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Love Who Loves You Back por Sieben7

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Notas del capitulo:

Hooola gente!! les dejo el segundo capi de los 3 que tiene esta fic, es decir que otro mas y acabo jeje, yo creo lo subo el otro sabado, ahora que si lo piden en los reviews actualizo el viernes :) ok, vale sin mas rollo a leer, difruten el capi y no se olviden de dejarme sus comerntario, dudas, sugerencias, etc.,yo se los respondere. 

 

“El amor es una cosa preciosa que no podemos controlar. Sobre lo que no tenemos control, no sabemos de dónde viene y nunca sabemos cuándo va a tocarnos, y esa es su belleza.”- Bill Kaulitz

 

 

-        ¿Dónde estabas Bill? Me preocupe cuando empezaste a demorar- exclamo Gustav alarmado cuando me vio regresar y luego me miro atento- ¿Paso algo… interesante?- pregunto algo tímido.

-        Necesito un cigarrillo- fue lo único que se me ocurrió decir, todavía no procesaba lo que acababa de pasar.

-        Vale- dijo mi amigo sacando una cajetilla de su bolsillo dándome uno- Tuviste acción, ¿cierto? Siempre fumas después de eso- menciono serio y luego suspiro.

-        Ni yo entiendo que es lo que acabo de hacer- confesé alterado- Vámonos Gus, por favor- le pedí tratando de calmarme y el asintió empujándome para que empezara a caminar a la salida.

 

Conduje hasta que me detuve frente a la casa de Gustav, apague el motor y pesadamente puse las manos a ambos costados de mi cuerpo, de la impresión hasta la borrachera se me paso. Mi amigo ni siquiera se movió, sentía su mirada expectante y cerré los ojos suspirando larga y sonoramente.

 

-        ¿Tan malo fue? Cuéntame Billy- me imploro Gus aun preocupado.

-        Hice algo, si tuve sexo- respondí en un murmullo- El punto es que aun no me la creo con quien lo hice- relate sorprendido.

-        ¡Ah! Era eso- dijo mi amigo algo decepcionado- Bueno, tuviste suerte. Ya quisiera que alguien se quedara conmigo lo suficiente para charlar, tu consigues mucho más que eso, y con gente linda- menciono dolido.

-        ¡Hey Gusi! Animo, no me gusta que te subestimes así. No eres mal parecido y eres muy agradable, quien no querría estar con alguien como tu- dije sincero sacudiéndolo ligeramente por los hombros.

-        Gracias- dijo algo nervioso- Bueno. Nos vemos mañana, mejor dicho, mas tarde. Ve con cuidado y, descansa- concluyo despidiéndose y se bajo del coche.

-        Igual, duerme bien- conteste sonriéndole, cuando vi que entro a su casa arranque mi auto y me dirigí a mi casa.

 

Los días pasaron, todo seguía normal, excepto la escuela. Tom, su actitud conmigo era aun más extraña que de costumbre pero ya no me molestaba y eso a Gustav lo tranquilizo, aunque mi rubio amigo ahora me rehuía un poco algunas veces, últimamente lo notaba muy nervioso cuando estaba cerca de mí.

 

Me encontraba solo en el salón de clases, concentrándome en leer algo que había anotado en mi libreta. Escuche a alguien entrar y alce un poco la vista, era Gustav que entraba despacio, como dudoso.

 

-        Bill. ¿Qué harás hoy saliendo de clases?- me pregunto curioso.

-        Tarea, ya sabes- dije con obviedad.

-        Bueno, aparte- insistió animado.

-        Nada. ¿Por qué?- exprese confundido.

-        ¿Podemos ir a mi casa entonces, saliendo de aquí?- propuso contento.

-        Ok, me agrada la idea- concedí aun sin entender la petición.

 

Horas más tarde ya no encontrábamos en casa de Gustav, ambos tumbados boca arriba en su cama, charlando y jugueteando. Mi amigo lucia algo inquieto, y se tensaba cada que yo lo tocaba, trate de restarle importancia y disfrutar de su compañía.

 

-        Sabes Gus, yo nunca me he enamorado. Creo que el amor no fue hecho para mí- dije de pronto pensativo.

-        ¿Por qué dices eso? Claro que hay alguien en este mundo para ti, lo que pasa es que el amor no se guía por los ojos, sino por el corazón. Lo que es real tenemos que entrecerrar los ojos para verlo, entonces sabrás cuando encuentras a esa persona que es para ti- menciono Gustav reflexivo.

-        ¿Tú te has enamorado alguna vez?- cuestione interesado.

-        No, no hasta ahora- dijo apresurado- Hay alguien, pero no lo sabe aun, y de verdad me gusta mucho- se delato soltando un suspiro.

-        ¿Y cómo te sientes con eso?

-        Pues, muy raro. A mí tampoco me había pasado antes, no cabe duda de el amor llega cuando menos te lo esperas.

-        Yo amaría a quien me ame de vuelta, eso es algo seguro porque sé que sería amor de verdad. Si a alguien le importo lo suficiente como para enamorarse de mí, no dudaría en intentar corresponderle. Es decir, es como si alguien apuntara una flecha justo a mi corazón, simplemente no puedo ignorar eso.

-        ¿Lo dices en serio? Son palabras fuertes.

-        Ya lo sé, y lo creo realmente. Mi corazón está abierto a quien sepa ganárselo.

-        ¿Yo ya lo logre?

-        Seguro que si, eres la primera persona en quien confió plenamente. Eres mi confidente y sé que nunca me fallaras.

-        Entonces… yo quiero ser el dueño de tu corazón Billy, porque siento que me he enamorado de ti desde que te conocí.

-        ¿Tú me amas?

-        Si, pero como creí que nunca me harías caso, preferí ser tu amigo al ver lo agradable que eras.

-        Y que amigo. Gustav, no puedo creer lo que estoy escuchando.

-        Bueno, yo tenía que decírtelo. No podía callármelo mas, la amistad verdadera se basa en ser sinceros.

-        Hiciste muy bien. ¿De verdad sientes eso por mí?

-        Creo que no sabría definir el sentimiento, así es de raro el amor. Yo…

 

No lo deje seguir hablando, pues me apodere de sus labios enseguida, él al principio no respondía pero luego se dejo llevar y yo por instinto profundice el beso. Por un instante caí en cuenta de lo que estaba pasando, pero era como si una extraña fuerza me hubiese empujado a hacerlo. Se sentía bien, así que me aferre a su cuerpo y así estuvimos por no sé cuantos minutos hasta que nos hizo falta el aire.

 

Eso se sintió maravilloso, mi corazón latía rápido, una emoción extraña me invadió y no tarde en unir nuestros labios de nuevo, Gustav lucia confundido pero no me alejaba. De pronto un ruido en la puerta principal nos interrumpió y nos separamos precipitadamente.

 

-        No hay nadie más en mi casa, debo ir a ver- insinuó Gus resignado incorporándose.

-        Si, ve. Te espero- exhale viéndolo alejarse.

 

Paso un rato y Gustav no regresaba, así que decidido fui a asomarme a la sala a dar un vistazo, lo que no me espere fue ver a Tom con él, ambos sentados en un sillón charlando animadamente.

 

-        Bill- pronuncio Tom sonriente al verme.

-        Disculpa que demorara, es que olvide que hoy venia Tom y debo ayudarlo- aclaro Gus poniéndose de pie mirándome.

-        Ok, no te preocupes. Está bien, yo ya tengo que irme- murmure contrariado.

-        Vale, nos vemos luego entonces- dijo Gustav acompañándome a la puerta.

-        Si, hasta luego- dije dándole una última mirada a Tom y luego me despedí de Gus con un gesto de mano.

 

Volví a mi casa y me fui directo a mi recamara, deje mi mochila por ahí y me recosté en la cama con una amplia sonrisa en mis labios. Era la primera vez que besaba a alguien en los labios y me había gustado, mi corazón se acelero solo de recordar ese momento.

 

De pronto un pensamiento me asalto y me incorpore extrañado. ¿Qué hacia Tom en casa de Gustav? ¿Desde cuándo ellos se hablaban? Esa situación me ponía nervioso. ¿Qué tal que detrás de ese aparente odio de mi amigo a ese intento de rapero, ellos eran cercanos en realidad, y el torpe de Tom ya le había contado de nuestro “encuentro”?

 

Sacudí mi cabeza tratando de alejar mis pensamientos y decidí ir por algo de comer, ya casi era hora de cenar y mama terminaba de cocinar, así que preferí estar por allí para evitar su típico grito para que bajara.

 

Justo después de cenar volví a mi habitación, mire mi celular y tenía varias llamadas perdidas y algunos mensajes de texto, eso era común, algunos de mis antiguos admiradores aun seguían intentando mantener contacto conmigo.

 

-        Veamos- dije acomodándome en mi cama y leyendo el primer mensaje que apareció- “Bill, te extraño. Como quisiera que me jodieras ahora mismo”- cite curioso y luego solté una ligera carcajada. Ese tipo de propuestas tan directas no eran nuevas para mí- Siguiente, y este dice “Bill ¿A dónde te has ido? Soy capaz de seguirte a donde sea con tal de que me hagas caso”- un mensaje más decente, pero igual de común a los que solía recibir- Basta, pobres- exclame apartando el aparato de mi vista y me recosté mejor sobre el colchón cerrando los ojos para dormir.

 

Nuestros cuerpos calientes, caricias por todos lados, besos, muchos de ellos, y cada vez más salvajes y necesitados, como devorándonos los labios. Largas y rubias rastas golpeando ligeramente mi rostro y esos ojos color miel mirándome fijamente de vez en cuando. Estaba excitado, demasiado. Un lapso de conciencia me hizo reaccionar y pegando un bote me senté en la cama.

 

Nada, no había nadie ahí. Sudor frio bajo por mi frente, aun percibía el tacto de su piel, se sintió tan real y no hice más  que resoplar frustrado levantándome para ir al baño, era claro que la erección bajo mi ropa interior si era verdadera y debía deshacerme de ella o no podría seguir durmiendo.

 

-        ¡Ah! ¡Mierda!- me queje sosteniéndome ligeramente de la pared mientras me masturbaba- Joder, ¿Por qué soñé con ese tipo?- cuestione agitado en voz baja- Maldito Tom- gruñí siguiendo mi labor hasta que termine.

 

A la mañana siguiente, ya estando fuera de la casa de Gustav, tarareaba una canción de la radio mientras esperaba que mi amigo saliera, cosa que ocurrió al poco tiempo y él sonrió grandemente al verme.

 

-        Bill, buen día- me saludo manteniendo su amplia sonrisa.

-        Hola- lo salude animado- vámonos, que se hace tarde- dije poniendo en marcha mi auto.

 

Ninguno de los dos se atrevió a decir algo mas en el trayecto y en cuanto llegamos a la escuela fuimos directo al salón, Gus se sentó a mi lado como de costumbre y luego lo mire intrigado, me debía una explicación aun.

 

-        ¿Qué hacia Tom ayer en tu casa?- solté sin rodeos.

-        Nada, solo charlábamos- respondió quitándole importancia.

-        Mira, que no sabía que eran amigos. Creía que lo odiabas- espete sarcástico.

-        ¿Y ahora tu porque tanto interés en Tom?- dijo mi amigo extrañado.

-        No es por él, es por ti- dije exacerbado - No me cambies el tema- mencione pasando saliva.

-        No, no “lo odio”. Tampoco somos amigos, solo… -suspiro- Lo ayudo a estudiar- insinuó en un murmullo, yo enarque una ceja sin dejar de mirarlo y el al fin volteo a verme.

-        ¿Estudiar? ¿Tom? ¿Por quién me tomas?- explote inevitablemente subiendo un poco la voz.

-        Vale, ya. Si, soy su tutor. Tom, él es… mi primo- explico agachando la vista y acercándose a mi- Nadie en la escuela lo sabe, así que por favor se discreto- concluyo hablándome al oído.

-        ¿Lo de que eres su tutor o lo de que son primos?- pregunte confundido en voz baja.

-        Ambas cosas. De verdad Bill, es serio. Guarda el secreto.

-        Está bien. ¿Y porque lo ayudas?

-        Veras, al principio sus calificaciones iban muy bajas, reprobaba casi todas las materias, y mi tía le sugirió a mi madre que yo le ayudara a estudiar porque si seguía así lo iba a sacar de la escuela. Como él no quiere separarse de sus amigos y seguir teniendo algo que hacer, me deja ser su tutor con tal de que nadie lo sepa, y esto porque no le molesta la escuela, es solo que a veces no entiende nada y se le hace fácil no prestar atención.

 

Yo asentí levemente comprendiendo y en eso otros compañeros empezaron a llegar al salón, entonces dimos la charla por terminada. Un momento después llego Tom, me dedico una de sus picaras miradas como lo venía haciendo últimamente y luego se fue a su lugar.

 

Horas después en el receso, fui al baño pues había bebido mucha soda en la comida, al salir me tope en la puerta con Tom quien con solo verme sonrió y me bloqueo el paso.

 

-        Sigo pensando en lo que paso la otra noche en la fiesta- menciono serio Tom- Bill, no dejas de dar vueltas en mi cabeza- dijo dando un paso hacia mi sujetándome por los hombros y luego me recargo contra la pared.

-        Deberías olvidarlo, todos lo hacen después de estar conmigo. Cumplen su fantasía y luego se van- explique honesto bufando.

-        Lo intente, y no puedo. Despertaste algo en mi, algo que no sabía que podía sentir- expreso asombrado.

-        No hables así, mejor dejémoslo y ya. Odio a los obsesionados, es por esa razón por la que no puedo quedarme en una escuela definitiva- murmure apartándolo de mi y volteando la vista hacia la salida.

-        Bill, yo…- comenzó a decir pero lo detuve.

-        Calla- le mande- Solo, olvídalo- dije saliendo de ahí rápidamente.

 

Para mi suerte el resto de las clases se me fueron volando y a la salida guarde muy lentamente mis cosas, solo quería ir a mi casa y dormir todo lo que se pudiera, la cabeza empezaba a dolerme.

 

-        Billy, pasare a tu casa en la tarde para jugar- anuncio Gustav contento y luego miro mi rostro y cambio su expresión- ¿Qué te ocurre?- dijo confuso.

-        Nada, solo necesito descansar- dije desganado y luego bostece.

-        Ah, vale. Voy solo a estudiar un rato con Tom y te veo al rato- explico serio y luego me sonrió, yo solo asentí débilmente y ambos salimos del salón dirigiéndonos hacia afuera de la escuela.

 

Vi a Tom de nuevo al salir, se me quedo mirando, pero no era esa mirada incomoda que solía dedicarme; era diferente, esperanzada, cálida, no sabría describirla. No pude sostenerle la vista más y proseguí mi camino hacia mi auto, deje a Gus en su casa, y tal como lo planee, en cuanto llegue a mi casa comí algo rápido y me fui a dormir.

 

El sonido insistente de mi celular me despertó, lo tome y di un largo soplo al ver quién era, me estire un poco y descolgué incorporándome para sentarme en la cama.

 

-        ¿Qué pasa Gus?- dije adormilado.

-        ¡Bill! ¿Cómo sigues?- dijo mi amigo al otro lado de la línea.

-        Bien, o bueno así estaba hasta que me despertaste, tonto- anuncie burlón ya mas repuesto.

-        Oh, lo siento- susurro nervioso- Oye… -comenzó a decir pero lo escuche agitado y me preocupe.

-        ¿Por qué me llamas?- lo interrumpí- ¿No se supone que ibas a venir?- recordé intrigado.

-        Si. Creo que será mejor hablarlo en persona.

-        ¿Qué pasa? Dime.

-        Es que… mierda. Es Tom, él… está enamorado de ti.

 

El teléfono se me cayó de las manos y yo me quede inmóvil sin saber qué hacer.

 

 

Continuara…

 

Notas finales:

Bueno aqui vemos todo lo que se origino por lo ocurrido en el capi pasado :O que cosas! ya en el proximo capi es el final, asi que esten al pendiente y no oviden pedirme en los comentarios que dia quieren que actualice, viernes o sabado. Muchas gracias de nuevo por leerme y pues nos seguimos leyendo. Saluditos ^^


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