Había llegado el momento. Faltaban sólo tres días para la pasarela de empresas Choi, esa que damos todos los años, pero esta vez, no sólo será una pasarela más, los diseños son de mi querido Taemin al cual presentare como mi prometido terminando el desfile. Woohyun me mostró los diseños terminados; simplemente perfectos. Taemin estaría muy encantado de ver sus diseños en la pasarela, la simple idea de ver su rostro sorprendido me causa mucha felicidad. Todo está terminado, pero no le he contado nada de mis planes a Kai o a Jonghyun, quiero que sea una sorpresa para todos. Ahora sólo me hace falta arreglar mi problema con Yuri y poder ser completamente feliz al lado de mi niño…
……………………………………….
Narra Key
-sí, mueve eso de lugar, y esos otros muebles dónalos…
Han pasado ya tres semanas desde que llegue a Seúl, compré pintura nueva para el departamento en tonos rojos, blancos y cafés, al igual que los muebles y la decoración. Las rosas que se habían quedado secas por tanto tiempo las arregle y las puse dentro de un cuadro para decorar una de las paredes del pasillo, y las fotos todas las guardé dentro de uno de los cajones del buró, parecía un masoquista pero no me podía deshacer de esas cosas todavía. Arreglar mi departamento me había sentado muy bien, pues ya no me sentía tan decaído como cuando llegue…estar ocupado hacía que no pensara en nada y era justo lo que necesitaba, no quería pensar en Woohyun y mi boda con él y mucho menos…en volver a ver a Jonghyun. La simple idea hacía que sintiera un nudo formándose en mi estómago.
No sólo me ocupe de arreglar mi departamento, oh, no. Cuando salí corriendo de Seúl, me lleve conmigo muchos proyectos y planes y como hoy en día es posible, creé una empresa a distancia. Si necesitaba alguna presencia mandaba a Woohyun como mi representante legal y eso era más que suficiente aparte de las video conferencias. Pero Woohyun tenía razón: era tiempo de que dejara de correr en la dirección contraria, ya llevaba haciendo eso cuatro años y no lo iba a aguantar mucho más. Me presenté ante mi empresa como Presidente de compañías PINK-Fashion, como tuvo que ser desde el principio, me puse mi mejor traje Armani, y me fui a dirigir la empresa que tanto trabajo me costó levantar, porque ya no me iba a dejar pisar otra vez, y el miedo nunca me volverá a acorralar.
…………………………………………..
Narra Taemin
Había estado muy nervioso últimamente, Minho ya no me iba a visitar como antes, ya rara vez nos veíamos y siempre estaba ocupado él o estaba ocupado yo. Quería ser racional y entender que estaba muy ocupado pero tenía un extraño presentimiento. Hace una semana, la última vez que se quedó conmigo, note una mancha ligera, casi imperceptible de lápiz labial sobre el cuello de su playera. Quise creer que estaba loco, que lo más seguro es que se la hubiera hecho alguna de las oficinistas en alguna despedida rápida pero cuando uno tiene celos de la persona que ama, es imposible pensar coherentemente. Pensé en preguntarle a Minho, pero ya que no lo he visto, no quiero atosigarlo con estúpidas preguntas que estoy seguro no me conducirán a nada. Mejor se lo preguntare al término el festival.
……………………………………………………..
Narra Jonghyun
Me encontraba en mi departamento, ya me había llegado el traje que usaría para la presentación de la pasarela, los zapatos y el perfume. Kristal se había ofrecido a ayudarme a elegir todo, pero francamente no quería que me eligiera mi atuendo, eso sólo lo hace mucho más íntimo. ¿Qué diablos estoy haciendo con mi vida? creo que necesito salir a caminar un rato para despejar mi mente. Me puse una chaqueta color crema, una gorra y unos lentes oscuros, quería ser sólo un ciudadano más y no llamar demasiado la atención.
Comencé a caminar por las calles de manera lenta, faltaba poco para que el sol se metiera pero eso no me molestó en lo más mínimo. Había estado ahogado en la rutina y ahora lo único que quería era descansar. Pase por una plaza y compre un paquete de cigarros y un café late. Me senté en una banca que quedaba enfrente de una fuente la cual rebosaba de vida al reflejar aquellos destellos de luz amarilla y rojiza del atardecer. Por fin silencio. No ruido de oficina, ni papeleo, ni de Kristal intentando estar enfrente de mí todos los días…nada.
-¿Ese asiento esta sólo?
No supe en que momento llego, pero un chico más o menos de mi edad, igual de cubierto que yo, estaba a mi lado buscando una respuesta.
-eh...claro.-le respondí.
Ese chico también traía un café y un paquete de cigarros en la otra mano. Curiosamente era de la misma marca que los que yo traía.
-¿día difícil? Intenté preguntar para entablar conversación.
-Sí, no te imaginas cuanto, mucho papeleo que hacer.
-vengo seguido a este parque y no te había visto, ¿eres nuevo en el vecindario?
-sí, algo así, acabo de regresar del extranjero; estuve ausente un par de años pero ya necesitaba volver, tenía cosas y personas que ver.
-¿y te quedarás?
-eso quiero. No quiero regresar al extranjero, quiero estar con las personas que quiero, tengo amigos que quiero ver después de este tiempo, y otras a las que quiero evitar, por supuesto.
El resto del tiempo permanecimos en plática riendo de muchas cosas que se nos venían a la mente, y honestamente tenía mucho de no reír así, de una forma sincera y sin aparentar estar feliz o interesado en una conversación cuando realmente no lo estoy. Cuando menos nos dimos cuenta el sol estaba a punto de desaparecer por el horizonte, el café de nuestros vasos se había terminado y nosotros seguíamos perdidos entre nuestras risas.
-¡oh!, perdona, no me di cuenta del tiempo y me tengo que ir, se me fue el tiempo platicando tan a gusto contigo…
-No te preocupes- le decía mientras comenzaba a abrir mi caja de cigarros- le puede pasar a cualquiera…
Entonces lo vi, el estaba haciendo exactamente lo mismo, abría su paquete de cigarros, tomaba uno y se lo llevaba a la boca. Lo observe totalmente pedido en cómo se llevaba el cigarro a los labios y luego expulsaba el humo de manera lenta, casi hipnótica. ¿Ya lo había visto antes?, no lo recordaba.
Me volteo a ver y me sonrió de medio lado mientras apagaba su cigarro en el cenicero arriba del bote de basura.
-¿qué pasa? ¿Por qué me miras así?
-la manera en la que fumas, no sé, me sorprendió.
Se dio la vuelta, y lo escuche decir al viento: No hay nada mejor que fumar cuando la puesta de sol es cálida. Es…relajante.
Pude ver cómo su cuerpo se iba haciendo cada vez más pequeño, y más porque comenzó a correr lejos de aquí. Me levante de la banca, lleve el cigarro que acababa de prender a mis labios y entonces cómo una marea que sacude todo tú cuerpo, las palabras regresaron a mí con una gran intensidad: No hay nada mejor que fumar cuando la puesta de sol es cálida. Es…relajante. En ese instante el cigarro cayó de mis labios…
-Kibum…ha vuelto.
Salí corriendo lo más rápido que mis piernas me lo permitían, sentía el corazón en la boca pero ni así me paraba. ¡Soy un estúpido! Lo tuve a un lado y no lo pude reconocer…me daba vueltas en todas las esquinas de las calles intentando ver su figura pero ya no estaba. Lo estuve buscando más de tres horas pero fue en vano.
Llegue de vuelta a mi departamento, aventé la ropa que traía de más sobre el sillón, y fui a mi mini bar. Una ilusión, sí, eso debía ser, ya estaba tan loco que ahora imaginaba que platicaba con él. Ahora sólo me quedará beber hasta que esa ilusión me deje sólo cómo lo ha hecho muchas veces antes. Yo sólo en una habitación, con muchas dudas de por qué diablos me dejo así; pero si realmente era Kibum a aquel al que había visto, no iba a parar hasta dar con él y pedir explicaciones, ya que me debía, ¡y muchas!