No sabía que inventar en esos instantes, mi mente era una pizarra en blanco.
-Yo…
-Lo sabía, no tienes motivo. –Sonrió de lado- ahora vamos –tomo mi mano y comenzó a sacarme del living-
-No, no –le pare, tirando al lado contrario- tan solo no quiero hacerlo hoy –me solté y me hundí en el sofá-
-Estás raro sabias –sentí como camino hacia mí y se agacho un poco para estar a mi nivel- pero si eso quieres, hoy no.
-¿Enserio? –Se me ilumino el rostro-
-Sí, pero espero tener una recompensa por esto.
Ambos reímos, y subimos a mi cuarto. Después de convencerlo de dormir con la ropa puesta, y con el pijama que le preste, apague la luz del cuarto y me acosté a su lado, quedando ambos de frente y con las manos entrelazadas.
-Podríamos seguir con las preguntas de la otra vez, yo no pude preguntar nada –me dijo-
-Está bien, pregunta.
-Aunque pensándolo, no tengo muchas preguntas en mente.
-Tonto –me reí- entonces ¿debería pregunta yo? Porque tengo muchas.
-Bueno, pregunta.
-¿Cualquier pregunta? ¿No te enojaras?
-No, ¿que podría hacerme enojar?
-Es sobre tu apodo.
-Hmp, está bien, pregunta.
-¿Quién fue el que te lo dio?
-Mi padre.
-Oh, es un apodo genial.
-Supongo, también me gustaba.
-¿Ya no?
-La verdad es que al cambiarme de colegio se me olvido, este instituto es diferente del que venía.
-¿En que es diferente?
-Bueno muchas cosas, pero nada importante.
-¿Puedo llamarte así?
-¿Eso quieres?
-Bueno me gustaría, pero si te molesta…
-No me molesta.
-Genial, aunque me he acostumbrado a tu nombre.
-Puedes llamarme de las dos maneras.
-Está bien –sonreí ante la idea, no había escuchado a nadie cercano llamarlo así, se podría decir que es algo especial-
-¿Tú no tienes uno? o ¿es Nieli?
-No, y no, solo mi madre me llama así, y se lo permito solo por ser ella, lo encuentro tan meloso, y tú tampoco me lo vuelvas a decir, me pone de nervios.
-Bien, bien, entonces, ¿deberíamos inventar uno ahora?
-Podría ser, aunque no soy muy bueno en eso, incluso Ricky tiene, bueno es ese, aunque ese apodo lo tenía desde antes de conocerme.
-¿Qué te parece Niel?, no suena meloso y me gusta.
-¡Es genial! –Di un pequeño salto en la cama y sonreí ante la idea, de verdad me había gustado mucho- eres un genio.
-Solo le quite la i al otro –rio- pero de verdad suena bien y me gusta.
-Bueno sigamos con las preguntas, o mejor ¿porque no me haces un resumen?
-¿Resumen?
-Sí, sobre tu vida.
-Hmp, bueno… -su mirada se tensó un poco-
-Si no quieres no es necesario que detalles, solo un gran resumen.
-Bien, nací el 16 de noviembre, tengo dieciséis años, vivo solo, no tengo hermanos, solo a mi padre, mi signo es escorpio ¿Qué más?
-Espera, ¿no tienes madre? ¿Vives solo?
-No, no tengo, murió cuando tenía cinco años –mi pecho de estrujo, creo que no debí preguntar- y sí, vivo en un departamento solo un tanto cerca del instituto.
-Entonces ¿quién es la amiga de mi madre que se dice ser la tuya? –sabía que quizás no debería, pero no entendí ese punto, se supone mi madre hablo con la de él para que fuera mi tutor-
-Ella es mi madrastra, bueno es algo complicado, pero hace el papel de mi madre en lo que es el papeleo y todo eso, a mi padre no le gusta meterse en esas cosas.
-Ya veo. –No quise preguntar más- entonces ¿vives solo?
-Sí
-¿Cómo sobrevives?
-Bueno, no es muy difícil, se cocinar. Tuve que hacerlo para venir a este instituto, antes vivía con mi madrastra.
-Wow, cocinas, me gustaría probar lo que haces.
-Entonces deberías venir un día a mi departamento, lo pasaremos bien –se acercó a mí a darme un beso-
-Pervertido, pero lo pensaré.
-No lo pienses, podrías venir el próximo fin de semana, no creo que a tu madre le moleste.
<¿Próxima semana? ¿Eso significa que duraremos más aun?>
-Entonces iré –el pensar aquello hizo que mi felicidad incrementara- Jonghyun, tu… bueno.
-¿Sí?
-¿Cómo era tu anterior instituto?
Tenía curiosidad por su vida en el otro instituto, ¿me dirá sobre aquello de la mafia?
-Normal, como cualquier otro.
-¿Sí? ¿Tenías amigos haya? –Sentí como apretó levemente mis manos-
-No, a nadie, no soy bueno haciendo amigos.
-Vaya.
De algún modo quería saber, pero él no me ayudaba, y tampoco quería ser tan directo, no creo que le agrade saber que chismoseamos en su vida, aunque no fue por gusto.
-Y, ¿tu padre en que trabaja?
No dijo nada por unos minutos, quizás fue un error preguntar por él, supongo que decirme que es de la mafia no sería fácil, quizás invente alguna cosa o simplemente no me lo diga, estaba a punto de volver a hablar cuando él lo hizo.
-Él… es jefe de una mafia.
Me quede helado, no esperaba que me lo digiera, ¿Cómo debería reaccionar?
-¿E-en-en serio? –tartamudee-
-¿Me tienes miedo ahora que te dije que mi padre es jefe de una mafia?
-Yo… -baje mi mirada- bueno… es algo… difícil.
-No tienes que preocuparte por eso, no pienso seguir los pasos de mi padre. Lo odio, no soportaría seguir su “negocio familiar”, aunque antes se podría decir que tenía su actitud.
-¿Cómo?
-Para complacerlo tenía que comportarme de una manera más, como decirlo, algo así como un gánster, pero en este instituto no tengo que hacerlo, estos lugares no son parte de su territorio.
No sabía que decir, no creí me contará esto de él. Sentí como me abrazo.
-¿Me temes?
-No –dije bajo-
-No lo hagas, todo eso lo he dejado atrás, no quiero volver a aquel lugar nunca más.
<¿De verdad se estaba sincerando conmigo?>
-No lo haré –lo separe un poco para mirarlo- y gracias.
-¿Por qué?
-Por contarme.
-Siento que puedo contarte todo –sonrió mientras juntaba nuestras frentes-
-Ahora entiendo porque tienes ese aire mafioso –bromee a lo que me miro dudoso- pero te hace ver más sexy aun.
-No es tan malo parecer uno entonces –rio y comenzamos a besarnos-
Seguimos entre besos y caricias hasta quedarnos dormidos, algo separados por si mi madre entraba cuando llegara.
Dormí tranquilamente aquella noche, Jonghyun se estaba haciendo más cercano a mí, y me agradaba mucho, imaginar que hace unos cuantos días me negaba a tener siquiera un tutor, y ahora me enamorado de este, ¿Quién lo diría? Deberé agradecérselo a Ricky.
…
Al siguiente día mi pecho se llenó de tranquilidad al ver como Jonghyun seguía a mi lado, durmiendo pasivamente, podría ver esto todos los días y no me cansaría. Corrí los mechones de cabello que tenía en su mejilla y recorrí su rostro con la punta de mis dedos.
-Buenos días –dijo de repente sin abrir los ojos-
-Buenos días –respondí con una sonrisa- deberíamos levantarnos.
-No –hizo un puchero- sigamos durmiendo un poco más –me tomo de la cintura y me atrajo hacia el-
-Está bien.
Así dormimos juntos una hora más, hasta que mi madre nos llamó a tomar desayuno, traté de no sonrojarme por los leves roces que me daba Jonghyun mientras desayunábamos, no podía quedarse quieto. Después de irse, sentí ganas de que volviera, pero debía repasar un poco para el examen.
…
Día del examen.
Cuando el examen llego, Jonghyun nos esperó en la entrada, ahora que se llevaba bien con Ricky podíamos tener una conversación cómoda entre los tres, de vez en cuando recibíamos unas cuantas miradas extrañadas, pero las dejaba pasar. Antes de comenzar el examen recibí un mensaje de él.
“Suerte Niel, si apruebas ahora si debemos de celebrarlo.”
Debía de aprobar si o si, reí ante mi automática respuesta, guarde mi móvil y el examen comenzó.
…
-¿Cómo crees que te fue? –pregunto Ricky una vez terminamos y el profesor se había ido con los exámenes-
-Bueno, no quiero sonar egocéntrico, pero respondí todo, quizás este inseguro de dos, pero los demás estoy seguro que los tengo buenos.
-¿Enserio? Wow Daniel eso es genial, si apruebas debemos ir a celebrar.
<Oh si, y yo ya sabía cómo lo haría>
-Por supuesto.
-Además me debes mi día de obediencia- pensé que se había olvidado de eso-
-No me lo recuerdes, mi billetera quiere correr cuando lo recuerdo.
-Te prometo que seré condescendiente contigo.
-Sí, sí.
Se escuchó como empezaban murmullos por el pasillo hasta llegar al salón, Jonghyun entro al salón y se sentó al lado de nosotros.
-¿Cómo les fue?
-Jonghyun –dijo mi amigo- vaya que bueno verte por aquí.
-Solo vine a saber si al pequeño saltamontes le fue bien -me miro-
-Al parecer bien, o eso es lo que me dice.
-No me extrañaría habiéndolo enseñado yo.
-Que no se te suban los humos a la cabeza –reímos mientras recibíamos algunas miradas-
Tenía ganas de tomar su mano y darle un beso, aunque sea uno solo, pero con todas aquellas personas mirando me daba un poco de pena, sabía que no dirían mucho, ya que sé que hay parejas en el instituto, agradecía un tanto por eso ahora, pero no le había contado aun a Ricky, y si se entera por alguien más o viéndonos a nosotros en algún acto cariñoso, no sé cómo se lo tomaría, definitivamente debía de contarle.
Después de conversar un poco el timbre sonó, Jonghyun se fue a su salón y nosotros seguimos en el nuestro.
Desde el comienzo de semana ya no era solo yo y Ricky, ahora Jonghyun siempre estaba con nosotros cuando podía, en los recesos, en el almuerzo, a la salida y llegada. Me sentía muy feliz por ello, sobre todo por escuchar y ver la sonrisa de Jonghyun, a veces me robaba besos cuando Ricky no estaba atento, me sentía algo culpable por Ricky, pero me gustaba.
Sin embargo debía de decírselo, aunque quizás me regañe por ello. El jueves después de clases al llegar a nuestras casas le dije que tenía que hablar con él, fuimos a su habitación y me dispuse a hablar.
-Ricky, tú, bueno, espero que lo que te diga no cambie nada entre nosotros.
-¿Qué es? Con eso me da algo de miedo.
-Bueno es que –me costaba un poco encontrar las palabras precisas- yo, bueno…
-Dilo, no me enojaré, llevamos siendo amigos bastante tiempo.
-A mí me gusta alguien.
-Oh oh! Vaya mi Daniel está creciendo. ¿Quién es la afortunada? ¿Ya están saliendo? Eres cruel al no contármelo antes.
-Bueno si, estamos saliendo hace unos días, o eso se podría decir.
-¿¡Qué!? ¿Cómo es que no me he dado cuenta? ¿La conozco?
-He, si, lo conoces.
-No se me viene nadie a la mente –comenzó a pensar – espera… -abrió sus ojos- ¿“lo”? ¿No es una chica? –me miro algo sorprendido-
-No –dije algo bajo, me estaban entrando los nervios-
-Daniel deja de jugar conmigo –comenzó a reír algo nervioso- tu… estos días solo te he visto con… -abrió sus ojos como platos- es… es ¿Jonghyun?
Levante levemente mi mirada hasta dar con la suya, esperando que leyera la respuesta en mis ojos.
-No, no, no, no, no –tomo su cabeza- esto es una mala broma, Daniel dime que es una broma, dímelo.
-Ricky, yo… solo espero que me comprendas, te lo dijo porque eres mi mejor amigo, y no quiero que dejes de serlo, espero me puedas entender… por favor. –cerré fuerte mis ojos esperando lo peor, que me echara de su casa, que no me volviera a hablar más en su vida, pasaron unos minutos en los que nadie dijo nada y me estaba consumiendo-
-Daniel… es algo difícil, pero el que tengas otras preferencias, es asunto tuyo y no mío, como amigo solo me toca apoyarte, no te voy a mentir diciéndote que no me sorprende mucho, pero… ¿Por qué Jonghyun? Tú…tu sabes que él no es… no es de confiar.
-¿Por qué? –abrí mis ojos ante su comprensión y suspire ante ello-
-Daniel los dos sabemos que es hijo de un mafioso, de su historia, sé que ahora mismo es agradable, pero con esos tipos nunca se sabe, comprendo el que seamos ya más cercanos, pero ser su…pareja, Daniel ¿estás seguro de esto?
-Sí, al Jonghyun que ves ahora, con el que has estado hablando, ese es Jonghyun, quizás antes era de otra forma por el ambiente, él me conto sobre la mafia, sobre su padre, que no volvería aquel lugar, está cambiando.
-Aun así… bueno supongo que debes tener más razones… –me sonrió- así que por eso estabas tan feliz estos días, ya se me hacía extraño –rio mientras me daba un pequeño golpe en el brazo- ahora ¿hare mal trio? –Reclamo- espero que no me hagan pasar vergüenzas con actos cursis.
-Claro que no, no lo hemos hecho hasta ahora.
-¿Por qué no lo sabía cierto?, ahora lo harán –entrecerró los ojos-
-No, no, no haré que te sientas incómodo –reí nervioso-
-Sí, bueno, ¿tu madre lo sabe?
-No, aun no se lo digo, quizá sea difícil con ella, no sé bien como podría reaccionar, pero se lleva muy bien con Jonghyun.
-Sí, supongo, le ha dejado quedarse a dormir en tu casa… espera –me miro con sorpresa- no me digas que tú y él.
-Hee –sabía a lo que se refería, mis mejillas se sonrojaron al instante mientras desviaba la mirada- yo…
-¡NO!, no me lo cuentes, prefiero no saberlo –se tapó los oídos mientras gritaba- prende la televisión antes de que me cree imágenes mentales de aquello. –busque rápido el control y la prendí, por suerte estaba en el canal de música y sonaba una muy pegajosa-
-Lo siento –agache la cabeza ocultando mi sonrojo aun-
-No digas nada –decía mientras se concentraba en el televisor y tarareaba de vez en cuando-
Pasamos así un tiempo hasta que volví a mi hogar, con un peso menos, daba gracias porque Ricky comprendiera, de verdad es un gran amigo.