El vapor salía despacio de aquella taza que estaba en la mesa olvidada hace unos pocos minutos, leves ruidos se dirigían a ella, y unas manos la tomaron intentando tomar el calor que esta producía. Un pequeño sorbo, la persona se alejó del lugar con la taza en sus manos, camino hasta sentarse en un suave sofá, rápidamente depósito la taza en una pequeña mesilla al frente de él y tomo el diario que estaba en ella, leyendo con curiosidad todo lo que había en él.
Un pequeño artículo llamo su atención “Dr. Choi descubre un nuevo tratamiento para los niños con síndrome de Hunter” Una sonrisa se formó en su rostro al leer aquello, pero se transformó en un puchero al recordar que no se lo habían comunicado antes y que ahora tuvo que enterarse por el periódico, hizo una nota mental de regañar al Dr. Choi cuando regresará.
Se terminó aquella taza de café, y se apresuró a un cuarto al lado del suyo, entro suavemente tratando de emitir el menor ruido posible. Suaves pisadas una por una hasta llegar a una cama en el centro izquierdo de la habitación. Con suavidad paso sus dedos por la frente de aquel que dormía en la cama y aparto algunos mechones de su cara. Un leve movimiento por parte de aquella pequeña persona que dormía lo puso en alerta, delicadamente lo arrullo de nuevo hasta sentir que el pequeño estaba totalmente dormido de nuevo, salió de la habitación sigilosamente y volvió a la cocina, debía preparar la cena.
El teléfono de la cocina comenzó a sonar y mientras seguía cocinando se colocó el aparato en el oído sosteniéndolo con el hombro.
-¿Sí?
-Daniel, soy Ricky ¿Cómo estás? –Decía alegre al otro lado de la línea-
-Ricky, oh, bien, no ha pasado mucho en tu ausencia, lo mismo de siempre –río mientras cortaba unas verduras- ¿Todo bien Tokio?
-Sí, de hecho muy bien, pude adaptarme rápido al nuevo hospital, de verdad me ayudó mucho que me enseñaras japonés.
-No te preocupes, era lo menos que podía hacer por mi mejor amigo.
-Eres muy modesto. ¿Sabes? Ayer tu padre vino a hacerse un chequeo, me pregunto por ti.
-¿Enserio? Vaya que inesperado.
-Sí, bueno más que nada preguntaba por Changjo, ya que aún no puede conocerlo, creo que tu esposo sufrirá cuando lo conozca, por casarse tan rápido, deberías cuidarlo cuando tu padre viaje la próxima semana.
-No te preocupes, podré con mi padre. –Contesto mientras sonreía viendo el anillo plateado en su dedo-
-Eso espero, si no quieres quedar viudo. –Ambos rieron mientras Daniel dejaba todo cocinándose y se sentaba en una silla-
-Los extraño. –un suspiro pesado salió de aquellos labios gruesos-
-Ellos también los hacen, no imaginas la cantidad de veces que me han preguntado sobre ti, sobre ustedes dos, quizás quieras omitir el hecho de que tu esposo fue un mafioso.
-Quizás, pero no creo que Jonghyun se quede callado, si le pregunta algo responderá con la verdad –un leve quejido- no sabes lo incómodo que es alguna veces.
-Supongo, recuerdo cuando estábamos en aquel restaurante con L.joe y le pregunto cómo se conocieron, fue un espectáculo ver tu rostro y como tratabas de callarlo –Ricky río al otro lado de la línea-
-¡Yha! Es algo que quiero olvidar, no sé porque tuvo que entrar en detalles.
Aquella vez estaban celebrando el que ambos sentarán cabeza y estuvieran finalmente juntos, pero curiosamente el rubio del grupo quiso saber cómo se habían conocido aquel par, para cuando se dio cuenta Jonghyun estaba relatando con detalle su primer encuentro en su pieza, sobre todo en las reacciones del delgado al experimentar nuevas sensaciones y no pudo evitar soltar grititos y saltar encima de él para que detuviera su relato.
El movimiento de la puerta principal llamo su atención.
-Debo colgar Ricky, el rey de roma llego a casa. –se despidió de su amigo y colgó-
Termino de apagar la cocina y dejo su delantal en la mesilla. Se apresuró a dirigirse a la fuente de aquel ruido, de quién sabia se trataba.
-Has vuelto temprano hoy –dijo acercándose a la persona que entraba a su hogar-
-Hoy empiezan mis vacaciones, quise salir un poco antes –se acercó rápidamente a aquel delgado chico con una sonrisa- y quería verte lo antes posible. –junto sus labios a los del castaño y tomándolo de la cintura lo levanto, acto seguido el delgado enrollo sus piernas en las caderas del pelinegro-
-Yha, no podemos ahora –le dio un leve golpe en el pecho, pero no se bajó de aquel lugar- está durmiendo, podemos despertarlo.
-¿Sigue aquí?
-Sí, L.joe me pidió que se quedara un poco más de tiempo, al parecer tiene que viajar a otro lugar. –Depositó suaves besos en el rostro de la persona frente a él- así que no podemos hasta que lo venga a buscar.
-¿Por qué? Tu eres el que grita mucho –el delgado solo se sonrojo de sobremanera ocultándolo con una de sus manos-
-No es cierto.-reclamó mientras sentía la vergüenza de recordar cómo era él quién vocalizaba un tanto alto por la manera salvaje en la que su esposo lo tomaba-
-Sí lo es, pero me gustan mucho tus gritos, sobre todo cuando tienen mi nombre. –el delgado se retorció para poder bajarse, pero el otro se lo impido. Ambos comenzaron a forcejear y reír entre ello, hasta que fueros interrumpidos por un leve quejido algo cerca de ellos-
-Niel –dijo suave entre un quejido aquella pequeña figura, mientras se sobaba un ojo- tengo hambre.
El delgado se bajó rápidamente de su esposo, y se dirigió al pequeño sin antes darle otro golpe en el pecho al otro.
-He cocinado algo ¿quieres comer? –El pequeño asintió y tomó la mano del delgado- Jonghyun, ven aquí –llamo a su esposo y este se acercó- toma su mano –el otro solo obedeció y ambos caminaron haciendo levantar al pequeño que solo se reía feliz por aquello-
Comieron tranquilamente para luego ir al living a ver una de las muchas películas animadas que le gustaba al pequeño. Luego de dos, el pequeño se quedó dormido en el regazo del mayor.
-Ricky llamo hoy, me hablo sobre mi padre –habló el delgado mientras acariciaba la palma de su acompañante y formaba círculos en ella- creo esta algo molesto contigo.
-Yo estaría molesto si se roban a mi empleado estrella –río y se movió a darle un beso en la mejilla a su esposo- Pero no puedo tenerte en Tokio, me moriría. –dramatizo mientras escondía su rostro en el hueco del cuello del mayor-
-De todas maneras extraño un poco el trabajo, no hago mucho en esta casa, y L.joe ya no me hace compañía como hace unos años. –un lindo puchero se mostró en su rostro-
-He estado ocupado, pero –hablo el menor, mientras se acomodaba en el sillón- sé que has estado esperando por esto… -saco un papel de su bolsillo y se lo paso al delgado quién lo miraba curioso, y se llevó una mano a su boca al leer-
-Oh Dios, Jonghyun esto es –la sorpresa y alegría lleno el rostro del castaño al leer aquel papel, haciendo que tomará a su esposo de la camisa y tirarlo hacia él para darle un beso-
-Te prometí que podíamos ser felices. –Hablo el pelinegro cuando se habían separado del beso-
-Gracias –respondió el otro- No puedo esperar.
-¿Estás feliz?
-Claro que si amor. –Volvieron a juntar sus labios- quizás pueda ser amigo de Yoonjeon –dirigió su mirada al pequeño que estaba entre ellos durmiendo plácidamente-
-Por supuesto que lo será –sonrió y lo acerco al delgado para así hundir su rostro en su cuello- Te amo Daniel.
-Te amo Jonghyun.