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Can't you just be mine? [Kaisoo] por kimlawliet

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Notas del capitulo:

Gracias por esperar, ayer me quedé frita nada más llegar a casa. Pero como en facebook dije que actualizaría me puse a escribir. No tenía tiempo para actualizar ambos fics asi que pregunté cual querían que actualizara de los dos fics y pues me pidieron este.

Aquí el capitulo, es un poquito largo... creo que me pase escribiendo. Bueno disfruten! <3

Pov Kyungsoo.

–¿Cómo coño te tengo que decir que no toques lo que me pertenece?

Abrí los ojos de golpe, reconociendo al instante esa voz. Lo miré, estaba a mi izquierda a pocos centímetros de mí sujetando la mano de Suk con una expresión desagradable en el rostro. Este último apartó la mano furioso por la inesperada intromisión.

¿Si no hubiese llegado me hubiese pegado?

¿Cuándo llegaste a cambiar tanto Suk? ¿Realmente fue todo mi culpa?

Sujeté mi muñeca desviando la mirada al suelo, estaba realmente roja, me dejó la marca de su agarre. Noté como acariciaban mi brazo hasta bajar a mi muñeca, mi cuerpo se tensó pero al alzar la mirada y ver que se trataba de Jongin me relajé automáticamente. Lo miré con una sonrisa avergonzada, que transmitía felicidad y agradecimiento y en seguida su semblante cambió de molestia a preocupación. Cogió mi muñeca, tras examinarla y verla bastante roja, acarició con el pulgar la zona herida. Nos mirábamos a los ojos, ya no tenía miedo de Suk, me sentía realmente protegido con Jongin. Solo era capaz de mirarlo a él, pero no pude evitar sentirme indefenso, no por Suk, indefenso por Jongin por lo que provoca en mi. Además, él ya lo sabe, seguro que escuchó mi última frase.

 "¡No sabes lo que es sentirse inferior e insuficiente!" "¡¡Si lo sé!!"

La vergüenza me inundó, me obligo a pensar que no estoy enamorado, ¿pero realmente puedo renunciar a él cuando me mira así?

Suk apartó a Jongin de mi campo de visión y me cogió de los hombros, mis ojos se abrieron, rompió la burbuja en la que me había sumergido, ni siquiera me acordaba de que Suk estaba aquí, me removí asustado. Apretó sus dedos en mis hombros haciendo que cerrara los ojos y apretara los dientes por el dolor.

–¿A ti a caso te gu...? –pero no terminó la frase porque Jongin tiró de su pelo hasta alejarlo de mi. Gritó y me asusté, fui a acercarme pero Jongin se puso en medio realmente molesto.

–¿Vas a defenderlo incluso cuando te ha hecho daño? –gruñó, me encogí de hombros.

Suk estaba realmente cabreado, se fue a acercar a Jongin pero me puse en medio.

–No peleen por favor –Suk me fulminó con la mirada. Se estaba aguantando las ganas de comenzar una pelea, se lo notaba en cada vena de su cuello que quería saltar encima de Jongin.

–Vámonos por favor –le susurré a Jongin. En ningún momento me miró, seguía con la vista fija en Suk y este en él. Se podía sentir la tensión en el ambiente. Parecían dos animales esperando el movimiento del contrario para empezar a pelear a puño limpio.

–Por favor –repetí. Esta vez si me miró y su semblante se relajo un poco, dejó escapar un "Tsk" para luego pasar una mano por mi hombro y hacer que caminara delante de él.

Su mano residía en mi hombro, y me empujaba levemente para que avanzara. No sé si era su intención, pero que no apartara la mano para mí era una señal de "yo estoy aquí" pero eso no es propio de él, ¿verdad?

–¡¿Dónde creen que van?! ¡No hemos terminado de hablar! –Jongin paró porque dejé de sentir su mano en mí. Se había dado la vuelta, para encararlo. Suk se acercaba y no pude evitar sentir miedo –¿tú eres Kai no? No te metas en nuestros asuntos, no tienes nada que ver en esto –Jongin sonrió con malicia.

–Cualquier cosa que gire en torno a él, tiene que ver conmigo. Como te vuelva a ver cerca de él, te parto la cara –apretó la mandíbula –no quiero ver tu asqueroso culo cerca de él, nunca  –amenazó, Suk sonrió ante las palabras pronunciadas por Jongin. Me miró y encogí todo el cuerpo, mis hombros cayeron, sentía cada fibra de mi cuerpo debilitándose, impotentes. Me puse completamente detrás de Jongin y lo cogí de la camiseta.

–Así que lo engatusaste... Tardas muy poco en conseguir nuevas presas –dijo mirándome, y agaché la cabeza herido por esas palabras, pero una carcajada proveniente de Jongin me hizo alzar la vista.

–¿Y qué si lo ha hecho? –mis ojos se abrieron  –Eres realmente patético. Tú no lo amas, solo tienes una jodida obsesión con él. No confundas los términos.

–Cabrón –Suk levantó el puño y se abalanzó contra Jongin y, al darme cuenta de que Jongin ni se inmuto, como si no tuviera intenciones de pararlo, intenté detenerlo. Alcé las manos pero Suk empleó tanta fuerza que mi intento fue insuficiente y el puño chocó contra mis manos que fueron directas a mi mandíbula. Perdí el equilibrio y caí al suelo de lado. Me quedé unos segundos ahí tirado, mi cabeza daba vueltas e intentaba moverme pero solo conseguía marearme.

Apoyé las manos en el suelo y giré la cabeza, para ver como Jongin le daba un puñetazo directo al puente de la nariz. Suk se llevó las manos al rostro que ahora sangraba como nunca.

Jongin clavó su mirada en mí y se acercó. Me levantó con delicadeza y cogió mi rostro entre sus manos. Lo movió de un lado a otro. Gruño cabreado y fue a girarse y volver a encarar a Suk pero tiré de la parte trasera de su camiseta.

–Vámonos a casa... –murmuré –por favor... –su mandíbula se tensó pero respiró hondo y cogió mi muñeca. Moví mi mano para que quedara entrelaza con la suya y tiró de mi. A lo lejos se escucho a Suk gritar "Esto no quedará así" "Nadie me hace esto y sale inmune".

–No sé que viste en él, es despreciable –escupió.

–Antes no era así –dije cabizbajo –era realmente atento, siempre cumpliendo mis deseos, adivinando que me pasaba, era pacífico, divertido, yo... no sé en qué momento se torcieron tanto la cosas.

Paró de caminar y volvió a mirarme, cogió mi rostro con una mano y lo inspeccionó con más detenimiento. Al tenerlo tan cerca, analizándome, los colores subieron a mi rostro.

–¿Por qué te metiste en medio? –preguntó con un atisbo de molestia en la voz.

–Parecía que no tenías intención de quitarte...

–Quería ver su fuerza, pero nunca pensé que te pondrías en medio. Tuviste suerte de haber frenado un poco el golpe con tus manos –dijo acariciando mi mandíbula, noté mis mejillas desprendiendo calor, pero a él pareció no importarle –¿por qué lo hiciste?

–No lo sé...

–No vuelvas a hacer eso –pasó el pulgar por mi labio y luego inmediatamente apartó la mano y soltó nuestras manos como si acabara de darse cuenta de que llevan varios minutos entrelazas. Eso hizo que mi corazón doliera. ¿Por qué debe confundirme de esta manera?

–No lo haré. Sinceramente ya que yo no soy capaz... Espero que alguien te dé el puñetazo que tantas ganas tengo de que recibas –Jongin sonrió ante mis palabras.

–Puedes pegarme cuando quieras, no te lo devolveré. En todo caso, como venganza te empotraría contra la pared más cercana. Así que es tu decisión pegarme o no.

Lo miré fijamente y una carcajada se escapó de mis labios.

–Me tienes ganas eh –Jongin me miró y sonrió débilmente.

Una sonrisa débil, tímida y realmente preciosa. No me esperé este tipo de sonrisas. Ya estaba acostumbrado a la sonrisa de lado, las provocadoras, la que tiene cuando se le ocurre algo y sabe que obtendrá beneficios. Pero a esta no, no pude evitar que mi corazón comenzara a bombear con más impaciencia.

Comenzó a caminar y me puse a su lado. Caminamos a casa en silencio, cada uno sumido en sus propios asuntos.

Cuando no estoy a su lado mis pensamientos son claros y sé que no me quiero involucrar con él. Pero cuando estoy a su lado, mis pensamientos, mis decisiones, todo se queda en un segundo plano, deja de tener sentido y estoy seguro de que acabaría haciendo cualquier cosa que me pidiera.

"¿Y qué si lo ha hecho?"

Esas palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez. ¿Lo dijo en serio o se dejó llevar por la situación? Lo miré por el rabillo del ojo y me quedé observándolo. Su rostro se veía sereno, su pelo seguía revuelto, como siempre.

–¿Siempre miras a las personas así o te pasa solo conmigo? –Me ruboricé y desvié la mirada.

–N–No te miraba a ti.

–Ya –dijo con un atisbo de sonrisa –Perdí la cuenta de la cantidad de veces que me miras. Desde el primer día que nos vimos, en el coche de mi padre, me mirabas durante minutos y cuando me giraba para mirarte desviabas la mirada como un niño pequeño al que habían pillado husmeando.

Me quedé callado, no iba a admitirlo pero tampoco iba a negarlo.

–Quiero que hablemos sobre lo que pasó ayer –dijo de forma natural.

–Yo creo que todo quedó claro.

–No todo –suspiró, paró de caminar y me miró fijamente –no sé qué es lo que me haces pero yo no soy así.

–¿Así como? ¿Tan cabrón? –Jongin rió.

–No, todo lo contrario. En realidad, tú no has presenciado ni la mitad de mi mal genio. Contigo no soy ni la mitad de cabrón que soy con los demás.

Mi boca se abrió y desvié la mirada. ¿Qué me está intentando decir? Comencé a caminar y él me siguió en silencio. Ya estábamos casi en frente de la casa.

–¿Por qué me dijiste eso? –pregunté. Necesitaba respuestas.

–Estoy dispuesto a aceptar tus condiciones.

–¿Q–Qué? –mis ojos se abrieron y mi boca se quedó abierta, me miró mal y en seguida siguió caminando.

–Nada, ignora lo que dije –cogió sus llaves para entrar a casa. Abrió la puerta, cuando di un pie dentro cerré la puerta con prisa y lo cogí del brazo.

–Repite lo que dijiste.

–Olvídalo, no sé por qué lo dije –fruncí el ceño. ¿Es un orgulloso y por eso no es capaz de repetirlo? ¿O realmente se arrepiente de decirlo?

–No te entiendo, nunca lo he hecho –dije apoyándome en la puerta, el se quedó mirándome –no soportas que esté con otras personas, me pides exclusividad ¿y no puedes hacer el esfuerzo de entenderme?

Jongin se acercó a mí, me miró fijamente, parecía debatir algo con su mente, y no tenía intención de interrumpir sus pensamientos. Quería que dijera algo. Necesitaba que me respondiera.

Levantó la mano y la colocó en mi mejilla. Mi corazón comenzó a acelerarse. ¿Por qué actúa así? ¿Qué le pasa?

–Kyungsoo ¿lo único que buscas es acostarte conmigo?

Mis ojos se abrieron, mis mejillas se tiñeron de rojo. Lo sabe o al menos lo intuye. Pero, en realidad, ni yo mismo lo sé. ¿Realmente es lo único que quiero?

–Si... –respondí avergonzado. Jongin apartó la mano de mi mejilla y lo miré a los ojos intentando descifrar el significado de su mirada.

Puso sus manos en cada lado de mi cintura, lo miré extrañado y se inclinó un poco para unir su frente con la mía, haciendo que nuestras narices se chocaran.

–¿De verdad es solo eso? –su tono de voz era lento y rasposo. Su aliento chocó contra mis labios y cerré los ojos un momento con el pulso a mil por hora, evitando que un suspiró saliera de mi boca.

–Si –susurré con los ojos entrecerrados.

Tragué saliva, estaba cohibido por esa mirada. ¿Qué intentaba decirme? ¿Por qué tenía esa expresión plasmada en su rostro? Podía pensar que parecía triste, aliviado, enfadado, su cara trasmitía cualquier emoción posible y no soy capaz de descifrar o averiguar cuál es.

–Si solo es eso... –inclinó un poco su cabeza para que su nariz no chocara con la mía y se quedó ahí parado, casi rozando mis labios, como si esperara mi permiso.

  Comencé a ponerme nervioso, inquieto, impaciente, no era capaz de mover un solo músculo y con solo esa cercanía mi cuerpo ya comenzaba a subir de temperatura. La respiración de Jongin se hizo más pesada, pero ahí seguía, cogiendo mi cintura, esperando mi aprobación para romper el pequeño centímetro que separaba nuestros labios.

–¿Desde cuándo pides permiso? –pregunté haciendo que mis gruesos labios rozaran los suyos.

–Tienes razón –finalizó rompiendo la distancia. Cerré los ojos.

Con esto estoy yendo en contra de mi decisión. ¿Está bien seguir este camino? Si solo quiero sexo, no tengo por qué ir con él. ¿Entonces realmente quiero algo más?

Puse una mano en su pecho para apartarlo pero, me fijé en que este beso era diferente. No se parecía ni por asomo a ninguno de los que habíamos tenido, que tampoco habían sido pocos. Entreabrí los ojos y él los mantenía cerrados, así que lo imité. Mi boca seguía cerrada pero se dedicó a jugar con mis labios tranquilamente, sin prisa. Nunca me había besado así, tan lento, tan delicadamente como si quisiera que este momento no acabara nunca. ¿Realmente este es Jongin? ¿Es el mismo?

No pude evitar rendirme, ¿tan patético me he vuelto en tan poco tiempo? ¿Entonces hasta donde soy capaz de hundirme por él? Abrí mi boca esperando que el contacto se hiciera más íntimo. Nuestras lenguas se entrelazaron como una vez estuvieron nuestras manos, jugaban la una con la otra de forma lenta, conociéndose de verdad por primera vez y volvió a llevar su mano a mi mejilla, acariciándola. Mi corazón latía a la velocidad de la luz, muchas emociones pasaban por mi cabeza pero realmente no quería ser consciente de alguno de mis pensamientos, porque mi garganta escocía y era consciente de que estaba poniendo toda mi fuerza de voluntad para no echarme a llorar.

Me concentré en una de mis manos, que se encontraba en su pecho. Su incesante bombeo era música para mis oídos. Su corazón también latía desenfrenado, pero, aunque no fuera a tanta velocidad como el mío, me sentía realmente orgulloso de poder provocar eso en él y fue suficiente para romper la calidez de ese beso y pasar a uno más desesperado.

  Llevé las manos a su cabello y él bajó las dos manos que tenía al rededor de mi cintura, introduciéndolas por el pantalón, hasta acariciar mis nalgas, para luego estrujarlas. Lancé un pequeño gemido, y las sacó para coger mis muslos y subirme en el aire. Me aferré a su cuello y enrosqué mis piernas en su cintura apretándolo contra mí, para así sentir nuestros miembros chocar, mientras nos hundíamos en un fogoso beso.

Caminó unos pasos y me puso sobre el mueble que había en la entrada.

–Agradezco que tu madre quitara el jarrón que había ahí –dijo besando mi cuello. Sonreí tontamente, y metí mis manos por su camiseta acariciando su abdomen, dibujando sobre él.

Dejó un rastro de besos hasta mi mandíbula mientras una serie de suspiros se escapaban de mi boca. Me pegó más contra él y abrí más las piernas para que encajara a la perfección entre ellas. Ambos podíamos notar nuestros miembros endureciéndose, creciendo a la par bajo el pantalón. Descendió sus besos hasta mi cuello parar luego succionar y morder.

–Jongin... –gemí –no dejes marcas... –escuché su pequeña risa y comenzó a lamer la zona mordida.

–Esta vez te he mordido realmente flojo –ahí tenía toda la razón.

–Eres un bruto...

–Te excito así –ahí también tenía razón.

Acaricié su espalda mientras volvíamos a besarnos. Mi boca se movía en perfecta sincronía con la suya. Nos separamos para respirar y se acercó al lóbulo de mi oreja. Besándolo y haciendo que su aliento chocara contra mi oído.

–Realmente te odio –susurré con la voz grave por lo que su boca me provocaba. Se alejó un poco para mirarme fijamente.

–Ojalá pudiera decir lo mismo de ti –murmuró. Mis ojos se abrieron, ¿había escuchado bien? ¿Eso qué quería decir?

–¿Qu...? –pero no pude terminar de formular mi pregunta, porque volvió a besarme.

Aparté mi boca y me miró molesto, fue a alejarse pero con mis piernas lo apreté contra mí y cogí su rostro entre mis manos.

–¿Qué mosca te ha picado hoy? –pregunté realmente confuso.

–Estoy como siempre.

–¿Cómo siempre? –solté una carcajada –si estuvieses como siempre ya estaríamos sin ropa –Me miró con una ceja alzada.

–¿Eso es una indirecta? –dijo uniendo nuestras frentes. Esbocé una sonrisa y esta vez lo besé yo. Pasé a su cuello y tras lamer la zona le di un mordisco con fuerza. Gruñó y se alejó de mí con brusquedad mientras se sujetaba la zona mordisqueada.

–Te la debía –dije divertido, seguía sentado en el mueble y moví mis piernas hacia delante y hacia atrás inocentemente –aunque ya no hay herida, aún se puede apreciar en mi cuello la mordida que me diste esa vez.

Me miró cabreado, se acercó a mí, por un momento me entró un poco de miedo y cerré los ojos. Pero lo único que noté fue su boca impactando contra la mía. Abrió mis piernas para acomodarse entre ellas, como antes y pegó su cuerpo al mío. Noté su miembro completamente erecto chocar contra el mío ya despierto, pero en menor medida.

Y luego el que se excita cuando lo muerden soy yo... JA intenté carcajearme.

  Tras notar su erección llevé mi mano a su pantalón y la introduje en él, acariciando por encima del bóxer su miembro, estimulándolo. Haciendo que así cerrara los ojos y suspirara mi nombre. Justo en ese momento escuché ruido en la parte superior del piso y giré rápidamente mi cabeza para ver como dos siluetas se escondían tras el pasillo del segundo piso.

Alejé a Jongin con rapidez, completamente muerto de la vergüenza y me miró confuso, volví a mirar hacia el pasillo y el siguió mi mirada pero volvió a mirarme sin entender que me había hecho parar.

Se escuchó una puerta cerrarse y entendí que se habían metido en el cuarto. Jongin se quedó mirando el piso de arriba y entendió. Bajé del mueble tapando mi rostro. ¿Cuánto llevaban mirando?

¿Qué hago? ¿Me voy? ¿Subo? ¿Tengo sexo?

Irme: es de noche y cuando vuelva es posible que ellos ya se hayan ido y mi madre ya haya llegado del trabajo por lo que todo quedaría bajo control.

Subir: sería morirme de la vergüenza.

Tener sexo: es la que más me atrae pero no con esos ahí arriba. ¿Y para que van a la habitación? Es como si dijeran "haced vuestras cosas, no interrumpiremos".

–Estúpidos, morbosos, mirando este tipo de situaciones –gruñí. Jongin se acercó a mí y negué. –Ya no me apetece –mentí.

El susto de verlos me la había bajado, pero de solo acercarse a mí y morderse ese maldito labio, me había hecho volver a excitarme.

–¿Cómo que no te apetece? –dijo molesto.

Lo miré detenidamente, quería acostarme con él, pero eso es justo lo único que él busca. Bueno, al igual que yo pero yo, ya había tomado una decisión. Desvié la mirada a su bulto y tragué saliva.

No mires eso, que te desconcentras y pierdes la cordura. Tener eso entre las piernas es un pecado en toda regla.

Joder... ¿Siempre he sido así de débil?

Bueno, en realidad, el está así de excitado por mí. ¿Sería muy osado pensar que no soy el único débil?

Cerré los ojos, respiré hondo y lo miré a los ojos. Me acerqué a él y sonreí.

–Lo que oíste, si necesitas ayuda, mm pues tócate –dije en su oído de puntillas, cogió mi cintura pero aparté sus manos –pero esa erección te la quedas para ti –me fulminó con la mirada a lo que reí –sabes que te lo mereces. Tienes muchas personas a las que puedes recurrir, y yo también –aclaré –así que te toca decidir.

–¿Me estás diciendo que sea un perrito fiel? –preguntó con sorna.

–Te estoy diciendo que ya sabes que es lo que quiero, y si no estás dispuesto a aceptar, no nos volveremos a acostar y no me culpes de tus futuras erecciones, porque puede que no lo sepas, pero me gusta la provocación. Me encanta. –Sonreí –Así que si no aceptas, vete poniendo en marcación rápida a cualquiera de las chicas con las que te besaste en la fiesta –me miró con los ojos abiertos, y volví a sonreír. Estaba nervioso pero hice mi mejor esfuerzo para que no se notara –porque créeme, las necesitarás –le guiñé un ojo y antes de que le dejara reaccionar subí corriendo las escaleras. Consciente de que también era su cuarto, pero sabía que no subiría con una erección y menos si Baekhyun y Chanyeol estaban ahí.

  Cuando llegué a la puerta, estaba entre abierta. ¿Habían salido a espiar otra vez? Entré a la habitación y vi como ambos se tiraban a la cama y disimulaban hablar de algo.

Estaban espiando otra vez...

Cuando me vieron y apreciaron que no había nadie tras de mí pegaron un brinco y corrieron en mi dirección. Chanyeol cerró la puerta con seguro y Baek me cogió de la mano para llevarme hasta la cama.

Ninguno hablaba, estaba sentado en la cama mientras los dos me miraban de pie, frente a mí.

–Siéntense –dije encogiéndome de hombros –si os ponéis de pie me siento muy observado –Ambos asintieron y se sentaron uno a cada lado. Me eché para atrás hasta apoyar mi espalda en la pared. Suspiré.

–¿Un suspiro? ¿Eso es lo único que nos dices? –preguntó Baek, lo miré con los ojos entrecerrados.

–¿Qué queréis que os diga? ¿Cuánto vieron exactamente?

–Desde que te preguntó qué era lo único que buscabas –contestó Chanyeol. Noté mis mejillas arder y el sonrió un poco avergonzado. ¡Entonces lo habían visto todo! Me llevé las manos al rostro. Quería permanecer con una actitud cortante, pero no soy capaz.

–Entonces habéis visto básicamente todo... ¿No os da vergüenza? –dije un poco molesto.

–¡Fue culpa de Chanyeol! ¡Él quiso espiar! – gritó Baek señalando a Chanyeol que bufó indignado. Alcé una ceja y miré al más alto avergonzado pero con una sonrisa divertida.

–¡Mira quien fue a hablar! –gruñó señalando con la cabeza a Baek incrédulo. –Yo solo quería escuchar la conversación, pero en el momento en el que todo se tornó caliente, quise interrumpir pero entiendo que es asunto tuyo, por lo que lo cogí del brazo para irnos –me explicó –pero se quedó ahí estático –miró a mi primo y yo hice lo mismo –¡Ni cuando te llamé apartaste la mirada! –le reprochó a Baek que se puso rojo –¡Eres un pervertido!

–N–No e–eso no es verdad –consiguió balbucear –¡Y–Yo no hice eso!

–Si que lo hiciste, estabas como un tomate, tuve que empezar a abanicarte –se burló.

–¡No es verdad! ¡No me gustó!

–Te encantó, que es diferente –respondió Chanyeol con una sonrisa de lado, Baek lo fulminó con la mirada y se fue a tirar encima de él cabreado con los puños en alto, pero puse mi mano en su pecho y lo calmé para luego comenzar a reír.

–Mmm... Quién diría que te cambiarías tan rápido a la cera de en frente... –dije subiendo mis cejas repetidas veces y Chanyeol comenzó a reír como loco.

–¡¡No os riáis!! ¡No me he cambiado de acera! Además, ¡Chanyeol casi tiene una jodida erección con esa jodida escena! –gritó. Paré de reír y miré a Chanyeol quien miró mal a Baek.

–Chivato.

–Estúpido.

–Te pasó lo mismo, cuando nos pilló corriste al cuarto y te tapaste ahí –dijo señalando la entrepierna de Baek, que en seguida se removió incómodo al notar como Chanyeol y yo le mirábamos el paquete.

–No me tapé nada –dijo serio, yo seguía mirando su miembro y empujó mi mejilla para que desviara la mirada a lo que reí. ¿Baek nervioso? ¿Baek tartamudeando? ¿Podían acaso estar esas dos palabras junto a su nombre? Esto no se ve todos los días.

–Te tapaste.

–Te estoy diciendo que no lo hice.

–¿Por qué mientes tanto?

–¡Yo no miento! –Chanyeol bufó al escucharlo.

–Si lo haces, mientes todo el tiempo.

–¡Te estoy diciendo que yo no miento!

–¡Sois muy ruidosos! –grité –seguro que cuando no estaba, aprovechasteis para... bueno vete a saber qué cosas, en realidad solo espero que tuvierais decencia ya que estaban en mi casa. Pero, es aparecer yo, y os ponéis a pelear como...

–¡No hicimos nada! –me interrumpió Baek –¿Ese y yo? Por favor, me gustan las chicas y mi listón está muy alto de todas formas –Chanyeol bufó.

–Pues cualquiera diría que soy tu tipo después de como reaccionaste cuando te mordí la ore...

–¡Calla! –gritó avergonzado, abrí los ojos, y los miré incrédulo.

–¿Qué le mordiste qué? –pregunté.

–Nada, no mordió nada –dijo Baek. Chanyeol alzó las cejas.

–¿Pero como tienes la cara de decir después que no mientes?

–Yo no... –se mordió la lengua, estaba agotado. Pegó su espalda en la pared y dejó caer la cabeza exhausto en mi hombro.

–Has dejado a Baekkie sin fuerzas –dije estupefacto –eso... eso no había pasado en la vida –Chanyeol me miró y sonrió –hacéis una buena pareja –dije con sinceridad. Baek se sonrojó y me quedé mirándolo realmente sorprendido.

–H–Hablemos de ti –contestó avergonzado, levantó la cabeza y se pegó mucho a mi, recogiendo sus piernas para dejarlas pegadas a él y abrazando mi brazo como si buscase protección. Miré al techo pensativo.

–Ya sí que no se qué hacer –dije lanzando un suspiro –había decidido alejarme de él, pero cuando estoy a su lado siento que podría hacer cualquier cosa que me pidiese –ambos se quedaron callados y les conté sobre el encontrón con Suk –realmente me gusta ese Jongin –finalicé mordiéndome el labio.

–Su actitud me confunde –dijo Baek – ya no entiendo que es lo que quiere. Lo único de lo que estoy seguro es de que si cumplirá con tus requisitos.

–¿Lo crees? –pregunté esperanzado.

–Joder sí. Lo dejaste cachondo perdido –soltó con seguridad y esbocé una sonrisa –y por lo que entendí le dijiste que lo provocarías.

–Pero... no creo que pueda, no sé que me pasó ahí, pero no me veo capaz.

–¿Por qué? –preguntó Baek.

–Es que... para hacer eso, primero no debo ponerme nervioso y mis pies tiemblan cuando está a mi lado. Y segundo, para provocarlo, debo estar seguro de que le excito lo suficiente. No tiene sentido lo que dije, porque si realmente no le importa acostarse con otra persona, entonces he quedado fatal... Lo dije como si él me prefiriera a mí y no tiene por qué ser así.

–Yo diría que te prefiere a ti y si no es así, solo tienes que hacerlo cambiar de parecer. Ya te he visto en acción... Si eres así, Kai no tardará en caer.

–Entonces... ¿debo provocarlo?

–Pero... aunque acceda, no quiero que seas como antes...

–¿Cómo antes? –pregunté confundido, Chanyeol hizo acto de presencia y habló.

–Intenta decir que no te dejes dominar. Ya sabes que quiero que te alejes de él. Es verdad que esa escena fue caliente, pero no me hizo ninguna gracia, te dejas manejar. Aunque tengo que reconocer que al final lo dejaste con los huevos en su sitio –alzó la mano y revolvió mi cabello como un padre orgulloso –pero si ya has decidido hacer eso te diré mi punto de vista al respecto. El sabe que si te seduce no te negarás y eso no está bien. Quiero que dejes claro que será cuando a ti te dé la gana y no cuando él quiera –mi boca se abrió en una "O"

–Entiendo –dije asintiendo con la cabeza. Miré a Baek y el asintió también –Aún así no sé si podré.

–Solo inténtalo, quiera aceptar o no, no pierdes nada. Aunque sé que no te acostarías con cualquiera, el no tiene por qué saber eso, debes darle a entender que la gente come de la palma de tu mano y no al revés –dijo Baek serio –Vales muchísimo así que no te rebajes –Me reí tímidamente y asentí un poco avergonzado –lo digo en serio, caerá –me sonrió –solo debes confiar un poco más en ti.

Puse la mano en el aire con la palma mirando hacia abajo. Chanyeol captó el mensaje y la puso encima y Baek lo imitó.

–FIGHTING!! –dijimos al unísono.

–Por cierto… ¿ustedes no tienen nada que decirme? –ambos me miraron interrogantes. Sacudí el brazo en el que reposaba Baek haciéndome el molesto –¿me sincero al 100% y no me contáis vuestras cosas?

–..... –bufé ante tal silencio.

–Os interrogaré por separado y no pararé hasta que me digan todo.

–Realmente no hay nada que contar –confesó Baek. Suspiré.

–Tienes razón este niño miente mucho –dije mirando a Chanyeol mientras negaba la cabeza con desaprobación.

–Que yo no... aggg olvídenlo. Mi madre me envió un mensaje al mediodía, me dijo que vendrá a recogerme cuando salga del trabajo.

–Vale –agaché la cabeza y sonreí.

–¿Por qué sonríes así? –preguntó Baek curioso.

–Ahora... vendrás a menudo, ¿verdad? –le pregunté –te echo de menos –Baek me miró sorprendido.

–Claro que vendré, pero... ¿por qué lo dices así?

–Bueno –dije avergonzado, ¿por qué me avergüenzo? –ya no soy la única razón por la que vendrás, ahora tienes otra así que espero que vengas más a menudo –Baek se ruborizó pero en seguida se pegó aún más a mi cuerpo (si ya era posible más cercanía) y se aferró más a mi brazo envolviéndolo completamente entre los suyos. Volvió a poner la cabeza en mi hombro. Está actuando extraño, el es cariñoso, pero solo cuando quiere, normalmente yo voy como loco a abrazarlo y él me corta el rollo. Es como si quisiese esconderse de la mirada de Chanyeol. Nunca lo había visto tan encogido y nervioso.

–Si vengo es solo para verte a ti, no tengo intención de quedar con ese... lo único que hace es llamarme mentiroso a la cara. ¡A mí! Tss ¿qué se cree...? –habló como si él no estuviera presente.

–Yo tampoco tengo intención de verlo más Soo, contigo me sobra –respondió Chanyeol haciendo énfasis en las tres últimas palabras. Sonreí divertido con la situación.

Baek abrió los ojos molesto y a mí solo me faltaban las palomitas para disfrutar al completo de las peleas de estos dos.

 

No sé si este es el camino correcto... pero aunque me equivoque, es el que he elegido. No hay vuelta atrás.

Notas finales:

Fue largo >.< Intenté resumirlo pero uff no sabía por donde quitar. Gracias por esperar <33

Quiero daros mucho las gracias. Me habeis dejado más reviews de los que pensaba que recibiría en un principio. Me alegro muchísimo de que os guste. Estoy sumamente agradecida, me alegrais mucho el día y además me motivais mucho a escribir, ahora me sineto muy mal cada vez que me retraso xD.

Muchisimas gracias <3

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