las cortinas estaban un poco abiertas, y en esa oscura habitación una leve luz se filtraba, proveniente de la ventana, estaba sentado en la orilla de mi cama y él estaba haciendo una reverencia frente a mí, su mano empezó acercarse lentamente hacia mí, hasta llegar a mi cabeza, esta fría pensé, empezó a acariciar un costado de mi cabeza, me sentía bendecido con tales manos tocándome y ansiaba a que me toque aun mas, cerré mis ojos mientras me dejaba consumir por sus caricias, puse mi mano sobre la suya, y el la tomo y le dio un leve apretón, el cual sentí que expresaba preocupación, la beso suavemente y empezó a pasar su lengua por esta, lamia cada uno de mis dedos el cosquilleo recorría todo mi cuerpo, dándome un deleitoso placer, solté un gemido, él se montó sobre mí, dejando una pierna entre las mías, su mano empezó a acariciar suavemente mi pierna, puse mis manos en su cabeza, y empecé a acariciar su pelo , luego las baje a su rostro, con mis pulgares acaricie sus mejillas le dije avergonzadamente- bésame. el puso una mano en mi mentón y quedando su rostro frente al mío, en ese momento era nuestra respiración y gemidos, lo único que se escuchaba, empezó a besarme, esa atrayente sensación me hacía enviciarme por él, metió su lengua dentro de mi boca y empezó a desabotonar mi camisa, descendía besándome, chupándome y lamiéndome, llego al cuello y bajo por la clavícula, luego empezó bajar por el pecho mientras que con su parte erecta, empezó rozar el mío, empezó a lamer mis pezones, mientras bajaba mi ropa interior hasta que la quito completamente me abrí de piernas y entre vergüenza y gemidos le pedí que me lo hiciera, mojo sus dedos con saliva, y los metió uno a uno hasta que entraron tres, los movió lentamente por un momento, se acomodó más cerca de mí, sus manos abrieron más piernas, y el se metió en mí, -se siente bien_ le dije extasiado por el placer, el puso sus manos en mi espalda y me levanto dejándonos frente a frente, se acercó a mi oído y con una voz seductora me susurro -comience a moverse.
Me desperté sentándome de golpe, abrí mis ojos asustado, mire al mi alrededor un sueño?_ me pregunte mientras me reía adolorido por la situación, sentí que me punzaba mi parte, me mire y me di cuenta que tenía una erección, cerré mis ojos, tome mi miembro y lo empecé a agitar.
El permanecía frente a mí, puse mis manos en sus hombros y empecé a moverme lentamente, mientras los dos gemíamos, rozando nuestro cuerpos, imaginaba el placer que el me entregaba. -me vengo!! Susurre, dejando mi pijama lleno de mi sustancia, el es quien me gusta pensé, aunque no recuerde su rostro sé que es el.
-buenos días joven amo_ educadamente, dijo Tanaka. – ha llegado una carta de la reina_ se acercó a mí, trayendo la carta en una bandeja, la abrí.
Mi querido conde, he traído una mala noticia la cual aflige mi corazón.
Mi amada sobrina, se ha suicidado.
-quede impresionado por tal noticia, pero mi corazón, por alguna razón se sintió relajado, como si me hubiese quitado un gran peso de encima.
Cuando pude relajarme un poco y componerme de la noticia, la seguí leyendo, esta daba los detalles del funeral, el cual no sería anunciado y una sustituta iba a ser quien tomase el puesto que le correspondía a Leticia.
-Tanaka, me vestiré solo hoy, puedes salir de la habitación, para la tarde quiero que aliste una ropa de color negro, por favor._ le dije.
Ahora como me deshago de esto_ dije un poco exhausto, mientras miraba mi pijama. Tendré que votarla_ pensé, mientras suspiraba, me la quite y la deje en el suelo.
Al lograr ´´vestirme´´, llego Tanaka, y me dijo:
-Joven amo ha llegado un invitado, le espera en la sala._ me decía Mientras me arreglaba la ropa.
Al llegar allí. –buenos días dije saludando cordialmente a mi visitante
-buenos dias conde Ciel Phantomhive_ hiso una reverencia.
-me presentare nuevamente, yo soy Sebastián Michaels y he venido, para poder ser mayordomo de la mansión Phantomhive.
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