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ese mayordomo irresistible por yumeko kuroneko

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Cuando la vi frente a mí me propuse no huir y enfrentar la situación de esta manera me enteraría de que es lo que sienten ellos. Apreté aún más la mano de Sebastián haciéndole entender que no le soltaría. Mire hacia ella esperando una reacción, pero ella estaba mirando su vaso, estaba cargada en la mesa, sin mirar hacia ni un lado solamente el vaso que tenía en su mano, ni siquiera se movió para mirarnos. –estas levantada temprano, eso es inusual en ti. _dijo Sebastián mientras la miraba directamente a ella. - Creo que estoy enferma! Tengo unas horribles ganas de vomitar! _decía quejándose. -¿realmente estas enferma? ¿Estas segura? –sí, he estado con mareos y vomito todos estos días, creo que es algo grave, estoy comenzando a preocuparme. _dijo mientras tomaba del vaso, yo estaba totalmente fuera de la conversación, además el lenguaje informal que usaba para hablar con ella. –has pensado en ir al médico? –piensas que es necesario? –puede que tengas algo grave y te puedas morir. _dijo con una sonrisa Sebastián, son bastante cercarnos, pero solamente con mirar no aclararía mis inquietudes. Tomé la corbata y la jale haciendo que mis labios con los de Sebastián se junten, y le comencé a besar, mire hacia ella pero ella estaba de espaldas había abierto la puerta de la cocina. -Que hermoso día hará hoy. _parecía estar haciendo eso a propósito. –voy a salir a tomar aire. _dijo para cerrar la puerta por fuera. Ni siquiera nos miró. Que confiada, bueno sería extraño que desconfíe de dos hombres, ¿Quizás debí decir algo? Probablemente ni siquiera notó que yo estaba con Sebastián. –hace poco me insistía tanto que me detuviese pero ahora usted es quien está entusiasmado. _ Me sentó en una silla y comenzamos con un beso el cual se iba tornando cada vez más apasionado, deleitándome en la dulzura de este, mientras tiraba el listón que tenía en mi cuello, recorriendo sutilmente mi cuerpo, siendo sus caricias cada vez más apasionadas y adictivas, ahora no tenía derecho a decirle que se detenga. Tampoco le podía preguntar qué es lo que sentía por ella, no tenía el valor de hacerlo, tenía miedo de escucharlo. Me comenzó a besar el cuello. –Entonces ya no se resistirá? _ Comenzó a susurrar en mi oído mientras me daba leves y suaves besos, ¿Qué le diría? No podía decir que lo hice para saber cuál es la relación de ellos, además Sebastián tenía una sonrisa burlona en la cara, me sentía como un idiota, parecía como si él con su esposa se estaban riendo de mí. Sus manos las metió por dentro de mi camisa y la comenzó a subir lentamente, con esas caricias adictivas que me hacían desear más de él, comenzaron a descender sus besos a mi cuello, y comenzó a besar mi pecho. Comenzó a acariciar por encima de mi pantalón, Con besos fue bajando suavemente por mi abdomen hasta llegar su objetivo, desabrocho mi pantalón, se acomodó entre mis piernas, dejándolas cada una cargada en cada hombro, bajo un poco mi ropa interior y comenzó a pasear su tibia lengua, lentas y suaves lamidas, causándome un increíble placer. Me cargué en la mesa, mientras colocaba mi brazo en mi boca, intentando silenciar mis gemidos. Enredé mis dedos en el cabello de Sebastián y lo jale hacia atrás. - espera por favor… _musite suavemente. -…viene Meyrin. _ignoró totalmente mis palabras, desde la perspectiva de Meyrin la mesa tapaba completamente a Sebastián. -joven amo está un poco colorado. _dijo la sirvienta un poco preocupada, –es…toy bien… _le dije intentando contener mis gemidos. -le tomare la temperatura. –NO!... te… preocupes… aahhh…! _Sebastián se lo metió a la boca y comenzó a embestir. -puede que tenga fiebre! -solamente estoy esperando Sebastián _ me suelte y eso sucederá hasta que me corra. -joven amo, entonces iré a buscar a Sebastián! –está… afuera… _le dije ella salió por la puerta de la cocina. Mientras él continuo con sus suaves movimientos hasta que me corrí en su boca, en donde se tragó mi sustancia con una sonrisa, sus manos las comenzó a subir por mi espalda, acariciándola suavemente, recorriéndola con deseo. -deja de hacer esto en frente de las personas! _le proteste evidentemente molesto. -¿Eso le molesta? –no preguntes estupideces. –Pero hace un momento me beso tan confiadamente frente a Tisha… –has ido demasiado lejos. _maldito pervertido, si no le digo que se detenga como corresponde no lo hará. Le gusta tocarme cuando hay personas cerca de nosotros. Sebastián me tomo de la cintura y me abrazo dejando su cabeza cargada en mi abdomen. -Podría perdonarme? _entonces entendió… que bueno –intentare hacerlo lo menos de veces posible. –discúlpate correctamente! _le dije para soltar su agarre y salir enojado de la cocina. Abroché él listón de mi cuello, y me dirigí directamente a mi habitación.
Me pregunto si Alois despertó, abrí la puerta de la habitación el rubio no estaba solo, su mayordomo estaba sentado a su lado, me sentía incómodo en pasar y preguntar aunque era mi propio cuarto. Pero debía hacerlo, se supone que nadie debería saber que Alois está de esta manera y aun no despertaba. –he vuelto Claude, puedes retirarte. _le dije un poco nervioso, mientras entraba a la habitación, no opuso resistencia, hizo una reverencia y se retiró de la habitación. No paso mucho tiempo para que Alois despertara. –aahhhh que bien dormí! _dijo Alois mientras bostezaba y se estiraba. –buenos días mi lindo Ciel –buenos días, tu cuerpo… se encuentra bien? –te lo había dicho anteriormente no? Solamente debía dormir un poco y se me pasaría, como pasaste tu noche? Te acaramelaste con tu novio? -No… no… _entonces se le pasaba el dolor porque Claude siempre lo sedaba. –no seas vergonzoso cuéntame todo! Acaso piensas que no vi todas las marcas que te hizo en el cuerpo? Obviamente que estuvieron un momento juntos, después de todo estas vestido. _…l estaba con ojeras y un poco pálido. –Alois te sientes mejor? –sí, aunque siento que aún estoy un poco mareado. –tienes hambre? –en realidad no deseo comer nada hasta la tarde. –podrías enfermar. –no te preocupes Ciel, gracias por preocuparte por mí. -Quisieras hacer algo hoy? –si tengo un juego en mente! Te d- -no nada de disfraces. –buuu! _dijo un poco molesto mientras inflaba sus mejillas. –entonces te vestirás como mujer! –prefiero el disfraz. –entonces iré a buscarlo a mi habitación. _antes de abrir la puerta se volteo hacía mí. –Ciel te puedo hacer una pregunta? _tendrá que ver con su enfermedad? –tu… -yo que Alois? –tuviste sexo con tu novio en este cuarto mientras yo estaba inconsciente? –ehh!? No… no… porque lo preguntas? _dije evidentemente nervioso, mientras mi rostro comenzó a ruborizarse. –entre sueños me pareció escuchar unos gemidos, habrá sido mi imaginación? Porque te has puesto tan nervioso Ciel? Debes ser sincero con los amigos. Cuéntame hasta el último detalle! _Tenía algo en mi cabeza que hace tiempo quería preguntarle y es más quería saber cuánto sabía sobre esto. –Alois _tu como supiste lo que me hizo Claude? mientras estabas inconsciente, ¿Acaso tú escuchaste…? No podía preguntarle eso. -Alois tú le dijiste a Claude que se disculpase conmigo? _comenzaron a caer sus lágrimas, mientras me sonreía tristemente. –perdóname Ciel, aunque entiendo perfectamente que sus palabras no quiten el dolor, la desesperación, el sufrimiento que tuviste en ese momento, sé que es egoísta de mi parte, yo pensé que en algún momento podrías perdonarlo. –lo siento Alois, recién despiertas y te atormento con mis preguntas. –es mi culpa, no me dejo de sentir culpable por eso, perdóname, perdóname Ciel, perdóname aunque él te haya hecho algo tan horrible, yo no puedo odiarlo. –no te preocupes no hiciste nada. _lo abracé con la intención de que pudiese tranquilizarse un poco.
Pov. de Alois. (cap. 28)
Desperté en la madrugada. Es cierto, ayer cuando estaba con Ciel en el jardín me desmaye. Más que despertar por voluntad, desperté por el ruido que había en mi habitación. El mayordomo de Ciel estaba peleando con el mío, por la situación no podía decirle a Claude que se detuviese, si lo hacía le podrían matar, corrí a buscar a Ciel, pero él no estaba en su habitación. Comencé a analizar la situación y me detuve preocupado. ¿Porque la fuerza se iguala? Sebastián también es… pero no parece tener un contrato con Ciel, lo busque por toda la mansión hasta que lo encontré en el jardín, él estaba dándome la espalda, estaba con un semblante triste, tendrá que ver con que los mayordomos estén peleando? …entonces Claude le hizo algo a Ciel? Cubrí sus ojos con la intención de saber si estaba llorando. –quién es? _le dije alegremente, al parecer no está llorando. –quién podría ser… _me dijo con un tono burlón. Me habré equivocado? –necesito alguna pista… _ Entonces porque estaba tan enojado su mayordomo? Ciel no parecía estar triste. –es alguien que quiere tener sexo contigo! _exclame alegremente. –podrías haber dicho otra cosa Alois. _dijo para mirarme un poco molesto. –wuaa!! Que te sucedió tienes los ojos rojos e hinchados!! _ entonces realmente tenía que ver con Ciel. En este momento no podía mencionar el tema, seria incómodo para él. –no es nada, solo que sentí nostalgia y llore, extraño a mis padres. _eres un mal mentiroso, entonces realmente Claude fue quien te daño? Nos conocíamos poco tiempo, para que me dijese la verdad. Mis lágrimas comenzaron a caer, probablemente cargarías con esto solo, Ciel quizás no quería lastimarme, porque quien le había hecho llorar era la persona que me gusta, en sus ojos claramente podía ver su tristeza, le abracé. –ya está todo bien, cuando quieras llorar por que te sientas solo, te prestare mi hombro, te puedo prestar mi boca y mis manos también, si quieres placer. _No puedo continuar llorando delante de él. –no digas esas cosas!! _dijo un poco exaltado y molesto. –Alois veo que estas mejor, eso me alegra. _me dijo con una triste sonrisa. - perdóname, pero podrías marcharte ahora? Iré a verte en unos días, pero me gustaría que te fueses inmediatamente, han sucedido asuntos urgentes que debo atender. _le sonreí, tenía especulaciones de lo que había sucedido, pero que más podía hacer? No podía exigirle que me lo contase. Realmente me irá a visitar? –no hay problema, pero debes ir a verme, definitivamente!! _me fui con una sonrisa, que más podía hacer? No podía seguir llorando frente a él. Fui hacia la habitación a recoger a mi mayordomo. –nos vamos Claude. Y tu demonio compórtate, en un momento tu amo subirá. Fui directamente hacia la salida y me subí al carruaje. –Claude tú te subirás adelante. _Por ahora no quiero ver tu cara, tenía bastantes cosas en que pensar. Lo bueno era que el camino era largo, me dio tiempo para analizar la situación y aclarar un poco mi mente. Por más que pensaba en diferentes situaciones, aun así no encontraba la respuesta a mi inquietud. Ciel había estado llorando y Sebastián estaba enojado. Aunque muchas deducciones llegaron a mi mente no entendía el porqué, ninguna me convencía y me dejaba tranquilo. ¿Que podría ser? ¿Acaso intento propasarse con él? Pero siempre dice que no tiene interes en los humanos. Aunque podría ser diferente con él después de todo él es bastante lindo. Al llegar a la mansión iría directamente a mi cuarto, estaba cansado, aun así no podía quedarme tranquilo debía saber qué es lo que le había sucedido a Ciel. Íbamos camino a mi habitación, me detuve en el pasillo, colocándome frente a él, mientras le miraba directamente a los ojos. -Claude que le hiciste a Ciel? _pregunté demandante, aun no entendía porque el mayordomo de mi amigo estaba tan furioso. –yo… yo… abusé de él. –es en serio? _quede impresionado por sus palabras, ¿Acaso había escuchado bien? -Claude dime que es una mentira! _le comencé a gritar desesperado, mientras mis lágrimas comenzaron a caer. ¿Realmente le había hecho algo así de malo a Ciel? –Por favor Claude dime que no le hiciste eso! Dímelo! -…lo…siento… -retírate, no quiero verte. _le dije mientras entraba en la habitación, esquivando su mirada. –yo… -He dicho que no quiero verte! _le grite aún más fuerte y cerré la puerta por dentro. –cof cof… _ ¿sangre? ¿Estoy enfermo? –¿Está bien? Siento un olor a sangre dentro. –acaso no has escuchado mi orden? –como ordene. _ ¿¡Porque lo hizo!? ¿¡Porque!? Mis lágrimas no se detenían, mi pecho dolía, y lo único que podía hacer era llorar, aunque no calmaba mi dolor, ayudaba a alivianar un poco mi carga.
–no te preocupes no hiciste nada. _dijo con una amable voz y me abrazó. -Gracias Ciel, gracias por continuar siendo mi amigo.
Notas finales:

hola! ha vuelto la cielista de corazon, espero que les haya gustado la pov de alois, realmente a mi me encanto, pero tambien quiero escuchar su sincera opinion asi que aceptare cualquier critica, si me tiran tomates y huevo mejor, me encantan <3 bueno dejando de lado mis estupideces les confesare algo! me quiero violar a ciel<3 si se que eso ya lo sabian! entonces nos estamos leyendo y muchas gracias a las personas que se preocuparon por mi oneesama y mi cuñado <3 besootes! adioosin! >///v///<


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