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Teach Me por Nielie

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Notas del capitulo:

Se nos acerca el final </3

Narra Jonghyun

No pude creerlo, lo busque en todos los lados que pude, no quería creer que me había abandonado. Cuando L.joe me lo dijo pensé que la vida ya no podía ser más cruel conmigo, pero no, ahí estaba atormentándome de nuevo, tratando de hundirme cada vez más en aquel pozo agrio.

Ni siquiera Changhyun quiso decirme algo, aunque casi lo muelo a golpes, pare por él, quién siempre trataba de protegerlo. Se había ido lejos de mí, me había abandonado en el infierno de vida que tenía, ahora que era libre de mi padre no podía disfrutarlo como espere que lo haría.

-Changjo debes salir, vamos, no puedes encerrarte en tu cuarto para siempre.

-¿Qué sentido tiene salir? ¿Algo me espera afuera?

-Por favor Changjo… si buscas un motivo hay miles, puedes estudiar, ¿No querías ser alguien en esta vida? Puedes hacerlo ahora, termina con esta mafia y dedícate a algo, sigue una carrera, busca un trabajo, un hobbie, sabes que hay miles de cosas que puedes hacer.

-Quiero hacer algo, sí. Quiero tenerlo de nuevo al lado mío, lo necesito –atraje el cuerpo de mi rubio amigo y me escondí en su pecho- dijiste que me lo traerías, ¿Por qué no está aquí?

-¿De verdad lo necesitas tanto?

-Sí, mucho, tráelo para mí.

-Sabes que no puedo, ha desaparecido.

-Me abandonó.

Y lloré en los brazos de mi amigo, no quería saber del mundo si él no estaba a mi lado, me había hundido en un pozo del cual no quería salir.

 

Dos años después

Narra Niel

Acaba de cerrar un contrato con una importante empresa de muebles, y estaba muy contento por ello, pese a que hace unos meses había entrado a trabajar oficialmente, no esperaba que mi padre me mandara a cerrar un contrato tan importante, pero había salido bien así que mi pecho se llenó de tranquilidad una vez salí de aquella sala.

Aunque pareciera ser siempre serio cuando estaba en casa, en el tiempo que hemos compartido trabajando lo he podido incluso ver sonreír, se podría decir que ahora tengo una mejor relación con él.

Mientras caminaba por las congestionadas calles de Tokio –increíble que aprendiera tan rápido el japonés- mi móvil sonó.

-Madre –conteste con una sonrisa, mientras esquivaba a la gente-

-Nieli, ¿Cómo te fue hijo? Tu padre quería llamarte, pero sabes cómo es él para preguntar estás cosas.

-Muy bien, el contrato fue cerrado, ahora mismo me dirigía a mi departamento.

-Que bien hijo mío, ¡cariño a nuestro hijo le fue excelente! –Sentí como grito a mi padre- ¿Qué te parece si cenamos juntos por eso?

-Está bien, estaré haya alrededor de las siete.

-Te esperaremos.

Desde que llegue a Japón mi vida familiar mejoro, a mi padre le ofrecieron un empleo fijo en Tokio y nos habíamos mudado ahí, mientras yo aprendía del trabajo familiar.

Me tire exhausto en mi cama, la verdad que caminar por esas calles, era todo un estrés. Pero no me quejaba mucho, la ciudad era enorme y magnifica.

Una vez más mi móvil sonó.

-¿Ricky?

-Me ofende la pregunta, ¡claro que soy yo! ¿Qué tanto haces ingrato? No me has llamado en dos días, ¡pensé que te había pasado algo!

-No exageres, estaba ocupado con un contrato, pero siéntete orgulloso, ¡lo he cerrado!

-¡Genial! Deberíamos celebrarlo –suspiro- ¿Cuándo vendrás?

-Estaba pensando ir para fin de año, el trabajo es pesado aquí.

-Me dejarás todo tirado por tu trabajo –dramatizo-

-No exageres, además tú debes estar muy ocupado con la universidad.

-Bueno sí, a veces me agobian tantos exámenes, pero nada con lo que no pueda.

-Ese es mi genio, espero un chequeo gratis cuando te gradúes –reí. Inesperadamente mi amigo obtuvo una beca completa para estudiar medicina en una de las más prestigiosas universidades de nuestra ciudad y eso me enorgullecía mucho-

-Sabes… -su tono de voz cambio a uno más triste-

-¿Qué sucede?

-Es mi compañero de clases.

-¿Qué? ¿Quién? No entiendo, ¿Por qué el cambio de voz? –Reí ante su posible broma, ya que varias me había hecho antes-

-Jonghyun –me congelé al instante al escuchar su nombre- estudia medicina conmigo, bueno hablamos bien poco, pero como siempre es de los mejores de la clase conmigo… ¿Daniel? ¿Estás ahí?

-He sí, sí, lo siento… y que bien, es bueno saber que sigues siendo de los mejores. –trate de parecer calmado-

-¿Estás bien? No creí que escuchar sobre él aun te afectará, lo siento, no debí decir nada.

-No, no te preocupes, solo que… aun me cuesta un poco, solo eso.

¿No te ha preguntado por mí? Pensé mil veces, pero no podía sacarlo de mi garganta, aun no podía olvidarlo, incluso luego de dos años, incluso con todo el trabajo que tenía, aun podía recordarlo todos los días.

-Sabes, si sigo como voy, podré sacar la carrera en cinco años y no en siete ¿No es genial?

-Claro, sabía que lo harías genial en la universidad –respondí algo desganado-

-Él también –acotó- los profesores siempre lo elogian por todo.

-¿Enserio? –Me sorprendí- es genial – no sé porque un poco de alegría se formó en mi pecho por aquello que me contaba mi amigo-

-¡Yah! ¿Cómo es que estás más alegre por él que por mí? ¡Eres un desconsiderado! –Fingió sentirse herido-

 -Lo siento, solo me sorprendí –mentí, la verdad me sentí muy alegre de saber eso-

-¿Aun no te lo quitas de la cabeza?

-¡Claro que lo hice!

-Sí claro, casi gritaste cuando te hable sobre él, no engañas a nadie así Daniel. Pero sigue intentándolo, porque pareciera que no lo haces, él está siguiendo con su vida, tú debes hacer lo mismo.

-¿Qué? ¿Lo has visto con alguien más? –No sabía exactamente como salió aquella pregunta, pero imaginármelo con alguien más me producía un nudo en la garganta-

-No, dijo, ¡Daniel concéntrate! –un alivio me lleno al escuchar su respuesta-

-Lo siento –mire el reloj, faltaba poco para las siete- Ricky tengo que irme, debo ir a cenar con mis padres, luego te llamo.

-Ok, ¡pero llámame! Siempre dices lo mismo y luego soy yo quien termina llamándote. –dijo molesto para luego colgar-

Por el resto del día tuve una estúpida sonrisa en mi rostro, pensar que no estaba con nadie más hacia que me sintiera más tranquilo, aunque no debería, debería estar esperando que estuviera con alguien más para así poder quitármelo de la cabeza.

Quizás la próxima semana podría ir a ver a Ricky, solo dos días, nada más, y solo iré a verlo a él, no hay otras intenciones en esto, claro que no, tan solo iré a ver a mi mejor amigo.

 

Narra Jonghyun

Luego de que L.joe me insistiera y prácticamente me forzara a elegir una carrera, estaba aquí, en medio de una clase que no me desagradaba pero tampoco tenía los ánimos de tener ahora mismo, aun así las clases eran interesantes y aprendía rápido. Ahora la repisa de libros en mi sala era muy extensa, tenía variados libros de medicina y otro cuantos más de lectura que L.joe me traía, según él me ayudaría un poco a aclarar mi mente, pero cuando los leía eran puras cursilerías de enamorados. Aunque igual los leía por satisfacerlo a él, no le hallaba el mayor sentido a todas aquellas historias.

Me sorprendí cuando vi que Changhyun era mi compañero de clases, no esperaba encontrármelo nunca más, pero el destino a veces es caprichoso, a veces me veía siguiéndolo para ver a donde se dirigía, con la leve esperanza de encontrar alguna pista, pero nada.

A pesar de haber “superado” a Daniel como a veces me decía, aun no podía olvidarlo por completo, en mi mente repasaba nuestra historia una y otra vez tratando de encontrar algún motivo del por qué se fue, pero no encontraba nada, sabía que aquellos dos meses no eran suficiente motivo para él y mucho menos el hecho de que pudiera tener a alguien más, algo más debió de suceder, pero no sabía cuál era ese motivo.

Ahora estaba viendo la comida frente a mí, revisándola y pensando en que comería primero, estaba a punto de llevarme el primer bocado cuando mi rubio amigo entro y corrió hacia mi alejando de mi lo que había tomado y el plato.

-¡¿Estás loco?!

-¿Qué sucede? Solo estaba comiendo.

-¡No te hagas que no sabes! Sabes perfectamente que eres alérgico a los champiñones –tomo uno y me lo puso frente a los ojos-

-Oh, ¿eso es un champiñón? No lo reconocí.

-¡Tú lo pediste en la comida! Si no fuera porque le pregunte a la cocinera que había preparado hoy estarías en el suelo muriéndote, ¡idiota!

-No te pongas así –dije tranquilo-

-¿Qué no me ponga así? Estoy cansado de tener que parar tus actos suicidas.

-No te preocupes por ellos.

De cierta manera le agarre un hábito al querer tratar de auto-dañarme, pero nunca podía concretar algo que realmente funcionara ya que mi rubio amigo siempre estaba alrededor mío y me lo impedía. Depresión, podría llamarse algo así, solo que ya no estaba llorando como margarita por Daniel, tan solo no le encontraba gran sentido a la vida, y ya que mi salud es bastante buena, el esperar a mi vejez para dejar todo me estaba desesperando un poco.

-Eres mi amigo, por favor Changjo para con esto, no creo poder seguir otro año más así –se arrodillo fatigado- Eres el mejor alumno de medicina en la universidad, ¿piensas dejar eso tirado?

-Me gusta, pero no tengo motivos, y cuando tenga que cumplir expectativas no podré.

-Tu fase emo ha ido a un nuevo nivel ¿sabías? Uno de estos días de verdad te matarás, y sabes que te arrepentirás.

-No lo creo, cuando esté muerto no creo tener muchos pensamientos.

-¡Dios! ¿Si acaso te escuchas? –suspiro y se tiró en el piso, al menos me hacia sonreír con sus actos infantiles- no debí ni pensar en darte su número –dijo bien bajo pero logre escucharlo claramente-

-¿Qué?

-Nada, nada –se levantó y se dispuso a irse junto con mi plato- tan solo no hagas ninguna estupidez ¿sí?

Decidí no darle mucha importancia a lo que escuche y me dispuse a hundirme en algún libro de medicina.

Ya aburrido cuando leía el tercer libro me dirigí a el cuarto de L.joe, quizás molestarlo un poco me alegre algo el día, ¿Por qué aquella mansión era tan grande?, desde que termine con eso de la mafia todo se había vuelto callado en esa casa, tan solo vivíamos ahí, yo, L.joe, y las sirvientas. Procure que mis pasos no emitieran casi nada de ruido cuando estaba cerca de su cuarto, tome el pomo y estaba a punto de girarlo cuando escuche que hablaba bajo, quizás estaba conversando por el móvil.

-¿Cómo lo supiste? (…) Oh claro, quién más podía ser. (…) Sí, es el primero de la clase, pero no debes querer saber estás cosas. (…) ¿Sabes cuánto me está costando sacarte de la cabeza de ese idiota? ¡Es un completo suicida! (…) No, por suerte siempre lo detengo antes de que cometa alguna estupidez, hey, no te diré más sobre él, te hará mal a ti también y no quiero los regaños de Ricky de nuevo. (…) ¿Enserio? ¿Qué días? (…) Lo mantendré lejos entonces, aunque no sale mucho de la casa. (…) No lo sientas, tú-

Abrí la puerta de golpe, encontrándome a un exaltado L.joe sentando en el suelo, si había escuchado bien, con quién hablaba podía ser…

-¿Con quién estabas hablando?

-¡Yah! ¿Por qué entras así? ¡Casi me da un infarto!

-Respóndeme.

-Nadie, con un amigo, nada más.

-¿A sí? –lo vi algo dudoso mientras cortaba la llamada y guardaba su móvil-

-Sí, no te preocupes ¿necesitas algo?

-Bueno sí, ¿podrías ir a comprarme un libro? Necesito uno para la siguiente semana, pero quisiera leerlo ahora.

-¿Por qué no vas tú? Te haría bien un poco de aire sabes –dijo mientras se recostaba en su cama-

-Vamos L.joe –le medio roge- no quiero salir, prometo no cometer ningún acto suicida, pero por favor ve ¿sí?

-Está bien, está bien, iré, pero espero cumplas tu promesa.

-¡Gracias! –Actué emocionado y me puse encima de él envolviéndolo en un abrazo y haciéndole cosquillas-

-¡Ya, ya! ¿Quieres que vaya o no? – trataba de volver a su respiración una vez lo solté-

-Gracias L.joe. –vi como salía del cuarto aun entre algunas risas-

No era tonto, y si L.joe pensaba que lo era, cometía un gran error. Saque su móvil de mi bolsillo y me dirigí a mi cuarto cerrándolo con llave, por suerte aquel chico era un tanto despistado a veces y para cuando se diera cuenta de que no tenía su móvil iba a estar en pleno centro de la ciudad recordando el nombre del libro que no le di.

Busque rápidamente el último número al que llamo, “Causa de suicidios” así se llamaba el último número al que llamo, y si sacaba algunas conclusiones ese número podría ser de Daniel… de mi Daniel. Rápidamente pensé en algún plan para poder verificarlo y sacarle tanta información como pudiera, claro está no podía hablar yo, si no volvería a ocultarse de mí.

Marque el número, el sonido de marcado me ponía nervioso, hasta que contestaron.

-¿Hola? ¿L.joe? ¿Te ha pillado?

Era inconfundible su voz, aquella voz que adoraba, era él. Corte la llamada rápido y me dispuse a mandar un texto.

“L.joe”: “Lo siento, apareció de nuevo y no quiere separarse de mí, pero hablemos por texto”

Causa de suicidios: “No debí llamar, lo siento.”

¿Lo había llamado él? ¿Desde cuándo mantenían este tipo de contacto a mis espaldas? Me sentí indignado por esto, ya hablaría con L.joe.

“L.joe”: “No te preocupes, pero ¿Qué días habías dicho antes?”

Aunque escuche poco de la conversación pude conjeturar algunas ideas.

Causa de suicidios: “Sábado y Domingo. ¿Estás seguro de que no saldrá? Estoy un poco preocupado.”

“L.joe”: “Espero, pero si así fuera, ¿De qué lugares tendría que alejarlo?”

Soy un genio.

Causa de suicidios: “Principalmente del hotel, no creo salga mucho. Es el hotel Namsan.”

Bingo.

“L.joe”: “No te preocupes, lo mantendré alejado.”

Me apresure a borrar los mensajes y volver a dejar el móvil de L.joe en su habitación. Ahora que tenía tan buena información no podía arruinarlo dejando que L.joe lo supiera y le advirtiera a Daniel.

Aún era lunes, los días serán una tortura, pero por dentro me sentía demasiado bien al saber que lo volvería a ver de nuevo, lo volvería a tener a mi lado.

Notas finales:

Pienso publicar el último capítulo y el Epílogo en días seguidos, así que cuando suba el último al otro día estará el Epílogo subido <3

Gracias por leer c:

PD: Tengo dos proyectos en camino no tan largos como este Kkk eso sí serán para las changniel shipper's, y estoy pensando en un chanbaek (Sí, amo esta pareja ;-;) 

 


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