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Can't you just be mine? [Kaisoo] por kimlawliet

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Notas del capitulo:

Lo siento T^T Tardé mil años T^T

–¿Dónde estás? ¡Te dije que te quería en mi casa a las siete! –intentó gritar Kyungsoo por teléfono, pero su voz era tan solo un susurró malhumorado.

–¿Ahh? Pero entramos a las ocho y media –respondió Chanyeol soñoliento –¿Era en serio?

–¡Claro que era en serio! Quiero tu culo aquí en cinco minutos –amenazó para luego colgar.

Chanyeol miró el teléfono con el ceño fruncido y tras un largo suspiró consiguió levantarse de la cama e ir al baño, se limpio la cara, se cepillo los dientes y pasó los dedos por su cabello. Se vistió y cuando estaba a punto de salir de su casa se escuchó la voz de su padre.

–Es muy temprano para salir aún.

–Soo me está esperando.

–¿Kyungsoo es el único amigo que tienes? ¿Por qué nunca traes chicas? Todo gira en torno a él, eres como una estúpida marioneta –escupió su padre desde el salón.

–¿Crees que voy a traer chicas contigo aquí todo el día? –su padre sonrió al escuchar como Chanyeol no negaba el hecho de que pudiera traer mujeres –¿Te volvieron a despedir? –preguntó Chanyeol  ligeramente molesto.

–Estoy de vacaciones –se limitó a contestar. Chanyeol esbozó una pequeña sonrisa, entendiendo que efectivamente lo habían despedido –en cuanto termines el instituto quiero que te pongas a trabajar y des dinero –Chanyeol lo fulminó con la mirada.

–No voy a hacer lo que tú me digas –finalizó con un portazo.

Cuando llegó a casa de Kyungsoo eran las siete y veinte, se había demorado pero al fin y al cabo su casa no quedaba muy cerca de la de Kyungsoo. Antes de que pudiera tocar la puerta, esta se abrió y Soo salió corriendo para luego tirar del brazo de Chanyeol y comenzar a caminar.

–¿Ya vamos a clase? Pensé que aunque sea me darías de desayunar –dijo Chanyeol con un puchero.

–Lo siento, te invitaré a algo en la cafetería, bueno, coge todo lo que quieras, yo invito –Kyungsoo sonrió y Chanyeol asintió devolviéndole la sonrisa.

–Perdonado, pero creo que merezco una explicación –dijo el alto. Kyungsoo se rascó la cabeza nervioso.

–Es que... no estoy preparado aún.

–¿Para qué? –preguntó confuso, Kyungsoo alzó la cabeza para mirarlo, sus mejillas estaban un poco sonrojadas.

–Tú sabes para que... –respondió avergonzado. Chanyeol intentó aguantar las ganas de reír, y cuando Kyungsoo frunció el ceño no pudo evitar explotar.

–JAJAJAJA NO ME LO PUEDO CREER –se reía tan fuerte que Kyungsoo temía que los vecinos salieran de sus casas.

–Oye, baja el volumen –dijo cabreado, Chanyeol seguía riendo mientras Kyungsoo con las mejillas teñidas de rojo lo fulminaba con la mirada.

–A ver si me ha quedado claro...

–No lo digas en voz alta –cortó el bajo.

–¿Por qué dudas? ¿De qué tienes miedo?

–No sé qué hacer... no sé por dónde empezar, estoy muy nervioso ¿vale? –se pasó las manos por el pelo exasperado –No quiero quedarme a solas con él, porque debería empezar a actuar y él espera que lo haga. Ayer me hice el dormido y se acercó a mí, seguramente sabía que no dormía, y me dijo "Pues sí que lo estás haciendo bien, la tengo durísima con tus provocaciones" desprendió tanto sarcasmo que... –apretó los puños con fuerza y chasqueó la lengua –¡Se está burlando de mi!

–Así que espera que lo provoques y no quieres hacerlo mal...

–Sí.

–Esto ya no tiene gracia, el espera que lo hagas –Chanyeol chasqueó la lengua mientras negaba.

–¿Entonces qué hago? ¿Aborto el plan?

–Mm… no, ahora más que nunca tienes joderlo. No literalmente –aclaró con una sonrisa a lo que el más bajo le dio con el codo –solo déjalo en su sitio. Si él quiere que lo provoques entonces no lo hagas. Métete en su mente.

–No puedo entrar en su mente, no comprendo más de la mitad de las cosas que hace…

–Aplica lo que te dije ayer.

–¿Qué exactamente?

–A que debes dejar claro que será cuanto tú quieras. Él espera que empieces, pero lo harás cuando a ti te plazca, eso debe quedar claro. Será cuanto TÚ quieras –repitió.

–Entonces no quiero hacerlo –Chanyeol paró en seco y se giró para mirarlo, lo cogió por los hombros.

–Hazlo, se ha burlado en tu cara, si yo fuese tu ya lo tendría calentito esperando por mí.

–¡Chanyeol! –soltó indignado.

–No me mires así.

–No estoy preparado, necesito pensar en qué puedo hacer.

–Eso sale solo, no lo pienses.

–Es fácil decirlo –apartó las manos de Chanyeol de su hombro.

–¿Tengo que recordarte la cantidad de veces que me dejaste con...?

–No –le tapó la boca –no es necesario –dijo ruborizado, Chanyeol sonrió y apartó la mano de Soo.

–Pues ya está, haz lo mismo, pero peor.

–¿Y si me excito también? La cosa es dejarle con las ganas, pero no tiene sentido si acabo más excitado que el.

–Tienes buen aguante, piensa en lo que le excita.

–Le gustan las chicas, en realidad no sé que le excita de mí exactamente –bajó la cabeza desilusionado –Lo he estado pensando… a mí me gusta lo que veo bajo su camiseta, pero a él supongo que no. Es un sentimiento diferente, a él le van las tetas, los culos, las chicas en general... De verdad que no entiendo que le gusta de mi.

–A ver Soo... –dijo levantando su cabeza para que lo mirara –por lo que tengo entendido y llegué a ver, él es el que te busca. Si no lo atrajeras no se tomaría la molestia de tocarte. Lo excitas, así que quítate esa inseguridad, pareces un crío.

–Es que para ti todo es fácil, todo ser viviente corre detrás de ti.

–Tú sabes que eso no es verdad... –Kyungsoo apartó la cabeza y lo miró fijamente.

–¿Qué vas a hacer?

–¿Qué? –preguntó confuso.

–En el instituto te empezarán a preguntar sobre lo que pasó en la fiesta, ¿qué vas a decir?

–No lo sé –desvió la mirada y siguieron caminando –he recibido varios mensajes, pero no he contestado ninguno. Están siendo un poco descaradas…

–No hay muchas opciones, o dices que eres gay, o que tan solo cumpliste con lo que se te pidió.

–¿No puedo dejarlo a un margen? –preguntó preocupado –Como tu

–Tu caso no es como el mío, a la gente le da igual saber si realmente soy gay o no, si los rumores con Suk son falsos o verdaderos. Pero tú eres el capitán del equipo, no puedes evitar el tema.

–No me van a echar por besar a un chico, si eso es lo que piensas.

–Entonces evitarás el tema, ¿no? –preguntó curioso.

–Lo decidiré en el momento, pero tú preocúpate por Kai.

–No estoy preparado para verlo aún.

–¿Por qué?

–No lo sé, acompáñame a casa y quédate conmigo en todo momento –dijo como un niño pequeño.

–¿Ah? No seré el tablón que esté en miedo impidiendo que se acerque –Kyungsoo lo miró con cara de cachorrito y Chanyeol desvió la mirada –te estoy diciendo que no. No es no.

–Pero si siempre que se acerca pareces un animal defiendo tu territorio, ¿qué más te da volver a hacerlo? Solo necesito tiempo. Por fi... –comenzó a tirar de su camiseta tiernamente y se puso en medio delcamino para que lo mirara –por fi Channiee...

–Vas a quedar como un cobarde, ¿te crees que es idiota?

–Por eso te lo pido a ti –dijo haciendo ojitos de nuevo, mientras los cerraba y abría repetidas veces, Chanyeol bufó pero una risita se escapo de sus labios.

–¿Quieres que sea un animal defendiendo su territorio?

–¡Sí! –casi gritó Kyungsoo con los ojos iluminados.

–NO –cortó.

–¿¿Por qué??

–Lo siento, es tu problema –Kyungsoo desvió la mirada con un puchero y los ojos cristalizados, lo que hizo reír a Chanyeol –deja de poner esa cara. Sé que eres un demonio así que "esto" –le cogió de los mofletes y Kyungsoo quedó con los morros salidos hacia fuera como un pez –no sirve conmigo.

–¡Oye! –dijo apartando la mano de Chanyeol con brusquedad.

–¿Ves? Cualquiera puede pensar que eres dulce, pero eres el mismísimo Satanás –Kyungsoo frunció el ceño molesto y cuando dio un paso hacia él, Chanyeol se alejó de un salto poniéndose en posición de defensa –un demonio atrapado en el cuerpo de un ángel. Nadie podría esperarlo jamás, fuiste realmente listo Satansoo.

–¿Satansoo? –preguntó con una ceja alzada.

–El mismísimo. Eres tímido si no hay confianza, pero puede ser pura fachada, quizá todo este planeado en tu cabeza. Quizá nos tienes engañados a todos y estás esperando el momento indicado para...

–Chanyeol aterriza –le interrumpió negando con la cabeza.

–Me desvié lo siento –dijo riendo, se acercó a Kyungsoo y pasó las manos por  sus hombros para seguir caminando –¿de qué hablábamos?

–Sobre tu graaaaan egoísmo.

–Oh, lo recuerdo, también sobre tu patética cobardía, ¿no? –contratacó.

–¿Qué más te da? Pensé que éramos amigos, para lo bueno y para lo malo.

–Ya ves que te equivocabas.

–Chaannnn –se quejó apartándolo –Yo pensaba que incluso me dejarías practicar –le reprochó.

–¿Practicar? –pregunto indignado, llevándose las manos a la boca con asombro. Kyungsoo alzó una ceja esbozando una sonrisa.

–¿A qué viene esa reacción? Te recuerdo que hasta hace unos días nos acostábamos –sonrió kyungsoo inocentemente.

–No es que me parezca mala idea, pero, tú has dicho practicar. Repito PRACTICAR. Es muy obvio que no nos vamos a acostar Soo. Así que, ¿qué gano? ¿Para qué? ¿Para qué luego me dejes a dos velas? No gracias, no pienso lidiar con mi amiguito yo solo –Kyungsoo lo miró sorprendido pero luego comenzó a reír.

–Channie, es obvio que la calentura no la te la quitaría yo... No quiero que gimas en mi oído el nombre equivocado –aclaró con una sonrisa divertida.

–Tuviste que meter el temita –rió.

–No tuve ni que decir su nombre para que supieras a quien me refería –Chanyeol sonrió dándole la razón –si Baek supiera lo que está pasando por tu mente ahora mismo, te castraría.

–Mmm... Yo creo que se sonrojaría y comenzaría a gritar mientras balbucea –Kyungsoo rió, la actitud de Baekhyun era bastante diferente si Chanyeol estaba alrededor.

–Somos muy parecidos, si yo soy Satansoo, el es mi secuaz. No no no, –negó sacudiendo las manos –yo, yo soy su hijo, un demonio de baja categoría –se rectificó –Satanás es él. Espera a que coja confianza y a la mínima te deja estéril.

–Me preparé para ello –sonrió.

–Oh, hay algo que te tengo que decir... Baekhyun sabe que... bueno que... –Kyungsoo no encontraba las palabras correctas.

–Lo sé.

–¿Qué? –Dijo alarmado –¿sabes a lo que me refiero?

–He hablado con él sobre eso.

–¿E–Estamos hablando de lo mismo?

–Sobre mi confesión, que te amaba. Sí, lo sé.

–¿Cómo lo sabes? Lo siento mucho, sé que no tuve, pero en ese momento yo...

–Está bien, no estoy enfadado. Si yo hubiese podido contárselo a alguien también lo hubiese hecho –Kyungsoo asintió preocupado y Chanyeol le revolvió el pelo –no te preocupes. Volviendo al tema inicial, ponte las pilas, seguro que él no se quedará atrás, si te provoca con alguna chica, no te pongas celoso, no te cabrees, no dejes que el sepa que te afecta. Devuélveselas todas.

–No sé si eso está bien. Además, el tiene más fuerza que yo, hay muchas cosas que... tan solo no pueden ocurrir, me puede inmovilizar en cuanto le dé la gana.

–Es que tu problema es que piensas que si lo ves, es para entrar en acción y no tiene por qué, una mirada dice mil palabras Soo. No tienes por qué esquivarlo, sonríe arrogantemente, y dale de lo que quiere, sin dárselo –Kyungsoo frunció el ceño sin entender del todo –no caigas en la trampa, invierte los papeles. Él engañado debe ser él.

***

Pov Kyungsoo.

Lo hizo sonar tan fácil... pero no lo es. ¡No lo es para nada! Tengo miedo de quedar mal, ¿y si mi cara se pone roja? ¿Y si comienzo a temblar? ¡La chulería que le mostré ayer no existe!

Encima Chanyeol se ha ido, me abandonó con la excusa de que tenía práctica. ¡¡Nunca va!! Esa es la excusa más barata que me podría haber dado, lo bueno es que Jongin también está en ella. Tengo tres horas para mentalizarme.

En el instituto una jauría de chicas interceptó a Chanyeol y comenzaron a hacerle preguntas pero lo único que hizo fue sonreír y derretir a alguna que otra, mientras que los chicos evitan el tema y lo tratan como siempre. En realidad creo que la mayoría no lo recuerda y Sehun tampoco parece recordar algo de esa noche, mejor así.

Me centré en mí, y en mi pequeño problema de autoestima. Comencé a practicar frente al espejo avergonzándome aun más.

–¿Qué estoy haciendo con mi vida? –Dije apoyándome en el lavamanos –, ¿realmente mi vida se ha reducido a esto?

Sonó un mensaje y salí del baño para coger el móvil. Me tiré en la cama, es un mensaje de Chanyeol.

"La práctica ha terminado antes, me tuve que quedar hablando con el entrenador, pero cuando entré a la duchas Kai ya se había ido. Creo que va en camino"

Me levanté de la cama de un salto, mi corazón comenzó a latir desenfrenado y me llevé las manos a la cara notando como mis mejillas ardían. El teléfono volvió a sonar.

“¡¡Relájate!!”

Fruncí el ceño y sonreí. Le escribí un mensaje.

"Estoy bien"

Se puso en línea y me mandó un mensaje.

"No hace falta que te vea para saber que estás nervioso. Relájate y se tu mismo (Satansoo), no te fuerces si no te ves preparado. No insistiré pero te lo diré por última vez. Confía en ti. Yo confío en ti."

Sonreí, los nervios desaparecieron en cierta medida.

–No balbucees.

–No desvíes la mirada.

–Sonríe.

Comencé a repasar en voz alta la inmensa lista que Baek me había dicho ayer por la noche, después de que Chanyeol se fuera.

–No es tan fácil Baekkie.

–Se que no es fácil, yo mismo me digo a mi mismo que no debo balbucear y aún así... ese estúpido...

–Sientes que no puedes sostener su mirada.

–Y acabas desviándola –continuó Baek.

–Si no la desvías.

–Acabas enrojeciendo.

–Y si lo haces.

–Comienzas a sudar.

–A temblar.

–A decir cosas incoherentes.

Baek comprendió mi situación pero aún así argumentó en su defensa diciendo que yo ya tenía experiencia, y se manejar ese tipo de situaciones. Que lo suyo solo es una “simple confusión”. Más quisiera él.

Pero yo no me noto tan seguro como ellos dicen que debería estar.

Escuché como se abría la puerta principal y cogí una toalla para entrar corriendo al baño.

Cobarde. Lo sé.

Puse el cerrojo y esperé hasta escuchar cómo se abría la puerta del cuarto, sus pasos se acercaron hasta la puerta en la que yo estaba apoyado. Lo escuchaba, sentía su respiración al otro lado de la puerta, sino estuviese cerrada seguramente no habría nada que separara nuestros rostros.

Me alejé intentando no hacer ruido, me desvestí y metí en la ducha. El agua salió congelada, pero no me importó, necesitaba relajarme, aclarar todo en mi cabeza y ese baño era lo que necesitaba. Salí de la ducha y me di cuenta de que con las prisas solo llevé la toalla. Se me olvidó la ropa... ¡Va a pensar que lo tenía planeado!

Comencé a darme golpes en la cabeza, pero no quería usar la ropa anterior, así que decidido, enrosqué la toalla alrededor de mi cintura. No tengo por qué avergonzarme.

No balbucees.

No desvíes la mirada.

Sonríe.

No tiembles.

Salí del baño y él estaba entrando a la habitación con un sándwich en la mano, Cada uno siguió caminando hasta que nuestros caminos se cruzaron, me miró fijamente y estaba a punto de desviar la mirada pero con toda la fuerza de voluntad que conseguí me quedé mirándolo. Descendió la mirada por todo mi torso escaneando cada poro de mi pálida piel. Me siento expuesto y a su merced. Tragué saliva y miré sus labios, tenía pequeños trocitos de pan de molde alrededor de la boca y también un poco de su contenido en la comisura de los labios, chocolate posiblemente. Me acerqué a él con lentitud, para que le diera tiempo a analizar cada pequeño movimiento de mi cuerpo.

  Tenía miedo, ¿al rechazo? No lo sé, lo único de lo que estoy seguro es que lo deseo más de lo que me atrevo a admitir, pero no puedo evitar preguntarme si esta maldita atracción es mutua. ¿Realmente lo es, o soy un pequeño pasatiempo del que puede prescindir?

Volví a mirar sus ojos y sin desviar la mirada de estos me acerqué a la comisura de sus labios. Lamí la superficie para quitarle las migas y un gemido salió de sus labios. Esa era la señal que necesitaba para alimentar a mi pobre ego.

–Mmm nutella –susurré rozando sus labios. Me alejé un paso y pasé la lengua lentamente por mis labios, asegurándome de que no apartara la mirada de estos. Me escrutó con la mirada, pasando lentamente por mi torso desnudo para luego volver a mirar mis labios con ¿deseo?

Sonreí para luego ir hacia el armario y coger un bóxer. Mi corazón iba a mil, me miré en el espejo que había en el armario, pero no estaba sonrojado, o al menos no que se notara mucho. ¿Habría hecho bien en hacer eso? ¿Y si le había dado asco? Me golpeé internamente al tener ese pensamiento tan pesimista. Conseguí un gemido y una mirada lujuriosa, ¿cómo le va a dar asco entonces?

Me puse el bóxer aún con la toalla puesta y luego me quité la toalla.

–Oh vaya, pensé que harías un poco de exhibicionismo, sin toalla, sin bóxer... –su voz sonó tan profunda, gruesa y ronca que mis piernas temblaron. Un hormigueo en la parte baja de mi vientre se hizo presente y maldije por dentro a ese estúpido individuo.

Giré y lo enfrenté con una ceja alzada, sonreí con mi mejor sonrisa (bastante falsa a mi parecer).

–Quizá algún día te haga un striptease, pero por ahora lo dejo a tu libre imaginación  –le guiñé un ojo y volví a girar para coger ropa cómoda.

Caminó hasta mí con mucha rapidez y antes de darme tiempo a coger la ropa ya escuchaba su respiración en mi nuca, incitándome a encararlo y enroscar mis piernas en su cintura.

Mi corazón se calmó en cierta medida, bombeaba a toda potencia, pero no me sentía inseguro. Él me busca. Sonreí y me agaché para coger una camiseta del cajón, rozando superficialmente mi trasero con su entrepierna. Cogió mi cadera con las dos manos, y me pegué a su entrepierna anticipando su acción, dándole lo que sabía que quería. Mis ojos se abrieron cuando lo noté duro. ¿Ya estaba tan excitado? ¿Por mi? Me moví en círculos, notando cómo reaccionaba ante mi acto y le sacaba varios suspiros. Realmente música para mis oídos, pero cogí la camiseta del armario y me puse recto, el seguía cogiendo mi cintura, y me apretó contra él, haciendo que mi espalda cayera en su pecho desnudo. ¿Cuándo se quitó la camiseta? Nuestra piel entró en contacto, era cálido, suave, y se acercó a mi cuello para dejar una serie de húmedos besos.

¿Realmente puedo hacerlo? ¿Puedo negarme a esto? Esto no debería ser parte del plan.

Gemí cuando llevó una mano a mi entrepierna, esa fue la señal para darme cuenta de que estaba cayendo en su juego. No sé qué hacer, mis inseguridades vuelven, no puedo tan solo alejarlo, si lo apartó, el habrá ganado.

Él engañado debe ser él.

Las palabras de Chanyeol retumbaron en mi cabeza, sonreí.

Giré y alcé mis rostro, me puse un poco de puntillas para pasar los brazos por su cuello y atrapar sus labios mientras tiraba la camiseta que tenía en la mano al suelo. Correspondió a mi beso, noté su dureza en mi abdomen. Debo ser rápido. Tiré de él y lo empujé del pecho hasta tirarlo en mi cama, gateé hasta ponerme encima de él y engullir sus labios.

Colocó las manos en mi cintura acariciando el principio del bóxer.

–Eres fácil de convencer –dijo cuando me dirigí a su cuello.

–Y tú de provocar.

Bajé por su torso bien marcado y paré en su ombligo. Lamiéndolo y sacándole suspiros que intentaba contener. Bajé hasta llegar a su entrepierna, la besé por encima de la tela, moví la boca alrededor de sus testículos y llevo una mano a mi pelo, tirando de él. Seguí con mi juego por encima del pantalón hasta que tiró fuerte de mi pelo.

–¿A qué esperas? –gruñó cabreado.

Bajé un poco su pantalón y lamí la zona expuesta. Quería seguir jugando, pero mi condición estaba empezando a empeorar y no quería que lo notara. Alcé la cabeza pero apretó su agarre en mi pelo y gruñí. Joder... ¿Por qué me excita tanto cuando es así de bruto?

Llevé una mano a su entrepierna y la apreté con fuerza para que me soltara, Jongin gruñó adolorido y soltó mi cabello, no sin antes tirar fuerte de él.

Los dos gimoteamos, pero su expresión cambió a una realmente molesta. Me empujó contra la cama y se puso encima de mí. Me agarró de la mandíbula con fuerza y una mueca de dolor surco mi rostro, pero me negué a soltar por la boca algún signo de dolor.

–No vuelvas a hacer eso –amenazó.

–Suéltame –gruñí cabreado. Soltó mi mandíbula y cogió mis dos manos, poniéndolas por encima de mi cabeza.

–¿Piensas que el que está jugando eres tú? Estás muy equivocado Soo. Aunque me provoques no conseguirás lo que quieres. –Eso hirió mi orgullo, pero una parte de mi sabía que era cierto.

Se acercó a mi cuello y comenzó a morder y succionar, movía sus caderas haciendo fricción mientras me retorcía en gemidos debajo de él.

¿Qué podía hacer?

Haga lo que haga siempre podrá inmovilizarme. De todas formas, ¿por qué me excita? ¿Por qué me toca? ¿Por qué lo hace? Está duro, está como una piedra, lo noto, soy consciente de que no quiere esperar, entonces... ¿por qué?

Atrapó mis labios y giré la cabeza negándome a besarlo así que se apoderó de mi oreja.

–Jongin... –gemí. No podía evitarlo, estoy en el cielo, volvió a intentar ir hacia mis labios pero volví a apartar la cabeza –suéltame –gruñí excitado.

–No –sonrió.

Con una mano mantuvo mis dos muñecas unidas y con la otra acarició mis pezones. Lancé un gritito cuando lo mordió y succionó e hice fuerza con las manos. Conseguí sacar una, lo empujé hasta quedar yo encima de él. Cogí sus dos muñecas y las puse a los dos lados de su cabeza.

–¿Crees que puedes inmovilizarme? –se carcajeó. Pero no movió un músculo.

–Eres muy difícil de tratar –me senté en su miembro y me acerqué a su oído –Estás muy duro pero yo no te ayudaré a correrte –susurré. Jongin soltó otra carcajada.

–Tú también estás duro.

–Pero no te necesito –mentí claramente, estoy igual de excitado que el –Sabes que tengo a quien llamar. ¿Estaría bien traerlo a casa? Gemir su nombre, mientras lo monto, corriéndome en esta cama, dejando que se corra en mi interior... –Kai gruñó cabreado. Sonreí –¿Celoso?  Supongo que tú quieres, que gima tu nombre, ¿no Jongin? –Gemí en su oído –Quieres correrte en mi interior…

Estoy siendo demasiado sucio para mi gusto, pero cada palabra que sale de mi boca hace que parezca que estoy sentado en una barra de acero.

Jongin se soltó de mi agarré con facilidad y se alzó hasta atrapar mis labios de forma desesperada, llevó las manos a mi trasero y me levantó un poco estrujando mis nalgas entre sus grandes manos y apretándome contra él. Juntando nuestra masculinidad mientras exploraba con impaciencia mi boca. Cuando llevó sus dedos al extremo del bóxer cogí sus manos y las entrelacé.

–El juego no ha acabado –murmuré.

Mordí su cuello, mientras comenzaba a mover las caderas a un ritmo lento y torturador para Jongin, pero realmente exquisito para mí. Subí a su oreja, nuestros cuerpos unidos ardían, el calor aumentaba y sudábamos mientras nos fundíamos en un húmedo beso, que como no, Jongin lideraba a la perfección.

Yo no podía tocarlo, el no podía tocarme y estaba siguiendo mis reglas, mis indicaciones... cuando me descuidé intento soltar nuestras manos pero me negué a desenlazarlas, a través del beso lo empujé hasta que volvió a quedar acostado. Puse las manos a los lados de su cabeza, atrapando las suyas entre las mías y el colchón. Apoyé en mis manos todo el peso de mi cuerpo, impidiendo que pudiera mover un solo musculo de sus brazos. Me miro con una ceja alzada.

–¿Que intentas?

–No soy esa persona sumisa que piensas que soy. Supongo que al principio pude parecer muy sumiso, esperando que siguieras con lo que tenias planeado. No voy a mentir y decir que no lo deseaba, lo disfruté muchísimo. Pero no soy así, para nada –Me miró sorprendido.

–¿Por qué me estás diciendo esto?

–Se que tienes más fuerza que yo, que si quieres puedes tomarme y como el idiota que soy no me negaría, pero, a pesar de estar completamente excitado, a pesar de querer follarme hasta el agotamiento, sigues tocándome.

–Eh –gruñó.

–¿Te molesta que diga palabrotas? Ah no, ¿quizá lo que te molesta es oír la verdad Jonginie? –Me miró cabreado y me deshice de cualquier atisbo de vergüenza –Me pones mucho, pero eso no es suficiente, me gusta mandar, llevar el control y tú me lo pones difícil.

–¿Llevar el control? –preguntó en tono de burla –¿En qué momento Kyung?  ¿Cuando me la chupaste y casi te corres o quizá mandabas en el momento en el que te até y me suplicaste que te la metiera?

Hice un repaso rápido de aquellos momentos, me encogí de hombros con una sonrisa un tanto prepotente.

–Lo importante es quien lo lleva ahora, ¿no crees?

–¿No creerás que lo tienes tu no? –enarcó una ceja.

–El perrito que corre detrás de mi culo eres tú, Kai –pronuncié por primera vez su sobre nombre.

–Y el cachorrito que desea mi polla en su interior eres tú Kyung. No intentes establecer una diferencia entre tú y yo.

–Me alegra que no lo hayas negado.

–Lo mismo digo.

Acabamos de revelar lo mucho que nos necesitamos físicamente, lo cual no sabría decir si es bueno o malo. No me avergüenza admitirlo, pero nunca pensé que el también lo diría.

–Recuerda esto bien, quiero que lo tengas presente. Yo te di mucho de mí, fui lo suficientemente gilipollas para como acostarme con una persona que me amenazaba y que encima es mi hermanastro –me acerqué a su oído –Tu solo te limitaste a amenazarme, estás aburrido, pero yo no seré tu juguete, no seré tu distracción.

Jongin gruñó y comencé a mover mis caderas sacándole un gemido.

–Me encanta la fricción, la excitación, la anticipación, pero algo me dice que tú siempre fuiste de polvos rápidos, ¿me equivoco?

–No.

–¿Te hice cambiar? –se quedó callado mirándome con el ceño fruncido y comprendí que efectivamente yo le había hecho cambiar sus hábitos.

Intenté disimular la risita eufórica (de niño de cinco años) que amenazaba con hacerse presente. Me sentía deseado, ¿realmente le gusta mi cuerpo? Me sentía capaz de hacer cualquier cosa. Me acerqué a su rostro.

–¿Te comieron la lengua? –Dije lamiendo su labio inferior –estás muy sumiso.

–Y tu demasiado emocionado –sonreí.

–Se ha hecho tarde –le di un casto beso en los labios y solté sus manos –suerte con tu paja, la tienes muy dura para como esperar a que se te baje –le guiñé un ojo, pero cuando me levanté me cogió de la muñeca.

–Sabes que no conseguiste lo que querías –lo observé fijamente.

–Ahí te equivocas –alzó una ceja –me buscas, me necesitas, te gusto y tu cuerpo lo grita a los cuatro vientos. Da igual lo que haga, tu pene reacciona, tan solo te pido que no te obsesiones conmigo Jonginie –se levantó de la cama y tiró de mi brazo con fuerza para acercarme a él y rodear mi cintura con sus brazos.

–Podría decirte lo mismo hyung, ¿o quizá es demasiado tarde? –me tensé y el sonrió.

–Mi gusto es pésimo y no eres mejor a cualquiera de los chicos en los que me he fijado –murmuré calmadamente –no te preocupes Jonginie –dije haciendo presión en su pecho para que se apartara. –Además, hasta el sándwich de nutella te gana con creces –me dejó ir y fui hasta el sándwich que había dejado sobre la mesa del que nos habíamos  olvidado por completo.

Soy consciente de que me ha dejado ir, pero por lo menos ya he mostrado un poco de control, no me dejaré dominar.

–¿Me cambiarías por un sándwich de nutella? –preguntó divertido.

–Sin dudarlo. Solo míralo –dije alzándolo en el aire –me entran una ganas tremendas de comérmelo, su color, su olor, textura, todo me incita a llevarlo a la boca y engullirlo, me encanta su sabor –gemí por lo bajo –estoy realmente hambriento, ¿tú no lo estás? –Jongin me miró divertido.

–Muchísimo, pero mi comida se escapa de mis manos y se niega a darme de comer, ¿qué cosas no? ¿Será que no le atraen mis labios?

–Quizá tu comida es lo suficientemente valiosa para cómo hacerse de rogar, ¿no crees?

–Sin duda lo es, pero todo cae en mis manos tarde o temprano. Quiera o no –casi pareció una amenaza más que una afirmación. Esbocé una sonrisa de lado.

–Te deseo suerte si eso es lo que piensas –caminé hasta la puerta de la habitación y lo miré divertido –veamos quien cae primero –lo reté antes de salir de la habitación.

Notas finales:

¿Quien creen que se rendirá primero? O¬O GUAJAJAJJA
Mmm ¿Creen que Soo conseguirá llevar el control o caerá ante Kai?
Me gustaría saber que pensáis XDDDD
También, ¿consideraís este intento como fallido? Yo no sabría, quizá si, quizá no, es confuso, pero por lo menos Soo ya tiene las ideas claras y ambos han sido sinceros xddd
Cúidense!! <33

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Sobre todo para aquellos que no saben cuando voy a subir capítulo, aviso en twitter y Facebook^^ 

 


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