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ese mayordomo irresistible por yumeko kuroneko

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Entre sueños, Sentía una helada caricia en mi rostro, abri mis ojos para ver de quien se trataba. Y ahí estaba el mayordomo, acostado al lado mío, mostrando su increíble cuerpo marcado, tapado solo con las sabanas, apoyando su cabeza en su codo, mirándome de una manera fija con una sonrisita en la cara . -buenos días joven amo dijo el de los ojos carmesí. -buenos días _le dije mientras me sonrojaba recordando todo lo ocurrido. que vergüenza pensé, tomo con su mano mi mentón y se acercó a mi boca, con intenciones de besarme y le correspondí de la misma manera, a través de sus lujuriosos besos, me dejaba invadir nuevamente por el deseo, acaso no había sido suficiente todas la veces que lo hicimos en la noche? Parece que no bastaba solamente con eso, quería probar nuevamente de él, quería saborear lenta y deliciosamente el fruto prohibido que estaba frente a mí, sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo, me sentía en el paraíso con tanto placer, me excitaba con sus toques, no podía evitar sentirme atraído y complacido por los movimientos de sus manos.
-Quiere que lo hagamos nuevamente? dijo el mayordomo con una sonrisa sensual, tenía ganas me moría por saborear ese dulce néctar nuevamente, pero el dolor que sentía era más fuerte de lo que imaginaba, -perdóname, no puedo hacerlo. El me quedo mirando seriamente, quisas un poco desanimado por mi respuesta. -vístete y llama a Tanaka para que me bañe y vista, mientras tanto tu ve a bañarte y cambiarte, le ordene –mmm.. no creo que eso sea posible, dijo mientras de miraba con una expresión un poco burlona –a que te refieres le dije un poco irritado. – esta todo marcado por mí, en cada lugar de su cuerpo, está la marca que yo estuve lamiéndole, besándole y chupándole, que diría Tanaka si viese tales marcas en su cuerpo? Quede un poco asustado, por lo que me dijo, me levante lentamente, me dolía un poco, pero necesitaba mirarme al espejo, fui lentamente al baño, y allí me desvestí y mi cuerpo lleno de marcas rojas. –Que me has hecho? _le pregunte aterrado. - son chupetones, solo es una marca para demostrar que usted me pertenece. –yo no te pertenezco maldita sea, como te atreves a hacerme esto!!, - lo siento mucho si le he molestado de alguna manera. _hizo una reverencia mientras su expresión era un poco sonriente. -Maldita sea , no te disculpes si realmente no lo sientes._ le decía mientras intentaba apaciguar mi evidente enojo. –cuanto tiempo se demoraran en desaparecer? –una semana talvez? _dijo despreocupadamente. –bueno que le vamos hacer, lo hecho, hecho esta, pero si lo vuelves a hacer, te matare!! _le grite enojado, mientras el llenaba la bañera, yo pensaba que no podia dejar a Sebastián sucio, mientras soy el único en bañarme, pero sería descortés pedirle que se bañe conmigo? Después de todo recién nos conocemos, quizás se enoje, o se burle de mí, ahhh me siento nervioso. Que debería hacer? Después de todo al salir de la habitación, quizás no tenga tiempo para bañarse, que hare, le pregunto o le digo que mientras me baño él vaya a bañarse abajo? – Joven amo, joven amo me escucha? _dijo el mayordomo interrumpiendo mis pensamientos, mientras se acercaba a mi cara. –eh? Me hablabas _le dije distraídamente. –si, le digo que ya está lista la bañera. –gracias le dije mientras me metía en ella. -que desea joven amo?. –na-nada _le dije titubeando. –es un poco triste. _Dijo el mayordomo con una expresión afligida.
-¿a qué te refieres? –ayer era tan sincero y expresivo, me pedia lo que quería y me decía como se sentía, es un poco frustrante, que se cohíba nuevamente. Dígame cualquier cosa, es algo que yo no pueda hacer por usted? –qui…quisiera que te bañases conmigo._le dije mientras el sonrojo de mi rostro aumentaba. -encantado aceptare esta tentadora invitación. Me corrió hacia el medio de la tina dejándome delante de el, empezó recorrer todo mi cuerpo echándome jabón, te duele?, dijo mientras tocaba mi cadera. –solo un poco. _en realidad no entendia del porque el dolor era tan leve, la última vez que tuve relaciones fue cuando fui violado, y eso fue años atrás, o será que si uno esta excitado duele menos?_ me preguntaba. –que cuello más sensual tiene, dijo el mayordomo mientras pasaba las llamas de sus dedos por el y se acercaba a besarlo. –no se te ocurra dejarme marcas ahí. –no lo haría, solo lo hago en lugares no visibles, después de todo no podemos tomar riesgos a que alguien nos descubra. Me hecho hacia atrás quedando pegado a el, me abrazo y me dijo –eres hermoso. –no digas estupideces, soy un hombre, no intentes elogiarme, no funcionara!!! _le grite impactado por sus palabras. – pero los elogios son para cualquier persona, no es solamente para las mujeres, es un poco cerrado de mente mi querido amo. _Mi corazón latía a mil por hora no sabía que hacer estaba un poco cohibido ante sus caricias y sentía la necesidad de tener nuevamente algo con el, que podría hacer? me costaba un poco expresarme. Pero el astuto mayordomo había tomado la delantera y me di cuenta que no había tanta necesidad de expresarle como me sentía, sus manos estaban tocándome de manera erótica, mi cuerpo ya no respondía a mi voluntad, estaba siendo consumido por el deseo, bajo el agua, el empezó a acariciarme mi parte ya erecta e inevitablemente por sus caricias empecé a jadear, me estaba dejando seducir por el fascinante deleite del placer, que manos mas talentosas pensaba, mientras el recorría mi cuerpo besándome. El sentado en la bañera me puso de pie mirando hacia el a la altura de su boca, me abrazaba las piernas -que hermoso la tiene dijo mientras me empezaba a lamer, -ah.. ahh Sebastián, espera suéltame, que vergüenza se ve todo!! –pero si ya te conozco entero, anoche recorrí todo tu cuerpo, hasta conte cada uno de tus lunares, todo de ti conozco. – mis piernas habían perdido todo su fuerza, el me lamia de una manera fascinante, que talentoso pensé mientras su boca la movía adelante y hacia atrás. Mierda me voy a venir. –seba… Sebastián … ah.. ahh me ven..go. _Me corri en su boca, el se tragó todo, y con su pulgar se limpio los labios, de una manera sensual.
Tock tock, se escuchó la puerta de mi habitación.


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