-ya he vuelto joven amo disculpe la demora.
-si, no importa hiciste un buen trabajo, estoy aburrido así que me iré a mi habitación, no tengo la obligación de quedarme si la reina y su sobrina ya se han retirado.
(Caminar) maldición me he puesto nervioso nuevamente, porque estoy caminando con Sebastián, -joven amo entre a la habitación.
En silencio me senté en la cama y agache mi cabeza mientras Sebastián me sacaba los zapatos, esto es malo mis lágrimas están empezando a salir. -joven amo, podría ser que usted está llorando? -acaso eres idiota como yo el conde Ciel Phantomhive va a estar llorando? soy un hombre maldita sea, no una niña! Le grite desesperadamente, el con una de sus manos saco mi cabello de la cara me miro y me dijo –es algo que no quiere contarme? Acaso no le puedo ayudar en su problema? O acaso ha perdido la confianza en mi?
Maldito Sebastián como si fuese a contarte que hoy me di cuenta que me gustas y te vi con una mujer y me puse tan celoso que ahora estoy llorando.
-no es nada importante. le respondí con una voz suave.
-puedo quedarme a su lado hasta que se duerma si le sirve de ayuda.
-acuéstate a mi lado. Le dije avergonzadamente.
-le gustaría usar mi brazo como almohada?
Le dije que si con mi cabeza, puso su brazo bajo mi cabeza mientras que con la otra mano me acariciaba el cabello.-perdóneme por presionarlo con tantas preguntas recién, pero realmente me usted preocupa. –te preocupas demasiado, solo me afligía por estupideces. –no creo que sean estupideces creo que usted es una persona seria que actúa conforme a cada situación, además me preocupa que se aflija, ni por sus padres lo he visto que llore –no estaba llorando era emmm una gotera en el techo. –que gotera tan inusual, que vota agua cuando no llueve. –deja de contradecirme! Le grite mientras escondía mi rostro avergonzado, de ninguna manera debo decirle que lloraba por celos, no podría soportar la vergüenza además ni siquiera tenemos una relación, lo único que me queda es intentar poseerlo, que sea mío, que me desee tanto que ya no pueda vivir sin mi.
-Sebastián, con respecto al otro día, yo realmente quería estar contigo, pero te hice sentir incómodo con cosas del pasado y no me atreví a decirte nada ,lo siento.
-es raro que hable sinceramente, se acercó a mi rostro y empezó a besarme me saco la pijama y con su mano helada suavemente empezó a deslizarla por mi pecho, mientras me susurraba al oído hay algún lugar en específico que le gustaría que le toque?? -…… -no responderá entonces tendré que averiguarlo yo, pero me pregunto si habrá un lugar más sensible que sus pezones, empezó a besarme el cuello –ah ah… -vaya joven amo solo le bese un poco y ya está duro acá abajo, -quiere que utilice mi mano o mi boca joven amo? –tu mano, así podrás besarme. Le respondí. –como desee. Empezó a hacer todo suavemente lo cual me producía mas placer. –joven amo se corrió más rápido de lo normal, podría ser que mientras más suave lo trate más se excita?
Al parecer es así pensé, pero no le respondí, solo voltie mi mirada avergonzada.
-Abra las piernas joven amo.
Empezó a meter sus dedos llenos de mi leche y los movia lentamente mientras yo tapaba mi boca –mm… mmm.. ahh… -joven amo no es necesario que contenga sus gemidos nadie puede oírnos. Quien no quiero que me oiga eres tú, me avergüenza bastante esto.
-entonces aquí voy, empezare meterlo.-ah ah hazlo lento Sebastián es muy grande, me duele un poco. -disculpe lo hare lentamente, es bastante estrecho aquí, Como se siente joven amo, le gusta el cómo se siente que te lo meta?, le parece bien que empiece a moverme? Tape mi rostro con mi brazo entre lágrimas y vergüenza le dije que se empezara a mover.
-Ah ah ah. -Joven amo deje de esconder su rostro y déjeme ver cada una de sus expresiones no me prive de eso.
Con una mano saco mi brazo de mi cara y puso su cara frente a la mía. – que hermoso se ve, con ese rostro avergonzado gimiendo de placer. Abrace mi cuello.
Sin dudarlo lo hice y así el empezó a moverse con más fuerza –Sebastián no tan fuerte me duele -me disculpo sinceramente, pero con tales expresiones sensuales, hacen que sea imposible el contenerme. –ah ah Sebastián me voy a correr. - aguante un poco más joven amo para que lo hagamos juntos. –no puedo más, ahhhh…. –ya se corrió joven amo, pero déjeme terminar dentro de usted. es como un sueño tenerlo así, gimiendo de placer, con sus ojos lagrimosos, siguió metiéndomela por un rato hasta que se corrió dentro de mí.
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