Lo miraba atentamente, esperando a que sus labios se abrieran y respondan a mi pregunta, pero estos nunca lo hicieron, él guardo silencio y sin mirarme a los ojos siguió refregándome el cuerpo, él estaba incomodo era evidente, era tan obvio que me hacía sentirme ansioso e irritado. …l no me contestaba y yo aun cuando sabía cuál era su respuesta la cual no era favorable hacia mí, aun cuando comprendía que yo había sido utilizado solo para satisfacerle, que solo había sido un simple juguete que el solo deseaba sexualmente, aun así esperaba con ansias una respuesta favorable hacia mí, aun así yo conservaba la esperanza de que el sintiese algo por mí, sabiendo perfectamente que él nunca me había dicho que me amaba.
-puedes retírate, terminare yo de bañarme. –yes, my lord. _hizo una reverencia y se retiró. No se resistió, ni siquiera una expresión de molesto como solía mostrar anteriormente, con una cara seria y desinteresada salió del baño dejándome solo. Quería llorar, después de todo me había terminado gustando alguien con quien tan solo me había acostado, quería huir de ahí realmente, necesitaba tomar aire, no verle, respirar, sentirme tranquilo, e intentar borrar el dolor que sentía en mi pecho, cualquier excusa estaría bien, cual pretexto para poder escapar por un tiempo para que mi corazón se pueda sanar.
La suerte estaba un poco de mi lado, quizás en el amor definitivamente no, pero en otros ámbitos preferiría creer que sí. Una carta de la reina había llegado a mí, en la cual pedía conocer a un niño millonario, el cual tenía un mayordomo. Yo tendría que buscar la manera de hacerle mi amigo ya que la reina era familiar lejano de él y estaba preocupada, así la reina podría saber realmente las condiciones en la que estaba su familiar. Era la oportunidad perfecta para poder distraerme de mi vida privada y poder pasar un buen rato.
Llame a los sirvientes al salón, para informarles de la situación. -He recibido una petición de la reina me ausentare unos dias, Tanaka me acompañara y ustedes quedaran a cargo de la mansión, eso es todo pueden retirarse, Sebastián quedo mirándome fijamente a los ojos, él se encontraba molesto. Me dirigía a mi oficina y él detrás de mí, antes de entrar a esta el mayordomo me hablo, -joven amo? –que quieres? _le pregunte un poco cabreado. –porque no he sido yo quien ha de acompañarle? _maldito bastardo haces esas preguntas como si no me hubieses hecho nada. –yo soy el que toma las decisiones aquí, no te tomes atribuciones que no te corresponden!! _le grite enojado. –cualquier cosa que me mandase usted, la haría sin dudar, acaso no le dije que sería su perro fiel? _puedes enamorarte de mí entonces, eso es lo único que quiero de ti, jajaja como si fuese a pedirte tal estupidez. -acaso no te das cuenta que estorbarías si vas? No quiero recibir los reclamos de tu prometida, tienes que preparar el matrimonio no?, no me quiero calentar la cabeza con estupideces. _me tomo bruscamente de los hombros, dejándome pegado en la pared, la expresión de su rostro se mostraba un poco angustiada, sus labios se abrieron levemente –joven amo sabe? En realidad yo… Yo.... _él se estaba acercando a mí, acaso él iba a besarme? Me sonroje y cerré mis ojos fuertemente estaba asustado, pero aun así esperaba algo de él, sentía su respiración que rozaba en mi nariz, pero aun así él no se acercaba más, abrí mis ojos y el me miraba fijamente, no decía nada, nos mantuvimos así un momento, el no despegaba su vista de mí, empezó a acercarse más, lentamente, sus labios rozaron los míos. Me soltó con una expresión un poco asustada, como si hubiese reaccionado dándose cuenta de sus actos, -olvídelo, ruego disculpe mi rudeza. _hizo una reverencia y se fue. Caí al piso había perdido la fuerza de mis piernas completamente ruborizado e impresionado, ni siquiera pude reprochar sus actos, no pude decir nada, y mi corazón se había vuelto loco latía de una manera en la cual mis latidos los podía escuchar claramente, mi cabeza era un desastre no sabía aun cómo reaccionar, estaba inmensamente feliz, aun sabiendo que no podía caer más hondo en la telaraña de ese mayordomo porque con eso solo me dañaría más a mí mismo.
Al día siguiente salí de la mansión en rumbo a visitar al mocoso de que quería saber la reina, tomo un rato llegar allá, la mansión se veía bastante bien cuidada como para que solamente un niño este a cargo de esta. Antes de llegar a la entrada las puertas se abrieron de par en par y de estas salió un chico que parecía tener mi misma edad, yo me estaba bajando del carruaje y el con una sonrisa vino corriendo hacia mí, mientras me decía. –la reina me mandó una carta anunciando tu visita, eres bienvenido a la mi mansión. –con sus manos tomo mi rostro y me dio me beso en mi boca. –espero que la pasemos bien!! _ dijo el chico mientras me miraba de una manera lujuriosa. –ojala podamos ser buenos amigos le dije con una sonrisa hipócrita, después de todo el me había besado, definitivamente sería una molestia el tratar con él, pero tenía que aguantar por la reina.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español