en sus labios, causando que un sonrojo se posará en sus pómulos.

De verdad que era un tonto sin remedio, ahí estaba inmovilizado por Oh Se Hun.

Por milésima vez.

—SeHun tengo que irme...

—¿A dónde?

—No es de tu interés, ahora, gracias por tu "ayuda" pero puedo conmigo mismo.

El entrecejo de SeHun se frunció y un chasqueo se advirtió en todo el vacío pasillo. Qué conveniente.

—¿Vas a actuar así como si nada? —murmuró SeHun, acercando peligrosamente su rostro hacía el de LuHan, que trató de fundirse con la pared para que no sucediera otra vez la misma tontería, porque no podía pasar. Una vez que sus labios volvieran a ser atrapados entre los de SeHun; todo ese mar de sensaciones volverían a atacarlo y no, no de nuevo.

—¿Hay otra? —preguntó, tragando saliva, e inconscientemente sus nervios le obligaron a morderse el labio inferior con fuerza. 

Espera

Eso no eran nervios. Era algo revoloteando con brusquedad en su estómago; buscando salirse, que subió abrazándose de su garganta; una arcada.

Y de un fuerte empujón separó a SeHun antes de que pudiera voltearse para dejar que todo el contenido —cero— de su estómago saliera de su organismo.

 

 

* * *

 

 

Su cabeza parecía ir y venir en un viaje de círculos. Se sentía débil y pequeños escalofríos le recorrían el cuerpo, a pesar de tener el abrigo de SeHun encima de sí.

No estaban haciendo la gran cosa, salvo que en lugar de andar en la enfermería; andaban en una clínica.

SeHun no dio tiempo a réplicas ni nada por el estilo y LuHan se sentía lo suficientemente agotado para contradecir algo, además de cierta manera le venía de perlas; le había dicho a Victoria que iría al médico, ¿verdad? Bueno, un variante extra en la ecuación no causaba mucho daño en todo.

El único problema era que, ahora tenía que librarse de la presencia de Oh Se Hun; que ponía más lento su cerebro y toda su lógica, no era lo que necesitaba, mientras esperaba que el médico lo revisara por completo.

Vio como el médico le tomaba la temperatura, luego lo hizo recostarse en la camilla y un rápido SeHun ya estaba parado a su lado, vigilando las manos del médico, que sólo ignoró el gesto que había hecho a LuHan volver a tener un bonito rojo en su rostro.

«¡Concéntrate! Lo está haciendo porque eres parte del proyecto», se recordó a sí mismo, o bueno, de eso quería convencerse y no mezclar mucho más sus pensamientos. Porque sí, su mente estaba hecha una maraña sin sentido.

—En realidad no creo que lo suyo haya sido una indigestión —dijo el médico, una vez hubo terminado de examinar su cuerpo y LuHan alzó una ceja esperando el veredicto final; si no era terminal, todo tendría solución—. Pero necesito una prueba de sangre para saber con más exactitud lo que pasa.

Ugh. LuHan odiaba las agujas y también ver la sangre, la sangre siempre lograba voltearle el mundo y por el momento su mundo ya estaba bien chueco para agregarle algo más, gracias. Pero, de nuevo, SeHun le dio una severa mirada haciendo, que a regañadientes, permitiera que le desnudarán el brazo dejando ver una de sus venas principales.

No tenía un buen presentimiento de ello, el rojo de su sangre parecía decirle eso: pe-li-gro- ...Estaba haciéndose películas mentales.

—SeHun, sabes que no debes quedarte, ¿verdad? Ya ha sido suficientemente vergonzoso con que te haya vomitado.

—Fue un casi me vomitaste, pero por suerte no ha sido, LuHan.

—Como sea, ¿no debería irte a casa?

Había tratado de ser suave y sutil, pero SeHun ignoraba todas las indirectas que le había echado y algo que no gustaba ni era su pasatiempo principal; era que una persona lo viera enfermo o débil. A LuHan le gustaba sentirse fuerte y que podía contra el mundo, una clínica no era un buen escenario para demostrarlo, mucho menos con un desconocido que lo conocía muy bien- en realidad; a su cuerpo. Rayos, no debía estar pensando en eso.

—Debería besarte, cuando lo hacía parecías mucho más callado y sumiso.

Un golpe fuerte fue dado, haciendo que una pequeña risa saliera de los labios del herido, o sea; SeHun.

¿Qué era lo divertido en todo ello? ¿No veía que le habían sacado sangre?

Era un modelo; cabeza en los cielos, ¿qué esperaba?

—¿Eres así con todos los enfermos que te encuentras?

—En general no, tú no eres un enfermo cualquiera.

—Ah, gracias, no soy un cualquiera.

—Eso no es lo que he querido decir, LuHan, no metas palabras en mi boca.

LuHan arrugó la nariz, dejando que un gruñido vibrará en su garganta. Si hubiera conocido sobrio a SeHun no se habría acostado con él ni nada por el estilo, en realidad, lo hubiera ignorado. 

Era cuestión de verlo, SeHun tenía todo ese aire de elegancia en él, por lo visto era más joven que —lo supo cuando revisó las fichas en uno de sus esfuerzos por ignorarlo—, de hecho, tenía veinte años, procedencia italiana y surcoreana. Medidas perfectas, un rostro correctamente simétrico. Un modelo de alta categoría, sólo encajaba con LuHan porque se encargaba de tomar fotografías. Seguro un chico con los humos hasta el cielo. No era su tipo en lo absoluto pero tampoco era su tipo prejuzgar a la gente.

—Señor LuHan.

—¿Disculpe?

La mirada de SeHun también se había alzado, podía notar algo extraño en sus ojos. ¿Eso era preocupación? ¿Burla? ¿Curiosidad?

—¿Puede seguirme?

—Uh, sí, claro.

Le dirigió una mirada a SeHun que se la devolvió.

Entonces, se dio cuenta que la mirada del muchacho; reflejaba preocupación honesta.

LuHan se sintió ligeramente culpable y en un veloz movimiento había dejado una pequeña caricia en el rostro del menor, que sólo soltó un refunfuño, porque no lo dejó ir con él.

Otra cosa de LuHan es que era muy reservado con sus cosas personales, normalmente le costaba abrirse y menos confiar en la gente, eso no quería decir que fuera antisocial o algo parecido, sólo retraído. Simple. Y SeHun no parecía ser simple... en lo absoluto.

Siguió en la enfermera hasta que entraron a la zona rosa de la clínica. LuHan parpadeó confundido, ¿qué estaban haciendo en el ala de maternidad? No dijo mucho, quizá la enfermera tenía algo que dejar por esos lares.

Imágenes de cigotos, fetos, cuidados pre-natales. Todas esas cosas que se veían cuando alguien iba a ser padre; arreglos infantiles como florecitas con sonrisas- Sacudió la cabeza, sin lograr comprender nada en todo lo que estaba sucediendo. La enfermera le dio un pequeño empujón, haciéndolo entrar en el consultorio de, al parecer, el médico "Do Kyung Soo".

—¿LuHan?

—Ese soy yo —susurró, algo asustado por todo ese ambiente que estaba alterando su corazón—. Creo que se han confundido de paciente...

—No lo creo. ¿Podrías sentarte? Lo que te voy a decir es algo inusual pero no algo muy grave, supongo. —LuHan parpadeó por unos momentos y miró al chico que estaba delante suyo con el certificado de ser un médico pero hasta se le hizo que también era menor que él. Eso no importaba. Hizo caso y tomó asiento delante del chico de grandes ojos que volvía a releer los resultados de su examen sanguíneo—. Vaya, eres uno en un millón de personas.

«¿Gracias...? »

—¿A qué se refiere?

—Los años pasan —LuHan ahora sí que estaba perdido—, las especies evolucionan, y un pequeño grupo de humanos varones también lo ha hecho. No eres el primer caso en el mundo y tampoco en Asia, de todas maneras aún no hay información exacta de cómo sucede... pero ahora lo estás viviendo tú... Hmn, señor LuHan, usted está embarazado.

—¿Perdón, qué? 

Notas finales:

Éste tampoco está beteado ;_; porque mi beta sigue ocupada y no me gusta presionarla aslkdjadas. Sin embargo yo le he dado una super leída como tres veces y hasta cuatro(?), me pongo muy perfeccionista, askdjasdsa.

Como podrán notar LuHan es bastante enojón(?), un chico que le gusta refunfuñar bastante pero como aclaré en el primer capítulo; él se suele asustar cuando las cosas se salen conforme lo planeó por eso es que tiene los nervios crispados agregando SeHun; está que explota(?).

Y SeHun no es como LuHan piensa lol, bueh, quizá sí algo, es joven después de todo ;_; yasítodojovenharéqueseapadre. ¿Cómo creen que SeHun es en realidad? Iáh zéh que hago preguntas tontas sakljdasds pero tengo curiosidad de saber lo que piensan.

¡Y BAM! LuHan está embarazado, es la explicación más práctica y menos liosa que me he ideado~. Turururú, ¿qué piensan que hará LuHan embarazado? Porque, es decir, es un hombre embarazado. EMBARAZADO CON O. Ya, me calmo lol.

 

No les digo más;; Espero les haya gustado el capítulo<3.

See you!


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