Alois estuvo llorando bastante tiempo, no le dije nada, lo acompañé en silencio, , y continuaron cayendo sus lágrimas hasta que cayo dormido, recostado en mi regazo, y le acariciaba su cabello, mientras el abrazaba mi cintura, me sentía culpable mi pregunta solamente le hizo sufrir, el interminable llanto parecía que había hecho relajar a rubio, él estaba durmiendo con una sonrisa dibujada en su rostro, y él dormía plácidamente sobre mi regazo. Desperté con el cuello adolorido y las piernas adormecidas, me había dormido con Alois en mis piernas, sentado. Alois continuaba durmiendo, le moví levemente para que despertase. -Alois! _le dije en un tono un poco fuerte esperando a que despierte. El abrazo mi cintura y hundió su cabeza entre mis piernas. –te sientes bien? _pregunté un poco dudoso. El permaneciendo en el mismo lugar contesto. –estoy bien, pero tengo una petición egoísta. –puedes pedirme lo que quieras. –No quiero dormir solo ¿podría dormir contigo esta noche? _Con esta acción podría perdonarme por la pregunta anterior que le hice? –no te obligare a que me acompañes. –no te preocupes Alois, dormiré contigo. Solamente debes comportarte. –lo hare! _dijo entusiasmado, aunque no me quería engañar a mí mismo, realmente me preocupaba la situación, Sebastián dormiría con ella hoy? No debo pensar en esas cosas, esto debía suceder tarde o temprano, solamente debo resignarme, es el camino que escogí. –Ciel no coloques esa expresión, si no quieres deberías decirlo. –no es eso Alois, no te preocupes. _esto en algún momento debía pasar, realmente no debo preocuparme por eso. -Ciel, te sientes inseguro y con temor porque Sebastián no dormirá contigo hoy? _una vez más el rubio había acertado, me llenaba de inseguridad el saber que el pasaría la noche en otro lugar. Solamente baje mi cabeza. -…si… _dije tímidamente, había intentado sonar un poco más confiado pero mi voz había titubeado bastante en solamente una silaba. –tu realmente eres atractivo, debes tener confianza en ti mismo! Quieres ir a espiar? –tendrá disfraces? –si… digo no! Ya bueno si tendrá pero no es de conejito o de algún animal! _Me arrastro a su habitación, se quitó la ropa y se acercó a mí. –primero quítate toda esto que solamente estorba! _emocionado me desvestía. -espera Alois! cálmate! _Me dejo en ropa interior y camisa, comenzó a colocarme un traje morado –espera Alois esto no es un disfraz es tu ropa normal! Además es la que recién estabas usando! –pero si tienes el cabello de color rubio sería un disfraz de mí no? _en el cabello me hecho algo parecido a un gel. -no te preocupes Ciel, después de bañarte saldrá. _decía con una gran sonrisa. Luego tomo un frasco parecido y se hecho en su cabello. –no tiene coherencia lo que dices porque me disfrazas de ti? –porque yo quiero disfrazarme de ti! _Dijo con una sonrisa, huyo con mi ropa. Maldito ocioso. A la salida de la habitación me estaba esperando, me tomó de la mano y me arrastro a la cocina. –ya verás que solamente tienes que confiar en ti!
Fui a la cocina con Alois, el me guio hacia allá, queriéndome dar más confianza hacia Sebastián, mire hacia dentro, Sebastián estaba cocinando, mientras su mujer lo abrazaba por la espalda, con una sonrisa ella le conversaba, él le respondió sonriéndole, parecían disfrutar cada uno de la compañía del otro, mi pecho dolía, al sentir cada latido sentía una punzada, solamente estaba confirmando lo que temía, ella me miro y me dio una sonrisa, pareciendo disfrutar la situación, el parecía no molestarle que ella lo abrace, que lo toque, realmente él tenía algo con ella, con las cosas que él me dijo imaginé que no sentía nada por ella, que solamente se había casado por obligación y aun así no estaban en una verdadera relación, solamente confirme que me intentaba engañar a mí mismo, como un acto tan pequeño podría afectarme de esta manera? Un dolor parecía un nudo en mi garganta, quería llorar. Alois cubrió mis ojos sutilmente acercándome a él y suavemente me susurro –perdóname Ciel, solamente empeoré la situación. _salimos de la cocina y me guio a jardín y me sonrió tristemente. -Aunque hayas aceptado anteriormente mi petición no te obligaré a que la cumplas, no te culpare si quieres declinar, después de todo tú –no te preocupes no puedo siempre estarle reteniendo, después de todo nosotros no tenemos nada. _Solté un suspiro adolorido. ¿Acaso yo tendría algún derecho a reclamar o protestar? Siendo que yo soy quien está metido en medio de su relación, ellos se casaron, además ella es bastante hermosa, es imposible que no sienta algo por ella. -juguemos Ciel! Te imitaré! _que amable intentaba subir mi ánimo, comenzó a caminar por el jardín. Lo seguí en silencio para ver las reacciones de las personas al verme con esa actitud. El comenzó a caminar recto y serio, era bueno imitando. Su primera víctima el jardinero el cual estaba agachado arreglando unas rosas, Alois se comenzó a acercar lentamente hacia Finnian. Tomó a dos manos su trasero y lo comenzó a acariciar. Si él reaccionaba mal podría dañar a Alois. Corrí hacia él -¿joven amo? _pregunto evidentemente dudoso el jardinero. -¿Quieres que tener un momento de placer? _ le dijo el rubio con una sonrisa seductora sin esperar la respuesta de Finnian, se lanzó encima de él. Antes de mí llego Claude, el cuál se llevó bajo un brazo al rubio. –no moleste a los sirvientes! _dijo evidentemente enojado su mayordomo, estaba celoso, aunque estaba disfrazado de mí lo reconoció, ni siquiera dudó en tomarlo. Claude comenzó a avanzar, Alois se despedía haciendo seña con la mano y con una gran sonrisa. No le molestaba para nada que su mayordomo se lo llevase en esa posición. Por mientras que Alois está ocupado iré a trabajar, tengo muchos papeles que revisar y firmar. Aun así no había alcanzado a leer ni una línea de un documento, volvía a pensar una y otra vez en la escena anterior, divisando como ella lo tenía tomado y él ni se inmutaba, disfrutando de su compañía, no debo pensar en eso! Puse mis manos sobre el escritorio y me cargué sobre estas dejando mi cabeza escondida. ¿Qué haré? Aun no entiendo porque intento convencerme a mí mismo que él no está con ella, guardo la esperanza pero de alguna u otra manera debía aceptar la realidad. Definitivamente la decisión más apropiada es terminar con él. Pero no tengo el valor de hacerlo, aun así estoy convencido que esa es la mejor decisión. Me levante decidido, lo haré, antes él que termine con mi determinación, solamente le hare entender que no quiero nada proveniente de él, me decía a mí mismo mientras comenzaba a caminar por el pasillo, pero, ¿Cómo se lo diré? Después de todo nosotros ni siquiera tenemos una relación, solamente es un encuentro sexual, no le puedo decir “quiero que dejemos de vernos” después de todo, eso significaría que lo estoy despidiendo, suspire agotado. Una mano sobre mi hombro hizo salir de mis pensamientos. –puedo tomar un poco de su tiempo? _era la voz de Sebastián, pero él quería hablar conmigo o con Alois? Después de todo yo aún estaba disfrazado del rubio, quizás quiera amenazarlo, o algo parecido. No lo seguí pensando y asentí con mi cabeza. Por alguna razón nos dirigimos a mi oficina. …l abrió la puerta –adelante. _Entré a la oficina, detrás mío puso seguro a la puerta. ¿Que va hacer? me senté en silencio siempre manteniendo mi cabeza mirando hacia el suelo. ¿Le dirá algo para intimidarlo? Quiero saber tengo que cuidar a mi amigo. –puedo sentarme a su lado? _ moví mi cabeza haciendo entender que estaba de acuerdo con que lo hiciera. Se sentó a mi lado, demasiado cerca para ser especifico, piensa que soy Alois o sabe que soy yo? Me preguntaba eso una y otra vez, su mano la posó sobre mi pierna, la comenzó a deslizar recorriendo la larga media que tenía. –que le sucede? Está bastante sumiso, comenzó a bajar la media –basta! _le dije asustado, realmente no sabía cómo actuar. -podría desnudarse? Si le avergüenza no tengo problema en ayudarle._ehh? –suéltame! _le grite enojado. -Acaso no debería ser yo quien este enojado? Ese mocoso toma todo su tiempo, ahora se tiño el pelo y se colocó la ropa de su amigo. Ni siquiera puedo sentir su fragancia. _entonces no quería hablar con Alois? Y yo preocupándome en exceso. -Con esa actitud me da a creer que usted pensó que lo confundí con Alois. Lo cual es imposible, además su cuerpo es más pequeño que el de él. –no me digas pequeño! Tenemos la misma estatura! –Aunque tengan la misma estatura, su contextura es más delicada y fina. _me susurró en el oído, mientras con su mano acariciaba mi pierna. Me tomo y apego su cuerpo al mío, comenzó a quitarme la ropa. Su respiración comenzó a cosquillear en mi cuello, acariciando mi piel, la cual ansiaba sentirlo, sus besos comenzaron a bajar, –espera Sebastián! _debo dejar esto claro, debo decírselo. –que es lo que sucede joven amo? _me decía mientras continuaba quitando mi ropa. –he dicho que te detengas! _le grite enojado. El no obedeció a mi orden, continuaba quitando mi ropa mientras me miraba con una sonrisa. –no soporto el olor que lleva encima. _me replicó evidentemente molesto. Solamente me dejo en camisa y ropa interior, sus labios quiso posarlos en los míos, aun así lo evite, -entonces ahora me negara sus besos? _No respondí a su pregunta, solté su agarre, quedando de pie frente a él, si él me besaba definitivamente acabaría con mi determinación. –yo… no… _me costaba decirlo, las palabras no querían salir, porque aun así después de todo solamente él era quien me enloquecía y me gustaba. Apretaba mis puños intentando darme el valor para hablar, quizás yo mismo contradiciéndome intentaba contenerlas. –quiero… _el tiró de una de mis manos llevándome hacia él, sellando mis labios con un beso. –joven amo, por favor no lo diga, ¿acaso me quiere privar de su cuerpo? Me tomo en brazos acomodándome en su regazo. ¿Porque no me permites avanzar? Aunque toda mi determinación se fue cuando me comenzó acariciar, acaso nunca podría zafarme de esto? ¿Nunca podría terminar con el malestar que tenía dentro de mí? Cuando el comenzaba acariciarme me olvidaba de todo, lo único que me importaba era él, todo lo demás era completamente irrelevante para mí. …l me besaba constantemente mientras sus manos buscaban mis puntos sensibles. ¿Acaso no te habías propuesto resistir? Terminar con esto que te lastima tanto? Bajo mi ropa interior y saco mi miembro, el cual estaba completamente duro me acercó más a él y saco el suyo, comenzó a masturbarnos juntos, su mano hacia movimientos rápidos, no paso mucho para eyacular, el continuo descendiendo y ascendiendo, tomé su punta y comencé a acariciarla, , mientras me besaba apasionadamente, yo sostenía su camisa fuertemente a la altura de sus hombros, mientras me sumergía en el placer, nuestros cuerpos encontrándose mientras lo disfrutábamos sin resistirnos, agitándolo una y otra vez, me corrí dos o tres veces antes de lo que lo hiciera él, definitivamente yo era adicto a su cuerpo, necesitaba de él, tomó la sustancia de los dos y lo uso como lubricante, metiendo su dedo anular y del medio dentro de mí y comenzó lentamente a dilatarme, en movimientos circulares, ascendía y descendía sus dedos dentro de mi cavidad, hasta que me corrí, el metió su duro miembro dentro de mí, jadeando excitado me comencé a mover comenzando con suaves embestidas, abrí mis ojos y él estaba sangrando, la herida que hace poco le había provocado estaba sangrando, realmente había sido profunda, estaba manchando su camisa en gran cantidad, la desabotone y dejándome influenciar por las caricias de Sebastián, la comencé a lamer, deleitándome y saboreando detenidamente su sangre, se recostó sobre el sofá dejándome sobre él, tomo mis caderas y muslos y comenzó a dirigir las embestidas, las cuales eran rápidas y profundas, se corrió dentro de mí, respirábamos agitados y agotados por la reciente eyaculación, me recosté sobre y él, me acaricio el cabello mientras me daba un suave beso en este, -este color de cabello, se le ve bastante bien. _su cuerpo me tocaba tan suavemente rozándose con él mío, subí un poco más buscando sus labios, lo besé deseoso, ansioso por volverle a sentir. Acaso no quería terminar con él? Acaso recientemente no me había propuesto terminar con esto que me hace tanto daño? Acaso no me debía resistir? Mi cuerpo realmente pierde su voluntad cuando estoy con él, me acomodó sobre el sillón de boca hacia abajo, subió mi camisa y sus besos comenzaron a pasearse por mi espalda, sintiendo un excitante cosquilleo que recorría mi espina dorsal, Sebastián se introdujo en mí, de una sola estocada, estábamos los dos jadeando excitados, realmente lo deseo, aunque sabía que debía negarme continuaba con su juego, continuaba cayendo en su dulce trampa una y otra vez, acaso tenía intenciones de resistirme? Y aunque las tuviese cuando él estaba frente a mi toda mi determinación se esfumaba, excitándome con su toque, –tock, tock, tock. _la puerta, estaba sonando. Se acercó a mi oído y entre jadeos susurró -ignórelo, la puerta esta con seguro no podrán entrar. _ahora sus labios comenzaron a besar los míos, esos suaves y apasionados besos, me incitaban a ansiar más de él. –tock, tock, tock. _los cuales silenciaban nuestros gemidos, mientras él me continuaba embistiendo, hasta que se corrió dentro de mí. –tock, tock, tock. _una tercera vez el sonido de alguien llamando a la puerta, -¿Shieru? ¿Estas aquí? _era Lizzy.
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