Narra Daniel
-Hola.
Aquella cabellera rubia en el portal de mi puerta.
-H-hola –respondí, ¿debería cerrar la puerta ahora que podía?-
-Yo vine a verte, bueno a decirte algo, solo tomara un poco de tiempo… ¿puedo?
-Claro.
Ambos estábamos en el living de mi hogar, mis manos jugaban nerviosamente entre ellas mientras esperaba que hablara.
-Gracias –dijo son una sonrisa nostálgica-
-¿P-por qué?
-Changjo y yo, bueno, volvimos a ser como estábamos antes, aunque no me salve de unas pocas represalias –se acarició la pierna, al parecer habían peleado un poco-
-Me alegra saberlo. –Sonreí ante la noticia, al menos Jonghyun tenía a su amigo de vuelta y eso me daba un gran alivio-
-¿De verdad lo amas? –Mi rostro volviéndose rojo- Lo sabía, eso es bueno, al menos para él supongo. –Mi rostro se volvió una interrogación ante lo escuchado- Él me mando a decirte que lo esperaras.
-¿Qué el que?
-Niel… sabes bien lo que te había dicho antes, pero no puedo negarme ahora a ayudar a mi amigo. No ahora que lo he vuelto a recuperar, él… yo estoy seguro que él siente lo mismo que tú por él, pero…
-¿Pero?
-Él no lo aceptara tan fácilmente aunque sea lo más evidente del mundo, nunca dirá que te ama. –Mi boca se abrió un tanto al escucharlo- Simplemente serás como su juguete favorito, uno que no soltará por nada del mundo. Él volverá por ti, tarde o temprano, pero no esperes que él te diga que te ama, para él el amor es algo que no debería existir en él mismo, no desde aquel incidente.
Varias preguntas atoradas en mi garganta mientras pasaban los minutos, pero él la supo antes de que siquiera pronunciara palabra.
-Fue su padre –suspiro- te diré esto porque creo que es esencial que lo sepas. No me gustaría que mi amigo se volviera un monstruo sin sentimientos si es que de verdad piensas dejarlo. Por ahora estaré de su lado. –Se aclaró la garganta- Creo que sabes que la madre de Jonghyun ya no está con nosotros, bueno… digamos que el día de su muerte fue un duro episodio para Changjo. Él… vio morir a su madre frente a sus ojos.
Mi respiración se paró por unos segundos antes de procesar aquella información “No puede ser” respondía en mi mente.
-Y… fue su padre quién lo hizo. –iba a hablar en ese preciso instante pero él me paro – Tranquilo, sé que es impactante, yo lo sé, estuve ahí con él, gran parte de la familia estuvo en ese lugar aquel día, su padre se había vuelto loco después de saber que su esposa lo había traicionado con otro hombre. Por favor no pienses mal de ella, tal como Changjo, su padre tan solo escogió a una mujer que le gustaba en un principio, la belleza de la madre de Changjo era grande, y por eso fue elegida como la esposa de nuestro jefe, él solo quería tener a la mejor mujer para que ella concibiera a su hijo –suspiro- pero ella nunca estuvo enamorada de él, en cambio el padre de Changjo…-suspiro- él se volvió loco posesivo, la lucia y celaba como si una joya preciosa fuera, solo de él, no creo que aquello que sentía fuera amor.
¿Qué debo hacer ahora?
-Yo… él…
-No tengas pena por él, si lo ves y le hablas de esto no sé cómo se lo tomé, es algo muy delicado para él, pero creí que era necesario lo supieras, por eso te pido que te lo guardes, no se lo comentes.
-¿Por qué su padre…?
-El amante de su mujer era el líder de otra mafia, una con la cual actualmente tenemos problemas, por eso él se llevó a Changjo, él quiere que aprenda todo rápidamente, quizás no lo sepas, pero su padre tiene una enfermedad terminal, nadie sabe cuánto tiempo le queda por que no se lo ha dicho a nadie, de hecho cuando su doctor se lo dijo él… elimino a todo quién lo supiera, solo yo, mi padre y Changjo lo sabemos. Su mayor prioridad es acabar con el líder de aquella mafia, quizás sepa que no le queda mucho tiempo y por eso está instruyendo a Changjo tan rápido. –Río- Es mucha información ¿Cierto? Solo quiero que sepas a lo que te podrías atener si lo esperas, por otro lado si no lo harás, solo vete lo más lejos que puedas, sé cómo es Changjo, él te buscara por todos lados, pero no te preocupes por él, yo lo cuidare tomes la decisión que tomes.
-Gracias.
Mi corazón estaba estrujado al saber todo eso, más aún al saber que Jonghyun había sufrido tanto y a tan temprana edad, había crecido con aquella escena toda si vida, no me extraña ahora su comportamiento, pero aun así no podía evitar querer consolarlo de alguna manera, aunque ya hayan pasado año, quería estar a su lado, apoyarlo y hacerle saber que no estaba solo.
-Si no tienes alguna duda, yo puedo dejarte pensarlo solo.
Tome aire mientras apretaba mis manos en puños.
-¿Puedo verlo?
Rápido. Así debía de ser nuestro encuentro, L.joe accedió a reunirme con él, al parecer la casa estaría tranquila esta noche. Antes de irme le avise a Ricky, con desgano me dejo ir.
-Por favor no cometas ninguna estupidez.
-Tratare de no hacerlo –le sonreí y lo abrace-
Cuando L.joe guardo su auto en la cochera de aquella casa, que por acotar era inmensamente grande, parecía una bodega enorme, me dijo que me quedara en el auto mientras iba a buscar a Jonghyun.
Estaba nervioso e inquieto en el auto esperando por él ¿Qué era exactamente lo que le iba a decir? No lo sabía, solo quería verlo.
La puerta trasera del auto se abrió por donde yo estaba al otro lado, lo vi entrar tranquilo, tenía un pequeño corte en su mejilla izquierda.
-Jonghyun…-dije para encontrarme con su mirada, aquellos ojos que me encantaban, no pude decir nada, puse mi manos en su rostro y lo acerque a mí chocando nuestros labios, sentí la tensión en sus manos que se habían puesto sobre las mías, pero se calmó de a poco, decía mi nombre entre besos, cuando nos separamos ambos estábamos agitados-
-Hola Daniel –sonrió- te extrañe –y me volvió a besar. Con suavidad nuestras posiciones cambiaron dentro del auto, yo me había puesto con su ayuda sobre su regazo, una de sus manos en mi nuca impidiéndome que me alejara y otra en mi cintura por debajo de mi ropa, acariciándome suavemente. Para ese momento solo existíamos los dos.-
-Jonghyun –lo llame mientras separaba nuestro beso- necesito hablar contigo.
-¿Hablar? ¿De qué? Estábamos bien hace poco, no pienses en nada Daniel –acaricio mi rostro- ¿Quieres ir a un lugar más privado?
-¡Jonghyun! –Grite bajo- Yah, tú, ¡pervertido! –Me tomo de nuevo y beso mientras reía-
-Solo quedemos así un poco más.
Seguimos así un tiempo más hasta que paramos y nos quedamos juntos en silencio, yo recostado en su pecho y el abrazándome, podía sentir claramente los latidos de su corazón, podría haberme quedado así durante mucho tiempo.
-¿Es muy importante aquello que me tienes que decir? –Acariciaba mi cabello en aquella posición-
-Algo así –respondí y me levante un poco para verlo a los ojos –Yo…
La puerta fue abierta repentinamente y los colores volvían a mi rostro cuando vi a L.joe con los ojos bien abiertos mientras nos miraba y luego se daba la vuelta diciendo que lo sentía.
-¿Qué sucede L.joe? –Pregunto Jonghyun y yo me dispuse a salir de aquella incómoda posición en la que estaba- no te muevas –me dijo- solo quédate así. –No pude protestar mucho ya que L.joe hablo de nuevo-
-E-ellos están aquí, han venido a retar al jefe, tienes que ir con él ahora mismo –decía algo nervioso, al parecer la escena que presenció lo impacto un poco, bueno supongo que no todos los días ves a alguien encima de tu mejor amigo, es una posición más que comprometedora-
-Mierda –dijo entre dientes quién estaba debajo mío- lo siento cariño, debo atender algunos asuntos ¿Me esperas un poco más? –Yo solo asentí en silencio y volvió a darme unos cuantos besos más-
Vi cómo me dejo a un lado y salió del auto arreglándose la ropa. Rápidamente se dirigió hacia otro lado, L.joe volteo rápidamente y me miro algo extrañado, y se agacho para preguntarme algo.
-¿Te quedarás con él? –Dijo bajo y un tanto entusiasta-
-Yo…
-¡L.joe! –Oí gritar a Jonghyun desde algunos metros más adelante, el rubio salió corriendo rápidamente para alcanzar a Jonhyun-
Todos se fueron. ¿Qué debía hacer yo? ¿Irme? Pero ¿Cómo? Cerré la puerta del auto y decidí quedarme ahí hasta que uno de los dos anteriores volvieran a decirme algo.
Lo había pensado, me quedaría con Jonghyun, no podía dejarlo solo, aparte de que lo amaba y eso debería ser suficiente, podía ser feliz con él ¿cierto?
Escuche caer varios objetos al suelo, habían personas ahí fuera peleando, jadeos y quejas, gritos y más cosas cayéndose, atine a ver por la ventana y vi como habían varios hombres peleando en esta bodega. Había uno que llamo mi atención, estaba tosiendo fuertemente mientras se sujetaba el costado derecho con una mano, quizás estaba herido de gravedad, mis ojos se abrieron al ver como entraban Jonghyun y L.joe a la pelea, para suerte y alivio mío ambos eran buenos peleadores, vi como Jonghyun le decía algo a L.joe y el corría hacia donde estaba yo, pero alguien lo detuvo, aquel hombre que estaba herido, lo tomo del brazo y le dijo algo, L.joe volvió a dirigirse hacia aquí, pero ahora con aquel hombre a sus hombros, cuando llegaron L.joe lo puso al lado contrario de la pelea, por suerte el auto era como un tipo de barrera, me dio señas para bajarme y así lo hice, su respiración era agitada debido a la pelea.
-Niel, cuídalo por favor. –Me pidió mientras él ponía a aquel hombre en el suelo con cuidado-
-¿Qué le ocurre? –Mire como un borbotón de sangre salía de su costado- ¡hay que llevarlo al hospital!
-¡No! –respondió como pudo el hombre- L.joe llama a los demás, esos malditos sabrán lo que es enfrentarse a mi familia –se le dificultaba hablar- malditos, como se atreven a emboscarnos!
-¡No grite! –Dije- ¡se pondrá peor! –L.joe abrió los ojos mientras me miraba sorprendido, queriéndome decir algo con la mirada, pero no lograba descifrar que era- ¡Tan solo cierre la boca! Hay que llevarlo a un hospital.
-¿Quién es este? –le pregunto a L.joe con una voz más calmada-
-Él…él es…
-Me llamo Daniel señor –me presente, pero recibí una mirada extraña de L.joe, aun no podía descifrar que me querida decir-
-Tú eres… ¿amigo de mi hijo? ¿Eres amigo de Changjo?
-Bueno sí, pero señor hay que llevarlo al hospital sino usted podrá-
-L.joe, ve a llamar a los demás, ahora. –Su voz había cambiado a una más serena pero fuerte-
-Está bien –y se fue hacia el auto, seguro buscando su móvil-
-Daniel ¿cierto? –Me llamo y yo solo asentí- ven aquí –me posicione al lado suyo, sus ojos estaban cerrados y una de sus manos presionando su herida-
-¿Qué es lo que quier- -de pronto me agarro fuertemente del cuello de mi camisa-
-¡Aléjate de mi hijo maldito marica! –Dijo mientras habría grande los ojos y su voz era más que amenazante- ¡No te atrevas a seguir corrompiéndolo! ¡Déjalo en paz!
Él era…su padre.