Narra Taemin
No podía esperar a salir del elevador, los nervios me estaban comiendo. Por fin, las puertas se abrieron, Minho tomó mi mano, y me condujo por un largo pasillo.
-Pronto llegaremos.
Fue lo único que Minho me dijo, terminando de conducirme; estábamos en la última planta del hotel, frente a una enorme puerta de madera.
-Taemin, esto es lo que he preparado para ti:
En ese momento la puerta de madera se abrió, y mis ojos no podían creer lo que veían: era un lugar muy al estilo antiguo, cómo aquel de la cafetería en la cual habíamos desayunado la ves que me secuestro, pero eso no era lo que me dejaba boca abierto, era que todo el echo estaba decorado con flores de todo tipo color blancas, no se podía ver un solo espacio del techo sin ellas, y si lo había, una bella luz azul salía de ahí.
-Minho….es….hermoso.
-No tanto como tú, Taemin.
Entonces tomó mi mano y me sentó en una de las sillas. Él se puso en frente de mí en cuclillas.
-Taemin, he sido un completo idiota, y te he buscado como un loco para explicarte qué fue lo que pasó esa noche, pero no has querido verme hasta ahora. Taemin, yo…estaba siendo extorsionado por Yuri.
Mis ojos se abrieron como platos ante aquella afirmación, puse mi mano en su hombro, me miró y continuó:
-No encontraba como quitarme la de encima y no quería que te hiciera daño, pues es una mujer muy manipuladora; así que le tendí una trampa donde la hice creer que la quería, y cuando lleve a cabo mi plan que consistía en hacerla decir que yo no me había acostado con ella para grabarlo, en la puerta estabas tú. No me entere que estabas tú hasta que le pregunte a Kai por ti, y ya no tuve tiempo de explicarte las cosas.
-Minho yo…
-Taemin, si yo no quería hacer público lo nuestro, era para cuidarte de esa loca de Yuri, no por qué no quiera gritar a los cuatro vientos que te amo con todo mi corazón.
Ahora que comprendía sus razones, inevitablemente comencé a llorar, y me lleve mis manos a la boca.
Minho se paró, me jaló del brazo y nos fundimos en un abrazo.
-Minho, lo eche todo a perder, no tuve que haber hecho lo que hice en la pasarela, lo siento.
Minho se separó de mí, me miró con dulzura, con sus pulgares quitó las lágrimas de mis ojos y me dijo:
-¿De qué me sirve ganar millones si estoy solo y no tengo con quien compartir mi dicha? Por mi se pueden ir al carajo las acciones y la empresa si no te tengo a ti.
-Yo te amo Minho, y sólo quiero estar a tu lado, ¡tuve mucho miedo! Creí que lo nuestro había sido una mentira…
-Taemin, te lo dije antes y ahora te lo vuelvo a repetir: lo nuestro es real, tan real como el aire que respiras, como este momento del cual no te voy a dejar escapar.
-Minho…
Y nos besamos de manera desenfrenada, llena de necesidad, hacia tanto que no nos besábamos, que yo no estaba en sus brazos; lo necesitaba, y mucho, era la primera vez que amaba con esa intensidad a alguien, y él era mío, completamente mío.
-¡NOOOO!!!
Escuchamos gritar y nos separamos.
- ¡¿cómo puedes hacerme esto Minho?! Creí que era momento de reconciliarnos pero veo que sigues con esa zorra…
-¡CALLATE YURI! Si hay una zorra aquí, esa eres tú
Le respondí completamente desquiciado, no, esta tipa no va a volver a joderme la vida.
Minho se adelantó y puso una mano en mi pecho, evitando que fuera por Yuri.
-Yuri, pensé dejarte ir a sí nada más pero como veo que no nos vas a dejar en paz, creo que tendré que tomar otras medidas contra ti. Le hablare a seguridad para que vengan por ti, y de paso le llamen a la policía…
- ¿la policía para qué Minho?- pregunto Yuri ya un tanto nerviosa- ¿les dirás que creíste acostarte con alguien de tan ebrio que estabas?- Yuri volvió a sonreír.
-No Yuri, será por desvió de fondos.
- ¡¿qué?!
Ahora si su sonrisa se había borrado y retrocedió unos pasos de nosotros.
-Sí Yuri, como escuchaste, no sólo investigue si realmente me había acostado contigo, algo estarías buscando, algo más y lo encontré: dentro de tus responsabilidades, que era hacer depósitos y de más, encontré una cuenta bancaria que no es mía, está a tu nombre, y por la cantidad de dinero que encontré depositada ahí, ya tienes tiempo haciéndolo, ¿Verdad?
En ese momento, duda e incertidumbre se reflejaron en los ojos de Yuri que salió corriendo del lugar.
-¡Minho, se escapa!
-por supuesto que no.
Saco su teléfono e hizo una llamada rápida.
-Yuri se encuentra saliendo del edificio, dile a seguridad que la detenga y llame a la policía, mi abogado llegara en cualquier momento. Dile quien es Yuri y él hará el resto. Sí, después de eso puedes descansar Donghae, sí, Eunhyuk también.
Minho colgó y me miró
-tenía el presentimiento de que Yuri aparecería hoy, así que contrate unos oficiales privados para detenerla si se le ocurría hacer una locura.
- Ahora sí, ¿en qué estábamos?
Y me jalo hacia él volviendo a besarme de manera desenfrenada, yo con mis manos recorría su espalda hasta llegar a su cuello donde lo empujaba más haca mí, profundizando el beso.
-creo que…
-cállate Minho y llévame a una habitación
-jajaja, creo que te hizo daño juntarte con Key, te estás haciendo igual de exigente.
Me tomo de la mano, y salimos de ese lugar tan increíble, en la misma planta, quedaba una habitación, la presidencial, Minho pasó la tarjeta para abrir la puerta y entramos ahí. Nos comenzamos a quitar la ropa con desesperación, sin importarnos donde quedaba, hasta que mis rodillas chocaron con el borde de una inmensa cama.
Seguíamos sin soltarnos, besándonos, y Minho me recostó sobre la cama quedando él enzima mío. Nos dejamos de besar, estábamos tan cerca el uno del otro que nuestras respiraciones agitadas se mesclaban en el pequeño espacio que había entre nosotros.
-sólo ámame Minho, ámame como no lo has hecho en este tiempo.
-Claro que lo hare. Te amo Taemin
-Y yo a ti.
Acto seguido comenzó a darme besos en el cuello, y yo sólo atinaba a agarrarlo de la espalda. Minho siguió bajando hasta llegar a mis pezones y comenzó a jugar con ellos, dándoles pequeños mordiscos, haciéndome enloquecer, como me había hecho falta su tacto sobre mí…no paró y bajo más, retirando mis bóxer de un sólo jalón y llevándose d golpe mi miembro a su boca.
-ahhh…Minho.
Su acción hizo que me retorciera de placer en la cama, atinando sólo a gemir. Llevo sus manos a mis testículos y definitivamente, esto era muy placentero.
-Minho, me voy a venir…
Le dije al cabo de un rato, pues era demasiado placer, y sin poder evitarlo, me vine n su boca, mire y vi como Minho se tragaba todo, y subía a la cama como un depredador sobre mí, para volver a besar mis labios de manera desenfrenada, tomando mi cabeza entre sus manos para hacer más apasionado el beso. Retiro sus manos y las fue bajando por mis costados, hasta llegar a mi entrada.
-ahh...Minho, así…
Comenzó a penetrarme lentamente con sus dedos mientras no dejaba de besarme, creía que moriría de placer.
-Minho ahhh….te quiero a ti…
Y en ese momento Minho saco sus dedos de mi interior e introdujo su miembro.
-ahhh...Min…Minho.
Comenzó con envestidas lentas, y yo me aferraba a su espalda mientras nos besábamos profundamente, jugando con la lengua del otro…
Minho volvió a besarme el cuello, mientras susurraba ¨te amo¨ y su aliento cálido chocaba contra mi piel
-Yo también te amo Minho…
Nuestras miradas chocaron, llenas de deseo el uno por el otro, y Minho volvió a besarme de manera rápida, como si la vida se le fuera en ello y aceleró sus envestidas.
-Ahhh...Min...Minho...ya no puedo más, me voy a correr otra vez.
-Yo también
Y con esto Minho se vino dentro de mí y yo sobre nuestros vientres. Minho se separó de mí, cayó a mi lado y me colocó sobre su pecho. Todavía nuestras espiraciones eran agitadas.
-No te voy a volver a dejar ir tan fácil Taemin. Te amo como nunca he amado a alguien, más.
-Yo también te amo Minho, y te voy a entregar mi confianza de ahora en adelante.
-entonces, ¿podemos decir que ya nos reconciliamos?
-Todavía no, dame un beso y lo pensaré.
Minho sonrió, me acercó a él y me volvió a besar, está vez no era agresivo, fue un beso dulce, un beso de reconciliación, lleno de amor, y también un beso de buenas noches, pues después de eso nos quedamos dormidos, yo sobre el pecho de Minho y él con una de sus manos sobre mi espalda; así era como tuvo que haber sido desde el comienzo, no podía estar más feliz.