Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Premonition (KaiSoo) por DebyMil

[Reviews - 52]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Oh por Dios actualicé! Ni yo misma me lo creo! jaja Ya ok no, en realidad iba a actualizar antes pero no pude. Lamento no haberlo hecho como lo planeé pero aquí estoy. Espero les guste este capítulo ;)

Kyungsoo se quedó helado parado en su lugar sin moverse. ¿Qué acababa de decir Kai? ¿Cómo...? ¿Por qué le dijo eso?


-¿Vas a salir o te quedarás ahí? –se mofó el moreno.


Caminando como un robot, el mayor pasó por su lado mirándolo atónito. No podía creer lo que acababa de escuchar. ¿Era en serio? ¿De verdad lo dijo en serio?


Como el chico no reaccionaba, el más alto terminó por tomarlo del brazo y arrastrarlo junto con él para ir al parque. Ambos iban completamente en silencio y no se miraban siquiera; aunque Kai estaba de lo más tranquilo y feliz, Kyungsoo por el contrario estaba demasiado nervioso y pensativo. Quería confirmar lo que le había dicho, quería saber si era verdad pero no se animaba... ¿Y si había sido una broma? Se sentiría muy mal puesto que él tal vez...sí sentía algo por Kai...


Decidido se paró en seco y al notarlo, el bailarín hizo lo mismo. Para cuando el más bajo abrió la boca para decir algo sus palabras quedaron atoradas en su garganta frente a la pícara mirada del otro acompañada de una sonrisa que Kyungsoo jamás había visto. Era una sonrisa llena de felicidad y en sus ojos había ternura, añoranza... ¿qué estaba pasando? ¿Por qué lo miraba así?


-Kai, oye...-empezó el mayor inseguro, ¡no sabía qué demonios decir! –sobre lo que me dijiste al salir del cine...


-Sé lo que vas a decirme y espero me disculpes pero no aclararé tus dudas. Como te dije los otros días prefiero que tú solo te des cuenta de las cosas –le dijo guiñando el ojo.


-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! <<Oye ¡espera un minuto! ¡No es justo! ¡No puedes soltarme una cosa así y luego dejarme en la duda!>>


-Porque...-empezó mirando al cielo como buscando una respuesta para luego sonreír clavando su divertida mirada en Kyungsoo –será interesante ver cuánto tiempo demoras en darte cuenta.


-¡Kai! –se enojó el mayor. ¡¿Cómo podía ser así?! ¡¿Cómo podía comportarse de esa manera?! Entonces sí era broma...Por supuesto, con Kai todo eran bromas... ¡Qué maldición!


El chico hervía de rabia y se debatía si darle un coscorrón en la cabeza al muchacho o no, que completamente ajeno a los pensamientos del más bajo, miraba con atención una vidriera.


-Mira esto, Soo. ¿No es bonito? –preguntó señalando algo que estaba en la vidriera. El chico se acercó a ver qué era y notó que era un pequeño peluche en forma de oso de color marrón. Kyungsoo sonrió mirando al peluche y al menor simultáneamente y rió en cuanto se dio cuenta de algo: Kai y el peluche se parecían.


-Sí, es lindo –coincidió –y se parece a ti.


-¿Por qué lo dices? –inquirió confundido.


-Porque tanto ese oso como tú tienen la misma mirada de dormidos –se burló riendo, cosa que el moreno imitó al tiempo que sus mejillas adquirían un leve rubor –y también porque son tiernos. Pero ¿no crees que ya estás bastante crecido para dormir con peluches?


-¿Y quién dijo que quería dormir con él? Sólo dije que era lindo. Además ya sabes con quién prefiero dormir –agregó sonriendo de lado, pero le sorprendió que sólo consiguiera que el mayor pusiera los ojos en blanco y desviara la mirada. ¡Quién lo diría! Kyungsoo no había reaccionado a su mofa. –Eso también es lindo, quedaría bien en la sala de estar –cambió de tema, señalando un reloj de hierro.


El mayor desvió la vista buscando el objeto. Era vistoso, sí, pero seguramente muy costoso y grande. El mismo estaba funcionando y marcaba exactamente las diez en punto de la noche...Esperen ¿las diez? Kyungsoo sacó el móvil de su bolsillo y lo revisó: en la pantalla figuraba que eran las dos de la tarde.


-Tal vez sea un poco grande y caro ¿no crees? Aquel otro quedaría mejor –dijo Kai apuntando con el dedo a un sencillo reloj de pared, el cual tenía la misma hora que el otro. Esto era raro, todos los relojes que estaban en la vidriera marcaban la misma hora: las diez de la noche.


-¿Por qué todos marcan las diez de la noche? –murmuró Kyungsoo, frunciendo el entrecejo. Recordó que el reloj metálico que había visto en el cine también tenía la misma hora.


-No lo sé. Tal vez están atrasados o adelantados –respondió Kai.


-Qué extraño...


-Claro que no. A veces las baterías no funcionan bien y hacen que los relojes se atrasen. O tal vez los pusieron en funcionamiento a la misma hora. Bueno, no importa. Vayamos a ese parque que dijiste. Tenemos que apurarnos, no quiero que el clima arruine tu sorpresa.


Kyungsoo miró al moreno confundido ¿el clima? Distraído, levantó la mirada hacia el cielo y notó que estaba algo nublado; el firmamento estaba teñido de distintos tonos de grises y había comenzado a caer una fina nevada.


Dejándose llevar por Kai, ambos se encaminaron al parque que ya era visible desde donde se habían detenido. Mientras que el moreno caminaba animado, Kyungsoo pensaba detenidamente. Su mente no dejaba de recordarle el extraño suceso de los relojes. Sabía que no debía preocuparse por eso puesto que Kai podía tener razón con respecto a que estuvieran atrasados culpa de un fallo de las baterías, pero era demasiado raro que hubiera visto la misma hora en tantos relojes. No podía explicarlo pero aquello le daba mala espina. Sin mencionar lo que le había pasado en el baño esa mañana y cómo reaccionó en el cine por esa película de acción que vio mientras hacía fila para comprar las palomitas. En ambas ocasiones había tenido la misma sensación de preocupación y miedo, una sensación que estaba seguro de haber sentido antes. Pero no recordaba cuándo ni por qué.


Comenzó a hacer memoria, necesitaba recordar cuándo fue la última vez que se sintió así. Era en lo único que pensaba, necesitaba recordarlo a toda costa. El dúo pasó frente a un negocio que tenía un espejo en la vidriera y Kyungsoo se fijó en su reflejo sin querer. Cuando notó su cansado rostro, pálido y con ojeras sintió una inexplicable puntada de dolor en su frente y cuando cerró los ojos, el recuerdo de todos esos sueños extraños que había tenido antes se juntaron con los hechos raros que había vivido en el día. ¡Esos malditos sueños! ¡Eso era! Todo este tiempo había estado viéndolos. ¡No se había deshecho de ellos después de todo!


Lo que le pasó en el baño, la película, la hora de los relojes...tal vez estaban relacionados con eso ¡y había sido tan ingenuo de no darse cuenta! Pero ¿por qué estaba sucediendo otra vez? ¡No podía ser! ¡¿Por qué?! Creyó que su sufrimiento se había acabado pero no era así; simplemente lo había olvidado o había dejado de darse cuenta al estar con Kai pero ahora... ¿Qué iba hacer? Le daba miedo empezar a pasar por todo eso de nuevo.


Sin pensarlo miró de reojo al moreno, su rostro mantenía un semblante feliz, divertido y Kyungsoo se desanimó, sin querer había estado a punto de arruinarle el día...otra vez...Su desesperación hizo que apretara con fuerza el brazo del muchacho, quien al sentir al tacto del mayor sólo sonrió y pasó un brazo por sus hombros pegándolo más a su cuerpo; ignorando la verdadera razón detrás de la acción del más bajo.


El chico no podía negar que de esa manera se sentía más contenido y protegido, pero sabía que el más alto lo había hecho sólo porque no tenía idea de lo que en verdad estaba pasando. Pegándose más a él Kyungsoo suspiró, quería que Kai fuera así siempre, que lo protegiera, que no lo abandonara, que siempre tuviera esas muestras de cariño con él, que se preocupara por él, que lo quisiera.


Kyungsoo quería que Kai lo amara.


Al darse cuenta de lo que estaba pensando, sus mejillas enrojecieron ligeramente. ¿Que lo amara? Ese era un pensamiento un tanto precipitado y se sorprendió al darse cuenta de que lo deseara aunque no sabía por qué. ¿Sería quizás porque él sentía algo especial por Kai? No se le ocurría otra explicación así que era muy probable. Cuando estaba con Kai todo su ser se enfocaba en él. Nada importaba y nada le importaría con tal de estar siempre con él. Lo quería... ¡diablos que sí! Realmente lo amaba.


Pero ¿y si Kai no pensaba igual?


Luego de que ambos compraran un café caliente con unas rosquillas, fueron a sentarse en un banco que estaba bajo un árbol. Hacía mucho frío pero Kyungsoo no se preocupaba por ello, sólo...pensaba, dibujaba círculos con su dedo en el vaso. Tantas emociones se suscitaban en su interior que sintió que explotaría; confusión, nervios, alivio, preocupación, felicidad y tristeza; todos al mismo tiempo.


Confusión porque al fin se había dado cuenta de lo que en verdad sentía, preocupación y nervios porque no sabía cómo decírselo al otro, felicidad porque se dio cuenta de que lo que sentía no era nada malo, el moreno de cierta forma logrado que Kyungsoo se comportara distinto o hiciera cosas que anteriormente nunca habría hecho, lo había cambiado y para bien. Justo cuando el mayor creyó que ya no podía volver a confiar plenamente en alguien, conoció a Kai. Nunca olvidaría el cómo el moreno llegó a su vida y lo hizo sonreír de nuevo cuando nada ni nadie más lo había hecho.


Pero también sentía tristeza porque sabía que lo suyo no podía ser. Esa voz que en sus sueños había escuchado tantas veces diciéndole que se alejara, Kyungsoo lo había interpretado como que si no quería volver a sufrir esos ataques extraños debía mantener distancia con Kai. Su pavor a volver a experimentar esas horribles sensaciones eran más fuertes que su amor y se sentía culpable por ello, sin embargo le importarían menos si sabía que el menor no sentía lo mismo que él. Quería preguntárselo, tenía que saber, pero le daba vergüenza hacerlo ya que si este lo rechazaba quedaría como un completo idiota. Aún así aunque eso pasara él quería seguir a su lado, nada más le importaba.


Suspirando dejó caer su cabeza sobre el hombro contrario, si bien era la segunda vez que lo hacía, esta vez era totalmente consciente de sus acciones, a diferencia de la vez en la que estaban sentados en la escalera de la compañía. El moreno al principio se sorprendió al darse cuenta y por unos instantes lo miró confundido, pero luego sonrió apoyando su cabeza sobre la del mayor. Ninguno dijo nada por un tiempo pero luego Kyungsoo habló:


-¿Kai?


-Dime.


-¿Puedo preguntarte algo?


-Adelante.


-Yo...te caigo bien ¿no es cierto? –comenzó inseguro.


-Por supuesto.


-Y somos amigos ¿no?


-Claro que sí.


-¿Y crees que nuestra amistad dure? –soltó el más bajo nervioso. Pudo notar que Kai despegó su cabeza de la suya y aquello lo puso más nervioso.


-Kyungsoo ¿qué estás queriendo decirme?


El chico cerró los ojos con fuerza. Nunca había sido bueno ocultando cosas y por supuesto el más alto ya lo había notado. Ignorando lo que el moreno le había interrogado, reformuló:


-Si eres mi amigo eso significa que siempre estarás conmigo ¿verdad? –aquella pregunta desconcertó al menor quien se despegó por completo del muchacho y lo escrutó con la mirada.


-¿A qué te refieres? ¿Por qué me preguntas eso de repente?


-Sólo quiero saber si siempre estarás a mi lado –insistió Kyungsoo levantando un poco el rostro y mirando fijamente a los ojos del bailarín. Kai se quedó pensando unos minutos tratando de entender a que se refería, no entendía a qué venía esta conversación ni por qué el mayor tenía los ojos enrojecidos ¿acaso estaba preocupado por algo? Automáticamente, y sin pensarlo, pasó un brazo por encima del más bajo y lo abrazó.


-Claro que sí. Siempre estaré a tu lado –respondió con calma.


Kyungsoo escondió su rostro en el pecho del moreno.


-¿De verdad? ¿Lo prometes? –volvió a preguntar.


Kai suspiró sonoramente y estrechó al chico aún más contra su cuerpo.


-Lo prometo...pero con una condición...


Kyungsoo despegó su rostro del abrigo del más alto y lo miró extrañado.


-¿Condición? ¿Qué condi...?


Pero no terminó de hacer aquella pregunta que el menor le estampó una bola de nieve en la cara.


-¡Aish! ¿Qué demonios haces? –se quejó tratando de quitarse la nieve de la cara frente a las risotadas de Kai; se reía tanto que casi se cayó del banco.


-Apuesto que esa no la viste venir –se burló.


-¡Ahora verás! –amenazó Kyungsoo agachándose para juntar un poco de nieve que había a unos metros del banco donde estaban sentados. Al ver las intenciones del más bajo, Kai se levantó rápidamente y se escondió detrás del banco justo antes de que la pelota de hielo se estrellara contra su cabeza. Mientras el mayor intentaba hacer otra bola de nieve, Kai ya tenía una preparada y se la arrojó, aunque esta vez Kyungsoo la esquivó y le devolvió otra, pero con tan mala suerte que golpeó en el respaldo del asiento.


-¡Tienes pésima puntería! –rió el menor saliendo de su escondite para correr a esconderse tras un árbol que estaba cerca de él.


-Tú tampoco lograste nada con ese último tiro –exclamó el más bajo corriendo tras el chico, pisándole los talones. Se frenó en seco y le arrojó una última bola de nieve, ésta vez dándole justo en la cabeza, pero con eso no logró que el muchacho parara de correr, estaba empecinado en buscar otro escondite para contraatacar.


-¡Justo en el blanco! ¿Qué me dices ahora, Kai? –rió Kyungsoo mientras hacia otra bola de nieve, esta vez más grande que la anterior. La arrojó con fuerza pero, como Kai estaba lejos, lo golpeó justo en las piernas haciendo que perdiera el equilibrio y se trastabillara en la nieve cayendo al suelo, quedando inmóvil en el lugar. Al ver el episodio, el mayor dio un salto contento por haberlo derribado al fin, pero la alegría de su victoria se esfumó cuando vio que el bailarín no se levantaba. Asustado, corrió hasta él, temiendo lo peor. Le había parecido ver que el moreno había caído mal y la realidad lo sacudió bruscamente al darse cuenta de una cosa: el chico aún estaba lesionado y en el medio del juego ninguno de los dos se había acordado de eso.


-¡Kai! ¿Estás bien? Lo siento, no fue mi intención...-intentó disculparse ayudándolo a incorporarse. El muchacho tenía la cabeza agacha y no le contestó, asustándolo aún más –Lo lamento, no me acordé de tu tobillo...no quise lastimarte...


Se acercó al rostro del más joven para intentar ver si estaba bien pero este se negaba a mirarlo.


<<Oh, no...le hice daño... >>pensó angustiado.


-Discúlpame, yo no...


-Kyungsoo...-empezó el más alto mirándolo seriamente.


-En serio, perdón...no quise...-pero sus palabras quedaron en la nada en cuanto los labios del menor chocaron con los suyos. Kyungsoo se quedó helado de la sorpresa con los ojos abiertos como platos. El beso sólo duró unos cuantos segundos pero bastó para dejarlo completamente pasmado. Cuando se separaron, Kai intentó contener la risa frente a la mirada de incredulidad del otro, acompañada de un leve tono rosa en sus mejillas.


-Kai ¿Qué...? –el menor rompió a reír al instante y el más bajo comprendió todo -¡No, otra vez! ¡¿Me engañaste?!


-¡Lo siento! Necesitaba una excusa para hacerlo –rió.


-Maldición, ¡me asustaste! –acusó –Creí que te había lastimado, no vuelvas hacer eso.


-Perdón.


-Pues no acepto tus disculpas ¡Ahora la pagarás! –amenazó el mayor.


-Ah, ¿sí? ¿Qué harás? –lo retó esbozando esa malvada sonrisa.


Kyungsoo se quedó inmóvil por unos segundos mordiéndose el labio.


-Imaginé que no harías nada... ¿Quieres que te de una idea? –sugirió levantando una ceja riendo.


El más bajo lo miró con furia pero luego sonrió maliciosamente, un brillo escalofriante se estacionó en sus ojos y Kai enmudeció al instante. Definitivamente no estaba preparado cuando Kyungsoo apoyó sus manos sobre sus hombros y sin previo aviso lo empujó hacia atrás tirándolo de espaldas sobre la nieve, quedando así sobre él. Con una sonrisa satisfactoria ante la mirada de sorpresa del moreno, acercó su rostro al del otro y cuando ya no hubo espacio entre ambos lo besó. El más alto correspondió al instante sin pensarlo aunque no se esperaba una venganza de ese tipo, al menos no viniendo de Kyungsoo; sobretodo porque no era un beso tierno el que estaban manteniendo... Ninguno de los dos contó los segundos o minutos que duró aquello, no querían separarse, sólo disminuyeron la intensidad del beso para volver a un ritmo lento, tratando de transmitir todos sus sentimientos en ese beso, disfrutando del momento.


Realmente el mayor nunca había experimentado nada igual, era la primera vez que sentía que al fin tenía alguien en quien apoyarse, en quien confiar...alguien a quien sin darse cuenta y sin saber cómo había empezado a querer...o tal vez incluso a amar.


Sin embargo, a pesar de que el moreno había logrado por unos pocos segundos hacer que Kyungsoo olvidara todas sus preocupaciones, éstas volvieron a acecharlo en cuanto su guardia bajó y, al escuchar esa molesta voz repitiéndole una y otra vez en su cabeza las palabras 'aléjate de mí', el chico terminó obedeciendo aquella orden separándose bruscamente en cuanto el sonido se volvió insoportable. Respirando entrecortadamente, arrugó el entrecejo y mantuvo los ojos cerrados esperando a que esa maldita voz se callara.


-¿Qué sucede? –preguntó Kai al ver la expresión del otro.


-Nada.


-Kyungsoo...-insistió el menor, pero no obtuvo respuesta –Kyungsoo, mírame.


Al no conseguirlo, apoyó su mano en la mejilla del mayor logrando que por fin lo mirara, sólo que cuando lo hizo, el bailarín notó que esos ojos denotaban un dejo de tristeza. Aún así sonrió, esos ojos pertenecían a la persona que más le importaba en la vida, y no importaba si estaban algo apagados ya que ninguna tristeza haría que dejaran de ser tan bellos.


El mayor se puso algo incómodo por la intensa mirada de Kai así que rompió el contacto visual al instante, pero escuchó que el chico reía por lo bajo.


-Vaya, es increíble...-murmuró.


-¿Qué cosa? –preguntó Kyungsoo confundido.


-Lo que provocas en mí. Sabes...he visto muchos ojos, Soo; pero sólo los tuyos logran que me pierda, sólo los tuyos son los más bonitos que he visto. Y me alegra que tú seas el dueño de esos ojos.


El chico se le quedó mirándolo anonadado pero luego sonrió apenado al escuchar eso, cosa que Kai imitó ya que de nuevo vio alegría en su mirada. Pero la verdad era que Kyungsoo estaba fingiendo. Lo que había escuchado sí lo había tomado por sorpresa y le pareció que eran las palabras más hermosas que había escuchado hasta ahora, pero desgraciadamente éstas no habían bastado para borrar su preocupación.


-Está haciendo mucho frío, mejor regresemos –se excusó mientras se levantaba y le tendía la mano al menor para ayudarlo a levantarse. Sin embargo no esperó a que Kai terminara de levantarse que pegó media vuelta y comenzó a caminar alejándose de él sin decirle nada. El más alto lo miró un tanto extrañado pero ignoró su comportamiento y lo siguió luego de quitarse la nieve de encima.


La caminata de regreso fue un tanto apresurada y silenciosa. El moreno miraba de reojo todo el tiempo al más bajo pero este no parecía darse cuenta, estaba sumergido en sus propios pensamientos; y aunque su mente era inmune al clima, su cuerpo no, ya que comenzó a temblar un poco y sus dientes tiritaban. Aún así no le prestó la más mínima atención a aquello y siguió caminando.


-Soo ¿estás bien? –preguntó Kai tras varios minutos de observarlo en silencio, pero el muchacho pareció no percatarse -¡Kyungsoo! –llamó tomándolo del brazo para que frenara.


-¿Eh? Sí ¿por qué lo dices? –preguntó.


-Porque tus labios están pálidos ¿No tienes frío?


-Que mis labios...Bah ¿en eso te fijas? –inquirió el mayor poniendo los ojos en blanco –Estoy bien.


Kai suspiró sonoramente y se quitó la bufanda que le había dado el más bajo unas horas antes cuando salieron de casa, para envolverla alrededor de él. También se quitó el guante de su mano derecha y se lo puso al más bajo para luego meter la otra mano de Kyungsoo en su bolsillo junto con la suya, estrechándola fuertemente.


-Kai ¿Qué pasa si nos ven...así? –preguntó un tanto avergonzado.


-Pues a mí no me importa, tienes las manos congeladas y ésta es la única manera de calentarlas.


-Sí, pero si la gente nos ve...


-¿Prefieres que te bese entonces? De esa forma entrarías en calor más rápido –inquirió esbozando esa sonrisa tan conocida. Kyungsoo sintió que sus mejillas comenzaban a arder rápidamente así que se tapó el rostro con la bufanda frente a la mirada divertida de Kai.


-Odio cuando juegas así de sucio –refunfuñó.


-Lo sé. Por eso lo hago –comentó sonriendo con suficiencia y rió al escuchar un bufido ahogado por la lana de la bufanda. Podía apostar a que el mayor había puesto los ojos en blanco otra vez.


En silencio, retomaron su caminata y tras unas pocas cuadras de recorrido, de pronto el cielo comenzó a abrirse y las nubes se retiraron dando paso a una linda y tranquila tarde, con un bonito atardecer formándose en el firmamento. Al notarlo, Kyungsoo comenzó a preguntarse cómo era posible que no se hubieran dado cuenta de lo rápido que se les pasó el día cuando Kai volteó sorpresivamente hacia una calle solitaria y un tanto estrecha, llena de bonitas casas a ambos lados.


-¿A dónde vamos? –preguntó Kyungsoo –Tenemos que seguir derecho para llegar a casa.


-Lo sé.


-Entonces ¿a dónde me llevas?


-Ya lo verás.


El moreno guió al mayor por aquella calle llena de pintorescas mansiones, cada una con un jardín en el frente repleto de flores. Algunas de las casas eran de madera y otras de ladrillo. Al haber edificios altos detrás de ellas el lugar era un tanto oscuro pero aún así seguía siendo acogedor. La hilera de casas terminó abriéndose al final de la calle para dar lugar a un pequeño espacio circular sobre elevado que tenía todo el aspecto de un mirador. Cuando llegaron al mismo, se acercaron a la baranda. Kyungsoo se quedó maravillado con la vista que tenía frente a él. De un lado se veía la ciudad entre valles y a lo lejos unas montañas bajas, detrás de ellas se escondía el sol brindando sus últimos rayos dorados al día. Abajo estaba la calle por la que habían caminado y del otro lado de ella el parque donde habían estado hace unos momentos.


-¡Qué hermoso! No imaginé que este lugar existiera, nunca lo vi. ¿Ésta era la sorpresa que me tenías preparada?


-Así es –sonrió Kai.


-Pues...gracias. Es muy bonito ¿Cómo supiste de éste mirador?


-Lo encontré un día mientras daba mis caminatas matutinas –contestó dándose vuelta y apoyando su espalda en la baranda –Es lindo ¿no?


-Sí, la vista es espectacular. Ojalá pudiéramos venir aquí todos juntos todos los días, pero con nuestros horarios...será imposible.


Kai agachó la cabeza mirando al piso desilusionado. Kyungsoo tenía razón. Nadie del grupo tenía mucho tiempo libre como para poder pasear a diario. No obstante, aunque la idea no era mala, él quería que aquel lugar fuera un secreto entre ellos, un lugar sólo de ellos dos, un lugar especial. Sin darse cuenta volvió a mirar a quien tenía al lado y se sorprendió de ver que el mayor sonreía ampliamente. Tal vez estaba demasiado distraído con la vista para percatarse de que lo hacía o de que el moreno también lo miraba sonriendo, aunque por una razón muy diferente.


-Oye, Soo... ¿tienes un sueño? –preguntó Kai de repente.


-¿Un sueño? –inquirió el más bajo confundido.


-Sí, me refiero a algo que quieras con todo tu corazón. Por ejemplo...yo quisiera poder bailar en un gran escenario frente a mucha gente. Ese es uno de mis sueños. ¿Cuál es el tuyo?


-Ah, bueno...-murmuró pensativo –Pues quisiera ser un cantante, eso es lo que más quiero.


-Ya veo... ¿Y con respecto a nosotros? –interrogó algo dudoso.


-¿Qué quieres decir con 'nosotros'?


-Me refiero a que si no hay algún sueño que nos incluya sólo a nosotros dos.


-Ah, pues...yo...-Kyungsoo notó que sus mejillas comenzaron a arder y sus oídos zumbaban. ¿Qué se suponía que tenía que contestar? Aquello lo había tomado por sorpresa –Bueno...ya que tu sueño es bailar, entonces el mío será ponerle letra a tu baile, cantar para ti. Eso nos incluiría a los dos ¿no crees?


Al escuchar eso, el semblante de Kai se oscureció y desvió la mirada hacia el frente.


-¿Sólo eso?


-Pues ¿qué más quieres? –preguntó el mayor desconcertado.


-Nada...-respondió Kai desanimado –Creo que tu sueño es muy bonito –agregó sonriendo.


-Gracias. Así que el tuyo es bailar...


-Así es.


-Era de esperarse, siempre se trata de baile contigo –rió el más bajo.


-¡Ya me conoces! –se carcajeó el moreno.


<<Qué tonto eres Kyungsoo, mi sueño ya se cumplió...lo tengo en frente de mí. Mi sueño eres tú>>


Sin querer, se miraron el uno al otro como si se estuvieran viendo por primera vez y fue como si el mundo hubiese dejado de dar vueltas sólo para ellos, como si ese momento se hubiera detenido creando un silencio extraño pero a la vez mágico.


Kai miró fijamente al mayor y sonrió. El chico se sintió tan nervioso que su pulso se aceleró y no supo cómo reaccionar. De acuerdo, lo admitía...Kai le gustaba, ¿cómo había terminado amándolo? no tenía idea, pero era tan obvio que seguramente él ya lo sabía y por eso tomaba ventaja de la situación.


Creyó que sus nervios y vergüenza no podían empeorar cuando sorpresivamente el moreno se giró y lo abrazó por la espalda.


-Sabes Soo, supe en el momento en que te conocí que eras muy especial. Admito que al principio te tenía un poco de miedo pero luego me di cuenta de quién eras en realidad y logré comprenderte. No recuerdo bien en qué momento o en qué sonrisa me empezaste a gustar y definitivamente nunca entendí qué fue lo que me gustó de ti; tal vez por eso me atrapaste. Pero lo cierto es que cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, ya me había enamorado de ti.


Esas palabras las susurró cerca de su oído y Kyungsoo no podía creer lo que estaba escuchando. Creyó que sólo él tenía esos sentimientos, que todo este tiempo Kai sólo había actuado de ciertas maneras por bromear o molestarlo.


-Kai... ¿Qué...? ¿Qué estás diciéndome? –soltó atropelladamente sin mirarlo, no se atrevía a hacerlo. No estaba seguro de si estaba imaginando aquella conversación pero tampoco quería confirmarlo, lamentablemente la duda lo estaba carcomiendo ¿De verdad estaba pasando esto? ¿Había escuchado bien?


El bailarín lo soltó y lo giró frente a él quedando ambos cara a cara.


-¿Qué te digo? Te digo que me encantas, que me gustas, que me fascinas. Que tienes todo eso que me tranquiliza, que me da alegría. Que me enamoré de la forma en la que sonríes, de la manera en que te ríes con mis tonterías, de tus ojos, de tu sonrisa, de tu presencia. Simplemente me enamoré de ti, Kyungsoo.


El chico no sabía qué responder a eso. Dentro de su cuerpo, sus sentimientos estaban teniendo tal batalla que creyó que en cualquier momento explotaría. Sin embargo, sin saber cómo o tal vez sólo por impulso, se lanzó a los brazos de Kai y lo abrazó como si no hubiera un mañana. Estrechándolo lo más fuerte que pudo. La felicidad que sentía en esos momentos era tan grande que no se le había ocurrido otra manera de expresarlo. El más alto también lo abrazó con la misma intensidad y pasados unos pocos minutos se separó de él y lo miró a los ojos.


-Te amo, Soo. Sé que ya te lo dije anoche cuando estábamos en la cama, pero lo vuelvo a decir y te lo repetiré siempre: te amo.


El chico abrió los ojos grandes como dos platos pero no debido a la confesión que acababa de escuchar sino por otra cosa.


-¿Lo recordaste? –preguntó sorprendido pero sonriendo de oreja a oreja –¡Recordaste lo que me dijiste anoche!


-Claro que sí. No era algo que tuviera planeado olvidar, así como lo que está pasando ahora.


-Pero ¿cómo...? ¿Cuándo lo recordaste?


-Cuando salíamos del cine, por eso te dije esas palabras en ese momento. Digamos que fue a modo de disculpa –rió divertido.


-Pero, entonces ¿no estabas dormido cuando me lo dijiste anoche?


-En cierta forma sí, mi mente no era muy consciente de lo que estaba diciendo...-confesó avergonzado pasándose la mano por el cuello nervioso pero sonriendo.


La incrédula sonrisa de Kyungsoo se borró al escuchar eso y bajó la cabeza decepcionado mientras las palabras de Kai retumbaban en su mente <<no era consciente de lo que estaba diciendo...no era consciente...>> De inmediato la tristeza invadió su ser mientras esa frase se repetía constantemente en su cabeza. Al notarlo, Kai puso el dedo índice en el mentón del más bajo y le levantó la cara obligándolo a que lo mirara a los ojos.


-Dije que mi mente no era consciente de lo que decía...pero mi corazón sí –aclaró sonriendo, pero sin embargo el chico seguía serio –Lo digo en serio, te amo Kyungsoo.


-¿Cómo dices?


-Que te amo –repitió el más alto.


-Te he escuchado.


-¿Entonces?


-Nada...es sólo que esperaba un bes...-comenzó pero Kai no lo dejó terminar besándolo de inmediato. El beso esta vez resultó ser inocente y sentimental, muy distinto a los anteriores, provocando que ambos en un momento rieran rompiendo el contacto pero sin dejar de verse a los ojos. 


-Creo que ya es tiempo de volver –comentó el mayor –ya es un poco tarde.


El menor hizo un mohín infantil como queriendo insistir en alargar la salida pero sabía que Kyungsoo no iba a ceder esta vez. Así que se limitó a seguirlo cuando el chico emprendió la marcha de vuelta a casa.


-Oye ¿Puedo pedirte algo? –preguntó el más bajo, tomando el brazo del otro para frenarlo. En respuesta el chico se giró para mirarlo.


-¿Qué cosa?


-¿Podemos venir aquí otra vez? Sólo nosotros.


Kai se quedó unos minutos en silencio, pensándolo.


-Está bien –respondió al fin.


-¿Lo prometes?


-Lo prometo –Kyungsoo sonrió complacido. Acto seguido, Kai lo abrazó escondiendo su cabeza en el cuello contrario mientras lo estrechaba con fuerza.


-Te quiero, Soo... ¡no sabes cuánto! –susurró. El muchacho se sorprendió de la reacción del moreno, pero luego lo abrazó también y sonrió con ternura. Sin embargo, él no dijo nada. Algo en su mente se lo impedía. Le resultó extraño, ¿por qué no podía decirle las mismas palabras a Kai? Él también lo quería, y mucho.


-Regresemos, hay que preparar la cena –le recordó Kyungsoo separándose.


-De acuerdo, vamos.


Ambos regresaron por donde habían venido, pero esta vez fue el más bajo quien tomó la mano del bailarín y no la soltó en todo el camino. Al percatarse de la sonrisa del moreno, Kyungsoo también sonrió en respuesta escondiendo su rostro tras la bufanda. Era la primera vez que se sentía así de feliz.


<<Yo también te quiero, Kai...te amo más que a nada en el mundo>> confesó en su mente sin quitar los ojos de encima de quien iba a su lado.

Notas finales:

Creo que acabo de morir...en serio mi mente quedó en blanco! -Ya estoy igual que Kyung...quedé en blanco! En serio no se qué decir! jaja


Bueno, espero les haya gustado así que no olviden comentarme sus opiniones y como siempre les agradezco que sigan la historia a pesar de mis desapariciones (?) xD Nos leemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).