-¿Siempre sucede? ¿Que quieres decir con eso? ¿Que es lo que tienes? _le pregunté preocupado. – me desangre al ver una escena tan sensual entre tú y tu novio! No me mires de esa manera! era solamente una broma, no era sangre real! –porque intentas engañarme? Llamaré a un médico. –No llames a nadie por favor, no lo hagas. _Me rogaba mientras apretaba desesperadamente mi muñeca y sonreía forzadamente. –no lo hare Alois, por favor tranquilízate. _me quité la corbata de Sebastián de las muñecas y le ayudé a levantarse y a recostarse en mi cama. –no te preocupes Ciel, si duermo un poco se me pasara. _¿Porque lo hace parecer que fuese cansancio? Obviamente está enfermo, ¿Porque no quiere que nadie se entere? ¿Tendrá relación con sus constantes desmayos? Estaba comenzando a desesperarme lo inútil que me sentía al mirarlo, el tan solo ver como se retorcía del dolor sobre la cama, demostraba cuanto era su angustia, respirando agitadamente intentando desesperadamente disimular su malestar, porque se esfuerza tanto en que nadie lo note? ¿Porque intenta hacerse el fuerte? -no es necesario que finjas conmigo. Si duele dilo, si quieres llorar hazlo, estamos solamente los dos, no le diré a nadie. _ Le dije sonriéndole tristemente, lo abracé el no dijo nada, solamente podía escuchar un leve quejido y entre lágrimas se durmió, ¿hace cuánto está enfermo? ¿Quedó inconsciente por el dolor? Aun cuando dormía respiraba con dificultad. Mientras afirmaba su abdomen, corrí hacia la puerta quería buscar algo para alivianar su dolor un calmante sería suficiente. ¿Medicina de hierbas servirá? Abrí la puerta y en la entrada una visita inesperada quede por un momento paralizado al verlo. Sin pedir permiso se adentró en la habitación y fue directamente hacia el rubio. Le quito el saco le arremango la camisa coloco un elástico en su brazo, y le inyecto una sustancia. -con eso debería bastar solamente deberá dejar que el descanse. _dijo Claude mientras le arreglaba la ropa a Alois. Acaso él estaba enterado de lo que tenía Alois? Alois desesperadamente había insistido que no le dijese a nadie pero él ya estaba enterado de la situación. –oye que es lo que tiene Alois? _pregunte demandante. –acaso no se ha dado cuenta como esta vestido? –eso no es importante! Te estoy haciendo una pregunta! _dio un suspiro y se dispuso a hablar. –Alois tiene un veneno en el cuerpo el cual le causa todo este malestar. –un veneno? Y en donde él lo- -no tengo más información, solamente es una especulación que tengo en cuanto a los síntomas, pero siempre cae inconsciente por el dolor, por eso le inyecto un calmante cuando veo que está en ese estado, él no ha mencionado el tema por eso no tengo más información en cuanto el motivo real. _hizo un reverencia ante mí. -Sé que mis disculpas no son suficientes para poder perdonarme y tampoco le obligare por que sé perfectamente que lo que hice no tiene perdón, aun así quisiera que supiese que tan arrepentido me siento por la acción antes cometida, si necesita mi ayuda o algo cualquier cosa puede contar conmigo, entonces con su permiso me retiro. _dijo para hacer una reverencia y salir de la habitación. _¿Por qué se disculpa? ¡Nos habíamos encontrado antes! ¿Porque se disculpa ahora? ¿Podría ser que Alois le dijo que lo hiciera? Tomé una silla y me senté al lado de la cama. Alois… que será lo que realmente tiene? tendrá que ver con los desmayos constantes, el dormir mucho tiempo, además de toser sangre y sentir un gran dolor en el abdomen? Un beso en mi mejilla me hizo salir de mis pensamientos. –joven amo le sucede algo? _pregunto mientras acariciaba mi mejilla. –¿porque preguntas? –joven amo… acaso no se ha dado cuenta que esta semidesnudo? Ha estado así desde que me retire de la habitación? -Sebastián eso no es importante ahora! –claro que lo es, aun es un niño debe cuidarse si no se quiere enfermar. –no soy un niño! -además de su amigo vi a el mayordomo de este entrar en su habitación, le hizo algo? –no, solamente sedó a Alois. –Anduvo con esa vestimenta frente a dos hombres peligrosos, que lo miran como a un corderito indefenso. –tengo otra prioridad en este momento mi cuerpo es irrelevante! –entonces me está invitando a hacer lo que quiera con este? -no hubo tiempo para colocarme algo! –joven amo su camisa solamente tiene dos botones abrochados, desde esta posición puedo ver todo. –si te molesta entonces no me mires! –eso no es lo que le he dicho, a mí me encanta ver su cuerpo, aun mas si está desnudo, _su mano la comenzó deslizar por mi pierna. -joven amo… _susurro suavemente en mi oído –que sucede Sebastián!? _pregunte un poco nervioso. –estaría bien si continuamos con el juego anterior? En ese momento usted estaba bastante cariñoso. _comenzó a besar mi cuello. –está… Alois en la habitación _dije un poco avergonzado. -entonces ese es el problema? _sus besos comenzaron a recorrer mi cuerpo. –su cuerpo lo exhibió a otros hombres, acaso no debería castigarle? –en ese momento no había tiempo para nada, estaba desesperado asustado. Y… ahh… _comenzó a acariciar mis pezones, -joven amo lama mis dedos, esos hermosos gemidos solamente debo escucharlos yo. _metió su dedo índice y del medio dentro de mi boca. Su mano comenzó a descender lentamente, hasta llegar a su objetivo. Besaba suavemente mi cuello. –espera Sebastián aquí no… _le dije suavemente mientras quitaba su dedos de mi boca. -realmente quiere esperar? _Decía mientras frotaba sobre mi ropa interior. -aunque ya está de esta manera. si no hace ruido no debería haber problema, su amigo esta sedado, probablemente no despierte hasta mañana. _No me resistía a sus caricias, es más me concentraba en sentirlas, esa húmeda y tibia lengua recorriendo lentamente mi cuello. –ahora no… Sebastián… -entonces resistirá? _susurraba en mi oído mientras lo besaba, me mordió levemente el lóbulo. Sus dedos los volvió a adentrar en mi boca, metió su mano dentro de mi ropa interior. No escucho a mi petición es más lo comenzó a agitar suavemente y acariciaba la punta. -si le hace sentir más cómodo puedo hacerlo con mi boca. _ese no es el problema. Continuo con la agitación hasta que me corrí en su mano, me recostó suavemente sobre la cama, dejándome boca abajo. Su mano la quito de mi boca y me comenzó a acariciar lenta y suavemente mi cuerpo, los besos no se detuvieron los comenzó a dar por toda mi espalda. –espera Sebastián! –que sucede joven amo? –no… te hagas el desentendido… Sabes que no estamos solos… -Joven amo permítame poseerlo. –este… no es el lugar apropiado! –mientras no haga ruido no debería haber problema. _sus manos posesionaban mi cuerpo con sus caricias, Sebastián…espe…ra! Aahhh! _Apreté las sabanas y hundí mi cabeza en la cama intentando de alguna manera silenciar mis gemidos mientras me besaba lenta y sutilmente, excitándome cada vez más. –aahh… detente… Sebastián… detente… _no hacía caso a mis palabras, probablemente porque no sonaban convincentes, pero no podíamos continuar de esta manera, Sebastián deslizo sus manos por mi espada, hasta llegar dentro de la ropa interior. Me voltié quedando boca arriba sobre la cama. …l con una sonrisa se acomodó entre mis piernas y sus labios fueron directamente a los míos, me dejaba seducir sus besos, apasionados y excitantes, comenzaron a bajar por mi cuello, clavícula, descendiendo por mi pecho mi abdomen, bajando aún más. –te he dicho que te detengas! _ le dije enojado dispuesto a pegarle una bofetada, pero tomó mi mano deteniendo mí golpe. -Antes de golpearme no debería decir que le desagradó? _le dio un beso en mi mano, mirándome fijamente, obviamente que no le diría eso, si sus caricias me enloquecían, pensé avergonzado. Comenzó a besar mi abdomen mientras el colocaba sus manos en mi espalda –espera Sebastián… -lo siento, para mí es muy difícil controlarme cuando estoy cerca de usted. Pero entiendo a la perfección que usted no quiera continuar en este momento, también entiendo que mi forma de expresar mi molestia no fue la correcta. Fue muy infantil de parte, pero solamente el imaginar que otras personas vieron su cuerpo hace descontrolarme. Además usted pensó en lo peligroso que fue? Que hubiese sucedido si él nuevamente le hubiese hecho daño? -lo siento… ciertamente tienes razón, me descuide, aun así no sucedió nada, creo que te preocupas demasiado. -me alegro que lo haya entendido. Primero debería vestirlo, mostrándose de esa manera ante mí, no creo contenerme mucho, debería cubrirse un poco. _comenzó a abrochar mi camisa -su cuerpo es hermoso. -Esto pareciese un castigo para mí, en vez de estalo desnudando para poseer su cuerpo debo ponerle la ropa. _ Entre besos y caricias me vistió. Aunque sabía que Alois no despertaría me incomodaba que Sebastián me haya tocado de esa manera frente a otra persona, el no parecía tener vergüenza o molestarse, realmente a él no parecía avergonzarle nada. -le hare compañía hasta que su amigo despierte. Eso le molesta? –no quédate, -gracias _dijo con una sonrisa mientras su mano la poso en mi mejilla y la besó.
–sentí una mano en mí cabeza. Abrí los ojos, Sebastián estaba con la cabeza sobre la cama al igual que mí, mirándome fijamente a los ojos, estábamos tapados mientras el mayordomo me acariciaba suavemente mi cabello. –ha dormido bastante poco joven amo. –pero al parecer tú no has dormido nada. –al ser mayordomo tengo la costumbre de descansar pocas horas. –aun así deberías dormir un poco. –no se preocupe por mí, ahora debo volver a trabajar, usted debería tomar algo caliente, podría enfermar. Le traeré un té. –iré contigo, además a estas horas todos los sirvientes están dormidos, por eso no creo que haya ni un inconveniente. _aunque me preocupe por él creo que Alois no despertara hasta en la mañana. Antes de salir de la habitación nos dimos un beso, me tomo de la mano y comenzamos a caminar por el pasillo. Entre un poco avergonzado y nervioso intente soltar su agarre, pero el apretó un poco más mi mano. –no se preocupe joven amo como a dicho anteriormente los sirvientes aún están dormidos, entonces no había problema con que caminemos de esta manera. Le aseguro que si viene alguien soltare su mano. _Bajamos si ni un problema. Y nos dirigimos directamente hacia la cocina, pero en esta había una persona sentada y apoyada sobre la mesa, con un vaso en la mano, Sebastián me aseguro que me soltaría si veíamos a alguien, pero en este momento no quería que suelte mi mano por nada del mundo, porque quien estaba sentada frente a nosotros era una mujer rubia, su esposa.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español