Narra Daniel
Luego de un tiempo explicándole a L.joe en cómo sería el plan, él se fue aun preocupado por lo que haría, y no lo culpo, hace poco habían logrado volver a entablar su amistad y ahora por un capricho mío aquello estaba en peligro de nuevo, ahora que lo pienso no estoy tan lejos de ser como aquella chica que los había separado antes, pero esperaba no llegar a tener que utilizar aquello, trataría de no usarlo.
Repasaba la idea una y otra vez en mi cabeza, esperando que todo saliera lo mejor posible, pero el pecho me dolía con la sola idea de dejarlo.
Había llamado a mi madre por la noche, al parecer todo andaba bien por haya, aunque no podía entender cómo es que ella estaba enamorada de un hombre como mi padre, era tan serio, tan recto, casi pensaba que no tenía sentimientos las pocas veces que lo veía en casa, pero a pesar de todo eso ella lo seguía amando, y una sonrisa se posaba alegre en su rostro cada vez que él llamaba y más aún cuando le pedía que fuera a verlo por unos días. Ahora mismo creo que esta en Japón cerrando unos negocios, en eso se ha pasado toda su vida. Quizás debería seguirle los pasos, después de todo viajar constantemente y estar trabajando casi siempre sería una buena manera de sacarme a Jonghyun de la cabeza. ¿Quién diría que mi padre me ayudaría a salir de esto? Una pequeña reunión familiar no me haría mal en estos días.
Al siguiente día tome un baño largo antes de alistarme para enfrentar aquella muralla que debía de derrumbar. Los nervios me consumían mientras esperaba que llegara L.joe a llevar a aquel lugar que sería el escenario de una muerte que esperaba no fuera dolorosa.
-¿Estás seguro de esto? –Preguntaba el rubio que estaba al volante, sin apartar la mirada de la carretera-
-Sí –dije seguro, no hubo más conversación en el camino a aquella mansión, no le había prestado atención antes, pero aquella casa se veía mucho más grande y majestuosa ahora que lo veía con total claridad-
Aquel rubio me dejo en una sala que había en aquella casa mientras iba a buscar a Jonghyun que al parecer aún seguía descansado, al menos me había hecho caso en algo.
Mire a los alrededores de aquella pieza que era bien espaciosa, unos cuantos marcos con fotografías en un estante, una de ellas tenía la foto de un serio hombre que reconocí como el padre de Jonghyun, en otro la de su mujer y otra donde salían los tres juntos, al parecer Jonghyun tenía unos tres años, se veía tan lindo de pequeño, deseaba poder ver más fotos de él y su infancia.
-Que buena sorpresa –la voz de Jonghyun me saco de mis pensares y me voltee a verlo-
Estaba tan guapo como siempre, oculte mi automática sonrisa y permanecí serio, no quería que pensara que estaba bromeando con él o no se tomara enserio mis palabras.
-Hola –lo salude y se acercó a mí- espera, tengo al que decirte –dije parándolo en seco y el solo rio un poco-
-¿Qué es?
-¿Podríamos sentarnos? –Solo asintió algo extrañado y con una sonrisa- ¿Estás mejor? –Lo vi levantar una ceja-
-Sí… Daniel ¿Qué quieres decirme? O ¿era saber que estaba bien? –Las manos comenzaron a sudarme un poco, estaba completamente nervioso-
-Bueno… es sobre nosotros, yo…bueno –me costaba pronunciar cada palabra, era oficial, los nervios me habían domado-
-¿Me dirás que aceptas venir a vivir conmigo? –una sonrisa pícara se posó en su rostro y yo solo pude sonrojarme, tapándome lo más que podía con una mano, tratando de volver mi respiración a la normalidad-
-No, no es eso, es otra cosa… nosotros –tome aire y lo mire lo más serio que podía en el momento- no podemos seguir con esto.
-¿Qué?
-Eso, no podemos seguir juntos, esto se acaba Jonghyun –no supe como salieron, pero salieron aquellas palabras, mantuve la compostura mientras él solo me miraba dudoso-
-Entiendo, ¿es una broma verdad? –Sonrió riendo levemente mientras se paró de donde estaba sentado, caminando lentamente a donde estaba yo- por un segundo pensé que ibas enserio –se agacho levemente delante mío y me tomo la barbilla- no me asustes así ¿quieres? –Casi pareció ser una orden y sentí un poco de miedo por como lo dijo-
-No es una broma –aparte delicadamente su mano de mi barbilla y él se puso recto de nuevo- es verdad, estoy hablando enserio Jonghyun.
-Creo que estás llevando esta broma muy lejos Daniel. –Rápidamente tomo mi brazo obligándome a levantarme de mi asiento con fuerza, un leve quejido salió de mí ante el fuerte empujón-
-Yah, ¿Qué haces? –El miedo y la ira creciendo en mí al notar ese cambio de humor, como aquella vez cuando le mencione lo de Ricky-
-Dime que es una broma –ordeno entre dientes con una dura mirada sobre mí, me solté de su agarre y me aparte de él manteniendo nuestra distancia. ¿Cómo pudo cambiar tan rápido?-
-Tranquilízate Jonghyun –le pedí- y… no, te he dicho que no es una broma –lo vi pasarse la mano por el cabello soltando un sonido de frustración, al parecer se estaba conteniendo un poco-
-¿Por qué?-pregunto aun sin subir la mirada-
-No podemos, no funcionara, esto solo nos traerá problemas, a ti y a mí. –dije casi tranquilo-
En el fondo esperaba que con eso me entendiera, que me dejara ir, así no tendría que mentirle más para separarme de él, no quería hacerlo, simplemente deseaba que me olvidara, que me dejara ir.
-¿Eso es todo? ¿Es todo lo que tienes que decir?
-Bueno… -no quería decirle aquello, pero ahora mismo no sabía bien cómo abordar el tema-
-Si eso es todo, no me convence –alce una ceja mientras el levantaba la mirada tranquilo- eres mío, pensaba que lo sabias desde el principio de todo esto, mío ¿entiendes?
De pronto las palabras de L.joe vinieron a mi mente. Su padre, aquel hombre que solo sabía tener a la gente como posesiones, como lo hizo con su esposa. ¿Podría ser que Jonghyun tuviera la misma manera de ser con las personas?
-Yo… no puedo, tan solo eso, no quiero seguir con esto, no lo quiero… -tome algo de valor cerrando mis puños- no te quiero, ya no, lo que sentía por ti se terminó.
Solo pude escucharlo reír, de a poco hasta casi estallar en carcajadas.
-Daniel, el que decide si esto se termina aquí soy yo –se acercó, solo pude retroceder, pero no pude ir muy lejos ya que choque con la pared, cerro el espacio entre nosotros y de poco puso sus labios sobre los míos. Con mucha dificultad apreté mis labios sin moverlos, quedándome estático, pude sentir sus manos viajar a mi cuello tratando de obligarme a besarlo, pero si cedía mi plan no iba a funcionar, se alejó de mí, yo aún seguía con los labios y ojos cerrados, pude sentir como soltaba un quejido y se alejaba un poco de mí, volví a abrir los ojos y lo vi de espaldas un poco lejos de mí-
-¿Enserio ya no te gusto? –seguía de espaldas mientras hablaba-
-No, lo siento.
-¿Lo sientes?... Sí, lo sientes, lo sientes.
Unos pocos minutos de silencio pasaron en los que no sabía si hablar de nuevo o irme simplemente.
-Sabes –hablo- no te creo, no creo nada de lo que dices –se volteo con una media sonrisa-
-No estoy mintiendo, es la verdad ¿tanto te cuesta admitir que ya no te quiero? ¿Que ya no me gustas?
-Claro, porque puedo asegurar que en tu mente siempre estoy yo.
Esto no iba a mi favor, tendría que hacer algo para que el me creyera.
-No lo estás, ya no, ¿crees que en los dos meses en los que no estabas solo me desvivía pensando en ti? ¿Esperándote? ¿Creyendo que algún día volverías a mí? –trate de actuar lo más altanero que podía-
-¿Acaso estuviste con alguien más? –sus ojos se abrieron un poco más de lo normal, con una mirada feroz sus ojos se clavaron en los míos, provocándome escalofríos-
-Yo… bueno.
-¡¿Estuviste con alguien más?! –su voz agresiva choco contra mis odios obligándome a cerrar los ojos, a pesar de todo estaba logrando intimidarme con sus palabras- ¿Fue Changhyun? Ese hijo de… sabía que no era de fiar, si piensa que saldrá ileso de esto está muy equivocado. –se dijo a sí mismo-
-¡No fue él! –trate de defender a mi amigo, pero luego me di cuenta de lo que había dicho-
-¿Entonces sí? –Su voz sonaba un tanto decepcionada- ¿Me engañaste con alguien más?
-Lo siento ¿sí? ¿Qué podía hacer? ¿Acaso nosotros éramos algo oficial? ¿Cómo puedes decir que te engañe? No éramos nada, solo…solo un par de amantes, nada más que eso. –no sabía bien como salían aquellas palabras de mí. Sin saberlo mis ojos se comenzaron a cristalizar-
-¿Amantes? ¿Todo este tiempo tan solo creíste que eso éramos?
-¿Qué más éramos entonces? –por un lado quería saberlo, nunca salió de su boca el “eres mi novio” o “eres mi pareja” nada de eso-
-Tú eras mío, yo soy tu dueño, esa era nuestra relación.
-¿Qué? –sus palabras me impactaron, ¿de verdad eso éramos?-
-¿Quién fue? Dime quién fue, me asegurare de que no lo vuelvas a ver en tu vida.
-Estás loco, de verdad… no sé cómo pensé que esto podría funcionar en primer lugar –quizás después de todo, aquello que planee era un buen plan- pero no importa, porque ya no hay nada –comencé a caminar hasta la puerta para poder irme de ese lugar, no soportaba saber que solo me veía como un objeto, como un animal que debe de obedecer en todo a su dueño. No pude abrir la puerta ya que su mano de nuevo me agarro del brazo tirándomelo hacia atrás impidiendo que tocara la chapa de la puerta-
-Tú no vas a ningún lugar, me vas a decir quien fue aquel estúpido con el que te revolcaste y te quedarás aquí. –no podía ver raciocinio en sus ojos, estaban perdidos, este no era el Jonghyun con el que siempre estaba, al que amaba. Trate de soltarme pero no pude-
-¡Suéltame! ¡Déjame ir! ¡No quiero volver a verte! ¡Déjame en paz! –inevitablemente unas cuantas lagrimas salieron de mis ojos sin mi permiso, luego sentí unos brazos envolverse a mi alrededor, me estaba abrazando y yo no sentía fuerza en mi cuerpo-
-Está bien, no importa. ¿Piensas que te odiare o algo así si me enteraba que estuviste con alguien más verdad? –Comenzó a acariciar mi cabello- no te preocupes por eso, olvídalo, hagamos como que nada ha pasado ¿bien? –Su voz sonaba más calmada, pero de algún modo un tanto desesperada, había cambiado de nuevo-
-Jonghyun… -solloce mientras levantaba mi mirada hasta dar con la suya- ¿Por qué no lo entiendes?
-Te dije que no te preocuparas por eso, haré como que nunca paso ¿sí? Tan solo… tan solo no me dejes –se acercó a mi rostro y junto nuestras frentes, podía ver la sonrisa forzada que tenía en su rostro- no te vayas –trato de besarme pero gire mi rostro rechazándolo- ¿ahora… ahora lo quieres a él? ¿Él te gusta?
El tono de su voz me partió el corazón, pero ya había llegado muy lejos como para retractarme.
-Sí, me gusta… -tome aire separándolo de mi lentamente- lo siento
Un sonido sordo invadió la pieza, un fuerte ardor invadía mi mejilla izquierda, mi mente volando a algún lugar que no conocía, hasta que reaccione…Jonghyun, Jonghyun me había dado una cachetada, no lo podía creer, no quería creerlo, él me había golpeado. Puse una mano en mi mejilla, aun sorprendido, aun con la mirada perdida, tratando de recuperarme de a poco.
-T-tengo que irme –fue lo que dije mientras abría la puerta lentamente, tan solo miraba hacia adelante, no podía verle el rostro de nuevo, no podía. Cruce el umbral de la puerta no esperando nada en especial, tan solo quería salir de aquel lugar lo más rápido posible, estaba cerca de la entrada cuando escuche sus pasos venir a mí-
-¡Daniel! –Grito llamándome- ¡Daniel espera, por favor, lo siento, no quise! –Me alcanzo de nuevo, y pude ver la salida tan cerca mientras me daba la vuelta- por favor perdóname, no quise, lo siento –me abrazo-
-Suéltame –dije tranquilamente- por favor, suéltame.
-No, lo siento, Daniel no sé cómo paso, fue repentino –había cambiado de nuevo-
-¡Que me sueltes! –me aparte de él con todo la fuerza que tenía, para suerte mía su agarre no era tan fuerte y pude separarme de él – ¡No vuelvas a tocarme! No te atrevas a ponerme un solo dedo encima ¡¿escuchaste?! –Explote- Y déjame de una puta vez, entiende que no te quiero volver a ver, no quiero saber nada de ti, no quiero saber tu mafia, ¡no quiero saber de tu vida! ¡No quiero volver a saber nada de Choi Jonghyun! ¡Ve a buscar algún nuevo juguete con quien jugar! ¡Y déjame a mí en paz! Ya fue suficiente, no quiero seguir con esto, no seguiré siendo un juguete en tu retorcido juego. –Hablaba mientras retrocedía hacia la puerta y logre topar con ella- Adiós Jonghyun –abrí la puerta y salí lo más rápido que pude-
Camine, camine y camine por horas, no sabía dónde estaba, pero tan solo quería alejarme de ese lugar, aún tenía en mi mente su rostro, porque cometí el error de levantar la vista antes de salir, y no podía creerlo. Él estaba llorando, su expresión perdida mientras las lágrimas corrían por sus lados. Me metí a un callejón oscuro, y me hundí en ese lugar, me hundí en lo miserable que era en ese momento.