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Reconciliación por lordsatansoo

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Notas del fanfic:

Este es el primer fic que escribo por mi cuenta y me animo a subirlo. Espero que os guste y no dudéis en comunicarme cualquier error que veáis.

Notas del capitulo:

Este fic le escrbí para celebrar el día del Kaisoo, ya que es mi OTP principal de EXO. Espero que les guste <3

»Por Kyungsoo«

 

Suspiré mientras cogía la ropa de mi taquilla y me quitaba el uniforme de trabajo, todo lleno de salsa de tomate porque uno de los camareros no tiene ningún cuidado cuando entra y sale de la cocina.

 

Mis compañeros estaban haciendo planes para esa noche y hablaban de ir a un bar de copas cercano al restaurante que, por lo que Minji la camarera esta diciendo, era ideal para después del trabajo.

 

— Kyungsoo, ¿vendrás? — me pregunta otro de mis compañeros, Yoongi, el único camarero al que aún no había calificado como jodidamente torpe.

 

— No estoy de humor —dije mientras empezaba a vestirme.

 

— Venga, lo mejor después de un mal día es una buena sesión de alcoholización —sonrió como si aquel fuese un buen argumento.

 

Realmente había tenido un mal día, pero el alcohol no me pareció la mejor solución para ello, seguramente solo lo agravaría y ya tenía bastante con mi orgullo haciendo su trabajo.

 

— Quizá otro día chicos, ahora sólo quiero ir a mi casa y descansar —forcé una sonrisa cansada y terminé de ponerme mi ropa antes de despedirme vagamente y salir del vestuario y del restaurante después.

 

Me abroché bien la chaqueta, protegiéndome del frío aire y caminé hasta mi casa, con mi mente en lo que había ocurrido esa mañana.

 

 

Jongin llegó a casa de sus clases en la universidad antes de tiempo, venía contento, pero su sonrisa se borró en cuanto entró al salón y me vio en compañía de Chanyeol.

 

El grandullón y yo estábamos tomando unas cervezas mientras jugábamos en la play a uno de los juegos nuevos que había traído para probar conmigo. Aún no entiendo como Jongin se enfadó tanto.

 

Chanyeol se fue menos de un minuto después de que el celoso de mi novio llegase, seguramente algo intimidado por la mirada de puro odio que le dedicó. Apenas se despidió con un vago 'Nos vemos Soo' y se fue, dejando la cerveza a medias y el videojuego olvidado.

 

Jongin me miró con cierto rencor y antes de que pudiese darme cuenta estábamos teniendo una fuerte discusión sobre si Chanyeol quería o no meterse en mi culo y sobre si él era un jodido celoso. La multitud de argumentos que di a favor de que Yeol solo era un amigo y que, además de que nunca me acostaría con él, tenía novio desde hace bastante tiempo no parecieron convencerle lo más mínimo.

 

Arto de sus gritos me metí en la habitación para vestirme e irme a trabajar, temiendo llegar tarde. Me peiné pasándome la mano apresuradamente por el pelo y salí del apartamento sin murmurar siquiera una despedida, cerrando de un portazo y dejándole aún enfadado allí solo.

 

He de admitir que durante toda la tarde eché de menos escaparme al vestuario cada poco tiempo y coger mi móvil para mensajearme, bastante melosamente, con Jongin. Estuve a punto de ir corriendo y pedirle disculpas, pero mi orgullo, y el hecho de que estaba totalmente convencido de no haber hecho nada malo, me lo impidió.

 

Así estuve de mal humor en el trabajo, sin ganas de hablar con nadie y deseando un fuerte abrazo del idiota de mi novio.

 

 

Me paré frente a la puerta de nuestro portal, abriéndola y agradeciendo el calorcito que me dio al entrar. Subí las escaleras lentamente, intentando retrasar el momento de volver a casa todo lo posible, hasta el sexto piso. Me apoyé en nuestra puerta para recuperar el aliento, suspirando antes de girarme y mirarla fijamente. Respiré hondo cinco veces antes de meter la llave en la cerradura, y lo volví a hacer otras tres antes de abrir la puerta.

 

Me encontré la casa casi a oscuras, iluminada débilmente por la luz proveniente de la televisión del salón. Me quité la chaqueta y los zapatos, dejando todo en el armarito de la entrada y me quedé mirando el pequeño pasillo unos segundos antes de convencerme para moverme de allí.

 

Caminé hacia la puerta del salón, la primera a la derecha, mordiéndome el labio y asomándome. Vi a Jongin tumbado cual largo era en nuestro único sofá, mirando fijamente un programa de humor con el pelo tapándole parte de la cara.

 

— Hola —dije en voz tan baja que dudé si me habría oído.

 

Mi novio me miró de reojo y cuando el pelo cayó hacia un lado pude comprobar que tenía los ojos rojos y algo hinchados, por lo que deduje que había estado llorando después de que me fuera.

 

— Hola —murmuró paseando la vista por mi cara, pero sin llegar a mirarme a los ojos.

 

Se sentó en el sofá, subiendo las piernas y abrazándose a ellas, apoyando la barbilla sobre sus rodillas. Parecía un niño asustado de que le fuesen a gritar por haber hecho algo mal, pero yo ya no tenía ganas de gritarle. Me senté en la otra punta del sofá, quedándonos bastante cerca debido a que no era muy grande, pero sin llegar a rozarnos.

 

— Jongin, creo que deberíamos hablar.

 

Él respiró hondo y asintió antes de mirarme, dejándole comprobar que sus hombros temblaban levemente. Verle tan vulnerable me hizo que querer abrazarle, pero me conformé con acercarme a él, rozando mi hombro con el suyo.

 

— Imagino que habrás estado pensando en lo de antes —dije.

 

— Sí. No he hecho otra cosa — me respondió mientras, por fin, me miraba a los ojos— Lo siento, no debí ponerme así, pero ya sabes que no me gusta como te mira Chanyeol, como si fueses suyo o algo así.

 

— Jongin, no empieces con eso de nuevo, Yeol es mi mejor amigo y me mira como a tal —dije— Y si me mirase de la forma que tú dices a mí me daría igual porque no soy de él, ni voy a serlo.

 

Le vi parpadear varias veces, abrazándose a sus piernas con más fuerza.

 

— Lo siento, Soo —susurró— Yo simplemente siento celos, muchos, de él. Sé que no debería porque él tiene novio y tú me lo has dejado claro muchas veces, pero no logro evitarlo. Perdóname por favor, no quiero perderte por una estupidez.

 

Le miré sin decir nada y una pequeña sonrisita apareció en mi rostro. Me acerqué más a él, apartándole el pelo de la cara para verle bien.

 

— No vas a perderme, tranquilo. Pero necesito que comprendas de una vez por todas que de quien estoy enamorado es de ti. Tú eres el hombre de mi vida, no Chanyeol, pero él es mi mejor amigo y también me gusta estar con él —Jongin me miró y asintió— Pues ya está, no tienes que preocuparte por nada, tú eres el único al que dejo que me mire como si fuese suyo.

 

— Soo, de verdad que lo siento. Te lo juro.

 

— Lo sé, Jongin -susurré mientras le acariciaba la cara— Yo también siento haber perdido los nervios con tanta facilidad y haberte gritado antes.

 

— Estabas en tu derecho.

 

Negué con la cabeza y le abracé, rodeándole con mis brazos, notándole dudar un instante antes de que se apoyase en mí y escondiese la cara en el hueco de mi cuello.

 

— Olvidemos esto ya, ¿vale?

 

— Vale —susurró y su aliento rozó mi cuello, haciendo que me estremeciese antes de notar sus labios en mi mejilla, dándome un pequeño beso.

 

Jongin sonrió y se separó, sonriéndome antes de acariciar mi cara, apenas rozándola con la yema de sus dedos. Nos miramos a los ojos y me incliné hacia él, rozando la punta de su nariz con la mía de forma cariñosa, haciendo que su sonrisa se agrandase.

 

— Te amo, Soo —susurró.

 

— Te amo, Jongin.

Antes de que pudiese terminar de hablar le tenía sobre mí y estaba tumbado en el sofá, con su cuerpo entre mis piernas, esbozando una de esas medias sonrisas que él sabía perfectamente que me volvían loco.

 

— Vamos a hacer las paces como es debido —susurró a la vez que se inclinaba hacia delante, mirando mis labios, lanzándome después una mirada como si me pudiese permiso.

 

Sonreí y se inclinó un poco más, besándome con suavidad, sin llegar a profundizar. Eché mi cuerpo ligeramente hacia arriba, buscando rozar el suyo y mis brazos rodearon su cuello.

 

Jongin sonrió y sentí sus manos frías acariciando mi abdomen bajo la camiseta, pasando después a mis costados, logrando que soltase pequeños suspiros.

 

Apretó su cuerpo contra el mío, volviendo a juntar nuestras bocas. Él entreabrió la suya y yo aproveché para introducir mi lengua, rozando la suya mientras acariciaba sus hombros.

 

Noté sus manos rozando mi espalda, deslizándose paro coger el bajo de mi camiseta y quitármela. Acaricié su cuello y su torso, rozando sus músculos apenas marcados bajo su camiseta antes de deshacerme de ella y tirándola al suelo junto a la mía.

 

Volvió a esbozar esa media sonrisa, logrando que me mordiese el labio antes de sentir los suyos rozando mi cuello y su aliento caliente golpeando contra él. Eché la cabeza hacia atrás, invitándole a probar mi piel y él comenzó a besarme, logrando que me estremeciese cada vez que la sorbía o mordía, unas veces con más suavidad y otras dejándome muy claro que me iba a dejar una buena marca.

 

Un pequeño gemido escapó de mi boca cuando me mordió el lóbulo de la oreja a la vez que una de sus manos jugueteaba con una de mis pezones, provocándome una casi instantánea erección. Sonreí y le volví a besar, dejando que nuestras salinas se mezclasen mientras mis manos se movían juguetonas por su cuerpo, terminando por desabrochar el botón de su pantalón y comprobando que él estaba tan duro como yo.

 

Alcé una ceja y bajé un poco su pantalón, rozando su erección con la punta de los dedos, sonriendo al escucharle soltar un pequeño gemido. Tiré más de sus pantalones y él se los acabó de quitar ágilmente con las piernas, empezando a desabrochar los míos mientras decidía que había llegado mi turno de jugar con su cuello, sin dejar un solo centímetro de su piel sin recorrer con mis labios.

 

Jongin dejó escapar pequeños gemidos, mezclados con algún suspiro de impaciencia, deshaciéndose al fin de mis vaqueros, acariciando mis piernas y la parte interna de sus muslos, haciéndome temblar. Le vi morderse el labio antes de posar su mano en mi entrepierna, presionando levemente y mi miembro y haciéndome arquear la espalda.

 

Sonrió y empezó a masajear mi erección, logrando que me revolviese de placer. Mi mano se deslizó por su abdomen hasta el bulto de sus bóxer, empezando a moverse al mismo ritmo y provocándole el mismo placer que él a mí.

 

Me mordí el labio, observando su cara y disfrutando de su expresión casi más que de los movimientos de su mano, que cada vez se hacían más insistentes y me hacían dejar escapar pequeños gemidos. Jongin volvió a gemir, dedicándome una de sus perfectas sonrisas antes de deshacerse de mi ropa interior, liberando mi erección, que rozó su cuerpo cuando se inclinó hacia mi cuerpo de nuevo a la vez que se quitaba sus bóxer.

 

Sus manos recorrieron nuevamente mis piernas, separándolas más y permitiéndole observar fijamente mi entrada a la vez que se mordía el labio. Sonreí y cogí su mano derecha, mirándole a la vez que me introducía dos de sus dedos en la boca y jugaba con ellos usando mi lengua, empapándolos de mi saliva. Vi como su pecho subía y bajaba a más velocidad, sin que sus ojos se apartasen de mí mientras su mano acariciaba mi erección.

 

Arquee la espalda, clavando los dientes en uno de sus dedos, escuchando como un pequeño gemido escapaba de sus labios. Sonrió y apartó su mano, agachándose entre mis piernas y rozando mi miembro con la punta de su nariz antes de introducirme uno de sus dedos.

 

Respiré hondo y alcé las manos por encima de mi cabeza, sujetándome al brazo del sofá mientras él comenzaba a mover su índice dentro de mí. Mi cara formó una pequeña mueca de dolor que cambió radicalmente cuando Jongin encontró mi punto de placer, haciendo que dejase escapar pequeños gemidos. Mis manos se agarraron con más fuerza al brazo del sofá y empuje mis caderas hacia delante, buscando más. Le vi sonreír y no tardó en penetrante con un segundo dedo, moviendo ambos en mi interior, separándolos y logrando que algún pequeño gruñido se mezclase con mis cada vez más audibles gemidos.

 

— Hazlo ya —jadeé mirándole, casi suplicando con la mirada y mandando a la mierda a mi parte orgullosa.

 

Sentí como sus dedos salían de mi interior y le miré mientras cogía una de mis piernas, la más cercana al respaldo del sofá y se la colocaba sobre el hombro, sonriéndome. Me mordí el labio y noté su miembro rozar mi entrada, suspirando levemente antes de que se introdujese en mí, penetrándome lentamente y llenando mis oídos con uno de sus gemidos.

 

Cerré los ojos con fuerza y respiré hondo, notando como su miembro me llenaba por dentro y tardando unos segundos en acostumbrarme a la ya conocida sensación. Jongin sujetó mi pierna, apoyando sus rodillas en el sofá y dejando mi otra pierna entre las suyas, con mi cuerpo ligeramente girado, y empezó a moverse, haciéndome temblar a medida que el placer iba apareciendo.

 

Noté sus dedos clavados en mi cadera, haciendo suficiente fuerza como para dejarme marca. Su cuerpo se inclinó sobre el mío una vez más, alzando más mi pierna y haciendo la penetración más profunda. Comenzó a jugar con uno de mis pezones a la vez que besaba mi cuello, consiguiendo que me devolviese de placer.

 

Le escuché gemir contra mi piel, jadeando con fuerza a medida que sus embestidas aumentaban de ritmo, haciéndose aún más profundas y yo me deshice en gemidos a la vez que empujaba mis caderas contra él, haciendo que nuestros cuerpos chocasen el uno con el otro.

 

Volvió a incorporarse, mirándome desde arriba y humedeciendo sus labios. Yo mordí el mío, soltándome del sofá con una mano para llevarla a mi erección, comenzando a masturbarme siguiendo su ritmo.

 

Gemí sin dejar de mirarle, aumentando el ritmo con el que movía mi mano. Jongin sonrió y un gemido ronco escapó de su garganta antes de que nuestros ojos se encontraran, y ambos compartiéramos una media sonrisa jadeante.

 

Sentí un conocido cosquilleo en mi bajo vientre, que me hizo temblar. Intenté mover mi mano más rápidamente, arqueando mi espalda sobre el sofá mientras mis gemidos se mezclaban con los de Jongin antes de que me corriese, salpicando mi abdomen y tensando mi cuerpo.

 

Jongin me embistió varias veces más mientras mi cuerpo aún temblaba con los restos de mi orgasmo, notando después como su semen me llenaba por dentro, logrando que mi cuerpo se estremeciese por completo. Se siguió moviendo cada vez más lentamente hasta que se detuvo y nos miramos.

 

Bajó mi pierna y la dejó con cuidado sobre el sofá, saliendo de mí y dejándome con una extraña sensación de vacío. Se dejó caer hacia atrás, sentándose en el sofá y mirando mi cuerpo, que aún temblaba. Cerré las piernas, evitando que el líquido blanco que se escurría entre ellas manchase el sofá y le miré a los ojos.

 

Ambos jadeábamos y él se inclinó sobre mí, apartándome el pelo húmedo por el sudor de la cara, besándome despacio y sin profundizar, haciendo que una sonrisa apareciese en mi cara.

 

Sus manos acariciaron mis piernas y me besó en la frente. Cerré los ojos, terminando de normalizar mi respiración y sus brazos me rodearon, uno por la espalda y el otro bajo mis rodillas, alzándome del sofá. Entreabrí los ojos y vi como salíamos del comedor y entrábamos después en la habitación.

 

Abrió la cama con agilidad y sin soltarme, tumbándome después con delicadeza. Bostecé y le sonreí mientras el salía de la habitación, dejándose de oír el murmullo de la televisión antes de que volviese y se tumbase a mi lado, tapándonos antes de rodearme con ambos brazos.

 

Apoyé mi cabeza en su pecho, acariciándolo con mi aliento mientras una de sus manos jugaba con mi pelo.

 

— Te amo —le oí susurrar junto a mi oído antes de que me besase la mejilla.

 

— Te amo —dijo mientras mis ojos se cerraban y mi mente se quedaba poco a poco en blanco, pensando que quizá no había estado tan mal discutir con Jongin, antes de quedarme profundamente dormido entre sus brazos.

 

 

—FIN—

 

Notas finales:

Espero que os haya gustado ^^

Cualquier cosita que veáis o queráis decirme estaré encantada de leer vuestras reviews.

FELIZ DÍA DEL KAISOO A TOD@S <33


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