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ese mayordomo irresistible por yumeko kuroneko

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Notas del capitulo:

Espero que alguien por ahí aun me recuerdeTTvTT disfruten el cap xD

Desperté con un dolor agudo mi garganta, dolía intensamente, miré a mi lado entre lagrimas vi al rubio mirándome fijamente “¿Estas bien? -Estoy bien… _respondí suavemente, el dolor me impedía hablar más fuerte. Me levanté, con la intención de vestirme. -No deberías levantarte hoy Ciel, deberías descansar, además no falta mucho para que anochezca. _Decía mientras se secaba las lagrimas. Sonreí amablemente, quería que el rubio entendiese que ahora me sentía bien. Miré alrededor, no lo había notado, esta no era mi habitación, era la de Alois. Bueno después de todo no podía estar mi habitación en donde había un cadáver y la alfombra manchada con sangre.
Habían pasado varias horas desde que había despertado, ya había oscurecido, aún Sebastián no había venido a mí habitación, ¿Será que está molesto conmigo? Baje mi vista, no lo había pensado, no es de extrañar que lo este, después de todo la maté ¿Que le diré cuando me diga que paso? ¿Creerá que solamente me defendí? ¿Me gritara? ¿Renunciara? Mi cuerpo comenzó a tiritar. ¿Estaba arrepentido? No, definitivamente eso no era, ni siquiera un pequeño remordimiento, suspire, no quería continuar pensando en eso.
Alois me miró fijamente, de una manera bastante seria. -Ciel. _aparto un momento su vista de mi, y hasta titubeo, al parecer no quería terminar la frase. -ella no esta muerta. _Lo quedé mirando fijamente, iba a comenzar a reír y a decirle que su broma no era graciosa, pero al ver su rostro, ver su semblante serio, como muy pocas veces había podido verlo, me levante de golpe y corrí a mi habitación, al llegar mire al lado de mi cama, mire detenidamente en el suelo, no había ni una mancha de sangre, dudoso tomé mi cuello aún dolía, lo que había sucedido, era real, yo le había disparado entre sus dos cejas, había matado a esa mujer. Alois se acerco a mi -Ciel deberías tener cuidado con ella. Tisha es lo mismo que Claude. _ Realmente me horroricé, ¿Ella también era un demonio? ¿Por eso Sebastián no podía mentirle? Tenía que buscarlo y hablar con él. Quería saber la verdad, quería saber que era lo que estaba sucediendo con él. Eso significaba que Sebastián tenía un pacto con ella, si es así ¿Porque se casaron? Alois tiene un pacto con Claude y ni por eso puede formar un vinculo de pareja con él. Mis piernas perdieron la fuerza, tenia muchas preguntas y tenía que conversar con Sebastián para aclararlas.

-¿Porque corrió a su habitación joven amo? _Quedé petrificado cuando ella con una sonrisa se presentó frente a mí. Ella estaba apoyada en la puerta mirando con una sonrisa, no era oponente para ella, lo había notado tarde, le había podido disparar una vez, pero ahora estoy seguro de que si me ataca no podre ganar. Estaba vestida con la ropa que usualmente usa Mei. Me había negado a creer las palabras de Alois, hasta que la vi frente a mí. -¿Qué es lo que quieres? _pregunté molesto. Intentado disimular el nerviosismo y miedo que tenía. -Vine a traerle el té. _habló con una evidente sonrisa fingida, se acercó a mí, con la intención de pasarme la tasa. “no quiero tu porquería!! _le grite histérico, la tasa que ella sostenía en las manos con el golpe que le dí al gritarle cayó todo sobre ella, mojando desde su rostro cayendo por todo su vestido, aun así, ella no grito, no se quejo, evidentemente molesta comenzó a acercarse a mí. “¿Pensabas que me quemaría con esta porquería? Sebastián no está. Nadie podrá ayudarte hoy. _Alois se paro frente a mí con un semblante de mucha confianza. -No estará Sebastián, pero me tiene a mi. -¿Y que podría hacer una pequeña mierda como tu, que ni siquiera puede combatir la enfermedad que tiene tu cuerpo? Si tienes suerte vivirás 2 meses, no los desperdicies interviniendo porque -Me tiene sin cuidado lo que le pase a mi cuerpo, si es por mi amigo estoy preparado para morir en cualquier momento. _Ella se acerco rápidamente hacia nosotros golpeó en el estomago a Alois dejándolo en el piso, comenzó a toser sangre, me agache quedando al lado de él. -Estoy bien, no te preocupes por mi. _exclamo en una baja voz el rubio, aunque no volvió a toser nuevamente y botar más sangre que anteriormente. -¡Mierda! _exclamo molesta, golpeo la puerta dejando un poco hundida la madera y se retiró de la habitación. Respiré un poco aliviado, no se que fue lo que la detuvo, pero estaba agradecido con ello, no creo haber sobrevivido a uno de sus ataques sin ayuda, además el rubio necesitaba descansar. Tomé a Alois como pude y lo dejé sobre la cama, aun estaba consciente, pero por el dolor no tardo en quedarse dormido.
Ya pasaba la medianoche me metí en la tina intentando relajarme por un momento. Deslicé mis dedos por mi cuello, realmente había sido fuerte, la violencia con la que apretó mi cuello, la satisfacción que su expresión emitía, creo de que si no hubiese llegado él, no estaría consiente a esta hora, o aun peor. La forma en la que sus manos habían quedado plasmadas en mi piel, sentía que aun las tenía en mi cuello ejerciendo fuerza contra este, apretándolo despiadadamente. Intente relajarme y olvidar lo anteriormente sucedido. Aunque mi propósito no lo logré con éxito, lo cual hacía molestarme aún más, la rabia que sentía contra ella, por tomarme de esa manera, la frustración al no poder defenderme, y que ahora Alois haya terminado herido por mi culpa, eso me molesto aún más.
Después de un tiempo de relajarme en la tina, al salir me envolví una toalla en la cintura y con otra en la cabeza comencé a secar mi cabello. Me senté en la cama, miré al rubio, el cual estaba profundamente dormido. La puerta suavemente se abrió. El mayordomo ingreso en silencio a la habitación y comenzó a secar mi cabello, no hablaba, pensé que no vendría esta noche.
Su mano desnuda hizo contacto con mi piel, la forma gentil en la que me tocó me saco de mis pensamientos, poniendo atención a cada una de las los movimientos de Sebastián, en suaves movimientos, su mano descendía a lo largo de mi piel, ese dulce toque hizo erizarme por completo, ya no sabía si mí piel ardía por el ataque antes cometido, o por que sentir el roce de su mano, un pequeño suspiro se escapó de mis labios al sentir su piel hacer contacto con la mía. Me torturaba de una manera excitante, ansiaba que esa mano no se detuviera, que tocase cada centímetro de mi piel, como antes acostumbraba a hacerlo. - ¿Quién fue? _aunque me tocaba delicadamente, su tono de voz utilizado hacía resaltar su molestia. -No sé de qué hablas. _disfracé mis palabras en un tono desentendido. -joven amo, ¿Quién dejó estas marcas en su piel? _levanto mi mentón, de esta manera las podía apreciar de mejor manera. “¿Qué esperas? Que vaya llorando hacia ti, ¿Qué te diga cualquier pequeña cosa que ocurra? -No es algo pequeño. ¿Le duele? -Ya basta, si desvío el tema es porque no quiero hablar de eso. “¡si no quiere que continúe con el tema responda de una vez! “lo que suceda conmigo no tiene nada que ver contigo. “¿fue Claude? “¿Claude? Él fue quien me llevo donde Alois. - De seguro fue esa perra, estaba bastante contenta, como si algo bueno le hubiese pasado. _comenzó a avanzar hacia la salida. “¿Esa perra? _se escuchaba un murmullo... -“maldita bastarda, si fue ella la matare” _lo miré impresionado, ¿Estaba escuchando bien? Era extraño, al escucharlo maldecir y usar ese vocabulario, pero ¿Se estaba refiriendo a Tisha? Cerró la puerta de un golpe eso hacía resaltar su enojo.
Cuando termine de secar mi cabello coloque mi pijama, y me acosté al lado del rubio quien aun dormía, Sebastián volvió aproximadamente 15 minutos después y del brazo la traía a ella. Venía con los ojos llenos de lágrimas y sobándose su mejilla. La miró con enojo -pide disculpas. _hablo demandante el mayordomo a la rubia. “pe... pero “no lo repetiré. _dijo furioso, mientras que con odio y enojo miraba a la rubia que estaba al borde de las lágrimas. Al parecer toda su faceta de mujer mala había caído, ahora se encontraba en un modo bastante diferente, hacía parecer que quién hace unas horas apretó mí cuello e hirió a Alois, fue otra persona. Miré su mejilla, estaba increíblemente roja, su piel tenía marcada la mano en ella, cada uno de los dedos del mayordomo. “no es necesario que lo haga. _intente decir lo más calmado posible, mi cuerpo ardía al verla nuevamente, sentía que la sangre que circulaba por mis venas hervía de enojo, y no pasaría solamente con unas simples disculpas, la forma en la que me había tratado no se la perdonaría. -Pueden retirarse. _la tomo del cuello, por detrás la nuca y la hizo quedarse pegada al suelo. “perdón. _dijo de manera instantánea, pero susurrando. “dilo en un tono audible y di el nombre de la persona con la cual te estas disculpando. _hablo el mayordomo de una manera demandante, y la rubia no tenía ni una intención de llevarle la contraria, por la imagen que me regalaba Sebastián, no pude evitar sonreír complacido, realmente había valido la pena, ella arrodillada, con los ojos llenos de lágrimas, y las mejillas coloradas por la vergüenza, apretando los puños, la humillación que le estaban haciendo pasar. “ joven amo Ciel Phantomhive, siento mucho mi acción anterior, estoy muy arrepentida, ¿Podría usted perdonarme? “te quedaras en esa posición hasta que el amo decida perdonarte. “No ganaras nada con dejarla en esa posición porque no la perdonaré y quiero descansar, su presencia en mi habitación no está siendo nada más que un estorbo. _la expresión de su rostro fue de dolor, o eso por un instante creí ver. Pero cuando escuché de los labios del mayordomo. -no quiero que la odie, por favor perdónele. _Sentí que algo se rompió dentro de mí, el dolor que sentí al entender el por qué aunque hace un momento la había humillado, esa era su manera de protegerla y de cuidarla, no sabía si reír por lo patético que me sentí o llorar por lo dolido que estaba. “Déjame solo Sebastián, te dije que quería descansar… _las últimas palabras habían salido casi al borde del llanto, no lo haría, no quería hacerlo, pero si me volvía a hablar probablemente no podría contener las lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento. Esa mezcla de emociones que sentía, el dolor, el odio, los celos, realmente necesitaba estar solo. Inhale aire, de esta manera ayudaba a borrar el dolor que sentía en mí garganta, ese nudo que no desaparecería hasta que probablemente deje caer mis lágrimas. En silencio la tomó del brazo y la sacó de mi cuarto. Cerré mis ojos e intente concentrarme en otra cosa, no derramaría lágrimas por esa estupidez, no lo haría, me acosté en mí cama, luego de haber apagado las velas.
“joven amo le he traído un té. “Hace mucho que ya paso la medianoche. ¿Quedó algo pendiente? _solamente se quedó en silencio. “si no vas a hablar retírate. _dejó el carro donde estaba y comenzó a avanzar hacia mí, se sentó a un costado de la cama. “quiero disculparme por lo de antes. “porque te disculpas? “por ella, no imagine que reaccionaría de esa manera - No tienes por qué disculparte, tu no fuiste quien lo hizo y, obviamente ella no siente ni una pisca de arrepentimiento. _Nuevamente ella, que se preocupara me molestaba en demasía, aunque su cuerpo lo había tenido muchas veces a mi disposición, no era completamente mío, hasta que sus labios lo dijesen, esa desconfianza que se apoderaba de mí, al comprender que él estaba velado por la seguridad de su compañera. Sentí por primera vez que él no me pertenecía de ni una manera. Suspire dolido. “puedes retirarte. “Usted aun no me dice “¿Qué esperas oír Sebastián? ¿Esperas que con una sonrisa te diga que todo está bien? Si tan desesperado estas porque la disculpe lo haré. “ ¿En serio? “Pero no lo haré gratis, quiero información de Leticia, todo lo que sepas. _solamente quería asegurarme si ella era Leticia. “realmente no tengo mucho que decir, mis recuerdos junto a ella son bastantes confusos, desde algún momento ya le estaba sirviendo como mayordomo. “ ¿Hablas en serio? si quisieras desviar el tema, esa respuesta es bastante conveniente ante esta situación. _Aunque no quería seguir cuestionando su respuesta, parecía bastante molesto seguir con la conversación. -Si no querías hablar del tema no era necesario que mientas, solo debes decirlo. “Aunque así parezca, no estoy mintiendo. “ ¿Entonces tuviste un accidente? “por lo que me dijo ella, sí, aunque tampoco tengo recuerdos de ello. “entiendo. “¿Entonces aceptara mis disculpas? - Piensas que las aceptaré aunque no me diste la información que te pedí? No deberías estar perdiendo tu tiempo conmigo hablando, Tienes cosas más importantes que hacer. “¿Tengo algún trabajo pendiente? “es al contrario Sebastián, quiero que recojas todas tus cosas, a tu mujer y te vayas. En la mañana no quiero ni un rastro de ti. Estas despedido.

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