El tomo con sus manos mis muñecas, llevándome suavemente hacia atrás, se subió a la cama dejándome debajo de el y su cara frente a la mía, lucía un poco afligido. -Joven amo que es lo que realmente quiere de mi? Me ha estado probando todo el día. Me ha torturado de una manera cruel, seduciéndome a cada momento, ayer perdí el control de mis actos, quiere que hoy vuelva hacer lo mismo? Yo también tengo mis limites o piensa que yo siempre podre contenerme?
Sus palabras eran elocuentes, me dejaba sumergir por el sonido de estas.
–realmente no nos habíamos conocido antes? Le dije mientras lo miraba directamente a los ojos y mis manos se posaban en su rostro.
-no, no nos habíamos conocido antes. Dijo con una expresion seria.
me pregunto si me miente, hace todo a la perfección, sabe dónde esta cada cosa, da la sensación que el ya hubiese vivido aquí. Yo quería saber la verdad o acaso si lo recordaba, mis memorias desaparecían nuevamente?… estaba angustiando, mientras lloraba desoladamente, realmente no se lo que me pasaba, pero tenía la necesidad que el se quedase a mi lado, en ese momento yo estaba aferrándome a el, para no desmoronarme, me sentía débil, frágil, la ansiedad de haber perdido a esa persona importante me angustiaba, me atemorizaba la idea, que también algún día Sebastián desaparezca, solo soy un estúpido mocoso pensé, alardeando con grandeza y orgullo, no soy mas que un mentiroso, esa faceta era solamente para esconder mi debilidad, después de todo yo ya no podía ser el niño mimado, que andaba tranquilamente sonrriendo por la vida, ahora era quien debía dirigir la mansión, la compañía, servir a la reina y tomar venganza de quienes me habían humillado, no podía ser débil, yo mismo no me lo permitía. Pero por solo esta vez, por solo una vez mas, podía permitírmelo y dejar mi orgullo de lado?
- Sebastián, realmente no eres tu? Quien estuvo tan cerca me mi hace tiempo?
– no, no soy a quien buscas. _me miraba fijamente, mientras secaba mis lagrimas, estábamos tan cerca que nuestra respiración se mesclaba, a una pequeña distancia, en la cual cualquier movimiento haría que nuestros labios choquen. Ya no podía aguantar más, deseaba a ese mayordomo, quería sentirlo, que sus manos recorran mi cuerpo, dándome placer. -quiero hacerlo contigo. _le dije mirándolo fijamente a los ojos, lo empecé a besar, estaba hundido en el placer de sus besos y caricias, me separe un poco de el, para tomar el aire que sentía que escaseaba. Continuamos besándonos, me miro a los ojos y el me quitaba la ropa de una manera un poco agresiva, empezó con la camisa la cual rasgo, me miró fijamente y susurro suavemente mientras se dirigía a mis labios. -quiero todo de usted. _los abrí un poco, para recibir su beso, pero el empezó la lamerlos y a meter su lengua a mi boca, lo abrace no quería separarme de el. El lentamente empezó a bajar por mi pecho mientras lo lamia –estoy en mi limite.me dijo con una voz seductora, ágilmente me dio vuelta, dejándome boca abajo, empezó a lamer mi espalda deslizándose suavemente hasta llegar a mi cuello, llego a mi oreja mordió suavemente mi lóbulo. –quiero todo de usted. Su mano fría llego a uno de mis pezones, jugaba con sus dedos, estando en la misma posición me metio sus dedos , los movía hábilmente, -métela. _ le implore mientras jadeaba excitado, se bajo su ropa, su miembro ya erecto lo tomo con su mano y me dijo relajese, me lo metio de una manera suave, y me dijo -le duele? -No en realidad no. _le respondí con los ojos llorosos, realmente me dolia un poco, pero no quería que se detuviera. Permaneciendo en la misma posición, empezó a moverse lentamente, .ah.. ah.. mis jadeos ya no los podía controlar, pero intentaba contenerlos, apretando con mis manos las sabanas para escuchar los de el. –que bien se siente!! _ exclame entre gemidos -joven amo si actúa de esa manera será imposible controlarme, intento ser suave con usted, para que yo no sea el único en disfrutar. – como me lo hagas me va a gustar, por eres tu… -que sensual, hace que pierda mi sensatez. _empezó a moverse con mas fuerza y rapidez. –habia perdido toda mi cordura, deliraba en el placer, mientras me dejaba consumir por él. Terminamos viniéndonos juntos, me dio un beso la cabeza, -hagámoslo de nuevo me dijo mientras sus manos recorrían mi cuerpo. –si _le dije sin pensarlo. Empezó a besarme la espalda. –te duele? _ me pregunto preocupado. –solo un poco _le dije mientras jadeaba. –podemos dejarlo para otro dia _me dijo con su sensual voz. –no, quiero continuar _ y asi lo hicimos una y otra vez hasta que amaneció.
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