Narra Jonghyun
La pasarela había sido increíble, era la primera vez desde que habíamos fundado la empresa que veía tantas críticas positivas; estaba platicando con todos los inversionistas y bebiendo por supuesto. Kristal había dejado a todos con la boca abierta, pues para ellos ella era la más hermosa de las modelos y la que se veía estupenda esa noche lo había escuchado de todos, y sobre todo un ¨espero una invitación de boda pronto¨. Desde que termino la pasarela ha estado conmigo, toma mi brazo y sonríe a todos mostrando que tenemos una relación…creo soy el único que cree que esto no es real. Soy el único al que esto no le llena en lo más mínimo, ¿A quién lo llenaría estar con alguien que no ama? Pero ya que ella estuvo conmigo cuando yo necesitaba a alguien, lo menos que puedo hacer es intentar hacerla feliz. Sigo con mi plan de conversación, trabajando alzando el nombre de la empresa; riendo, bebiendo y con Kristal tomándome el brazo…
Mi corazón se detiene.
No lo puedo creer y siento como el piso debajo de mí intenta desaparecer, debe de ser que estoy borracho…sé que no es cierto pero lo que veo no puede ser verdad: en la puerta de entrada, de la mano de alguien entra él…la persona por la cual llore un mar de interminables noches, creí que enloquecería sin él pero logré vivir, y ahora lo veo entrar por la puerta de entrada riendo de la mano de alguien más…
Veo como juguetea con su mano, lo mira y le da un beso en los labios. Ciento como un agujero se forma en mi corazón, duele y no creo lo pueda calmar tan fácilmente. Él sigue riendo y yo…siento un líquido recorrer mi mano…
-Jong, amor, ¿¡estás bien!?
Miro mi mano y me doy cuenta de que rompí la copa que sostenía.
-Vamos por papel para limpiarte y ver si te hiciste más daño del que se aparenta.
-no.-Respondo secamente- yo voy al baño, no te preocupes por mí, sigue en la fiesta.
Para mi fortuna llegaron unas amigas de Kristal las cuales la entretuvieron, y yo salí directo al baño. Apenas tenga la oportunidad, no lo voy a dejar escapar.
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Narra Key
La pasarela había sido algo extremadamente genial; tanto que no creía que a Minho se le hubiera ocurrido. Tenía una mala espina acerca de la procedencia de esos diseños pero primero quería averiguar. Por esa razón estuve tomando apuntes sobre los diseños, después me encargare de ver si lo que sospecho es real.
Woohyun había estado esta noche más ¨romántico¨ que de costumbre, me había tomado de la mano e intentaba hacerme reír de lo primero que se le ocurría. Decidí darle un beso y corresponderle, pues no día estar distante de él, a fin de cuentas se supone que en dos semanas nos vamos a casar, así que tengo que empezar a actuar como él se lo merece, un esposo cariñoso, pues él es el que ha estado conmigo desde que Jonghyun me dejo.
-amor, ¿te molesta si te dejo un momento? Necesito saludar a un amigo, pero el tipo es aburrido a más no poder, te va a dormir. Aprovecha y saluda a los invitados
-me parece perfecto, voy a buscar a Taemin.
Me separe de él y fui a la mesa de bebidas, ocuparía mucho alcohol para entrar en confianza. Busqué la mesa y la visualice muy al fondo de donde me encontraba, bien, no tenía problemas en ir hasta allá, de paso le podía mandar un mensaje a Taemin para ver dónde está. Al abrirme paso choqué con alguien.
-lo siento, no era…
-¡Kibum! Cuanto tiempo sin verte, ¿qué te trae a un lugar donde no te necesitan?
Su largo cabello rojizo no había cambiado, y tampoco su arrogancia he hipocresía
-oh, mi amor, ¿no trabajaste en la esquina esta noche? Pobre de ti, anda, llévate algo para la cena, considéralo cortesía de mi parte.
Se lo dije en la cara con todo el sarcasmo que mi voz pudiera tener. No, ya no era el débil que una vez se dejó pisotear por ella, no más.
Su cara tomó el mismo color que su cabello y salió disparada de ese lugar. Una sonrisa se había colado en mis labios. Oh sí... Había disfrutado decirle eso.
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Narra Kristal
¡Qué diablos hace Kibum aquí! No puede ser verdad, me encargue de que él no regresara por nada del mundo, tendría que estar en algún otro lado del mundo, y si estuviera muerto…hubiera sido mucho mejor. Ahora que está aquí con mayor razón tengo que presionar a Jonghyun para que se case conmigo. Lo buscó con la mirada y no lo encuentro, ¡maldición! No puedo dejar que se vean, eso lo arruinaría todo. Por segunda ocasión choco con alguien.
-perdona, ¿estás bien?
-sí, yo estaba…Woohyun. Valla, es un milagro verte aquí, yo te podía hacer casado con Kibum en este punto, me decepcionas.
-¿Jonghyun está aquí?
-sí. No sé que rayos tienes en la cabeza, ¡los juntaste!
-perdona, yo vine por trabajo, no sabía que Jonghyun estaría aquí también.
-pues lo está, y ocupo que te lleves a Kibum antes que sepa que Jong está aquí o al revés; me falta poco para casarme con Jong y no quiero que un estúpido despiste tuyo me lo haga perder.
-yo también me casaré con Kibum y no dejare que nada se interponga. Voy a buscar a Kibum, saludare a Minho y me iré.
-perfecto Woohyun- se acercó y le dio un beso en los labios- sigue así hasta que haya un bonito anillo de bosas en nuestros dedos. Falta muy poco.
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Narra Key
Al llegar a la barra, decidí tomar una de las copas de champán y mi mano chocó con la de alguien más. Levante la mirada y mis ojos se abrieron en su máxima expresión. No me dio tiempo de reaccionar cuando a jalones me llevaba de la mano hasta la parte de afuera del salón, esa donde está un jardín. Aun saliendo del lugar me siguió jalando hasta que estuvimos lo más lejos posible de la fiesta, yo estaba tan impresionado que ni siquiera había tenido tiempo de alegar o pedir que me soltara.
Por fin se detuvo y me soltó la mano. Nuestras respiraciones eran agitadas por la carrera, y por el frio del invierno, se podía ver el vapor que salía de nuestras bocas.
-valla…mira quién regreso, después de largarse como si nada, regresa engalanando la fiesta, ¿verdad?
-hola Jong, me da gusto verte también…
-Que hipócrita eres Key, te largas sin explicación y hoy bienes a dar la cara así, ¿qué buscas?
-en primera si hay alguien hipócrita aquí eres tú, no me vengas con estupideces a estas alturas de la vida y ni creas que te he venido a buscar, vengo con mi prometido…
-tenemos que hablar
-yo no tengo nada que hablar contigo. Entiéndelo, lo nuestro fue un error, un maldito error del cual me arrepien…
No me dio tiempo de reaccionar cuando me tomó de una de mis muñecas y me jalo hacia él, y me beso. Me intentaba zafar con todas mis fuerzas, golpeaba con mis puños su pecho, pero mis rodillas comenzaron a fallar y me deje ir…hasta que mi cabeza volvió en sí, me separe de él y le di una cachetada.
-no lo vuelvas a hacer.-le dije todavía con mi pecho subiendo y bajando por el beso- entiende que lo nuestro termino, así como lo escuchas. No me busques pues te informo que pronto me casare. Olvida todo Jong, fue un juego de niños y eso, tú lo sabes más que yo.
Me di la vuelta y camine de regreso al salón, ahora con mayor razón ocupaba alcohol. No era posible que sitiera mis mejillas arder, ¿Qué soy? ¿Una colegiala? No era posible que me sintiera abrumado por el beso de él, y menos por un beso de él. Llegue a la mesa, me empine una copa de champán y vi a lo lejos a Woohyun. Así que me acerque a él:
-Woo, amor, me voy primero, me mareé un poco con el alcohol
-¿quieres que te lleve?
-no, yo puedo manejar.
-Me topé con una vieja amiga, se va a casar pronto, ya quedo en enviarnos las invitaciones. Se llama Kristal.
Todo fue cuestión de lógica. Ellos se iban a casar, entonces ¿para qué quiere Jong hablar conmigo? ¿Quiere volver a ver hasta donde es capaz de romperme otra vez?
-yo... Me tengo que ir. Mañana hablamos.
Salí casi corriendo de ahí, con todo esto, ya no supe dónde estaba Taemin. Sólo espero que le esté yendo de maravilla con Minho.
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Narra Taemin.
Después de la pasarela, fui a la recepción a buscar a Minho, pero por más que daba vueltas por el lugar no lo encontraba.
-Kai, ¿has visto a Minho?
-no, pero conociendo lo telúrico y tenso que se puede llegar a poner, lo más seguro es que está en su oficina.
-gracias.
Así que me despedí de Kai y me dirigí a la oficina de Minho. Todo estaba oscuro, pues ese día no había sido un día laboral como os otros. El silencio hacia que casi fuera espeluznante pasar por los corredores. Por fin en el piso de Minho, pude ver la luz de su oficina abierta y unos susurros se alcanzaban a escuchar. Me tensé de repente, se escuchaba la voz de Minho…y la voz de alguien más. Con cuidado de no ser visto y como si fuera un ladrón, me acerque lo más que pude a la puerta. Abrí mis ojos desmesuradamente. Adentro pude ver como se estaban besando Minho y….Yuri.
-vamos, di que me amas otra vez, adoro cuando me lo dices.-Decía Yuri, con sus manos entrelazadas a su cuello.
-claro que te amo, si no, ¿por qué estarías aquí?
-pero ya dime, por qué tomaste los diseños de Taemin, te recuerdo no soy tan tonta, y sé de donde salieron esas ideas.-decía haciendo un puchero y volviendo a besar a Minho.
-cariño, tenía que sacar la pasarela adelante y esas eran buenas ideas, las tenía que aprovechar.
-mi novio es un tipo listo.
-claro que lo soy nena. ¿Qué te parece si nos desaparecemos y vamos y lo hacemos como la otra vez?
No lo pude soportar. Mis pies comenzaron a moverse en dirección a la salida antes de ser visto por esos dos. Había sido burlado; él jamás me amo, entonces todo lo vivido eran mentiras. Una ilusión perfectamente tendida para que el imbécil de yo cayera sin siquiera dudarlo. A lo mejor yo ya lo sospechaba y no lo había querido ver. Eso explicaba por qué ya no tenía tiempo para mí, el porqué de repente aparecían marcas de lápiz labial en su ropa y sobre todo…por qué no hacer pública nuestra relación. Claro, como iba a hacer público a su juguete. Mi pecho dolía y mucho, impresionantemente lo sentía palpable, algo casi capaz de matarme.
No lo había notado, pero había comenzado a llover. Levante mis manos buscando tocar las gotas que caían del cielo, algo muy peculiar para que ocurra en diciembre.
-¡Taemin, por Dios, qué paso!
Key se acercó a mí de manera apresurada y me tomo de los hombros.
-Tae, di algo, ¡estas empapado en lágrimas!
Así que eso era. No era lluvia lo que veía caer. Eran mis lágrimas por haber sido usado así, porqué a aquella persona a la que le di todo, hoy comprobé, que no signifiqué absolutamente nada para él.