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The One And Only por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Sí, son las 10:16 pm, pero es sábado.

¡Sábado de actualización! 

Minho veía a Yuri frente a él, era real, tan malditamente real. Y él sólo podía pensar en que todo fuera un sueño, una mala pesadilla, y que después de que parpadeara todo volvería a la normalidad.


 


Pero eso no sucedió.


 


Yuri seguía frente a él, viéndose demasiado impactada, asombrada, sus pequeños ojos agrandándose más a cada momento que pasaba. Ella parpadeaba una y otra vez, viéndose cada vez más incómoda, y realmente impresionada.


 


Minho quería regresar el tiempo, tal vez sólo atrasarse algunos segundos, porque esta no era la manera en que pensaba decirle al mundo quién era realmente.


 


Maldijo por lo bajo y sus pasos viajaron a su cabello, despeinándolo suavemente, Minho sólo quería algo que hacer con sus manos, porque temblaban de una forma incontrolable, justo como su corazón latía en ese momento.


 


—Yuri. —Susurró, y fue en eso momento que los ojos de Yuri le miraron directamente a los ojos. Su mirada le desconocía, y eso como si la realidad cayera sobre ella, lenta y calmadamente.


 


—No eran otras chicas. —Yuri murmuró y su mirada nunca le abandonó. Se sentía expuesto bajo ella, sentía como si Yuri poco a poco unía las piezas del rompecabezas y alguna luz iluminara sobre ella, haciéndole entender todo. —Ahora puedo verlo.


 


Ella negó con la cabeza repetidas veces, riendo sin gracia después. Sus ojos sobre él, su cuerpo temblando con la risa. Yuri no parecía ella, pero Minho comprendió que después de verle, tal vez ella no sería la misma.


 


—Necesitamos hablar. —Él dijo con palabras torpes, y rápidas, queriendo de alguna manera enmendar sus más grades errores, sin algún dolor más.


 


—No, no necesitamos hablar. —Yuri dijo, pasando sus manos por sobre su brazo. Ella parecía de nuevo, incomoda, realmente incomoda entre ellos, como si ella hubiera sido la amante, y nunca la esposa. —Fui realmente estúpida, ¿no es así? —Preguntó, pero no esperaba respuesta.


 


Ella parecía estar murmurándose a sí misma, cayendo una y otra vez más sobre su realidad, sobre la persona que realmente era él y sobre de lo que su matrimonio fue en verdad.


 


Minho sentía el cuerpo pesado, la culpa invadiéndole a cada segundo que pasaba. Minho estaba seguro de lo que estaba pasando por la mente de Yuri en esos momentos. Ella seguramente pensaba en que ella fue sólo una tapadera para él, en que ella era la esposa trofeo que siempre quiso, pero nunca amó. Ella era la persona que había ayudado a Choi Minho, a tratar de ser normal, sin siquiera saberlo.


 


Dios, Minho quería golpearse por hacerla sentir de esa manera. Él quería una vez más, regresar el tiempo, y hacer las cosas como se suponía que debía haberlo hecho. Ella merecía más que un tipo encerrado en la persona que realmente era, ella merecía alguien que la amara y respetara y le diera todo lo que ella siempre había querido. Yurui merecía a alguien mucho mejor.


 


—No, por supuesto que no. —Él dijo, acercándose sólo un poco a ella. Yuri retrocedió y negó con las manos repetidas veces. Diablos, ella ni siquiera parecía quererlo cerca. —Yuri, las cosas…


 


Pero Yuri no estaba buscando sus explicaciones, o al menos eso pensó. Ella detuvo sus palabras levantando la mano frente a él, cerrando los ojos, y negando con la cabeza una vez más.


 


—No, sí lo fui. —Yuri susurró y entonces sus pequeños ojos le encontraron de nuevo. —Siempre me pregunté que había hecho mal, siempre tenía eso en mente. —Sus ojos brillaron, y Minho pudo ver las lágrimas a punto de bajar por sus suaves mejillas. —Y, Dios, Minho, has visto las chicas que están detrás de ti, siempre pensé que había alguien más, porque, ¿Qué otra explicación podía haber? —Ella suspiró, tratando de controlar las lágrimas que querían abandonar sus ojos. —Y pensé que podía lograrlo contigo, realmente pensé eso. Pero, lo que estoy viendo ahora, yo nunca tuve oportunidad con esto, ¿no? Esto es algo con lo que simplemente no puedo.


 


Yuri habló, Minho se dio cuenta, dejando ir todo con ella. Dejando saber todo lo que pasaba por su mente, todas sus preocupaciones, toda su realidad, que ahora también formaba parte de ella.


 


Minho entendía lo que ella decía. Yuri, tal vez, podría aceptar lo que él hubiera tenido otra mujer en su vida, pero entonces nunca fue una mujer. Siempre fue el chico de ojos salvajes, de sonrisa encantadora y de gran corazón, él que tenía su mente.


 


Fue después de eso, que Minho recordó a Kibum. Buscó con su mirada a Kibum, y lo encontró a un costado de ellos, con las manos en sus brazos y pareciendo realmente incómodo.


 


Su mirada encontró la de Kibum, y él sonrió suavemente mientras lo veía desde el otro lado. Su corazón latió de esa forma en que él lo llamaba ‘amor’ como siempre latía cada que Kibum le miraba y sonreía. Y Minho sonrió, tratando de no mostrar sus miedos.


 


Los labios de Kibum murmuraron un ‘todo está bien’, asintiendo hacía ellos.


 


Minho miró entonces a Yuri, ella miraba entre ellos, su ceño ligeramente fruncido. Ella se veía dolida, mirando entre ellos.


 


—Lo siento, Yuri, en verdad lo hago. —Minho habló, mirándole directamente a los ojos. —Ojalá pudiera arreglar todo el daño que he hecho, pero parece que no puedo. Lo siento, —repitió. —Es todo lo que tengo, Yuri. En verdad, lo siento.


 


Yuri le miró, pareciendo cansada de todo el drama de hace unos segundos, pareciendo devastada también, arruinada después de su última escena. Ella parpadeó y después miró a Kibum, antes de suspirar y dejar caer los hombros.


 


—No creo que pueda perdonarte, Minho, no al menos ahora.


 


Ella se le miró y después le dio la espalda, alejándose de él. Minho entonces dejó su espalda caer contra la puerta, observando después a Kibum alejarse y caminando detrás de Yuri.


 


 


 


 


—Espera. —Kibum tomó el brazo de Yuri, impidiendo su huida. —Yuri, necesitamos hablar.


 


Ella se detuvo, sin embargo, no le miró. Kibum no podía entenderle del todo, pero trataba de hacerlo. Yuri les había visto, compartiendo un momento íntimo y estaba seguro que para Yuri fue tan doloroso, como cuando el vio a Minho casarse con ella.


 


El problema era diferente, pero el dolor, estaba seguro, era el mismo. Él había visto a Minho casarse, y su corazón se había destrozado con eso, entonces estaba seguro que lo mismo le había pasado a Yuri después de verles.


 


—¿Qué quieres, Kibum?—Ella preguntó y seguía sin verlo. Kibum suspiró y entonces pensó en lo que tenía para decirle.


 


¿Cómo debería? ¿Cómo podía pedirle a Yuri que no dijera nada, porque Minho aún no estaba preparado?


 


—Yo sólo…—Kibum murmuró. —Yo sé que no puedo pedirte nada, no debería, pero puedes mantener esto entre nosotros. Minho aún no está listo, él necesita tiempo.


 


Kibum no quería precipitar las cosas, porque en ese caso, entendía a Minho. Y no quería que los periodistas y cámaras estuvieran detrás de Minho haciendo preguntas para las que él aún no estaba preparado. Kibum sólo no quería que eso no afectara a Minho.


 


Yuri se tensó bajó su mano y lentamente giró para mirarlo. Ella tenía los ojos brillantes, pero esta vez no era por el dolor o la tristeza, Yuri estaba molesta, demasiado diría él.


 


—¿Por quién me tomas, Kibum? —Sonó más que molesta, sus labios fruncidos y su entrecejo arrugado. Kibum nunca había visto a Yuri así de enojada, él sólo conocía a la Yuri de los conciertos, con grandes sonrisas bailando en su rostro y ojos brillantes y felices. Esta era otra Yuri.


 


—No quiero ofenderte, Yuri, pero esto es algo que a nosotros no nos corresponde contar. —Suspiró y sus manos abandonaron el cuerpo de Yuri. —Tú fuiste su esposa, lo sé, y yo, uh, bueno, nosotros ahora estamos intentando algo.


 


Aunque él no iba a decir, ‘estamos intentando algo de nuevo’, porque esta no sería la primera vez, pero eso Yuri no tenía por qué saberlo. Si Minho había omitido esa parte de su vida, entonces él no sería quien lo gritara a los cuatro vientos.


 


La expresión de Yuri cambió. La ira en sus ojos fue remplazada por el dolor. Ella tenía los ojos brillantes, y Kibum creía que se quebraría frente a él, como no lo hizo con Minho. Kibum estaba bien con eso, Yuri necesitaba dejar salir todo su dolor, sin embargo, él creía que no era la persona correcta.


 


Yuri parpadeó y sus manos fueron hasta sus mejillas, tal vez tratando de parar sus lágrimas, tal vez tratando de no quebrarse frente a él.


 


—¿Cuánto tiempo, Kibum?—Ella preguntó, dejando que la primera lagrima resbalara por su mejilla. —¿Cuándo tiempo durante mi matrimonio?


 


Kibum abrió los ojos ante su pregunta. ¿De qué estaba hablando Yuri? Él no estaba seguro, pero sentía que tenía una idea de lo que ella se refería.


 


—¿Cuánto tiempo qué, Yuri?


 


Para ese momento ambos se habían olvidado de las formalidades, de la cercanía. Yuri ya no le veía más como un compañero de trabajo, y ella ya no era la joven de un grupo cercano, y él ya no era el chico que encontraba las cámaras con su mirada.


 


Kibum era el traidor ante sus ojos, y ella era la víctima.


 


—¿Cuándo tiempo Minho y tú estuvieron juntos durante mi matrimonio?


 


Él parpadeó y lo hizo de nuevo. Y entonces como cuando Yuri se había enojado, él también lo estaba haciendo.


 


Minho y él habían sido algo más que compañeros de grupo durante mucho tiempo, pero cuando Minho había tomado su camino, Kibum jamás se vio como su pequeño y sucio secreto. Él vivía su vida, y Minho la suya, y eso era todo.


 


—Nunca.


 


Yuri le miró durante largos minutos antes de negar suavemente con la cabeza. Ella dio un paso atrás, y sus manos viajaron hasta sus brazos, abrazándose a sí misma.


 


—Intenta de nuevo, Kibum. —Ella dijo, pero no le miró. —No me mientas esta vez.


 


—Está bien si no quieres creerme, Yuri, sinceramente no me importa. —Kibum dijo, dejando salir al ‘Key’ que estuvo dormido mucho tiempo. —Minho nunca te fue infiel, no conmigo, jamás podría hacer algo como eso.


 


Aunque tampoco creía que Minho pudiera serle infiel a Yuri. Al menos él no había mencionado nada como eso, y Kibum nunca había pensado sobre eso. Sin embargo, Minho podía ser un cobarde, pero nunca infiel. Estaba seguro de eso.


 


—Él nunca quiso hijos, no conmigo, y, Kibum, tú y yo sabemos cuánto ama a los niños. —Yuri murmuró, bajando la mirada, mostrándose avergonzada. —Él dejó de tocarme, dejó de mirarme, era como si nuestro matrimonio no le importaba. —Sus mejillas se tiñeron de un suave rojo y entonces ella encontró su mirada. —Lo siento por pensar que él podía estarme siendo infiel.


 


—Yo no puedo decir por qué hizo eso. —Y era cierto, Minho se había reservado esa parte de su vida, porque si bien Kibum estaba intentándolo de nuevo con él, aún hablar del matrimonio fallido de Minho, dolía. —Tal vez sí necesitas esa conversación con Minho.


 


—Lo único que necesito es alejarme de él.


 


—Tú decisión. —Kibum se encogió de hombros. —Sobre lo otro… —Dejó que las palabras murieran, y miró a Yuri. Ella suspiró, y negó con la cabeza.


 


—No soy una maldita, Kibum. —Ella bajó la voz, y retorció sus manos juntas. —Como dijiste, esta no es mi historia para contar. Yo no diré nada.


 


—Gracias.


 


—No, no me agradezcas.


 


 


 


Kibum regresó. Minho estaba en el mismo lugar en el que le había dejado. Minho seguía apoyado contra la puerta, los brazos cruzados, y sus ojos directamente en él.


 


—¿Qué hacías, Bum?—Él preguntó, extendiendo los brazos para él. Kibum entró en el abrazo, dejando que su cabeza cayera contra el hombro de Minho.


 


—Sólo hablando un poco.


 


—Bum. —Minho advirtió, dejando a sus manos caer hasta su cintura.


 


—Todo está bien, Minho. —Él murmuró, dejando un corto y suave beso sobre los labios de Minho. Minho sonrió suavemente hacía él, pero Kibum podía ver el cansancio tras sus ojos, la ansiedad, él miedo. Minho dejó caer la cabeza contra su cuello y Kibum le abrazó más fuerte. —Esta vez, yo te sostendré, cariño.


 


 

Notas finales:

¡Nos leemos el sábado! 


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