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Can't you just be mine? [Kaisoo] por kimlawliet

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–¡Pues lárgate con él! –consiguió zafarse y cogiendo con muchísima fuerza la muñeca de su hijo, tiró de él para alejarlo.

 

–Estás ciega –escupió el padre del menor mientras se acercaba a su hijo y observaba el golpe que le había dado su mujer, pero Jongin apartó la mano lentamente, aún confuso y cabreado por lo que estaba pasando. El hombre volvió a mirar a su mujer decepcionado por su comportamiento –¿Jongin le estaba obligando? ¿Acaso Kyungsoo pedía que parase? ¡Solo porque tu hijo sea un chico ejemplar no lo convierte en hetero! –gritó por primera vez desde que habían empezado la discusión. Había alzado el tono de voz en alguna ocasión cuando la mujer gritaba a pleno pulmón pero esta vez gritó con rabia, cegado porque la mujer de la que estaba enamorado y se había casado estuviera tan ciega.

 

–¡¿Acaso lo apruebas?! –se defendió la madre que mantenía a Kyungsoo tras ella y lo suficientemente lejos de Jongin. Este hizo el amago de separarse de ella pero sintió las uñas aún más fuertes fundiéndose con su piel así que se quedó quieto hasta que pudiera comprender mejor la situación–. Son hermanos, son niños, menores, ¡es asqueroso y nada de eso pasaba cuando tu hijo no vivía aquí! –argumentó.

 

–No es justo que culpes a mi hijo de todo esto, no lo apruebo y me encargaré de ello pero esto es cosa de dos y estas ignorando uno de los extremos –dijo desviando la mirada al mayor que seguía de piedra escuchando silenciosamente. Cuando la mirada de ambos se encontraron la mujer tiró de Soo para dejarlo aún más detrás de ella como si quisiera protegerlo a toda costa. Estaba ida y no era capaz de pensar con claridad.

 

–¿Cómo? –consiguió preguntar Jongin que creía que merecían una explicación.

 

–¡FUERA! –gritó la mujer al escuchar su voz, Kyungsoo se encogió dando un respingo al escuchar su voz rasgada y entre lágrimas, echar a Jongin de la casa. Se zafó del agarre dejándose un arañazo del que comenzó a salir un poco de sangre. Se alejó pegado a la pared mientras se sostenía el rasguño mirando a todos los presentes con miedo y los ojos temblorosos.

 

–E-estamos saliendo... –consiguió decir en un hilo de voz, tenía un nudo en la garganta. No podía mirar a su madre, la decepción y asco que sentía en ese momento. Por ello, clavó la mirada en Jongin que lo miraba preocupado. Jongin negó para que se callara y no siguiera hablando, a él no le importaba que lo culparan de todo lo ocurrido siempre y cuando Kyungsoo no saliese herido, pero este no dejaría que eso pasara. Estaría mintiéndose a sí mismo y apenas ahora caía en que no era lo correcto –soy gay... lo sé incluso antes de que me presentaras a Minyeon –dijo nombrando al padre de Kai –sé lo que opinas y por eso nunca he podido confesártelo pero... –antes de terminar la frase su mirada viajó a la de su madre. La expresión que tenía le hizo callar y que algunas lágrimas salieran de sus mejillas –lo siento –susurró sorbiendo su nariz.

 

–No tienes que disculparte –se quejó Jongin que fue a acercarse a él pero su padre se lo impidió. Forcejearon y el agarre del padre se hizo cada vez más fuerte y eso cabreó a Jongin que le gritó que le soltara pero Minyeon consiguió sacarlo de la casa y meterlo en el coche–. ¿Dónde vamos? –dijo una vez se calmó mientras sostenía sus muñecas cabreado.

 

–A casa –contestó Minyeon con una rápida maniobra, cambió las marchas y se perdió en la carretera. En ese momento Jongin supo que aquella casa que compartían con quien era su familia política ya no era llamado hogar. De que volvían a la pequeña ciudad en la que crecieron a kilómetros del chico, cuando por fin se había atrevido a admitir que estaba enamorado.

 

El trayecto fue silencioso, salieron con lo puesto, no sabía cuál era el plan, qué sabían o cómo se habían enterado, solo era consciente de que se alejaba cada vez más. Se arrepentía de todo el tiempo malgastado, de su estupidez, de las discusiones, pero sobre todo de no haberlo defendido y haberse ido a pesar de oponer resistencia. En realidad no sabía qué era lo mejor para Soo, a veces pensaba que esa distancia era lo que necesitaba, que se olvidara de él y empezara una nueva vida. La relación que tenían era tóxica, ninguno lo dudaba, pero egoístamente también pensaba en continuar porque en el fondo era lo que quería. Su mente le confundía con sentimientos contradictorios, pero no se atrevió a coger el móvil para llamar o enviar un mensaje a Soo, ya que estaba seguro de que su padre no le dejaría ponerse en contacto con él y preferiría no recordarle que podía.

 

Una vez llegaron a su antigua casa a Jongin le parecía que estaba increíblemente lejos, pero tan solo habían pasado unos treinta minutos. Todo estaba lleno de polvo pero seguía siendo tan acogedora como siempre, su padre quiso venderla hacía tiempo pero ahora se alegraba de no haberlo hecho. Jongin se dispuso a ir a encerrarse en su habitación pero su padre le cogió del brazo y le obligó a sentarse y hablar.

 

–No me has dirigido la palabra en todo el trayecto, ¿no crees que merezco una explicación? –demandó cogiendo una silla y sentándose en frente del chico –¿eres gay? –soltó esperando pacientemente la respuesta de Jongin.

 

–No parecía que quisieses hablar... ¿Y eso es lo que te preocupa? Pensaba que te daba igual con quien me acostaba –le echó en cara –nunca te ha importado qué hago con mi vida, ¿por qué me defendiste? –preguntó un poco molesto –¿no tenías una exposición hoy? –Minyeon lo miró duramente por su actitud pero cuando nombró el proyecto lanzó un largo suspiro.

 

–Lo siento, la pregunta no fue apropiada y efectivamente me da igual con quien folles –se encogió de hombros, Jongin lo miró un poco sorprendido por el vocabulario, pero no dijo nada, tan solo esperó a que siguiera hablando –te defendí porque te trató como si fueses un violador y cualquier persona con dos dedos de frente sabría que lo que tenéis es una cosa de dos... y a lo de la expo, sí, tantos meses de esfuerzo en el proyecto para nada –respondió frotándose el rostro.

 

–¿Deben estar ambos presentes? –preguntó lentamente, no tenía ni idea de cómo funcionaba ese mundo y en realidad nunca le había interesado pero le daba pena que por su culpa todo el trabajo se fuera a la basura.

 

–Quedaría mal ir solo, pero no es culpa tuya –le dijo a su hijo –yo puedo separar trabajo de familia, pero nunca la había visto tan inestable emocionalmente, podríamos ir pero no la veo capaz de enfocarse, ni siquiera creo que quiera verme y la verdad es que tampoco quiero para verla, al menos hasta que pida disculpas por cómo te trató –explicó un poco molesto.

 

–¿Cómo lo supisteis? –preguntó Jongin por fin, su padre se quedó mirándolo y se inclinó hacia delante, dejando los codos sobre sus rodillas.

 

–Recibimos un archivo de video a nuestro correo de la empresa, no quisimos reproducirlo en un principio porque era raro pero ella tenía curiosidad y bueno... estabais en el sofá, lo demás te lo imaginas, ¿en qué momento se os ocurrió que grabar eso sería divertido? –le acusó.

 

Jongin se apoyó en el respaldo pensativo pero muy confuso, no entendía el fin de revelar algo como eso a sus padres, seguramente el correo de contacto de la empresa podía encontrarse fácilmente en internet pero no la razón, ¿sería para simplemente joderles? Recordó a Suk de repente, pero hacía tanto tiempo que no les molestaba, así que dudaba que pudiera ser él. Aún así era incapaz de pensar en nadie más. El problema era otro y lo que no le cuadraba, miró a su padre de nuevo, demasiado confuso.

 

–Nunca nos hemos grabado, ni siquiera tenemos fotos juntos, yo no grabé, pero sinceramente Kyungsoo tampoco y menos sin preguntarme, no es de hacer cosas a escondidas –se frotó el rostro molesto sin entender nada.

 

–¿Insinúas que alguien colocó una cámara? –bufó su padre –puedes admitir que el video es vuestro, nada se va a solucionar si lo niegas.

 

–No tengo porqué mentir, no puedo asegurar que no sea nuestro pero yo no grabé nada y pongo la mano en el fuego a que Soo tampoco grabó, pero nadie nos ha amenazado y aunque conozco un gilipollas capaz de hacerlo, no tiene sentido, ¿desde dónde estaba grabado? –le preguntó, su padre hizo memoria, le daba asco pensarlo pero tampoco le cuadraban las cosas.

 

–Frente al sofá lo más probable era que estuviese cerca del mueble de la tele, entre los libros o así –sus palabras eran lentas pero apostaba por esa respuesta –¿estás preocupado por Kyungsoo?

 

–Esa mujer está loca, ¿puedo enviarle un mensaje o llamarlo? –le preguntó sacando el móvil con mucho cuidado, alerta por si Minyeon intentaba quitárselo.

 

–Que me dé igual que seas gay o te guste él, no quita que esté mal, ¿cómo podían actuar como hermanos por el día y hacer lo que sea que hacían por las noches? ¿No te resulta enfermizo? –entendía el punto de su padre y el porqué de su cabreo pero tampoco sabía cómo rebatirlo.

 

–Nunca nos consideramos hermanos, ni siquiera delante de vosotros actuábamos como tal, no compartimos el mismo apellido y ni siquiera nos hemos criado juntos, éramos dos extraños productos de un matrimonio en el que no pintábamos nada. De extraños a "vamos a vivir juntos", así que deja de decir hermanos o familia, te entiendo pero no lo puedes comparar –le dijo mirando hacia otro lado mientras trataba de enfriar su mente.

 

*

 

Kyungsoo se quedó inmóvil mientras el menor luchaba desesperadamente por ir a por él, y mientras tanto el mayor fue incapaz de moverse. Se sintió patético, como un imbécil por no saber reaccionar cuando el pánico se apoderaba de él. Cuando Minyeon consiguió llevarse a su hijo, ambos se sumieron en un largo silencio, hasta que la madre comenzó a hacer muchas preguntas. Comenzó a hablar en un tono bajito, pero su voz se fue alzando cada vez hasta acabar casi gritando de nuevo. Kyungsoo intentaba explicarse pero le era imposible decir algo sin que la madre le interrumpiera a gritos, le pidió que le diera el móvil pero este se negó varias veces y eso desencadenó otra pelea. Kyungsoo consiguió mover sus piernas, aunque caminaba torpemente en un principio consiguió subir las escaleras y rápidamente se encerrarse en su habitación.

 

Todo su cuerpo temblaba, no le gustaba estar solo, sentía que todo se desmoronaba a su alrededor y le era imposible pensar. Palpó su bolsillo y encontró su móvil rápidamente marcó el número de Jongin y se puso el móvil en el oído. Se sentó en el suelo, con la espalda apoyada en la cama de Jongin mientras susurraba "por favor cógelo" una y otra vez, pero casi al instante escuchó la voz del chico al otro lado de la línea.

 

–Pensaba que te quitaría el móvil –dijo Jongin, que se reincorporó y empezó a caminar por la casa, era incapaz de estarse quieto. Su padre le dejó privacidad y se fue a airear un poco la casa, acción que Jongin le agradeció. Le contó lo que sabían y le preguntó si había grabado pero a Kyungsoo le pilló tan de sorpresa como a él.

 

Su madre comenzó a tocar la puerta pero este había cerrado con pestillo, se sentó en la cama y apoyó la espalda en la esquina de la habitación. Hasta que su madre se cansó de aporrear la puerta, en todo momento Jongin estuvo tranquilizándolo, medía sus palabras con sumo cuidado, no estaba dispuesto a cagarla de nuevo y quería ser un apoyo para él. Kyungsoo también pensó en Suk, pero nada les cuadraba, Minyeon interrumpió la conversación, había pedido comida a domicilio y quería que comiera algo pero Jongin no quería colgar. Soo fue quien le dijo que no se preocupara, llamaría a Baek y Chanyeol y mientras tanto que el su padre pensaran en algo para salir de esta. Soo amaba a su madre pero en ese momento sentía miedo, nunca la había visto de ese modo y temía que pudiera hacerse daño. Siempre supo que no lo aprobaría pero nunca pensó que tendría una reacción tan exagerada, ni siquiera veía a su madre en esa mujer.


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