–Kyung... relájate... –gimió. El nombrado mantenía su frente pegada a la pared incapaz de hacer otra cosa que gemir, sintiendo el miembro de Kai palpitar en su interior.
–Jongin... –gruñó, llevando una mano a su erección, auto–satisfaciéndose al ritmo de las embestidas.
El menor sujetaba sus caderas con firmeza mientras el agua caía por sus cuerpos.
–Estás tan apretado... –mordió su hombro, provocando el ronco gemido de Kyungsoo al liberarse.
Kai lo sujetó firmemente y siguió entrando y saliendo, mientras buscaba los labios del mayor. Kyungsoo giró la cabeza y los atrapó. Se fundieron en un largo y húmedo beso, provocando que el miembro flácido de Kyungsoo volviese a endurecer. La sangre se acumuló en su miembro, preparándose para su segundo orgasmo mañanero.
Jongin, consciente de que no aguantaría un solo segundo más llevó una mano al miembro de Kyungsoo, estimulándolo hasta llegar a la vez. Se dejaron caer lentamente al suelo. Kyung apoyó su espalda en el torso de Jongin agotado.
–Tenemos que dejar de hacer esto por las mañanas –dijo Kyungsoo –si alguna vez deciden desayunar con nosotros en vez de irse, estamos acabados.
–La puerta del baño y del cuarto están cerradas, dudo que nos puedan escuchar, contenemos bastante los sonidos.
–Aun así, no puedo ir con este dolor de culo todos los días –protestó, Kai rió y le revolvió el cabello mientras se levantaba, le tendió la mano y rodó los ojos cuando Kyungsoo rechazó su ayuda, levantándose por su cuenta.
–No he notado que te hayas negado una sola vez, además fuiste tú quien me acorraló ayer, no te quejes –contraatacó. Kyungsoo bufó, le dio la espalda y siguió lavándose. Kai lo imitó con una sonrisa.
Casi una semana había pasado desde que comenzaron de nuevo, sus discusiones no cesaban pero ya casi era una costumbre para ellos. Sonrisitas y provocaciones se convirtieron en algo natural en su juego, pero en el instituto decidieron actuar como dos desconocidos.
–Buenos días hyung –saludó Sehun en medio del pasillo.
Kyungsoo giró y sonrió dándole los buenos días. Ambos no habían comentado nada de lo que había pasado en la fiesta, pero ninguno tenía intención de meter el tema. Así que lo dejaron en el olvido.
–¿No has venido con Chanyeol? –preguntó.
–Dijo que vendría a tercera hora o después del descanso, tenía que arreglar unos asuntos.
–Ah, verdad, creo parece que me lo comentó ¿pero irá al entrenamiento?
–Jugáis la semana que viene, seguramente irá –contestó mientras sacaba y metía libros en su taquilla.
Chanyeol es bastante cercano a Sehun, otros jugadores, y compañeros en general, pero Kyungsoo solo se integraba en el grupo si Chanyeol estaba con él por lo que comenzó a ponerse nervioso con la presencia de Sehun tras él.
–¿Necesitas algo? –rompió el silencio.
–No nada –negó el menor, fue a darse la vuelta pero volvió a girar –en realidad sí, me pica la curiosidad –confesó. Kyungsoo lo observó esperando a que continuara –¿qué relación tienes con Kai?
–¿Ah? –abrió la boca, sin saber que responder –no... No tenemos ninguna relación, no lo conozco –se dio la vuelta para cerrar la taquilla consciente de lo nervioso que se había puesto al mentir.
–Oh, estaba casi seguro de que había algo ¿entonces estará interesado en ti...? –Kyungsoo se giró y lo miró.
–¿Por qué lo dices? ¿Te ha dicho algo? –en seguida se maldijo por sonar interesado, Sehun sonrió.
–No, en realidad no tiene importancia... –sacudió la cabeza. Kyungsoo negó y lo cogió del brazo.
–Ehh... –lo había retenido pero no sabía que preguntarle exactamente, a lo mejor los había visto. No sabía cómo preguntarle sin que descubra que realmente hay algo.
–Mmm... ¿Hay alguna novedad de la que no me haya enterado? –preguntó Sehun con una sonrisa divertida. Kyungsoo lo soltó y agachó la cabeza intentando pensar en algo coherente.
–Por fin, te estaba buscando –Kyungsoo alzó la cabeza rápidamente al escuchar la voz de Jongin. Pero no se lo decía a él, Sehun se fijó en ese detalle y sonrió divertido. El recién llegado posó la mirada en él y como si fuese invisible, tiró del brazo de Sehun.
–Tenemos que ir a clase.
–Espera, este es Kyungsoo, es el mejor amigo de Chanyeol. Hyung este es Kai, supongo que lo habrás visto en algún entrenamiento, está en mi clase –. Ambos se miraron fijamente sin saber que decir exactamente, pero a Kai no se le notaba alterado a diferencia de a Kyungsoo que parecía querer gritar en cualquier momento "¡¡Nos han pillado!!"
–Hyung, nunca te había visto mirar a alguien tan fijamente, normalmente apartas la mirada –Kyungsoo agachó la cabeza y se maldijo a sí mismo por ser tan obvio.
–Encantado –dijo Jongin.
–E–Encantado, nos vemos en otra ocasión –intentó despedirse con rapidez, pero Sehun volvió llamarlo.
–Tengo unos tickets para salir a patinar mañana, en el nuevo centro que han abierto, ¿vendrías?
–Emm...
–Chanyeol y Kai vendrán, bueno a Chan no lo he invitado todavía pero seguro que se apunta –Soo miró a Kai, este lo miraba con los ojos entrecerrados. Parecía decirle con la mirada que no fuera y eso le molestó.
–Claro, gracias por la invitación –sonrió, miró a Kai de nuevo e inclinó un poco la cabeza –Nos vemos –se despidió. Caminó rápido por el pasillo rumbo a su clase, Kai giró la cabeza y observó a Sehun.
–¿A qué vino eso? –preguntó un tanto molesto.
–¿El qué? Siempre salgo con ellos pero últimamente los estoy abandonando por tu culpa.
–No me eches la culpa. ¿Por qué lo hiciste?
–¿Realmente somos amigos? ¡Solo hay secretos entre nosotros! –se quejó con un puchero. Kai suspiró.
–Empezaste tú, te recuerdo.
–Bueno como sea, te estoy haciendo un favor, Soo no sabe patinar y Chanyeol es patoso hasta que se acostumbra. Tienes vía libre durante unos minutos –Kai lo miró con los ojos entrecerrados.
–No quiero enseñarle a patinar, ¿qué se te cruza por la cabeza?
–¿Ah no? Pensé que querrías un tiempo a solas con él.
–Pensaste mal –dijo confuso, pero no estaba seguro de su respuesta.
–Que idiota eres, pues cuando veas a Chanyeol enseñándole ya veremos quien quiso y quien no –dijo orgulloso –Sé que hay algo esa tensión mientras os mirabais casi me la levanta –Kai lo miró con una mueca de asco y Sehun rio.
–Cállate por favor, esa imagen en mi cabeza no es sana.
–Sabes que soy Oh Sehun, si no eres sincero conmigo te lo sacaré a la fuerza –canturreó.
**
–¡Llegué! –dijo Kyungsoo entrando a casa, sin recibir ninguna respuesta. Todas las luces estaban apagadas, se había quedado con Chanyeol hasta muy tarde, hablando de Jongin, de Sehun y de Baekhyun. Sus padres no estaban en casa ya que no estarían durante el fin de semana, como siempre viviendo su propia historia, aprovechando cada segundo.
–¿Hay alguien? –preguntó extrañado, se dirigió a las escaleras para subir a la habitación.
La luz estaba apagada tan solo dejando que entrara la luz de las farolas, Kyungsoo ahogó un grito cuando vio a alguien en su cama, pero no tardó en diferenciar las facciones de Kai.
–Por Dios... –murmuró con la mano en el pecho –¿Qué haces ahí con la luz apagada? –molesto se acercó a encenderla cegando a Kai.
–Apágala –gruñó. Kyungsoo encendió la luz del escritorio y apagó la del techo. Dejando la habitación con un brillo tenue.
–¿Qué haces en mi cama?
–Tocarme –dijo indiferente.
–¿Qué?
–Que me estaba tocando –repitió, Kyungsoo lo había escuchado perfectamente pero no daba crédito a sus palabras. Se acercó cabreado a Jongin.
–Te escuché perfectamente –Kai comenzó a reír –fuera –señaló hacia la cama de Jongin indicando que saliera de la suya.
–Kyungsoo... ¿En serio piensas que me la cascaría teniéndote a ti? –sonrió con descaro, Soo lo fulminó con la mirada.
–¿Qué haces en mi cama? –ignoró el comentario.
–Pasar el rato, me estaba quedando dormido esperándote.
–¿Por qué me esperabas? –Kai suspiró molesto.
–Odio que hagas tantas preguntas.
–Y yo que no las respondas.
–Si no las hicieras no habría problemas –contraatacó, Kyungsoo rodó los ojos.
–No las haría si tus respuestas no fueran tan vacías, es difícil entenderte –Dejó la mochila en el suelo y comenzó a desvestirse para ponerse el pijama. Kai se incorporó y Kyungsoo negó con la cabeza –Tócate si te da la gana, no me apetece –contestó cortante. Se puso una camiseta ancha y unos pantalones cortos de estar por casa –pero en tu cama –aclaró.
–¿Por qué estás enfadado? ¿Es porque no respondí? Que infantil... –Kyungsoo frunció el ceño, puede que fuese infantil, pero le daba igual lo que pensara Jongin.
–Voy a cenar –le dio la espalda, y lo escuchó levantarse de la cama. En seguida se dio la vuelta con las manos a la altura del pecho para evitar que Jongin pudiese acercarse. Pero este estaba caminando hacia su propia cama, no hacia Kyungsoo. El mayor enrojeció por la vergüenza y Kai soltó una carcajada al verlo.
–¿Esperabas que fuera a detenerte y acabáramos haciéndolo en el suelo?
–Claro que no... –tragó saliva avergonzado.
–Lo que tú digas –sonrió satisfecho –por cierto... –Kyungsoo se giró avergonzado –¿realmente irás a patinar? –asintió –¿por qué?
–¿Por qué no? –dijo y salió de la habitación a toda pastilla.
Decidió hacer un poco de ramen. Cogió todo lo necesario y encendió la vitrocerámica mientras tatareaba. Movía la cabeza y removía el ramen al ritmo de la melodía que fácilmente recordaba. De repente un pañuelo de tela tapó su visión y fue anudado tras él. Unas manos se deslizaron lentamente por su cintura, y una serie de besos se apoderaron de su cuello.
–Estoy cocinando –jadeó. Atrapó la mano de Kyungsoo y la acercó a la cerámica, sus mejillas se juntaron, Kyungsoo giró un poco la cabeza e inhaló su aroma. Como a un títere, llevó el dedo índice del mayor hasta el sensor disminuyendo el fuego hasta apagarlo y finalmente bloquearlo. Kyungsoo lanzó una risita.
–¿Realmente eres Jongin? Desconocía que supieras apagarlo –se burló. El nombrado sonrió.
Kyungsoo supuso que sonreía cuando sintió la curvatura de sus labios en su cuello. Jongin lo movió hacia un lado para evitar posibles accidentes. Masajeó su cintura y siguió besando su cuello mientras Kyungsoo se derretía en sus caricias. Pegó su cuerpo juntando su erección entre las nalgas de Kyungsoo. Ambos soltaron un gemido. Llevó las manos al torso de Soo y lo acarició por debajo de la camiseta, ascendió hasta llegar a su pecho y pellizcar un pezón. Kyungsoo gimió avergonzado.
–Me recuerda a nuestra primera vez –susurró Jongin tras su oreja.
–No pensé que lo recordaras.
–No podría olvidarlo –Kyungsoo cerró los ojos respirando con dificultad –ese día se me hizo eterno, no podía esperar a que se hiciera de noche y se fueran nuestros padres.
–¿E–En serio? –preguntó sorprendido.
–¿Qué te sorprende? Tuve que dar más vueltas de lo normal al campo de futbol y ducharme con agua helada.
Kyungsoo sonrió. Pensaba que era el único que miraba el reloj sin poder creerse lo lento que corría.
Jongin le quitó la camiseta por encima de la cabeza y volvió a pegar su cuerpo. Volvió a abrazarlo por la cintura, mientras la espalda de Soo se pegaba en su pecho desnudo. Este, le dio la vuelta y lo cogió de los muslos. Kyungsoo se aferró a su cuello y le rodeó la cintura con las piernas.
El no ver nada le estaba excitando más de lo que pensaba, no sabía hacia donde iba Jongin. Llegaron al salón y lo sentó en la mesa principal.
–¿Cómo me imaginas? –preguntó Jongin mordiendo el lóbulo de su oreja. Volvió a su cuello y Kyung acaricio su pelo.
–Con el pelo revuelto... –ahogó un gemido cuando Kai lo mordió y continuó hablando –y con los pantalones grises que utilizas para estar por casa.
Soo intentó atrapar sus labios a ciegas pero Kai se apartó y sonrió al ver el mohín del contrario. Finalmente cumplió su deseo y juntaron sus labios. Jongin fue deslizando las manos por su espalda hasta llegar al pantalón. Introdujo sus manos en él. Kyungsoo alzó su cuerpo en el momento en el que le apretó las nalgas y lo pegó más a él, juntando sus erecciones. Ambos gimieron en la boca del otro.
Sentía que esta vez era diferente. Quizá era parte de su imaginación pero cada toque, cada caricia hacia que se derritiera. Lo sentía diferente, una calidez abrumadora en su pecho lo invadía, "quiero saber si siente lo mismo".
Sentía los besos de Jongin en su pecho, en su abdomen, cuello, boca, mejilla, y no era capaz de predecir donde sería el siguiente. Tocó su abdomen y a ciegas, subió hasta encontrar su cuello, que estaba muy cerca del suyo. Siguió subiendo y encontró sus labios, los tocó con los pulgares y pudo notar como Jongin sonreía. Con miedo de que se alejara se acercó hasta que sus labios se encontraron. Las manos de Jongin descansaban a los lados de la cintura del mayor, mientras acariciaba sutilmente con su pulgar.
–Quiero verte... –susurró. Sintió como le apartaba un mechón de la frente y volvía a besarlo. "Esto se siente como una primera vez"–. ¿Cómo puedo odiarte si te comportas así? –soltó llevado por la situación. No se dio cuenta de que lo había dicho en voz alta hasta que Jongin dejó de besar su cuello.
–¿Realmente quieres que te de razones para odiarme? –Kyungsoo se quedó callado y lo tomó como un sí, aunque no lo era –no me caes bien. Pruebo cosas nuevas contigo porque me da igual lo que puedas llegar a sentir.
Había sido directo y cruel, podría haber continuado pero decidió cerrar la boca. Podría haberlo dicho de mil formas diferentes y muchas sonarían peor. Pero algo no le dejó decir esas palabras porque sabía que no eran ciertas. No en un 100%.
–Se supone que debes decirme algo que no sepa –pero su voz se quebró en la última frase.
Jongin sabía que le había dolido. Lo normal en el seria apartarse de él. Dejarlo solo o proseguir con lo que iban a hacer unos minutos atrás sin importarle que estuviera a punto de llorar. Pero cuando se trataba de Soo, no se consideraba normal, ¿Que le hacía ese chico? Preocupación, celos, dudas. No pudo moverse del sitio. No quería hacerlo. Alzó las manos y cogió el pañuelo pero Kyungsoo impidió que se lo quitara.
–No quiero verte ahora. Vete –Jongin se quedó en el sitio pero sabía que la había cagado, le dio un beso en los labios logrando confundir al mayor y dio media vuelta. Cogió la camisa de Soo y la dejó encima de la mesa.
Cuando escuchó sus pasos perderse en el cuarto de arriba, Kyungsoo se permitió quitarse el pañuelo y que unas lágrimas escaparan de sus ojos.
¿De que servía negarlo una y otra vez?
> ¿Cómo puedo saber cómo se siente estar enamorado? ¿Realmente como lo sabes? Con solo una palabra puede hacer que sonría todo el día, o que me alimente a base de helado durante toda una semana. Lo que me hace sentir, es tan diferente a lo que sentía por Suk...<
Su corazón latía rápidamente, y sus lágrimas caían poco a poco por su semblante serio. Bajó de la mesa y se puso la camiseta. Soltó el pañuelo en la cocina y bebió un poco de agua.
A lo largo de la semana no era la primera vez que pasaba algo así. Cuando salía herido, Jongin realizaba alguna acción que volvía a confundirlo.
A la mañana siguiente se levantó en su cama. Jongin ya no se encontraba en la habitación ni había rastro de él. Pero estaba seguro de haberse quedado dormido en la cocina y no en su cama.
¿Por qué hace esto?
¿Solo está tratando de confundirme o no es totalmente sincero con lo que siente?
Una parte de Kyungsoo deseaba que fuese la segunda. Pero por otro lado preferiría que solo fuese un truco cruel para mantenerlo a su lado mientras no tenga a otra persona. Kyungsoo dudaba pero su corazón le gritaba y rezaba porque fuese la segunda. Pero somos hermanastros se repetía ¿realmente podrían saber sobre llevar algo más que una simple atracción?
Había estado toda la noche dándole vueltas a su situación y había llegado a una conclusión, la cual negó en cuanto abrió los ojos.
"Soy idiota porque estoy enamorado de uno."
**
Al día siguiente, Kyungsoo y Chanyeol esperaban en el recinto a que Jongin y Sehun aparecieran. Tras unos minutos entraron chocándose los hombros y armando jaleo. Se acercaron.
–Bueno ya todos se conocen así que no hace falta presentaciones, entremos.
Cada uno pidió su número y fueron a las taquillas, cogieron una grande para todos y a piedra papel o tijeras le tocó a Sehun llevar la llave. Este comenzó a patinar como todo un profesional mientras los otros tres seguían agarrados a la barandilla. Kai fue el primero en soltarse y tras unos segundos le cogió el truco, sin caerse una sola vez. De vez en cuando perdía el equilibrio y comenzaba a mover las manos en todas las direcciones pero conseguía recomponerse, Kyungsoo sonreía, no podía apartar la mirada de el. Hasta que escuchó un golpe a su lado y vio a Chanyeol sentado en el suelo.
–¿Cuántas veces te has caído ya? –Chanyeol lo miró mal y luego rió.
–Si no estuvieses tan ocupado mirando a Kai seguramente las hubieses contado para recordármelo toda la vida –le picó.
–No lo miraba –frunció el ceño, Chanyeol rodó los ojos y alzó la mano para que lo ayudara a subir.
–Tienes que aprender a patinar –Chanyeol cogió su mano para tirar de él y se separará de la barandilla pero Kyungsoo negó.
–No quiero hacer el ridículo.
–Antes lo hacías.
–Antes solo estabas tú.
–Dirás que no estaba Kai –Kyungsoo suspiró dándole la victoria.
–Igual, no quiero caerme de culo.
–Yo ya lo tengo empapado, solo sientes una brisa refrescante, nada del otro mundo –Kyungsoo negó con una sonrisa –venga, como en los viejos tiempos –le tendió la mano y Kyungsoo acabó aceptándola. Intentaron patinar entre balanceos y risas.
–Entonces sobre lo que hablamos ayer... –murmuró Soo –¿has hablado con el? ¿Sabes si sabe o sospecha algo?
–Oye no he tenido tiempo, si le pregunto tan rápido voy a dar el cante, si quieres que le pregunte a Sehun déjame que salga de forma natur... –perdió el equilibrio y cayó al suelo antes de terminar la frase llevándose a Kyungsoo con él.
–Confío en ti pero que sepas que eres un mal profesor –soltó Kyungsoo frotándose el culo, era la quinta vez que ambos caían al suelo.
–Oye te salvé dos veces –le reprochó. Kyungsoo lo miró divertido.
–Y me arrastraste tres contigo.
–Vaaaale –volvieron a levantarse y siguieron intentándolo –¿te pasó algo con Jongin?
–No, ¿por? –Chanyeol lo miró dubitativo.
–Mm es solo que te noto raro, pensé que algo podría haberte pasado con Jongin –Kyungsoo negó, no quería hablarle sobre su reflexión de anoche.
Por otra parte Sehun no ignoraba las pequeñas miradas de Jongin. Sabía que el pequeño de ojos saltones era algo más que un simple conocido para Kai. Hace tiempo había visto a Suk salir hecho una furia de la entrada y vio a esos dos besándose en las taquillas. Hasta en su propia fiesta sabía que algo pasaba cuando Kai lo apartó de su lado y lo fulminó con la mirada.
–¿Tienes envidia?
–¿De qué?
–De la relación que tienen –Kai les dedicó una mirada y negó confundido.
Sehun rio, verlo así merecía la pena. Lo cogió de la camiseta y tiró de él. Kai perdió un poco el equilibrio y Sehun lo sujeto. Se acercó a su oído.
–Soo no aparta la mirada de ti, ni tu de él. Cuando te mira la desvías y él hace lo mismo. ¿Cuántos años tienes? Pareces un niño pequeño.
–Exageras.
–¿Lo crees?
–Sí. Si hay algo o no, no te incumbe, si no te lo he dicho es porque no quiero que lo sepas. Espero que haya sido lo suficientemente directo.
–Que cruel –siguieron patinando, mientras Sehun aumentaba la velocidad y patinaba delante de Kai de espaldas para que le viera como se clavaba un puñal imaginario en el pecho –eres todo un príncipe oscuro.
–La simpatía no me va. Tu pareces la vieja cotilla de las pelis que vive dos casa más abajo.
–Oh gracias –sonrió –es de familia –Kai suspiró, no podía contra ese chico.
–Vaya por Dios, menos mal que no tienes hermanos.
–Mi madre tuvo ocho hijos –Kai casi se tropieza y Sehun volteó riendo y se puso a su lado –era broma, solo lidiaras conmigo.
Siguieron patinando y Kai rompió el silencio.
–¿Por qué sientes tanta curiosidad?
–Si realmente te molesta pararé –dijo rascándose la nuca pensativo.
–No te he preguntado eso. Ya te dije que si querías saberlo tendrías que hacer primero tu confesión, eres tu quien no confía en mi –Kai paró y Sehun frenó en cuanto pudo, se giró y quedaron uno en frente del otro.
–¿Qué pasó? –Kai lo miraba fijamente con el ceño fruncido. Apretó los puños y lo soltó.
–¿Acaso te gusta Kyungsoo?