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Love Who Loves You Back por Sieben7

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Notas del capitulo:

Y bueno, como les dije, este fic seria corto. Con este capi doy final a esta historia, ahora que si quieren una continuación, pueden pedirla jeje yo hago lo que ustedes me digan xD. Les agradezco mucho de vdd que se dieran el tiempo de leer esta historia, y pues un agradecimiento especial a quienes se dieron el tiempo de comentarme :)

 

“Creo en el amor y en nada más que en el amor. El tipo de gran amor, el sobrecogedor, el que te deja fuera de control y te lleva a lo más alto, el tipo de amor de `haría cualquier cosa por ti´.”- Bill Kaulitz

 

 

-        ¡Bill! ¿Estás ahí?- oí gritar a Gustav y al fin reaccione levantando el celular del piso.

-        Si, perdón. Se me cayó el teléfono- dije apenas- Ven aquí ahora Gus, por favor- le pedí y colgué de inmediato.

 

Ni bien pasaron 10 minutos y Gustav ya había llegado a mi casa, pasó directo a mi habitación y cerró la puerta.

 

Miraba por la ventana mientras me fumaba un cigarrillo, era muy raro que lo hiciera, hace un par de años más o menos, y solo lo hacía cuando tenía sexo o me sentía tenso. Mi rubio amigo se puso a mi lado y contemplamos la vista callejera que teníamos desde allí, estuvimos así un rato sin mirarnos ni hablarnos, nadie se animaba a decir una sola palabra, casi se podía sentir la tensión en el ambiente.

 

-        ¿Y bien?- bufó al fin Gustav.

-        ¿Y bien qué?- conteste pensativo.

-        Sé que ya no hablamos del tema, pero necesito saber que sientes exactamente por mí en este momento- expreso mi amigo prudente.

-        Yo- suspire- No lo sé- exhale abatido apagando el cigarro y me senté en mi cama.

-        ¿Yo... no te gusto?- cuestiono el tímido.

-        Eres una de las mejores personas que he conocido Gus- respondí seguro- Es solo que, me agradas, si, pero no de esa manera, no aun- explique sincero-Podríamos intentarlo, de verdad me gustaría corresponderte- concluí agachando la vista.

-        Que daría porque así fuera, pero Bill, con el amor no se puede jugar. Dicen que el amor y la enfermedad no se pueden ocultar, y tu estas lejos de poder enamorarte de mí. Lo sé, lo veo en tus ojos, así que no voy a presionarte  para que me quieras.- menciono Gus acercándose y levantando mi rostro delicadamente con una de su manos.

-        Ojala el corazón nos dejara elegir y así no sufriríamos tanto- murmure con voz dolida.

-        Pero no lo hace, justamente para evitar que suframos más de la cuenta- dijo cálidamente mi camarada.

-        Te debo una explicación, ¿cierto?- enuncie serio poniéndome de pie.

-        ¿Sobre qué?- medito confundido.

-        Sobre lo que paso en la fiesta la otra vez- le recordé mirándolo fijamente, el no se inmuto y siguió con ese gesto de confusión, así que proseguí- Ese día, cuando ya nos íbamos, recuerdas que te dije que iba al baño- comencé a decir y Gustav asintió- Me encontré con Tom ahí, y pues no sé si fue el ambiente, el alcohol, o que me hizo hacerlo, el punto es que, el y yo…-hice una pausa breve para tomar aire- Tom y yo tuvimos sexo- declare tomándome la cabeza entre las manos y luego di unos pasos alejándome de mi rubio acompañante- Entiendo si me odias o si prefieres molerme a golpes, pero desde entonces no me puedo sacar eso de mi cabeza, es como si el tiempo se hubiera detenido en cierta forma- exprese reflexivo.

-        Eso explica muchas cosas- resoplo Gus- No, no voy a golpearte. Ante todo eres mi amigo y no pienso lastimarte ni dejarte. Tampoco podría odiarte, son cosas que pasan- cavilo él y luego se sentó invitándome a que hiciera lo mismo, lo cual hice de inmediato- ¿Te gusta Tom?

-        No lo sé. Justo ahora no sé cómo me siento.

 

Dejamos la plática así pues mi madre fue a informarnos que la cena ya estaba servida y fuimos a la cocina. La comida paso agradablemente, mis padres hoy estaban de buen humor e incluso reímos mientras comíamos, Gustav me miraba en ocasiones pero lo hacía en buena manera, al parecer comprendió muy bien mi situación, ahora entendía mejor que mi manera de quererlo era como si fuera mi hermano y tal vez por eso no lo podía ver como algo mas, aun cuando nos besamos, solo fue una emoción efímera en ese momento.

 

Al día siguiente era sábado, no había clases, pero igual me levante temprano porque Gus y yo habíamos quedado de salir, aun teníamos algunas cosas que hablar y decidimos hacerlo fuera para evitar interrupciones.

 

Desayune tranquilamente y luego me metí a darme una ducha, mientras estaba ahí ni pude evitar recordar aquella charla que tuve con Tom en los baños de la escuela, varias de sus palabras rondaban en mi cabeza.

 

“Bill, no dejas de dar vueltas en mi cabeza”

 

“Despertaste algo en mi, algo que no sabía que podía sentir“

 

Sacudí la cabeza tratando de reaccionar, pero vino a mi mente la frase determinante que me dijo mi rubio amigo, aquella que aun mi mente no lograba procesar, y que sin querer detonaba en mi una conmoción que nunca había experimentado.

 

“Es Tom, él… está enamorado de ti”

 

Solo rememorar eso me hizo estremecer y dar un golpe con el puño a la pared, gruñí dentro de la regadera e hice un intento por calmarme. No sabría explicar lo que sentía en esos momentos, un vuelco de emociones se me acumulaba en el pecho y mi corazón empezó a acelerase, parecía un volcán a punto de estallar.

 

-        ¿Por qué Tom? ¿Por qué él? Sin siquiera tratarlo lo suficiente se metió en mi vida, en mi mente, y ahora no sé porque me provoca esto- bufe en un murmullo para mi mismo- No, no sé si esto es amor. No, no lo creo, no puede ser- medite confuso.

 

Intente ignorar mis pensamientos y termine de ducharme, luego me vestí lo más rápido que pude puesto que ya era casi la hora en que quede de pasar por Gustav.

 

Un rato más tarde Gus y yo aun no decidíamos a donde ir, estábamos entre ir a una plaza comercial, al parque o definitivamente a los videojuegos a los que solíamos ir a veces, conducía sin rumbo pues aun no conseguíamos ponernos de acuerdo. Al final decidimos ir a la plaza comercial porque ahí podríamos comer algo si nos daba hambre, aparte de que allí iban chicos y chicas interesantes, para mi amigo era bien sabido que en cuestiones de gustos, me era indiferente el género.

 

-        He estado pensando- comencé a decir mientras Gustav y yo nos bebíamos una soda sentados cómodamente en una banca- Tal vez, si me gusta Tom- anuncie convencido.

-        ¿Te fue difícil saberlo?- cuestiono interesado Gus.

-        No. Es atractivo no lo niego, pero aparte tiene algo, no se describir bien que es. Cuando lo miro, es como si pasara una corriente eléctrica por todo mi cuerpo- intente explicar.

-        Ah, ya- susurro Gustav- El me dijo que le provocas más que eso- insinuó astuto y yo lo mire incitándolo a continuar- El cree que eres alguien especial, que a pesar de la forma tan extraña en que se conocieron, no podía alejarte de su pensamiento desde ese día, y luego menciono que paso algo que lo hizo que se volviera aun más loco por ti. Y le creo, porque la manera en que me lo dijo fue tan sincera, sus ojos se iluminaron e incluso se me hizo raro su comportamiento. De verdad, yo nunca antes lo había visto así- narro mi amigo pensativo.

-        ¿Y… porque te conto eso? No entiendo- exprese reflexivo terminándome mi soda.

-        Aparte de que ambos somos familia, soy la persona en quien más confía. Lo que quiere es que lo ayude a conquistarte, por eso me interesa saber lo que sientes para saber si lo puedo ayudar o no. A pesar de todo, lo conozco y a ti también, lo menos que quiero es que alguien salga lastimado.

-        Vale, no me creo todavía que Tom haya dicho eso- exhale asombrado- Esta bien. ¿Qué hago ahora?

-        Cuando lo veas, déjate llevar. Tu corazón sabe lo que quieres, entonces el te guiara a tu verdadero amor. Si no es él, lo sabrás.

-        Lo… lo intentare, quiero aclarar esto de una vez por todas.

 

Gustav me sonrió y luego nos pusimos a curiosear el panorama, un par de chicas pasaron frente a nosotros y nos coquetearon obviamente, mi amigo se sonrojo y yo les guiñe un ojo en respuesta. Una idea se me ocurrió en ese momento.

 

-        Si yo ando con Tom, tú te dejas cambiar el look un poco y me dejas enseñarte a ligar. ¿Trato?- le propuse sonriente.

-        Ok- dijo Gus en un suspiro.

 

Yo sabía que no se negaría porque de verdad necesitaba mi ayuda, el no estaba seguro aun de sus gustos, pero tal vez yo podría colaborar con eso. El siempre era muy introvertido y le costaba mucho hablar con la gente.

 

Lunes de nuevo, me sentía muy nervioso, hoy intentaría acercarme a Tom y ver qué pasaba. Gustav noto mi estado y trataba de calmarme, sobre todo porque quería que llegáramos sanos y salvos a la escuela, y yo estaba muy alterado al volante.

 

Cuando al fin llegamos a la escuela entramos tranquilamente, respiraba hondo para estar controlado. En ese momento se nos apareció Georg, un chico de pelo castaño y largo, muy amigo de Tom, que al vernos nos sonrió perverso, Gustav se tenso ocultándose detrás de mí y yo lo mire extrañado.

 

-        Bill- me llamo y luego sacó algo del bolsillo de su pantalón- Me dijeron que te diera esto- indico Georg tendiéndome lo que había sacado, una pequeña hoja de papel doblada, yo la tome y él se fue.

 

Mire a mi rubio acompañante confuso, quien miraba por donde se había ido el chico, luego abrí el papel poniéndome intranquilo otra vez, era una nota.

 

“Bill, te veo atrás de los baños en el receso. Por favor, no faltes. Tom”

 

Suspire largamente doblando el papel otra vez y lo guarde, Gus me vio preocupado y yo lo anime a segur caminando hasta que llegamos al salón.

 

El día paso sin incidentes hasta la hora del descanso, no le comente nada a Gustav porque no quería preocuparlo más. Inhalando una gran cantidad de aire llegue al punto donde Tom me había citado, él no tardo en aparecer y me miro sereno.

 

-        Viniste. Eso es bueno- dijo Tom sonriendo.

-        Si. Bueno, dime qué quieres de una buena vez- exigí algo alterado, no entendía porque me sentía así.

-        Este no es un buen lugar para hablar. Solo quiero pedirte una cita, para conocernos mejor y charlar sobre algunas cosas. Creo que empezamos con el pie izquierdo y quiero enmendar eso- me propuso amable- Prometo no intentar nada mas- aclaró serio.

-        Vale, acepto- dije pensativo, aun no comprendía su nueva actitud conmigo- Hoy a las 8:00 pm- indique suspirando y Tom solo asintió, volvió a sonreírme y se marcho.

 

El resto de la tarde se me paso volando. Estando ya en mi casa me sentía muy inquieto, y eso aumentaba conforme pasaban los minutos, las manos me sudaban y no podía pensar con claridad ni prestar atención a lo que veía en la televisión, no me podía creer que iba a salir con Tom; bueno, la palabra “cita” trataba de ignorarla, me ponía peor pensar en esa palabra.

 

Un rato antes había hablado con Gustav, tomo bien la situación, así que decidí confesarle mi sentir por él. Le pareció agradable que lo considerara como un hermano, ya que ninguno de los dos tenia uno.

 

Cuando la hora se acerco, me puse una chaqueta y tome las llaves de mi auto saliendo de casa, conduje hasta el lugar que habíamos acordado Tom y yo previamente. Baje del coche algo ansioso, mi corazón latía estrepitosamente, nunca antes me había sentido así.

 

Mire mi reloj y volteé hacia el frente, Tom ya me esperaba sentado en una banca del jardín público frente a mis ojos, lucia muy bien, sus rastas sujetas en una coleta y todo vestido de negro con sus ropas anchas, pero eso no le quitaba lo agradable que era a la vista. Conforme me fui acercando pude oler la colonia que usaba, me pareció un detalle curioso y atractivo.

 

-        Hola- lo salude en cuanto llegue a su lado, el sonrió moviendo travieso el piercing de su labio.

-        Hola- dijo cohibido.

-        ¿Tienes algún plan?- cuestione curioso.

-        Seguro- respondió poniéndose de pie.

 

Fuimos a jugar videojuegos un rato, luego cenamos unas hamburguesas y más tarde fuimos en mi coche a un bar, el se encargo de que nos dejaran entrar. Todo ese tiempo nos la pasamos platicando, cada vez nos desinhibíamos más y una confianza mutua nos invadió, como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo.

 

Sin duda pude notar que Tom no era del todo ese chico rudo que parecía en la escuela. Era hijo único también, le gustaba el hip-hop, y pese a que no era mal parecido, no le gustaba liar con las chicas de la escuela porque no eran de su gusto, dejándome claro que yo era el primer chico que le llamaba la atención. Me anime a contarle sobre mí, como había sido mi ambiente en las otras escuelas y mis gustos particulares; bromeamos un poco, descubrimos que teníamos un parecido sentido del humor y reíamos como locos, incluso en el bar algunos volteaban a vernos raro pero no nos importo.

 

Vi la hora que era, pasaba de media noche y tenía que volver a mi casa, por suerte no había bebido mucho y podía conducir. Justo cuando iba a abordar mi coche Tom se me quedo mirando fijo, se notaba que quería decirme algo pero no se atrevía.

 

-        Bill- pronuncio él al fin-  Espero la hayas pasado bien- dijo con una media sonrisa.

-        Fue agradable tu compañía. Sinceramente, tenía una idea errónea de ti- confesé acercándome de nuevo a Tom.

-        Bueno, no te culpo. No me es fácil hacer amigos, mucho menos conseguir algo mas- expresó tímido agachando un poco la vista.

-        Me gustas, Tom- declare sin pensarlo, él me miro sorprendido.

-        ¿Qué has dicho?- pregunto incrédulo.

-        Lo que oíste. No entiendo porque, pero me haces sentir algo que no había sentido con nadie más, y hoy acabo de confirmarlo- indique decidido.

-        Tu no me gustas- anuncio Tom serio y luego se hacer mas a mí y tomo mi rostro entre sus manos- Yo te amo, Bill- confirmo viéndome serenamente y luego esbozo una sonrisa- No sé cómo ni en qué momento sucedió, solo sé que no quiero estar lejos de ti- analizo juntando nuestros rostros a tal punto que nuestras respiraciones se mezclaban, ambas comenzando a acelerarse.

-        Entonces yo también te amo. Estas en mi mente a cada momento desde que te conocí, y aquella ocasión en la fiesta yo… me sentí pleno, como si hubiésemos tenido más que solo sexo- intente explicarme.

-        ¿Ahora si me dejaras besarte?- cuestiono él sonriéndome coquetamente.

-        Si, porque ahora sé que si estoy enamorado. Te amo Tom.

 

Y al fin sellamos esas palabras uniendo nuestros labios en un cálido beso, uno que nunca olvidare. El resto es historia, digamos que solo deje que mi corazón me guiara.

 

 

“Mi único consejo es: ama a quien quieras amar y a quien te ame de vuelta. La vida es demasiado corta.”- Bill Kaulitz

 

 

Notas finales:

^^ Gusto? Espero que si y me lo hagan saber con un comentario, como dije yo respondo a todo lo que me digan. Vale, pues x lo pronto me despido, pero nos leeremos en otra fic mas larga en la que ya estoy casi por publicar :) salu2 y de vdd agradezco su apoyo. Hasta pronto,


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