Narra Daniel
Solo podía apretar mis dientes en esos momentos, así que era esto lo que me estaba tratando de decir L.joe con la mirada.
-¿Me escuchaste? ¿No te fue suficiente el escarmiento? ¡Déjalo! Maldito-
Tocio sangre.
-¡No hable! –le dije, no sé cómo tenía la fuerza después de cómo me hablo, pero lo hice-
-N-no me calles –hablaba dificultosamente con sangre en su boca- mierda, maldita enfermedad. ¡L.joe! ¿Ya lo hiciste?
El mencionado acaba de cortar una llamada y se dirigió hacia donde estábamos.
-Están a cinco minutos de aquí, llegarán pronto. –le dijo mientras miraba al padre de Jonghyun- Jefe usted…
-Lo sé, ya sabes que hacer… sé que él será un buen jefe, cuídalo por mí. –mi mirada viajo a la de L.joe ¿era lo que estaba pensando?-
-A su orden. –se levantó y se movió al auto para poder ver que estaba sucediendo-
-Tú –me llamo- me has oído ¿verdad? Aléjate de mi hijo –volvió a escupir sangre-
-Lo siento –dije con seguridad- yo no puedo.
-¡Maldita sea! –Río- ¿Piensas que serás feliz con él? ¿Eso es lo que piensas? ¿Lo puedes hacer feliz maldita sea? –Grito, pero no me dejaría intimidar, aun sabiendo en qué posición estaba aquel hombre-
-¡Claro que lo haré! –respondí-
-¡No puedes! ¡Nunca podrás! ¡Eres un maldito hombre! –Suspiro tranquilizando su voz mientras una serie de maldiciones salían de su boca- Yo…he sido una mierda de padre siempre.
No podía creerlo ¿se estaba sincerando conmigo? ¿Por qué?
-¿Q-que está diciendo? –Bufo mientras ponía una cara de dolor-
-¡Me estoy muriendo maldita sea! ¿No lo ves? ¡Solo escucha mientras te hablo! –Volvió a toser, a este ritmo, moriría muy pronto y por su propia obstinación- Soy una mierda de padre, lo sé, soy una puta escoria, y no me arrepentiré de eso. –sonrió con autosuficiencia- Pero él… él es mi hijo, el único que tengo, mi sucesor. Quiero que siga mis pasos, que sea igual de fuerte que yo, incluso más, sé que tiene el potencial –tosió otra vez- por eso, déjalo en paz. Respóndeme algo –agarro con más fuerza el cuello de mi camisa- ¿Puedes darles hijos? –Mis ojos se abrieron, la respuesta era más que obvia- ¡¿PUEDES?!
-No –respondí bajo-
-Entonces déjalo, no quiero que mi legado acabe aquí, todo porque un marica se puso en su camino ¡engatusándolo! –me dedico una mirada de odio- déjalo… tan solo déjalo –mis ojos se desviaron a otro lugar, tratando de ignorarlo- Por favor… -volví rápidamente mi mirada a aquel hombre, la mano que tenía en mi camisa la había quitado y la tenía encima de sus ojos, él… él estaba llorando, pero solo las lágrimas eran prueba de ello, su rostro aún seguía tosco- tan solo déjalo ser normal, déjalo formar una familia, seguir con nuestro legado, ¡déjalo! –volvió a toser-
Comenzó a tener leves convulsiones y L.joe se acercó a nosotros, tratando de hacer algo, pero era muy tarde para eso.
-Pro-promete-melo –decía, su boca llena de sangre- promete q-que l-lo deja-ras… deja- déjalo ser feliz… él es mi hi-hijo… quier-o que s-sea feli-z… aléjate… -la última palabra la arrastro mientras de su boca salía el ultimo respiro de aire, su manos cayendo inerte al piso, y su mirada quieta, perdida en alguna parte del techo-
No sabía porque exactamente mis lágrimas comenzaron a correr, quizás todo aquello que me había dicho por mucho que quisiera que no lo fuera, era verdad, yo… no podía darle hijos, no podía darle una familia ¿Qué haríamos los dos? Nada, nada quería después de nosotros, nada. L.joe se sacó la chaqueta que tenía y tapo el rostro de su jefe, un fuerte suspiro salió de su interior, levanto la mirada para buscar la mía, pero yo solo la baje tratando de ocultar las lágrimas que salían sin cesar.
-Tan solo quédate aquí.
Fue lo que dijo antes de salir del auto y dejarme solo dentro. Al parecer los refuerzos habían llegado y estaban peleando con todo, podía escuchar los golpes, los gritos de dolor. A pesar de tener una pelea ruidosa fuera, en mi mente solo podía ver al padre de Jonghyun con sus últimas palabras, todo lo que me dijo… ¿de verdad no podía hacerlo feliz? Sí, mierda, es cierto, no puedo darle hijos, eso era más que obvio, pero lo amaba ¿No basta con eso?
No.
Me sumergí en un mar de pensamientos, las palabras del padre de Jonghyun por mi cabeza, preguntas y respuestas, todas llevaban a una sola respuesta.
Debía dejarlo.
La puerta del auto se abrió mostrándome a un golpeado Jonghyun, di un pequeño salto ante la interrupción, no me había dado cuenta cuando fue que termino aquella pelea. Él lucia cansado, aunque no veía nada que fuera grave, en su rostro había varios cortes y algunos moretones.
-Estas bien –dijo mientras me envolvía protectoramente en sus brazos-
Esa noche estuve en su cuarto por primera vez mientras curaba sus heridas.
-¿Estás bien? –Me pregunto mientras estaba recostado en la cama-
-Te he dicho que sí muchas veces, tu eres el que está lleno de heridas –le limpie otra herida-
-¡Auch! –se quejó- no tan fuerte.
-No lo hago fuerte, eres un debilucho, L.joe no se quejó tanto cuando lo curaba. –Me queje mientras ahora pasaba un trapo mojado por su cuerpo limpiando la sangre-
-L.joe casi no tenía heridas –detuvo mi mano y acerco mi rostro al suyo con la otra besándome, sus labios sabían a sangre, ya que tenía el inferior roto- quédate a dormir hoy –sonrió en el beso mientras tomaba mi labio con sus dientes- no, mejor para siempre. –me separe un poco de él-
Todo parecía andar bien, que después de la muerte de su padre volveríamos a ser como antes. Tan solo, tan solo si no hubiera conocido nunca a su padre, quizás las cosas no estarían tan confusas en mi mente.
-No puedo.
-¿Por qué? –Me volví a sentar en la cama-
-Debo ir a buscar a mi madre en la mañana, regresara a casa.
-¿Estabas solo en tu casa? –Sentí como se levantó con algunas quejas-
-No te muevas tonto –me tomo de la cintura acercándome a él-
-Pudimos haber aprovechado ese tiempo –susurro en mi oído y mis mejillas se acaloraron-
-D-déjame, estás herido, ¡quédate recostado! –rio mientras lo recostaba-
-Ven a vivir conmigo –dijo mientras tomaba mi mano- sacare a todos de esta casa, solo seremos tu y yo.
Como tenía ganas de decirle que sí, decirle lo mucho que lo amaba y que quería estar siempre a su lado. Pero no podía.
-Lo pensaré, ahora duerme, vendré a verte mañana –me levante de la cama-
-No hay nada que se entrometa en mi camino ahora, si no vienes a mí, te buscaré y te arrastrare aquí –lo escuchaba decir mientras me encaminaba a la puerta-
-Solo duerme –fue lo último que dije antes de salir de aquel lugar-
Le había pedido a L.joe que me fuera a dejar a mi casa, la verdad no tenía idea donde estaba ahora mismo. Pensé mucho en el camino a mi casa,-si es que no podía hacerlo más- no podría hacerlo con Jonghyun a mi lado, obviamente mi madre no llegaba mañana, sino hasta dentro de un mes. Pero necesitaba pensar algún método.
-Gracias por traerme… L.joe, ¿podrías entrar un momento? –le pedí a lo cual accedió-
Entramos tranquilamente, ya era muy tarde y no podía pedir la ayuda de mi amigo, además ya había pensado en algo. Quizás me arrepienta luego, pero no podía hacer nada más ahora, porque debía hacerlo ya, no podía seguir pensando para siempre.
-Necesito que me ayudes con algo –pedí mientras ponía un vaso de agua frente a él-
-¿Qué es lo que sucede?
-No puedo seguir con esto –dije de la manera más tranquila posible- y quiero que me ayudes.
-¿Qué? ¿Piensas dejarlo? Pero ahora ya no está su padre, ustedes dos pueden estar juntos ¿Por qué? –Se volvió un tanto inquieto, sabía que podría ser algo difícil, sobretodo porque había dicho ayudaría a Jonghyun en nuestra relación-
-¿Me ayudaras o no? –Dije firme-
-¿Es por lo de su padre?... Niel, ese hombre solo estaba pensando en la familia, en la mafia, su imperio personal, no tomes sus palabras enserio.
-Pero es verdad, todo lo que dijo es verdad o ¿no lo es?
-Bueno… es verdad que no podrán crear una familia con lazos de sangre, pero…
-Y nunca se podrá, tan solo quiero terminar esto antes de me siga consumiendo, antes de que consuma a Jonghyun también, él puede conseguir a alguien más, tener una familia, y…
-¿Continuar con el legado de su padre? ¿Te escuchas? Jonghyun siendo líder de una mafia ¿te parece bien eso? … Mira, tanto Jonghyun como yo siempre tuvimos ganas de dejar la mafia, tan solo le seguíamos el juego a nuestros padres, asumo que él te lo habrá comentado en alguna ocasión.
-Sí, me lo menciono.
-Aun sabiendo eso, ¿lo dejarás?
-Ya tome una decisión y no me volveré atrás, no puedo. –lo mire serio, esperando que me entendiera-
-Bien…si así lo quieres –suspiro- ¿Qué tengo que hacer?
-Dejarme decirle la verdad –abrió los ojos un tanto temeroso-
Ambos habíamos acordado no dejarle saber nunca a Jonghyun lo que había ocurrido entre nosotros, más que nada porque había sido un error, sabía muy bien la condición de L.joe y ese mismo día lo había perdonado y le ofrecí aquella mentira. Ahora simplemente doblaría un poco los hechos, sé que Jonghyun no soportaría una infidelidad.
…..
Al siguiente día, fui a la casa de Jonghyun con mi plan completo, y sabia de ante mano que no le gustaría nada, pero era lo mejor para los dos, o eso quería pensar.
-¿Estás loco? Él, él no… -sonrió con la risa floja-
-Lo haré, así que tan solo no hagas nada. Y descuida no haré que ambos se separen de nuevo.
-¿Pero cómo? Eso no podría-
-Tan solo confía en mí, tan solo ayúdame un poco.