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The One And Only por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Ayer no pude actualizar, la escuela y el trabajo no me lo permitieron. Pero hoy al fin tengo un poco de tiempo, así  que sí, sábado de actualización~


 

Debí sólo marcharme, Kibum pensó, mientras sus dedos se enredaron fuertemente contra los de Minho.

 

Kibum debió sólo marcharse y dejar a Choi Minho ahí. Pero entonces había visto la mirada de Minho, la manera en que su cuerpo se había tensando, y sus ojos brillantes. Kibum sabía que en cualquier momento explotaría. Que en cualquier momento Minho gritaría y tal vez lanzaría alguno que otro golpe, y entonces todo se arruinaría.

 

A él no tenía que importarle. Pero sin embargo en algún lugar de su mente, tal vez en todo lo referente a Choi Minho, le importaba. Él conocía a Minho, demasiado bien diría, y entonces sabía de lo que él sería capaz.

 

Pero entonces tener las manos de Minho entre las suyas y la manera en que sus dedos se entrelazaban tan naturalmente, le hacía recordar cosas. Cosas tal vez un poco buenas, pero malas en ese momento.

 

Kibum negó con la cabeza cuando escuchó los pasos detrás de ellos, y aceleró sus pasos un poco más. En realidad, no estaba tan seguro de qué hacía, pero lo estaba haciendo y eso no podía cambiarse.

 

Podía sentir a las personas detrás de ellos y a las fotografías que seguro estaban siendo tomadas. Estaba seguro que por la mañana aparecerían en todas las secciones de espectáculo, pero no le importaba mucho. Minho era otra cosa, pero estaba seguro que sí aún sostenía su mano y le seguía a través de las calles, tampoco le importaba mucho.

 

Caminó más rápido y cuando las calles comenzaron a volverse angostas, Kibum aceleró más sus pasos y se adentró en las calles, aún sin conocerlas. Kibum caminó con Minho, entrando y saliendo por los callejones, sin importarle exactamente el lugar.

 

Simplemente tenía que salir de ahí, y llevar a Minho lejos sólo un momento. Eso era lo único que importaba.

 

Atravesó las calles y zigzagueó entre ellas y cuando no sintió a nadie detrás de ellos, se permitió mirar atrás. No había cámaras, ni personas haciendo preguntas tras ellos, y Kibum se permitió respirar.

 

Se detuvo, y miró a los lados, sin reconocer el lugar. Era una calle, de esas que seguramente era poco transcurrida. Kibum mordió su labio inferior y entonces miró a Minho.

 

Minho tenía la misma mirada en el rostro, de estar un poco confundido y perdido y sin embargo una suave sonrisa se pintó en sus labios cuando sus miradas se encontraron.

 

Kibum bajó la mirada y trató de obligar a su corazón a dejar de latir de la manera frenética en lo que estaba haciendo. Dios, sucedía, como en el pasado. Cada que Minho le sonreía, su corazón no parecía querer hacer otra cosa más que saltar de felicidad.

 

—Creo que ya no hay más cámaras. —Murmuró y subió la mirada, sin encontrar la de Minho realmente. —Nos vemos, Minho.

 

Se despidió ondeando la mano y dándole la espalda. Pero no iba a ser tan fácil como parecía, pensó, mientras su muñeca era apresada, deteniendo su huida.

 

Kibum se quedó de pie ahí, sin querer moverse. Escuchó a Minho suspirar y lo sintió caminar hasta quedar frente a él. Sus ojos encontraron los brillantes zapatos negros de Minho, y se quedaron ahí, hasta que Minho habló.

 

—Al menos déjame agradecerte. —Minho dijo, obligándole a verlo. Kibum enarcó una ceja, sin querer un ‘gracias’ o algo más de Minho. Él sólo quería marcharse y olvidar lo que había hecho. —Gracias, Kibum. —Minho dijo sonriendo, como si lo que acaba de pasar hubiera sido lo mejor del mundo. —Estoy seguro que si no hubieras llegado a tiempo, no estoy seguro de lo que hubiera pasado.

 

Kibum lo sabía, Minho no tenía que decirle. Asintió de todos modos, y sonrió levemente a Minho, tratando de no perder el control él mismo.

 

—Lo sé, Minho—Susurró segundos después y encontró la mirada de Minho. —Recuerda, te conozco.

 

Minho asintió y por un momento sus ojos perdieron el brillo que tenían antes. Tal vez sus palabras no fueron las adecuadas, pero de nuevo, Minho era el único en ese lugar que tenía que avergonzarse o sentirse mal. Él, definitivamente, no.

 

—Y yo a ti. —Minho asintió hacía él y después habló. —Y aun así, no esperaba que tú me sacaras de ese lugar, no después de nuestro pasado.

 

Kibum quiso que Minho retirara sus palabras, porque escuchar a Minho hablar de su pasado, era más doloroso de lo que él pensaba. Y que Minho aceptara que todo estaba mal entre ellos, no hacía las cosas mucho mejor.

 

—Pero lo hice. —Afirmó no sólo para Minho, sino también para él mismo. Como creyéndoselo.

 

—Y lo agradezco. —Minho atrapó su mirada y sonrió tan magníficamente como sólo él sabía hacerlo.

 

Kibum se movió en el lugar incómodamente y trató de evitar mirar a Minho en los ojos. Lo que resultó casi imposible. Los ojos de Minho tenían algo hipnotizador y hacían que hiciera locuras, como confesarle sus miedos, y su amor por él, como entregarle todo de él y no esperar por más.

 

—Entonces… —Su mirada viajó al vehículo que pasó en la calle al otro extremo de ellos. Las luces le atraparon y por un momento se sintió perdido. —¿Es cierto?—Preguntó finalmente. —¿Yuri y tu han decidido darle una oportunidad más a su matrimonio?

 

Se sintió un poco tonto preguntado y algo estúpido. Pero las palabras de los periodistas aún sonaban en su mente como bombas. Las dudas le estaban matando, y sólo quería que Minho respondiera.

 

Kibum pensó en lo mal que estaba haciendo, y en lo importante que sería la respuesta de Minho. Pero desde que tomó a Minho de las manos y los periodistas le acosaron con preguntas, las dudas le habían invadido. Y era un completo tonto por buscar respuestas.

 

—Por supuesto que no. —Minho dijo, y sonaba completamente sincero. —Mi matrimonio con Yuri terminó, y no hay vuelta atrás. —La mano de Minho cayó contra su cabello y se despeinó suavemente. —Yo la quiero, sí, pero no la amo, Bum.

 

Su corazón comenzó a latir. Y era lo peor que podía hacer.

 

Era demasiado tonto, y también impulsivo. Kibum pensó que debió marcharse cuando tenía la oportunidad y no haber pasado ese momento con Minho.

—¿Entonces por qué te casaste con ella en primer lugar?—Sus impulsos ganaron de nuevo y Kibum no pudo sino más que apretar los labios después que la pregunta le abandonara. —Sabes, sólo olvídalo. No debí preguntar. —Murmuró y entonces caminó dejando a Minho detrás.

 

De nuevo, no sucedió como el planeaba. Minho le tomó de la muñeca y tiró suavemente de él hasta dejarlo frente a él como segundos antes.

 

Los ojos de Minho brillaban y su boca era tan sólo una línea recta y seria. Kibum no lo quería así, pero sus labios habían cometido los errores correctos para lograrlo.

 

—Tú puedes preguntar lo que quieras, Bum. —Minho dijo sin dejar ir su mirada. —Siempre. —Afirmó una vez más, acercándose sólo un poco más. —Fui tonto, estúpido y demasiado cobarde, pero eso tú lo sabes más que nadie, ¿no es así?—Minho preguntó y él se vio a sí mismo asintiendo. —Y lo siento por eso, Bum, nunca podré decir ‘lo siento’ lo suficiente.

 

Kibum no lo creía así, pero no le diría eso a Minho. Dolía, sí, y siempre sería un dolor que llevaría con él. Pero una parte de él, la parte en que él era cobarde también, entendía un poco a Minho.

 

Sus labios se separaron y las respuestas quedaron volando en el aire sin ser dichas. Kibum jugueteó con sus manos y evitó la mirada de Minho. Él sólo debía asentir y marcharse y eso sería todo, sí, eso debía hacer.

 

—Eso es pasado. —Dijo, y se arrepintió de sus palabras segundos después. —Olvídalo, sólo olvídalo y déjalo ir, Minho.

 

—Pero no puedo. —Minho confesó y él pensó lo mismo. —Es nuestro pasado, Kibum, y no puedo dejarlo atrás como si nada. —Minho dijo y parecía estar contando un secreto que nunca debió contar. —Lo siento.

 

Kibum negó con la cabeza y obligó a su cuerpo a dejar de sentir todas esas emociones que creyó olvidadas. Se alejó de Minho unos pasos y pasó sus manos contra sus brazos, de pronto sintiendo frio.

 

—Olvídalo, porque, Minho, yo ya lo hice. —Mintió y se sorprendió de la facilidad con que sus palabras abandonaron sus labios.

Pero tenía que hacerlo. Porque Minho tenía que dejarle seguir adelante sin él y sin sus disculpas. Ellos tendrían que seguir caminos separados y él tenía que obligar a su corazón y mente de traicionarle cada que Choi Minho estuviera frente a él.

 

—¿En verdad?—Minho preguntó y él asintió, mirándole directamente a los ojos sin pestañear. Los ojos de Minho le miraron y traspasaron en él buscando las verdades y reconociendo las mentiras. Kibum deseó poder ser un buen actor en ese momento.

 

—En verdad. —Contestó y parpadeó saliendo del dominio que los ojos de Minho tenían. —Ahora, Minho, creo que es momento de decir adiós. —Y no sólo hablaba de ese momento y de una despedida con ‘hasta luego’ de fondo y estaba seguro que Minho le había entendido.

 

Minho le miró por un largo momento antes de suspirar y asentir hacía él, como una aceptación a sus palabras ocultas.

 

—Al menos déjame llevarte a casa. —Su voz sonó suave y tranquila, como todas esas veces en las que hablaban por las noches en los hoteles de países extranjeros.

 

—Gracias, pero no. —Kibum murmuró y entonces se alejó de Minho dándole la espalda.

 

Él esperaba una mano, de nuevo, impidiendo su huida, pero nada de eso pasó. No había ninguna mano apresando su muñeca, ni palabras deteniéndole. Y por un momento, Kibum quiso que Minho le detuviera justo ahí.

 

Necesitaba que lo hiciera.

 

 

Sucedió como él pensó.

 

En las noticias mañaneras su rostro estaba como hacía mucho tiempo no lo estaba. Kibum recordó su rostro y el de los miembros en el aeropuerto con cámaras y fans detrás de ellos. Grabando todo a su paso, siguiendo cada paso de su vida.

 

Pero no era un viaje en el tiempo de él como miembro de SHINee. Era él y su rostro favorito en el pasado. Eran ellos, tomados de la mano y huyendo de un problema que no le pertenecía.

 

Kibum sintió el café más amargo y su desayuno sin sabor, y sin embargo, sus ojos seguían cada movimiento en la pantalla. Seguía el rostro contraído de Minho con la ira y a él y sus manos entrelazadas firmemente tratando de huir de ahí.

 

—¿Qué se supone que es eso?—Kibum saltó en su lugar cuando la voz de Daehyun rompió el silencio de la cocina.

 

Su cuerpo se tensó y se incorporó antes de ver a Daehyun a los ojos.

 

—¿Qué cosa?—Preguntó, pero sabía perfectamente a lo que su novio se refería. La televisión seguía sonando con la última noticia de él y Minho y Daehyun parecía no querer quitar sus ojos de ahí.

 

—Kibum, estás en las noticias con otro hombre tomados de la mano. —Él habló rápido, como si quiera sacar todas sus palabras lo antes posibles.

 

—Es Minho. —Murmuró.

 

—¿Es lo hace aún mejor?

 

Kibum sonrió suavemente, y se acercó a él enrollando sus manos en su cuello y besando suavemente su mejilla. Daehyun se relajó contra él, pero Kibum aún podía sentir la molestia bañando ligeramente su cuerpo.

 

—No es nada, Daehyun. —Él dijo y le miró directamente a los ojos. —No es lo mismo aquí, que en donde solías vivir. Lo extraño aquí es ver a un hombre y una mujer tomados de la mano en público. Pero dos hombres… —Se encogió de hombros y sonrió. —Y Minho y yo somos, uh, amigos. —Kibum besó la comisura de sus labios y acercó sus cuerpos juntos. —No tienes nada que preocuparte, te quiero a ti.

 

Kibum no podía decir que estaba mintiendo, al menos no del todo. Minho y él era conocidos, pero no amigos ahora, y planeaba que se quedara así, como dos personas que alguna vez se conocieron, pero que nunca volverían a ser lo mismo.

 

—Estoy celoso, Kibum. Eso no puedes evitarlo. —Dijo y sus manos cayeron hacía su cintura. —Verte con otra persona me dejo mal. Sea tu amigo o no.

 

Kibum se sintió un poco mal por Daehyun. Era adorable verle tener celos, pero no de Minho. Daehyun no debía tener celos, mucho menos de él. No quería que el investigara más a fondo y se diera cuenta que Minho fue más que un amigo y que sería una persona demasiado importante en su vida.

 

—No tienes porque. Estoy contigo, tenemos una vida, juntos. —Kibum estrelló sus labios contra los de Daehyun y murmuró un ‘te quiero’ contra estos. —Sólo tú, cariño.

 

Y Kibum planeaba que siguiera así por un largo tiempo.

 

 

Notas finales:

Esto con ellos va un poco lento, pero pronto las cosas cambiaran~


¡Nos leemos pronto! 


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