Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ese mayordomo irresistible por yumeko kuroneko

[Reviews - 301]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaa! tanto tiempo! espero que esa de su agrado el capitulo!! <3

Tisha se colgaba del cuello de Sebastián mientras le hablaba alegremente. -Que lastima te tomo tanto tiempo el negocio, estaba ansiosa por verte! _ ¿le dijo ella que era un negocio? Estaba un poco impactado y dolido por las palabras de ella. ¿Bueno acaso podría esperar algo más? Están recién casados, obviamente que soy yo quien está sobrando. Sebastián tomó sus brazos y los quitó de su cuello. –le has preguntado si nos permitirá tener una luna de miel? _pregunto ella emocionada. -Qué lástima por ti, siendo que tú eres la recién casada, pareciese que los que se fueron de luna de miel fue Sebastián y Ciel. _dijo el rubio sarcásticamente. Sebastián dibujo una sonrisa en su rostro inhalo un poco de oxígeno y se dispuso hablar. –realmente parecía una luna de miel, el lugar era tranquilo y agradable, pero lo mejor era la compañía que tenía un lindo y adorable gatito, me costó acercarme un poco a él, pero cuando se acostumbró a mi compañía era dulce y sumiso, me encantaba dormir en las noches con el abrazándolo sintiendo la calidez de su cuerpo junto al mío, espero que haya disfrutado mi compañía tanto como yo disfrute la de él. ¿Qué piensa usted joven amo? –no lo sé a mi dan alergia esos animales. _dije avergonzado mientras miraba hacia el lado intentando ocultar mi ruborizado rostro. -Me encariñe bastante con ese gatito, quisiera volverá dormir con él. _ la rubia tomo sus mejillas haciendo que la mire a ella. –Sebastián que cruel de tu parte! Hace casi un mes que no te veo, ni te inmutas en saludarme y me ignoras te pones a hablar con el joven amo y me haces sentir celos de un gato! _ le decía un poco molesta mientras le miraba fijamente a los ojos, lentamente acortando la distancia. ¿Van a besarse? No quería mirar, no lo quería presenciar pero mis ojos no los cerraba y mi vista no la apartaba, los latidos eran dolorosos y sentía un nudo en mi garganta, no estaba preparado para ver una escena como esa. -Ni siquiera me has saludado correctamente. _detente, detente! Pensaba una y otra vez dentro de mí, pero las palabras no salían. Sebastián echo su cabeza hacía atrás y coloco su mano entre los labios de ellos. -disculpa, me emocione tanto que olvide que este no era el lugar adecuado para que nosotros hagamos esto. _dijo la rubia con una sonrisa, avergonzada y un poco nerviosa. Quede atónito ante la situación, mi cuerpo parecía paralizado, no sabía cómo reaccionar ante esto. –cállate maldita perra! _dijo el rubio sumamente enojado, para sacarme de mis pensamientos, dejándome más impresionado por su actitud. –si tienen tanto tiempo libre deberían ocuparlo para trabajar. –Alois cálmate. Le dije suavemente y puse mi mano en su hombro. –ruego me disculpen por hacerlos presenciar una escena de esta manera, si me permite joven amo podría conversar con ella un momento? _ las palabras de Alois me habían ayudado a reaccionar. -que no se te olvide cuál es tu lugar, no toleraré un acto como este vuelva a ocurrir, retírate. _dije molesto. –adelante enséñale modales a tu mascota. _Dijo aun enojado el rubio, se mostraba más molesto que mí. ¿Qué harán? ¿La ira a besar abajo? –Ciel estas preocupado? -No…no, lo estoy. _Dije titubeando. –no puedes engañarme ¿Quieres escuchar lo que conversen? _pregunto emocionado el rubio. Tenía curiosidad pero aun así tenía duda de hacerlo, sabía que lo que escucharía podría ser peor que el beso que casi se dan, podía arrepentirme. Me tomo de la mano y me llevo a su habitación. –primero debemos ponerte un disfraz para que no te reconozcan. _Rápidamente me puso un traje blanco, peludito, con orejas largas y una colita como un pelotita. –apura Ciel, ya no queda tiempo! _ Me tomo de la mano y salimos de la mansión, iríamos a escuchar la conversación de Sebastián por afuera de la ventana de su habitación. –espera Alois porque me pones este traje? –porque crees tú? Obviamente porque sabía que te verías adorable de esta manera! En una situación normal no hubieses dejado que te lo colocase! _Maldición se aprovechó de mi estado y me engaño! Además no me soltaba la mano. –no escucharemos lo que hablaran si te vas a cambiar ahora! _pero como supuse ellos estaban dentro de la habitación. -Que es lo que pretendes? _dijo Sebastián con un tono enojado. –disculpa, cuando estoy sin ti me siento triste y sola, sé que no debo actuar de esa manera, , pero estuviste todo el tiempo con el joven amo te tomó casi un mes – si lo dices de esa manera pareciese como si estuvieses celosa. - Pero acaso no debería estarlo? - no, no tienes por qué estarlo. -Parece que se ha olvidado que estamos casados! y ni siquiera hemos tenido nuestra luna de miel. -llevo bastante poco tiempo trabajando aquí como para que me den vacaciones, además no las necesito. –tienes razón, perdón por comportarme tan inmadura, sé que muchas veces digo cosas inconsecuentemente. Solamente me deje llevar por la emoción, pensé que sería agradable salir contigo. –termina con tu juego, tengo que volver a trabajar, espero que esto no vuelva a suceder. _pego un golpe en la puerta. -que aburrido, esperaba que hiciesen algo más explícito! –oye Alois tú! –Ciel aun tienes la esperanza de que se hayan casado solamente por conveniencia? O por algo así? Cuando estaban los dos en la entrada de tu oficina, deberías haberte lanzado a sus brazos o tomarle de la mano, haciendo entender que tú también estas con él. –yo no podría hacer algo así. –Lo importante es que le hagas entender que no serás el segundo. _¿De qué manera podría a darle entender eso? –por ahora vayamos a jugar! _ dijo mientras me tomaba del brazo. –espera Alois aún estoy con este traje de conejo! –tienes algún problema con eso? –Alois soy el dueño de esta mansión no puedo andar con un traje tan vergonzoso! –ni tus sirvientes notarían que eres tú! vamos conejito te daré unas zanahorias! –no soy un conejo! ¡Me iré a cambiar! _Me dirigí directamente a mi habitación. Maldito rubio, se aprovechó de mi situación! Me engaño! Antes de girar el picaporte alguien tomo mis orejas de conejo como si una zanahoria del suelo intentase arrancar. - Que lindo conejito me he encontrado, se ve hermoso de esta manera peludito y esponjocito. –¿Sebastián? _Qué vergüenza que me vea de este modo. Me tomó de la cintura y me abrazo. –¡Espera Sebastián nos pueden ver! –¿acaso eso importa?–obviamente que importa! _Le dije para soltar su agarre y entrar a mi habitación. –joven amo porque anda vestido de esa manera? _dijo mientras entraba a la habitación y cerraba la puerta. –Alois me engaño, haciéndome creer que este traje era necesario para …….un juego….. –porque se deja influenciar por él? Además porque se coloca tan dócilmente un disfraz? Lo desvistió y le coloco esto siendo tan confiado con él. -Sebastián, Alois es mi amigo yo confío en él. _le dije un poco molesto. Mientras tocaba mi espalda intentando encontrar el cierre de mi traje, pero no lo pillaba. –me siento incómodo con este traje ayúdame a quitarlo. _Me senté en la cama de espaldas volteó mi cabeza y comenzó a besarme. -espera solamente te estoy pidiendo ayuda para quitarme el traje! _le dije para separarme de él. –joven amo está molesto? –No, no estoy molesto! _como podría imponer lo que quiero? Después de todo seguí esta relación aun sabiendo que él está casado ¿Lo mejor sería terminar con él? ¿Declarar mis sentimientos? No creo que le importen mucho alguna de mis acciones, después de todo de alguna manera él se casó, tampoco creo que tenga sentimientos de amor hacia mí. Las palabras del rubio daban vueltas en mi cabeza, afligiéndome y causándome malestar, dolían porque él tenía razón, sabía que lo que yo estaba haciendo estaba mal, pero que más podría hacer? Solamente quiero que mis sentimientos sean correspondidos, pero sé que eso es mucho pedir. Me termino de quitar el traje quedando solamente en camisa y ropa interior. -Si no me explica porque está actuando de esta manera no creo que nos entendamos, por cierto hace un momento antes de cerrar la puerta de mi habitación, afuera de mi ventana vi unas orejas. –me viste? –así que realmente estaba espiando. _me recostó sobre la cama, dejando su rostro frente al mío. –joven amo…. _dijo mientras su mano la comenzaba a deslizar por mi pierna, lentamente, erizando mi piel ante su suave toque. -Podría ser que usted está celoso? _dijo con una sonrisa burlona en la cara. -no digas estupideces idiota! _Le dije un poco avergonzado, mientras miraba evitaba su mirada para no avergonzarme aún más. -No esconda su rostro. _su mano la colocó en mi mentón haciendo que mi rostro quede mirando hacia él. Acomodó sus piernas entre las mías. -Joven amo… _ susurro suavemente en mi cuello para comenzar a besarlo, a medida en la que iba desabrochado mi camisa iban bajando sus besos, mis manos las tenía en su pecho empujándolo, intentando que se separe de mí, quito su corbata y la amarró en mis manos y continuo con el juego besando suavemente mi pecho, hasta llegar a mis pezones, lamiéndome suavemente, mis brazos los colocó alrededor de su cuello, puso una mano en mi espalda y me levanto quedando sentado en su regazo y mis piernas alrededor de su cintura, sus labios comenzaban a rozarse con los míos, para no recibir sus besos los apreté fuertemente. -joven amo abra su boca, de esta manera no le puedo besar. _lamía mis labios, al ver que no le hacía caso a su petición, apretó mi nariz, no aguante mucho tiempo hasta que abrí mi boca para conseguir oxígeno y Sebastián comenzó a besarme, aunque no quería recibir sus besos respondía a estos, dejándome influenciar por placer y por el deseo que sentía hacia él, aunque quería rechazarlo no lo hacía de la manera que realmente correspondía. Quité mis manos de su cuello y comencé a desabrochar su camisa, mis besos bajaron por su cuello, el no oponía resistencia a que yo le acaricie o bese, eso facilitaba las cosas, siempre me dice que yo le pertenezco, y la forma en la que siempre ha hecho para plasmar sus palabras en mi cuerpo son los chupones, descendí aún más, quedando al final de su cuello en donde comenzaba su hombro, y le di un suave beso para luego abrir mi boca y enterrar mis dientes en su piel, -ggghh _ignorando el quejar de Sebastián, mordí más fuerte su blanca piel, hasta ver como su sangre comenzaba a deslizarse por su piel. Ciertamente no le diría que me pertenece, pero con esta acción me sentía un poco más satisfecho, con esto hacía entender que me pertenece, que su cuerpo es mío. Quite mis dientes de ahora su lastimada piel y le comencé a lamer la herida que le había causado. Sintiendo el sabor de su sangre. Aun así solamente había escuchado un leve quejido expresando su olor, no se opuso a que le hiciese eso. Es más sus manos recorrían mi espalda con deseo, eso parecía como si le hubiese gustado y a la vez excitado. –joven amo su cuerpo se encuentra bien? Estaría bien si lo poseo ahora? _decía mientras buscaba mis labios para comenzar a besarnos. -aun sus labios tienen el sabor de mi sangre. _dijo entre besos.
Te pille conejito, me dejaste solo en el jardín! . _dijo el rubio alegremente, el cual había abierto la puerta de golpe. -lo siento estaban ocupados, excitándose preparándose para el sexo? _dijo soltando una risita emocionado. –por favor continúen. _ dijo para dejar la puerta media abierta y con el mirando hacia adentro. –no te preocupes ya habíamos terminado. _le dije un poco molesto. -Me descubrieron? Enserio? Si es porque les incómodo no se preocupen por mí, me quedare en silencio, hagan como si yo no estuviera. _dijo para sentarse en una silla. -Me quedare en silencio. _Sebastián busco mis labios para besarme. Parecía que bien poco le importaba la presencia del rubio. –Sebastián retírate! _le dije para esquivar su beso y salirme de su regazo. –novio de Ciel quédate! _dijo demandante el rubio. –termina con tu juego Alois! –pero no alcancé a ver nada! _dijo para ponerse de pie y avanzar hacia la salida. -Detente rubio! No te preocupes solamente me estaba ayudando a quitarme el traje. -Esa no era la posición de que estuviese quitando solamente el disfraz. -lo iré a buscar para que terminen con su juego. _mis manos aun amarradas las coloque alrededor del cuello del rubio, haciendo que se detuviera. Comenzó a toser, mire mis manos las cuales estaban llenas de sangre, la cual estaba seguro que no era de Sebastián. –Alois estas tosiendo con sangre? –no te preocupes siempre sucede.
Notas finales:

primero que nada mis sinceras discupas por la demora, realmente no estaba en mis planes que me tomase tanto tiempo en actulizar, y eso, muchas gracias por leer y nos estamos leyendo adioosin >///v///< *se va corriendo a contestar los reviews*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).