En aquel instante mi mente respiro tranquila y la felicidad lleno mi rostro, esperaba que me fuera bien en aquel examen, pero, ¿todo correcto? No me lo esperaba, ahora sí, dejare con la boca abierta a ese viejo cascarrabias.
-Wow, no lo puedo creer –me recosté en el suelo, tapando mi rostro lleno de felicidad, pensaba saltar y correr por la casa, pero Jonghyun estaba a mi lado, y no quería que viera aquella acción tan infantil-
-Deberíamos celebrar esto, ¿no crees? –Escuche y me levante, olvidando a medias mi felicidad y volviendo a pensar en lo que antes había pensado acerca de Jonghyun y yo-
-Sí –respondí tranquilo, si era lo que pensaba no dejaría que fuera tan caprichoso e hiciera lo que quiera conmigo para luego no volver a verme más, estaría enojado pero la felicidad del examen aún no se me iba- vamos a comer lo que dejo mi madre –me levante rápido y pude ver la confusión en su rostro, pero solo rio un poco y me siguió tranquilo-
Una vez en la cocina calenté la comida en el microondas, comimos tranquilamente mientras hablábamos del examen y de como yo le restregaría mi examen en la cara a aquel vejestorio. Luego de terminar dejamos todo limpio y volvimos a mi cuarto. Antes de siquiera decir algo Jonghyun me tomo de la cintura por detrás y hundió su rostro en el espacio de mi cuello.
-¿Podemos celebrar ahora?
-¿No lo hemos hecho ya? –me réferi a la comida-
-Eso era una parte, ahora quiero la otra. –Comenzó a dar suave besos en mi cuello-
-¿Otra? ¿Cuál otra? – separe sus manos de mi cintura y me senté en mi cama, dejándolo con una cara de sorpresa, estuvo a punto de decir algo cuando volví a hablar- ¡Oh! ¡Ya sé! Veamos a una película, ordenamos pizza, e invitamos a Ricky ¿No sería genial? –sonreí-
Bufo y comenzó a reír despacio, sabía lo que quería, y en parte también lo deseaba, me gustaba todo lo que me hacía, pero… sí iba a ser un simple juego para él no dejaría que calara más en mi corazón de lo ya había hecho. Si todo aquello que supe de él era verdad, lo siguiente seria que despertara sin nadie a mi lado, y lo vuelva a ver con alguna otra persona en el instituto o en algún otro lugar, y ¿Quién sería el estúpido que sufriría y estaría llorando? Obviamente que yo, porque yo a él solo le “gusto” nada más, se podría decir que estoy al nivel de una manzana.
No se ira de esta casa hasta que yo tenga las cosas bien claras en mi mente.
Estaba marcando el número de la pizzería en mi móvil cuando Jonghyun se sentó al lado mío riendo aun por lo que había dicho.
-Vamos Daniel, ¿era enserio lo de la pizza?
-Sí, y lo de la película, y lo de Ricky, lo llamare después de pedir la pizza. –dije normal-
-¿Hablas enserio? ¿No quieres jugar esta noche? A mí se me apetecía mucho –se acercó a mi provocativamente, trate de no ponerme nervioso y en ese momento contesto alguien en la otra línea, mi salvación por ahora-
-¿Sí? Podría traer una pizza napolitana con doble queso por favor –no me había dado cuenta cuando Jonghyun estaba tan cerca mío y sentí como su lengua pasaba por mi cuello haciendo que un suspiro saliera de mi boca-
-Señor, ¿se encuentra bien? –escuche de la otra línea, me había inmutado apenas sentí la lengua de Jonghyun en mi cuello y luego de unos pocos segundos ya había soltado más de un gemido-
-S-si –trate de separar a Jonghyun de mi lado, con dificultad le di mi dirección al señor y colgué- Jonghyun ¿Qué tratas de hacer? –Lo separe y me limpie su saliva del cuello-
-Solo quería probarte un poco, bueno quiero probarte más aun, pero te haces el difícil –sonrió de lado, mirándome como si fuera comida-
-N-no deberías, vamos a comer en un momento más –trate de esquivar sus lascivos mensajes-
-¿Qué te pasa?
-¿A mí? Nada, solo quiero celebrar de la mejor manera el que haya podido aprender todo en tan poco tiempo. –Sonreí dulce-
-¿No me agradecerás de ninguna manera?
-Claro –vi como una sonrisa se asomaba en su rostro, pero se desfiguro al ver como estiraba mi brazo frente a el-
-¿Qué?
-Debes darme la mano Jonghyun –le tome la mano ya que casi se quedó estático con su mirada de no entender nada- así –tome su mano y la sacudí alegremente- Muchas gracias por enseñarme matemáticas Jonghyun –dije alegre, por adentro me reía como un loco por las distintas caras que podía ver de Jonghyun-
Cuando deje de sacudir mi mano con la suya, la solté y de manera lenta levanto su mano y se la quedó mirando.
-¿Esta es tu manera de agradecerme?
-Sí, bueno también puedo decirle a mi madre que te de algo extra, no estaría mal ¿no? –Le sonreí y otra vez vi aquella sorpresa en sus ojos- ahora, llamare a Ricky –tome de nuevo mi móvil y comencé a marcar el número de mi amigo, pero antes de terminar, me lo habían arrebatado de la mano- ¡Hey! ¡Devuélvemelo!
-No –sonrió- si quieres jugar, yo también lo haré.
Ahora el que tenía cara de duda era yo, ¿Qué se traía entre manos?
-Jonghyun devuélvemelo –dije tranquilo mientras estiraba mi mano- vamos, quiero ver la película y comer tranquilo.
-Lo haces muy bien ¿sabías?
-¿Hacer qué?
-Actuar, te sale de maravillas, por un momento me lo creí.
-No estoy actuando, ahora devuélveme mi móvil por favor.
-No lo haré, al menos no hasta que me digas que rayos te pasa.
Trague un poco, si no me devolvía el móvil mi más grande salvación no podría intervenir, el que Ricky estuviera aquí al menos me mantendría lejos de sus garras.
-Te dije que no me pasa nada.
Vi como guardo mi móvil en el bolsillo y cruzo sus brazos.
-Espero.
-Entonces sigue esperando –me levante y me dirigí a la puerta-
-¿A dónde vas?
-A buscar a Ricky, después de todo está cerca. –sentí como tomo mi brazo, impidiendo que llegara a la puerta, y me abrazo por detrás-
-Vamos dímelo ¿tan malo es?
Lo pensé de nuevo, aquella idea de que me dejaría tirado como si nada hubiera pasado, dándome ilusiones falsas, llevándose todo de mí.
-Sí –dije seco-
-¿Qué es?
-Nada importante –mentía como nunca, mientras sentía que se me estrujaba el pecho-
-No lo creo –me llevo hasta la cama e hizo que me sentara en la orilla de ella y se puso frente a mí- dime que te pasa.
Las palabras no salían de mi garganta, no sabía cómo iniciar el tema.
-¿Es mi culpa? ¿Hice algo?
-Algo así…-mantenía mi mirada gacha, no quería verlo a los ojos-
-Oh, ¿Qué hice?
-Bueno…-no sabía que decir exactamente, ¿me dejaras luego de esto? ¿Qué significo para ti? ¿Qué somos? ¿Cuánto durara esto? ¿Porque me enamore de ti?, ¿cuál primero? De pronto mis pensamientos fueron interrumpidos por un cálido beso, uno que intentaba tranquilizarme, se separó de mí y con sus manos puso mi rostro frente al suyo-
-Dímelo.
-Yo… -tome un poco de aire y pregunte lo que más temía- ¿me dejarás? –note un extraño brillo en sus ojos, y una suave sonrisa se posó en sus labios-
-Claro que no.
Un alivio recorrió mi ser al escuchar esas simples palabras, pero que para mí significaban tanto.
-¿Enserio?
-¿Por qué lo haría? ¿No te había dicho que no dejaba lo que me gustaba?
-Mm, si… pero… bueno tu no estas con alguien durante mucho tiempo que digamos –incluso antes el me lo había confirmado, una semana a lo mucho era en lo que se le veía con alguna pareja-
-Eso es cierto.
La presión en mi pecho volvió de nuevo.
-¿Entonces cuanto será conmigo? ¿Una semana? ¿Hasta hoy?
Se separó de mí y se sentó en el piso con la mirada algo perdida.
-¿No me vas a responder?
Y así lo hizo, nada salía de su boca, lo que me indicaba que lo que antes había pensado estaba en lo correcto, y me dolía, me dolía mucho, como si me enterrarán una estaca en el corazón. Me maldije mentalmente por haberme dado falsas ilusiones, por haber sentido que aquello era el comienzo de algo, por dejarme llevar por mis sentimientos tan rápido. Mis ojos amenazaban con comenzar a gotear en cualquier momento, respire hondo y trate de calmarme, no quería que me viera llorar por él, no, había sido mi culpa, yo fui el estúpido que se enamoró, no él.
Aun con su mirada perdida y sin decir nada, me atreví a pensar rápidamente, no soportaba ese ambiente, no soportaba la idea de que en cualquier momento me digiera que sería hasta hoy, que no lo buscará, que ya no le gustaba.
-Bien, como no dices nada, tendré que suponer tu respuesta, supongo que fue bueno mientras duro. – No sabía cómo aquellas palabras salían de mi boca, pero en cierta parte la rabia estaba en mi ser- Gracias por enseñarme tantas cosas Jonghyun – dije para levantarme hacia la puerta, la abrí esperando que él me detuviera pero no lo hizo. Salí de aquella habitación y cerré la puerta, baje al living y me recosté en el sofá, puse mi brazo sobre mis ojos tapando las silenciosas lagrimas que salían de mis ojos-
Tan solo debía optar por lo más sano y olvidarlo, ahora ya no lo volvería a ver, supongo que sería más fácil. Debería salir más, quizás viajar a otro lugar durante las vacaciones, tomar aire y pensar las cosas, me queda un año más en el instituto, debería pensar en que hare después, nunca lo he pensado bien, ¿debería ir a la universidad? ¿Buscar cualquier otro trabajo? En definitiva debía de pensarlo bien. De la nada me vi pensando en miles de cosas que no tenían relación con Jonghyun y en parte me calmo, quizás debería ir a ver un rato a Ricky y hablar de cualquier cosa.
Narra Jonghyun
Después de sentir como salía de la habitación mi mente se puso en blanco, no sabía cómo responder aquella pregunta, antes la hubiera respondido fácilmente. Claro que una semana, nunca pasaba más con alguien, porque después se encariñaban y era tedioso. Ahora era diferente, sentí que me había bajado de las nubes cuando me pregunto aquello, se suponía hoy era el último día que nos veríamos como tutor y alumno, no me lo había parado a pensar, ya no lo vería seguido, ya no vería sus ojos, sus expresiones, sus sonrisas, no sentiría más sus exquisitos labios contra lo míos. Ya no sería mío.
<Mierda>
No sabía qué hacer, en ese momento tan solo lo quería a mi lado, quería sentir su calor contra mi cuerpo, quería escuchar su voz, y quería que aquello fuera todos los días. ¿Es que acaso lo necesitaba tanto? ¿Qué me hiciste Daniel? Me levante y camine hacia la puerta, quería verlo, pero, no sabría que decirle.
¿Debo dejarlo?, no sería la primera vez que dejo a alguien de esta manera o incluso peor, pero pensaba en que ya no volvería a verlo y no me gustaba. ¿Debería dejar que esto siga? Podría ser peligroso para él si sigue, pero no quiero dejarlo.
Abrí la puerta y baje lentamente, busque por las habitaciones y lo encontré tirado en el sofá del living, pare un momento, y camine bien lento para que no notara mi presencia, si lo atrapaba no dejaría que se escapara, no hasta aclarar bien lo que debería hacer. Faltaban unos pocos pasos más. Mi corazón casi sale de al escuchar el estruendoso ruido del móvil que tenía en mi bolsillo, Daniel se sobresaltó también y se levantó mirando a todos lados en busca del ruido, no tuvo que buscar mucho para verme parado frente a él, y mirarme con sorpresa, saque el móvil de mi bolsillo y mire la pantalla “Ricky”, aquel chico era como una piedrita en el zapato, corte la llamada y me acerque rápido a Daniel pero me detuvo al ver que decía algo.
-¿Qué quieres?
-Hablar
-¿Sobre qué?
-Lo de antes, tengo que-
Fui interrumpido por su risa.
-No me hagas reír Jonghyun ¿Qué quieres decirme de eso? ¿Que ya te hartaste de mí? ¿Que hoy querías darme un regalo de despedida? Si es eso, no me molestes, puedes dormirte en mi habitación que yo me las arreglo solo, no quiero verte la cara.
Sus palabras eran frías, nunca creí escucharle hablar así, y en cierto modo lo último hizo que algo en mi pecho doliera.
-No es eso.
-¿Entonces?
Me acerque a él, queriendo sentarme a su lado.
-He he cuidado, bien lejos. –hizo que me sentara más haya de el-
-Daniel… -dije casi en un reclamo- ¿Por qué no puede ser como antes?
-¿Cómo antes? Quieres que sea como hace… a ver cuánto, ¿dos días? o ¿más atrás? ¿Quieres que seamos completos desconocidos de nuevo? Entonces podría querer que fuera así.
-Sabes a lo que me refiero.
-Entonces si es como hace dos días, no, no quiero que vuelva a ser así, ¿Por qué no te largas? Inventare alguna excusa del porque te fuiste a mi madre.
-No quiero irme, Daniel yo-
-Deberías, no sé qué más podrías hacer en esta casa, las clases ya han terminado, ya te he agradecido porque me enseñaras, ¿qué más quieres?
-Te quiero a ti. –me acerque a él y lo intente abrazar a la fuerza aunque se negara-
-Suéltame Jonghyun, déjame en paz. –Forcejeo, pero yo era más fuerte que él, así que termino por estar en mis brazos, aun forcejeando y golpeando levemente mi pecho con sus manos-
-Me quedaré contigo –dije al final, y sentí como dejaba de forcejar- deja que me quede contigo Daniel.
-No mientas, me dejaras como lo has hecho con los demás, tan solo soy un capricho de unos días, me dejaras por cualquiera en algún momento, tan solo déjame ahora y vete –decía débilmente en mi pecho y podía sentir sus lágrimas en el- tan solo déjame… vete.
-No te dejaré, no puedo hacerlo, Daniel –aprovechando de que su forcejeo seso, tome su rostro entre mis manos, tenía los ojos rojos, seguro había estado llorando desde que llego al living, sus mejillas llenas de sus lágrimas, no quería verlo así, y menos por mí, no por mí- mírame por favor –lentamente sus ojos viajaron hasta topar con los míos- no te voy a dejar.
-¿Cómo puedo estar seguro de eso?
-Cree en mí, no te dejare.
-No puedo hacerlo tan fácil.
-¿Qué debo hacer para que me creas?
-Dime… dime ¿Que sientes por mí? ¿Tan solo soy un gusto más? ¿Solo eso soy? Respóndeme.
Lo pensé un momento ¿Qué era Daniel para mí? ¿Un simple gusto como los demás? Con las demás nunca sentí la calidez que siento al estar con él, no me sentía tan bien, las demás eran solo diversión, pasar un buen momento. Y aunque con Daniel también lo tuve, no me lo pude quitar de la cabeza, quería estar con el mucho tiempo, y aquellas clases de tutoría me lo daban, el tiempo de verlo, de examinar con detalle su cuerpo, su rostro, sus ojos afilados, sus carnosos labios, su sonrisa. En tan poco tiempo había sentido algo que pensé había enterrado ya hace mucho, algo que podría jugarme una doble partida, pero no quería dejarlo ir tan fácil, no.
-¿Recuerdas a la manzana? –Asintió levemente- bueno tú no eres una manzana Daniel, tú eres mucho más que eso para mí, quiero que estés a mi lado. Sonara estúpido de mi parte, pero no había notado que hoy sería la última clase de tutoría, creo que me estas contagiando lo lento Daniel –sonreí, porque era verdad, tan solo esperaba a que llegara la hora de ir a su casa y poder verlo-
-Entonces ¿que sientes por mí?
-No sé bien cómo responderlo, nunca había sentido nada parecido hasta ahora, aunque no lo creas ¿Qué me has hecho Daniel? Yo no era así –reí y sentí como su rostro volvía a la normalidad y sonrió un poco-
-Tonto –golpeo suave mi pecho, y sonrió más aun- tú eres el que me ha cambiado.
-¿Así?
-Sí
-¿Cómo?
-Haciéndome sentir estas cosas.
-¿Qué sientes por mí? –me atreví a preguntar, quizás su respuesta diera un vuelco a mi vida-