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Premonition (KaiSoo) por DebyMil

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Notas del capitulo:

Mis amores, tanto tiempo! No saben cuánto lamento haberme desaparecido así, es que con tanto estudio no podía escribir nada :'( Los días pasaban y me daba cuenta que me demoraba cada vez más, escribía un poco y de nuevo ya no tenía tiempo -sumado a que este capítulo me costó mucho de imaginar. No tienen idea la cantidad de veces que lo revisé xD


Pero bueno, ya volví y les traigo un alivio (más o menos) para que sepan qué pasó al fin ^^


No las detengo más con excusas y a leer se ha dicho!

Lo sintió, no lo estaba imaginando. Kyungsoo dejó de llorar y levantó la cabeza sorprendido. No podía ser un delirio. Miró la mano de Kai que estaba debajo de la suya y la cara del moreno simultáneamente, y de repente la mano del menor apretó ligeramente la suya otra vez.  

<<¡No puede ser!>>

-¿Kai? ¡Kai! ¿Me oyes? –llamó insistente, acariciando su rostro –Vamos, abre los ojos. Sé que estás ahí. Por favor, aprieta mi mano de nuevo.

Como si se tratara de un sueño, el chico volvió a apretar su mano y el mayor sonrió eufórico. Por unos segundos nada más pasó, pero el más bajo esperó y entonces vio con asombro que el bailarín fruncía ligeramente el ceño y muy lentamente abrió los ojos. Parpadeó varias veces, molesto, probablemente por la luz y fijó su vista en el techo.

-Dios, no puedo creerlo...-exclamó Kyungsoo. Rápidamente tomó el botón de emergencia que estaba cerca de la cama y lo presionó. Debía avisarle al médico, los demás debían saberlo.

Una vez que lo hizo, volvió a mirarlo y notó que la mirada del muchacho parecía ausente, no obstante se animó a hablarle.

-Llamé al doctor, vendrán rápido. Cielos por unos momentos te perdimos, yo...-se calló al ver que el más alto levantaba ligeramente los brazos, que estaban llenos de sondas y cables aún, y los miraba con interés, sin embargo miró con más interés cierta pulsera de cuero atada en su muñeca. Levantó el brazo y tocó el dije amarrado a la cinta, fue entonces que reparó en el más bajo y lo miró fijamente. Para Kyungsoo fue un poco extraño, sólo lo miró, no le dijo nada, pero tal vez estaba mareado, después de todo cuando él se despertó unos días atrás estaba demasiado confundido también.

Sin prestarle atención por mucho tiempo, el menor desvió sus ojos y estudió dónde se encontraba, mirando en todas direcciones, hasta que de nuevo reparó en Kyungsoo.

-¿Qué...? ¿Dónde me encuentro? –preguntó con una voz extremadamente ronca.

-Estás en un hospital, el médico vendrá en seguida.

-¿Médico? ¿Hospital? –repitió confundido –Pero, no entiendo, ¿tú qué haces aquí?

-Llevo días en este lugar. Estaba contigo, y por fin...¡Por fin! ¡Dios, estoy tan feliz de que despertaras! –le dijo sonriendo –Esperé este momento como no tienes idea. Creí que te había perdido –exclamó abrazándolo de improviso. Simplemente no pudo controlarse, la alegría de ver que Kai estaba bien lo controlaba. Estaba de lo más feliz.

Pero lejos de devolverle el gesto, el muchacho intentó apartarse quejándose, sus costillas le dolían terriblemente.

-Espera, ay, ¡duele mucho! Demonios, ¡suéltame! –se quejó, y el mayor se apartó en seguida.

-Perdón. Olvidé que estabas lastimado –se disculpó, riendo avergonzado. Sin embargo, el moreno no tenía una expresión divertida, más bien parecía algo arisco y molesto, además de adolorido. Suspiró sonoramente, ahogando un par de quejas, y luego clavó sus oscuros ojos en el otro de nuevo.

-¿Y bien? –inquirió.

-¿Qué?

-¿Vas a decirme por qué estoy en un hospital?

-Ah, tú tampoco lo recuerdas...-asumió el más bajo recordando la escasa lucidez que él también había tenido –Tuviste un accidente...ambos tuvimos un accidente.

El joven lo miró confundido.

-¿Ambos?

-Sí, un auto casi nos atropella y pues, resultaste herido al querer salvarme. Esa sería más o menos la versión corta –le explicó risueño, pero el chico no se rió, al contrario, parecía cada vez más confundido.

-¿Es en serio? –preguntó, y el otro asintió –Qué extraño, no lo recuerdo.

-Sí, bueno, cuando yo desperté tampoco recordaba mucho. Me tomó un par de minutos ponerme al día con...

-Bonita –comentó el menor de improviso jugueteando con la pulsera, al parecer ignorando a Kyungsoo, pero él sonrió al verla también.

Kim Jongin no prestando atención cuando le hablan...era de lo más normal.

-Sí, es el mejor regalo que tenemos.

-La K es de Kim ¿no es cierto? –le preguntó el muchacho; y el mayor se quedó en blanco, pero le perdonó el despiste; tal vez aún no estaba tan lúcido del todo.

-No...es por Kyungsoo, es la inicial de mi nombre. Y yo tengo una idéntica –le dijo mostrándole.

-¿La letra J? –preguntó, señalando el otro dije.

-Es la inicial de tu nombre, Kai.

-¿Qué cosa? –inquirió incrédulo –Oye, espera un segundo ¿por qué me llamas Kai? Sólo mis amigos me llaman de esa manera.

Kyungsoo enmudeció al escucharle decir eso, y empezó a sentir un terrible nudo en el estómago, un mal presentimiento.

-Estas pulseras las compraste para nosotros, cada uno lleva la inicial del otro. Eso fue lo que dijiste. Además fuiste tú quien me pidió te llamara Kai en vez de Jongin.

-No recuerdo haber hecho tales cosas. Y ¿cómo es que sabes mi nombre?

El mayor lo miró sorprendido, pero luego entendió e ipso facto se molestó. ¿Cómo era posible que el menor bromeara en un momento como este?

-Deja de jugar –bufó, poniendo los ojos en blanco.

-No estoy jugando, de hecho creo que eres tú el que lo está haciendo. Quiero decir, estoy teniendo una conversación con alguien que no conozco, después de haber despertado en la camilla de un hospital –argumentó encogiéndose de hombros.

-Oye, ya para, esto no es gracioso.

-Claro que no lo es. Abro los ojos, lo primero que me entero es que tuve un accidente y después te abalanzas sobre mí y me abrazas como si me conocieras. No calificaría esto como un chiste, y si lo es sería de muy mal gusto.

-¿Cómo...? ¿De qué estás hablando? –replica atontado -¿Qué quieres decir con que no me conoces? ¿No sabes quién soy?

-¿Debería? –le dijo sin la más mínima muestra de mentira. Eso puso en alerta al mayor, el moreno no estaba fingiendo.

-Kai...por favor, me estás asustando –susurró aterrado, alejándose de la camilla.

-¿Por qué me sigues llamando así? Mi nombre es Jongin –le recordó enfadado.

-Bueno...Jongin. Soy yo, Soo. Tú me conoces, soy...soy tu Kyungsoo.

El muchacho lo miró confundido y negó con la cabeza.

-Lo lamento. Jamás te he visto.

El más bajo se vio atacado por un sinfín de emociones peleando dentro de él, no comprendía nada. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Kai no lo reconocía?

Asustado, se alejó de él, caminando hacia atrás, hacia la puerta de salida, cuando ésta se abrió de golpe sobresaltándolo. Tras él estaba Suho, quien no daba crédito a lo que veía.

-Kai, tú...no es posible, pero si recién...-murmuró el líder anonadado.

-¿Hyung? ¡Suho-hyung! –saludó el menor, sonriendo. El líder se asombró al escucharlo hablar, pero el más sorprendido era Kyungsoo: el chico había reconocido a Suho ¿pero no a él? En lo que se preguntaba aquello, el mayor se acercó hasta la cama.

-¿Cómo es que despertaste? Creímos que te habíamos perdido.

-No lo sé. Sólo abrí los ojos y ese chico estaba a mi lado. Que por cierto –dijo hablando en un tono más bajo para que Kyungsoo no pudiera oírlo -¿podrías decirle que se vaya? No quiero tener más extraños en la habitación.

-¿Cómo dices? ¿Por qué me pides eso? –inquirió sin comprender.

-Por favor, hyung –suplicó.

Por supuesto, el pequeño había escuchado y eso hizo que se desconcertara aún más; y, a juzgar por cómo hablaba con el líder, era evidente que a él sí lo reconocía.

-Kai ¿sabes quién es él? –preguntó el más bajo con cautela, señalando a Suho, interrumpiendo al otro par. Se refregaba las manos nerviosamente, temiendo la respuesta.

El nombrado lo miró desconcertado por unos segundos, pero luego contestó:

-Claro que sí, es mi amigo. Juntos somos aprendices, bueno no somos los únicos. Hay otros nueve compañeros más en el grupo. Vivimos todos juntos en un departamento ¿cómo no voy a reconocerlo?

-¿Nueve? Pero, no...Espera, yo...yo también...

-Hyung, por favor dile que se vaya –volvió a pedir el moreno a un muy confundido Suho. Kyungsoo no logró escuchar eso, algo en su mente se había desconectado y no podía reaccionar.

Pudo ver por el rabillo del ojo cómo el médico y una enfermera, que salieron de la nada, iban hasta el menor, empujando al pequeño en el apuro. Sólo se quedó ahí parado viendo a la nada, indiferente de los minutos que corrían, entendiendo lo que estaba pasando, tratando de digerirlo.

<<No me reconoce...él no sabe quién soy...>> era todo en lo que podía pensar.

-Me ha olvidado...

Sintió que alguien lo tomaba de los hombros y lo conducía fuera de la habitación. Podía escuchar vagamente que alguien lo llamaba, pero honestamente no prestó atención. Lo único que pensaba era que si Kai lo había olvidado, era lo mismo que si no hubiera despertado. Se sentía invisible, como si no existiera. De hecho no quería existir en esos momentos, sólo quería refugiarse dentro de sí mismo, encerrarse en esa oscuridad para no volver a salir.

-¡Kyungsoo! ¡Te estoy hablando! –gritó Suho con ímpetu, su cara entró en el campo de visión del chico y lo devolvió a la realidad –Hey, ¿te sientes bien?

No le contestó, sólo dirigió la mirada hacia la puerta por donde había salido y notó que su visión se tornó turbia.

-No me recuerda...–fue lo único que balbuceó.

-Estás pálido, ¿quieres sentarte? No te ves bien –acotó el mayor preocupado.

-No sabe, él no sabe quién soy, hyung –empezó a llorar. Estaba hiperventilando.

<<¿Por qué no sabe? ¿Por qué no me recuerda?>> estaba comenzando a perder el control de sí mismo, temblaba mucho.

-Ya sé, tranquilo, respira.

-Necesito aire...-le dijo en un hilo de voz. Se sentía muy mal, no tenía fuerzas para mantenerse en pie.

-De acuerdo, apóyate en mí, te llevaré a... ¡Kyungsoo! –exclamó cuando el menor se le derrumbó en los brazos. Estaba en shock –Oye, ¡no te me vas a desmayar otra vez!

Renegando, el líder echó el brazo contrario en su hombro y caminó apenas unos pasos cuando se encontró con Baekhyun y Chen que venían corriendo.

-¿Qué sucede? –preguntaron los dos al unísono, viendo la escena.

-Kai despertó, lleven a Kyungsoo afuera –indicó sin mucha explicación.

-¡¿QUÉ COSA?! –exclamaron ambos al mismo tiempo, por supuesto frente a la buena nueva referida al bailarín.

-¡Ahora! –ordenó el líder.

-Pero...

-Hyung, creo que voy a...-susurró el menor de todos, tapándose la boca.

Los recién llegados tomaron al chico en brazos, y como un rayo corrieron hasta una de las puertas que daban al patio. Kyungsoo no aguantó más y, en cuanto salieron al jardín, se soltó de los otros dos, y vomitó en el medio de la vereda.

-Argh, que asco –se quejó Baekhyun mirando hacia otro lado, con una expresión que denotaba repulsión. Chen por el contrario se agachó al lado del más joven acariciando su espalda. Sin embargo, ambos esperaron que se recompusiera un poco.

-¿Mejor? –preguntó Chen, cuando el más bajo acabó por sentarse en el suelo.

-Lo siento.

-¿Qué fue lo que pasó?

-¿Kai despertó? –preguntó Baekhyun, y Kyungsoo asintió –Entonces, vamos con él.

-No.

-¿Por qué no?

-¡Muchachos! –escucharon que alguien gritaba, miraron en la dirección de donde provenía la voz y vieron a Chanyeol, Sehun, Luhan y Lay que se acercaban corriendo -Kai despertó, ¿qué hacen aquí? ¿Qué pasó?

-Kyungsoo no se siente bien –explicó Chen.

-Oye, Kai despertó, está bien, anímate –le sonrió Luhan, agachándose a su lado intentando alegrarlo.

-Ya lo sé, estaba con él.

-Entonces, vamos, seguro querrás...

-No iré, vayan ustedes –masculló mirando hacia otro lado. Todos los presentes lo miraron extrañados. Obviamente pensaban que su actitud era muy rara. Todo este tiempo deseando que lo que acababa de pasar, realmente sucediera, ¿y ahora no quería estar al lado del bailarín?

Por su parte, el más bajo se apoyó contra la pared que tenía detrás y observó con una expresión ausente al vacío. Ya no quería saber más nada, de nadie. Necesitaba pensar, reflexionar, calmarse; y tener a todos alrededor no estaba ayudando.

-Pero, Kyungsoo... ¿no escuchaste? Kai acaba de despertar, él está bien –insistió Sehun.

-Ya les dije que lo sé –exhaló, cerrando los ojos.

-¿Entonces por qué no quieres...?

-¡Sólo quiero que se vayan y me dejen solo! –les gritó, provocando que todos retrocedieran asustados de su repentina reacción. Él no se dio cuenta, pero pequeñas lágrimas corrían libremente por su rostro. No tenía idea si era por tristeza o furia, la verdad no le importaba, sólo quería estar solo. Enojado consigo mismo, resopló y luego escondió su cara entre sus piernas y brazos al hacerse un ovillo.

Todos se le quedaron viendo atónitos y guardaron silencio.

-Kyungsoo ¿qué pasó? –preguntó Baekhyun con extrema cautela.

-Lárguense...

-No hasta que nos digas qué pasa –le susurró con calma, apoyando una mano en el hombro contrario. El pequeño levantó la mirada y lo miró tristemente, negó con la cabeza, no quería decirles –Dime qué sucede, por favor.

-Baekhyun, por favor...-le suplicó en un tono muy bajo para que sólo él lo oyera, pero su amigo insistió. El chico tomó aire, no estaba seguro de querer decírselos, pero una vez que se calmó, decidió confesar –Kai no me reconoce, él...no sabe quién soy.

Todos los presentes ahogaron un grito de asombro y lo observaron con los ojos desorbitados, esperando que se tratara de una broma...pero no lo era.

 

 

***

 

 

Preguntas, revisiones, estudios. Todo parecía estar completamente normal. Las heridas sanaban, los signos del paciente estaban estables, todo estaba bien. Los días pasaban y nada parecía indicar que algo grave le pasara, excepto por una cosa: Kai no recordaba nada del accidente. Ni los momentos previos al mismo.

No hubiera sido raro, puesto que es normal que un trauma severo afecte los recuerdos, sin embargo en su caso, tampoco recordaba los meses previos al suceso. Era extraño puesto que sí tenía noción de todo, sólo que en sus memorias, Kyungsoo nunca había estado.

Los médicos no se explicaban cómo era que el moreno fuera incapaz de recordar solamente eso, no obstante su condición tenía un nombre:

-Trastorno de estrés post-traumático –explicó el médico, una tarde que llamó a Suho y Kyungsoo a su consultorio para explicarles.

El diagnóstico resonó en la cabeza del menor sin entender nada.

-¿Qué es...eso?

El hombre adoptó una postura pensante cruzando los dedos de su mano, detrás de su escritorio.

-En principio creímos que las heridas en la cabeza del paciente Kim, causadas por el accidente, contribuyeron a alterar de alguna manera su memoria –comenzó –Sin embargo, de acuerdo a los estudios que le hicimos, esa no es la causa. Su condición se debe al trauma sufrido en los momentos previos, durante y después del accidente, es decir, la situación vivida fue demasiado severa para su psiquis, y su organismo consideró necesario 'reanudar' el sistema, quitando de circulación ciertos recuerdos, en este caso todo lo que tenga que ver con usted –dijo refiriéndose a Kyungsoo –es por eso que él recuerda perfectamente todo, a excepción del accidente y usted.

-Y... ¿Cuándo volverá a la normalidad? –preguntó el mayor.

El médico suspiró y se acomodó en su silla, su expresión no transmitió nada bueno.

-Unos días, semanas, meses, años...o nunca.

El pequeño sintió que todo se derrumbaba a su alrededor, esto no podía estar pasando.

-¿Quiere decir que él jamás sabrá quién soy?

El profesional hizo una mueca, no muy seguro de querer contestar esa pregunta.

-Inconscientemente, la mente del joven Kim, relaciona su experiencia traumática con usted, es por eso que lo rechazó y es muy probable que esto no pueda remediarse. Sin embargo –continuó con calma, atrapando la atención de los dos chicos –creo que es mejor dejar que el tiempo pase, y de a poco ayudarle a recordar –animó guiñando un ojo.

¿Dejar el tiempo pasar? Esa no era una solución para Kyungsoo. ¿Qué pasaría si Kai no recuperaba la memoria? No era como si pudiera empezar de cero y tratar de volver a entablar relación con él, no era así de simple. Además seguía sin comprender por qué él era lo único en la vida del moreno que había sido borrado. Quería preguntar más, pero sin que se diera cuenta, Suho agradeció al médico, y tomó de los hombros al más bajo, invitándolo a salir del consultorio. En cuanto ambos cerraron la puerta tras ellos, el pequeño lo miró ofuscado.

-¿Por qué me sacaste? Quería preguntarle...

-Ya escuchaste lo que dijo –lo interrumpió –No hay nada más que podamos preguntarle, ya sabes lo que debes hacer. Les diré a los demás que te ayuden si es necesario. Ahora vamos.

-¿A dónde?

-Con Kai, claro. Ahora que ya puede recibir visitas supongo querrás pasar más tiempo con él.

-Sí, pero...

-No perdamos tiempo –sonrió el líder empujando al chico por el pasillo.

Esta vez no se dirigieron al pasillo donde estaba la sala de cuidados intensivos, sino a un ala diferente del hospital donde sólo había habitaciones de internación. Zona que limitaba con el gran jardín del complejo.

Apenas llegaron a la habitación, el muchacho comenzó a ponerse nervioso. No sabía cómo reaccionaría Kai al verlo y tampoco sabía qué decir o hacer. Se sentía igual o peor a cuando recién lo conoció. Una vez que Suho abrió la puerta, vislumbró una habitación enorme con una gran ventana con vista al jardín. Frente a la cama del paciente había una pequeña sala contigua con un living en donde estaba todo el grupo, a excepción de Sehun y Tao que estaban sentados en la cama charlando animadamente con el bailarín.

Cuando vieron a los recién llegados se apartaron en seguida y las miradas de Kai y Kyungsoo se cruzaron. El más alto sonreía divertido, probablemente debido a la plática, pero en cuanto vio al otro, su sonrisa desapareció y su expresión se tornó incómoda. Baekhyun justo se acercó al grupo y saludó al par con alegría. Algo atontado, el pequeño optó por no acercarse a Kai, pero no se esperaba que el muchacho le ganara de mano preguntando algo no tan agradable.

-¿Qué hace él aquí? ¿Por qué lo trajiste, hyung? –protestó con disgusto por lo bajo, pero no lo suficiente puesto que casi todos lo oyeron, incluyendo a Kyungsoo, quien no dijo nada. Obviamente lo había hecho a propósito.

Algo contrariado, Suho intentó salvar el momento explicando que había sido su decisión y el menor hizo una mueca en respuesta, más no objetó nada. Silenciosamente, el más bajo se apartó de la vista del moreno y fue hacia el resto. Del nerviosismo puro, había pasado –en cuestión de segundos –a un desasosiego enorme. Este nuevo Kai no le gustaba nada.

Por el resto de ese día, lo único que hicieron fue hablar. Pero mientras los demás le recordaban momentos y cosas divertidas al menor, Kyungsoo miraba desde lejos tristemente. No podía acercarse, no se atrevía. Temía que lo rechazara. Se daba cuenta que sus amigos intentaban meterlo en la conversación, pero él no daba cabida nunca. Como pasaban las horas y la estrategia del grupo no daba resultado, Baekhyun tuvo la brillante idea –o mala idea –de dejarlos solos de improviso: simplemente susurró algo a Chanyeol, y éste empezó a hablarles al oído a los demás, seguramente transmitiendo el plan. En menos de un minuto, el par se quedó a solas en la habitación, con Kyungsoo mirando presa del miedo a Baekhyun, que le sonrió antes de cerrar la puerta tras él.

<<¿Qué diablos cree que hace? No puede dejarnos solos>>

El más bajo por poco entró en pánico y quiso irse también. Es que ¿qué se suponía que hiciera? ¿En qué demonios pensaba Baekhyun?

Se giró lentamente y vio que el más joven tenía la misma expresión de desconcierto que él y lo miró con interés, como buscando alguna explicación, sin embargo, como el silencio entre ellos reinó imponente, Kai terminó por acomodarse en la cama y le dio la espalda, aparentando querer dormir. Incómodo, Kyungsoo suspiró, más no se fue, sino que se acercó a una silla y se sentó, clavando la vista en sus manos mientras jugueteaba con ellas.

-¿Por qué se fueron de repente? –preguntó el más joven luego de unos minutos, sobresaltando al otro.

-No sé. Es lo que quisiera saber.

Levantó la mirada y se quedó helado cuando vio que Kai se había dado vuelta y lo miraba. ¿Cuánto tiempo había estado observándolo sin que se diera cuenta?

-Pues...creo que tengo una idea –acotó desviando la mirada hacia el frente –Aunque no entiendo por qué es necesario que para eso estemos solos.

-¿Qué quieres decir? –inquirió Kyungsoo confundido.

-¿No te diste cuenta? –al ver que el pequeño no comprendía, continuó –Quieren que me ayudes a recuperar mi memoria.

El mayor abrió los ojos grandes como platos.

-Ah... ¿sí?

-No soy iluso, los escuché hoy temprano murmurar. Lo han estado haciendo todo el día –suspiró –Dicen que tú y yo nos conocemos y somos grandes amigos. Aunque lo dudo.

-¿Por qué lo dudas?

-No me agradan las personas tan calladas y que aparentan ser frágiles, como tú por ejemplo –se sinceró mirándolo otra vez, entornando los ojos. Eso a Kyungsoo le dolió.

-¿Así que así me ves? –musitó.

-Todo tu ser lo grita a los cuatro vientos –rió Kai –Además pareces ser una persona bastante fría y desconfiada.

-Para no tener idea de quién soy, pareces conocerme bastante –ironizó.

-Soy muy observador. Por eso sospecho que tu carácter es horrible con los extraños, o que eres así porque alguien te hizo daño anteriormente –el más bajo no lo estaba mirando porque había empezado a molestarse con el evidente distanciamiento del otro, pero clavó sus ojos en él cuando dijo eso.

-Pues acertaste en una de las razones –confesó.

-¿Cuál de ellas?

-En la segunda.

El más alto enmudeció y pareció arrepentirse de su dura actitud.

-Lo siento.

-Está bien. Ya estoy acostumbrado a que te disculpes por todo –exhaló.

-¿Disculparme por todo? ¿Por qué? ¿Hacía mal las cosas? –le preguntó preocupado, pero al mismo tiempo súbitamente interesado en el tema. Kyungsoo lo miró pensativo, pero aprovechó la oportunidad de haber logrado que le prestara atención.

-No, tú no. Era yo quien siempre arruinaba todo –contestó, mirando para otro lado.

-¿Por qué?

-Porque siempre todo fue mi culpa. Cosa que iba mal...yo era el culpable. Nunca hice nada bien.

Dijo eso clavando la mirada en el suelo. Podía sentir la tristeza y la furia creciendo en su interior, y Kai se dio cuenta.

-No te creo –le dijo; el mayor lo miró sorprendido –Tú no crees eso. Pienso que alguien te metió esa idea en la cabeza y te la repetiste hasta que te convenciste de ello. ¿Nunca tuviste a alguien que te dijera lo contrario? ¿Alguien que se preocupara por ti? ¿Alguien que considerara que debía protegerte?

-No –respondió tristemente.

Estaba mintiendo, pero no podía decirle al más alto que él era esa persona.

-Lamento escuchar eso. Oye, sé que no te conozco lo suficiente, pero si quieres hablar sobre el tema, yo te escucharé –ofreció el bailarín.

-¿De verdad? –inquirió pasmado.

-Pues, no es como si tuviera algo más importante que hacer. Y a juzgar por tu expresión...parece que necesitaras alguien con quien hablar.

Kyungsoo lo miró unos momentos algo confundido y luego se echó a reír, haciendo que el moreno lo mirara desconcertado.

-¿Qué es tan gracioso?

-Nada es que, empiezas a sonar al Kai que yo conozco. Al que se preocupaba por mí –le sonrió. Pudo notar que las mejillas del susodicho se ruborizaron un poco.

-Jongin, mi nombre es Jongin –le recordó seriamente.

-Claro, sí, perdón.

-Si dices que yo me preocupaba por ti, ¿entonces éramos amigos?

-Algo así –aventuró avergonzado.

-Bueno, sigo sin entender la lógica en todo esto. No puedo creer que fuéramos amigos. Tú y yo...es demasiado inverosímil ¿no te parece? –comentó.

-No, ahora no. Pero de los dos, quien siempre pensaba con lógica era yo.

-Oh ¿yo era el divertido? –sonrió el menor pícaramente.

-Tu faceta divertida, era la más inofensiva de todas –bromeó.

-¿Por qué? ¿Solía molestarte mucho?

-Como no tienes idea...-suspiró.

-Pues no creo que sea malo, estás sonriendo al recordarlo.

Kyungsoo lo miró sorprendido y sintió que un calor familiar encendía su cara. Al ver la vergüenza invadiendo el rostro contrario, Kai sonrió de lado, divertido.

<<Esa sonrisa...¡esa sonrisa!>>

Automáticamente rió por lo bajo, le alegraba ver que el chico no había perdido ese toque, esa parte juguetona y provocativa de él, no había desaparecido.

-¿Por qué te ríes? –preguntó el moreno, estupefacto.

-Nada, sólo...algo que recordé.

-Apuesto a que se trata de mí.

-¿Qué comes que adivinas? –fue espontáneo pero ambos chicos rieron al unísono. Sin querer, la pequeña charla se había convertido de incómoda a casual y llevadera –como antes –Todo iba bien hasta que Kai frenó abruptamente su carcajada adolorido, se frotó las costillas molesto; aquel esfuerzo había sido demasiado.

-Demonios, cómo molesta –se quejó.

-¿Debería llamar a los demás? ¿O al doctor? –se alarmó Kyungsoo.

-No, no es para tanto. Oye, cambiando de tema...cuéntame de nuevo. ¿Qué fue lo que nos pasó?

Antes de hablar, el mayor hizo una breve pausa silenciosa.

-Bueno –comenzó –como te dije la vez pasada yo estaba parado en el medio de la calle y una camioneta casi me arrolló, sólo que lo impediste.

-¿Qué? ¿Así de simple?

-Pues...sí.

-Bueno, supongo que es algo que haría.

Ambos se quedaron en silencio unos minutos, hasta que el teléfono de Kyungsoo comenzó a sonar en el bolsillo de su bata.

-Ah, diablos –se quejó apagándola.

-¿Qué sucede? –preguntó Kai con interés.

-Lo siento, es Suho. Quiere que vaya a comer.

-¿Debes...irte?

-Lo siento, sí –resolvió, levantándose de su asiento.

-Bueno, está bien. ¿Llamarías a los chicos por mí?

-Seguro.

-Gracias. Y ¿Kyungsoo?

El corazón del nombrado revoloteó de gusto al escuchar su nombre pronunciado por el menor.

-Dime –respondió, dándose vuelta cuando estaba a punto de abrir la puerta de la habitación. El más alto se le quedó viendo unos segundos, como hipnotizado, hasta que reaccionó.

-Come mucho, te ves muy delgado –fue todo lo que respondió. Algo desanimado, asintió con la cabeza y sólo salió de la habitación. Caminó por el pasillo y se cruzó con Baekhyun acompañado de Tao, Sehun, Chen y Xiumin. Todos hicieron ademán de saludar, pero el menor sólo los ignoró y siguió camino. Algo preocupado, Baekhyun miró a Chen, y éste asintió en seguida siguiendo a Kyungsoo.

El muchacho no se dio cuenta de que lo habían seguido, hasta que se sentó en una mesa de la cafetería del hospital, luego de haberse servido un par de cosas en la bandeja distraídamente. Miraba su comida completamente ausente, cuando un pote de pudín de chocolate apareció en su bandeja. Levantó la mirada y se encontró a Chen, sentándose frente a él mientras comía también un pudín de chocolate.

-Está delicioso, deberías probarlo –comentó con la boca llena. El más bajo entrecerró los ojos y suspiró.

-Gracias, pero no tengo hambre.

-Suho se enojará si no comes, orden médica.

-Al diablo con Suho, al diablo con los médicos ¡y al diablo con este hospital! –exclamó cruzándose de brazos enojado.

El mayor cerró los ojos y tomó aire.

-¿Y ahora qué pasó?

-Y en serio lo preguntas...-resopló.

-Sé muy bien qué es lo que pasa. La pregunta es qué te pasa a ti –reformuló.

Kyungsoo lo miró con una expresión consternada y acto seguido se refregó la cara con las manos.

-Hice bien mi jugada ¿no crees? –comenzó –Quería que Kai se alejara de mí, no lo quería en un principio, lo rechacé la mayor parte del tiempo que estuvo con nosotros. Y ahora él no tiene idea de quién soy y no sé cómo hacer para que me recuerde.

Chen suspiró, dejando su pudín de lado.

-Déjame adivinar...su pequeño momento a solas no sirvió de nada ¿no? –el menor ni se molestó en contestarle, y Chen entendió a la perfección –Tal vez sólo sea temporal, Kyungsoo. Ya se recuperará.

-Lo dudo.

-Kyung...

-No me reconoce, hyung. Ni siquiera me quiere cerca –le dijo con tristeza –Logré lo que quería, no soy nadie en su vida, o lo que recuerda de ella...soy lo único que falta en su memoria.

-Exactamente, eres lo único que le falta para estar completo. No creo que haga falta que te diga que pases tiempo con él y le ayudes a recordar ¿no?

-¿Y cómo se supone que haga eso?

-No lo sé. Sólo cuéntale qué solían hacer. Lo que tú recuerdes, tal vez a él le ayude. Cualquier cosa podría disparar su memoria.

-Pero mi sola presencia le molesta –protestó –Es decir, recién hablamos bien, si se puede decir, pero el tono de su voz...se siente incómodo conmigo. Como si fuéramos dos desconocidos.

-Porque en su mente no te conoce. Hazle ver que no eres un extraño.

-¿Cómo?

-De la forma que sea. Siempre se te ocurren nuevas ideas en esa mente perversa que tienes –bromeó el mayor riendo, provocando que el otro esbozara una media sonrisa.

Bueno, podía intentarlo. Pero habían vivido tantas cosas juntos en tan poco tiempo, que no sabía por dónde empezar. Estaba a punto de decírselo a Chen, cuando Baekhyun y Chanyeol se acercaron a la mesa y se sentaron junto a ellos. Sin pedir permiso, el más alto abarajó el postre de chocolate de la bandeja de Kyungsoo y empezó a comerlo inocentemente, frente a la mirada atónita de los otros tres.

-¿Qué? –inquirió, al darse cuenta que lo miraban –Tengo hambre.

-¿Cómo puedes comer así en un momento como este? –se enfadó el menor.

-¿Y con este momento te refieres...?

-¡A lo que está pasando con Kai!

-Eso me recuerda ¿por qué estás aquí en vez de estar con él? –interrumpió Baekhyun –Deberías estar haciéndole compañía.

-Es que...Ah, olvídenlo. No tiene sentido ¿Para qué estar con alguien que ni siquiera sabe quién eres?

Murmuró esa excusa y, levantándose de la mesa, se alejó del trío. Mientras caminaba por los pasillos, apenas se percató de a quién se chocaba en su trayecto. No miraba por dónde iba. Tenía pensado salir al patio a tomar aire, así que tomó el camino más corto pasando por un pasillo lleno de puertas con habitaciones de internación. Al pasar al lado de uno de los tantos cuartos, escuchó que le llamaban:

-¡Hyung!

Se detuvo justo a tiempo, quedando parado justo en la abertura; sus ojos se encontraron con otro par, que lo miraron con sorpresa.

-Oh, disculpa, creí que eras Suho. ¿No estabas comiendo en la cafetería? Dijiste que eso harías.

Kyungsoo miró a Kai con asombro. ¿En qué momento se había dirigido de vuelta a la habitación? No lo recordaba.

-Sí, yo...la cafetería, claro. Supongo que no tengo demasiado apetito –se excusó.

El bailarín lo miró con los ojos entrecerrados.

-¿No te encontraste con nadie del grupo? –le preguntó, cambiando rápidamente de tema –Es que desde que saliste, me quedé solo y...

-Chen, Chanyeol y Baekhyun están todavía en la cafetería, iré a llamarlos –musitó el más bajo un poco triste. Era tonto pensarlo, pero sentía que Kai lo estaba echando otra vez. Apenas dio un paso, el menor lo llamó:

-No, espera. No vayas.

El chico se frenó en seco y se giró mirándolo extrañado.

-¿Qué has dicho?

-Que no vayas. No es necesario que los busques.

-¿Estás seguro?

El más joven jugueteó con sus dedos, nervioso. No le habló por unos segundos, parecía que se debatía qué decir, hasta que por fin habló, en un tono sumamente avergonzado.

-No te enojes por decirte esto pero, si te pidiera que te quedaras ¿lo harías? –Kyungsoo lo miró estupefacto ¿había oído bien? ¿Kai le pedía que se quedara?

-¿Quieres que yo...?

-Si no puedes, lo entiendo. No es tu obligación –se atajó rápidamente, desviando la mirada.

-No, está bien. No me molesta. Quiero decir...no es como si tuviera algo mejor que hacer.

Kai le devolvió la mirada y sonrió amenamente al escucharle decir la misma frase que él mismo había dicho antes. Y por muy extraño que le pareció, empezó a sentir un leve cosquilleo en su estómago. Era una sensación extraña, aunque agradable.

-¿Quieres entrar? –invitó.

-De acuerdo.

Cerró la puerta tras él y acercó una silla hasta la cama, por indicación del más alto, quien esperó a que el otro terminara de acomodarse para hablar.

-Hay algo que quisiera decirte –le dijo en un tono bajo, serio.

<<Ay, no. ¿Qué será? ¿Hice algo mal? ¿Actué de forma extraña? ¿Dije algo que no debía? Contrólate, Kyungsoo, respira>>

-No sé cómo decirte esto...-comenzó –Es un poco extraño para mí, y creo lo será aún más para ti...

<<Oh, cielos...>>

-Pero lo pensé un poco, y considerando lo que los demás han dicho, creo que tienen razón.

<<¿Qué dijeron los demás? ¡Maldición, ya suéltalo de una vez!>>

Kyungsoo se encontraba de lo más nervioso. Su cara no demostraba nada, por eso Kai seguía hablando, ignorando que el más bajo estaba siendo devorado por los nervios.

-Quiero que me ayudes –dijo el moreno de repente.

-¿Qué te ayude? –inquirió aturdido.

-Con mi memoria. ¿Puedes? –pidió, mirándolo directo a los ojos.

-¿Yo? –se sorprendió -¿Ahora sí quieres mi ayuda?

En el momento que el menor puso mala cara al escuchar eso, se arrepintió de haber hablado antes de pensar. No tenía la intención de decirlo de esa forma, más bien lo preguntaba sinceramente, pero Kai interpretó otra cosa, puesto que bajó la mirada tristemente, avergonzado.

-Comprendo si no lo deseas. Sé que te traté mal cuando desperté y después de eso. Me disculpo, pero es que mis amigos...nuestros amigos –replanteó –no han sido de mucha ayuda. Por eso te lo pido.

-Jongin...

-No sé a quién más recurrir. Todos se han mostrado reacios a ayudarme y dijeron que te preguntara. Y no sé por dónde empezar...Si me ayudas, prometo esforzarme.

-¿Hablas en serio?

-Sí, por favor, hyung –suplicó.

Al pequeño le pareció un poco gracioso que le dijera hyung, de hecho le recordaba a cuando recién se habían conocido y no se tenían tanta confianza.

-Bueno, está bien –accedió, luego de pensarlo.

-¿De verdad? ¡Oh, gracias!

-¿Por dónde quieres comenzar?

-Pues –murmuró pensativo, entonces pareció acordarse de algo –¡Ah! Ya sé. Antes, cuando desperté, dijiste que eras mi Kyungsoo ¿recuerdas? ¿Por qué lo dijiste así?

<<¡¿Qué?! Un momento ¿Por qué quieres empezar por ahí?>>

-¿Por qué tienes curiosidad por eso?

-No lo sé, fue lo primero que se me ocurrió. Dime, por favor.

-Porque...-se quedó callado, al sentir un leve nudo en la garganta. Le había preguntado algo...delicado –Porque así era como solías decirme. Así me llamaste antes de...

-¿Antes de? –repitió con interés.

-Cuando fue el accidente.

Un silencio incómodo reinó sobre ambos por unos segundos.

-Oh...¿Y por qué te llamaba así? ¿Tan cercanos somos? –continuó Kai.

-Bastante.

-¿Como hermanos?

-Más que eso –contestó nervioso.

-¿Y dijiste que yo te regalé esa pulsera que llevas? –inquirió señalando el objeto en la muñeca del mayor.

-Sí. Como te dije antes, fue un regalo para ambos.

El moreno pareció quedarse pensando por un momento y luego sonrió para sí mismo.

-Es extraño...

-¿Qué cosa? –preguntó Kyungsoo.

-Pues que tengo la rara sensación de que nuestra relación se parecía al de una...pareja.

<<¿¡CÓMO DICES?!>>

El más bajo abrió los ojos grandes como platos y sintió que se ruborizaba, pero no emitió palabra alguna, no sabía qué decir. Era cierto que el menor no se estaba equivocando en sus conclusiones, pero temía que, al decirle eso, tal vez no le agradara la perspectiva. No tenía memoria de aquello y no sabía cómo podría reaccionar si se lo confirmaba.

-¿Tú no crees eso? –preguntó el menor.

-¿Qué cosa? –replicó aturdido.

-Lo que te digo. Dices que te compraba regalos, que éramos más que hermanos y te salvé en un accidente...Al parecer hice mucho por ti.

-Los amigos siempre se protegen entre sí. No creo que sea raro –acotó encogiéndose de hombros, intentando aparentar una actitud casual.

<<¡Tonto! A ver si se te ocurre algo mejor que argumentar, Kyungsoo>>

-Ya veo...-musitó el más alto, clavando la mirada en las mantas de su cama. Por unos minutos se quedó así, pensando, con el ceño fruncido, provocando que los nervios de su acompañante se dispararan a niveles peligrosamente altos. El ambiente se volvía cada vez más incómodo hasta que volvió a hablar, pero esta vez de forma muy calmada, reflexiva:

-Oye ¿de verdad salté en frente de esa camioneta para salvarte? –inquirió pensativo, con la vista clavada en los pies de la cama. Kyungsoo no sabía si se trataba de una pregunta retórica o no, pero de todas formas, respondió.

-Así es. Intentaste detenerme en un principio pero...no te obedecí. No lo dudaste un segundo y me empujaste fuera del camino.

-Pero, no comprendo ¿por qué hiciste algo tan imprudente? –le preguntó, clavando la mirada en el otro.

El joven se serenó de repente. Podía ver que el bailarín no estaba jugando con aquella pregunta. Lo miraba seriamente, expectante. Realmente quería saber. Exhaló lentamente antes de hablar, no estaba seguro de querer confesarle la razón de todo el problema.

-Porque...es complicado.

-¿Querías morir? –preguntó sin filtro. Kyungsoo lo miró muy apenado y estupefacto al mismo tiempo, pero no le contestó. Kai entendió aquello como una afirmación, sin embargo no le insistió, tenía la ligera sospecha de que al muchacho le costaba discutir el tema así que cambió de rumbo con la charla –Bueno, si todo es como me lo cuentas, entonces una cosa es segura.

-¿Cuál? –interrogó con interés.

-Debes ser una persona muy especial si arriesgué mi vida para salvarte. Debes ser...muy importante para mí.

Los ojos del mayor se humedecieron al escuchar eso.

-Sí. Lo era –confirmó con tristeza.

-¿Eras?

-Pues...

-Oh, sí, mi memoria...Lo lamento.

-Está bien, Kai, quiero decir, Jongin.

El moreno rió.

-Puedes decirme Kai, Kyungsoo –le sonrió guiñándole el ojo, frente a la atónita mirada del otro –Y ¿sabes una cosa? Cambiando de tema, creo que quiero conocerte mejor. O al menos recordar cómo solíamos ser. ¿Crees poder ayudarme con eso?

-P-pero...los demás, ellos...-soltó atropelladamente.

-No quiero la ayuda de los otros, te quiero a ti –le dijo sin más. Como no obtuvo respuesta inmediata, tomó la mano contraria y le suplicó –¿Por favor ?

El más bajo sentía su corazón latir con fuerza. Se lo estaba pidiendo, Kai estaba confiando en él, era la oportunidad que buscaba, no podía desperdiciarla.

-Está bien –cedió, y el bailarín sonrió complacido.

-Gracias, Kyungsoo –le sonrió –Ahora, tal vez sea algo imprudente pedírtelo pero ¿me traerías algo de comer? Estoy muy hambriento, desde que desperté no he comido nada.

El mayor parpadeó varias veces sin comprender del todo frente a una pregunta tan fortuita, no por la naturaleza de la misma, sino porque el más joven se lo había rogado con una expresión sumamente adorable de niño mimado. Y ¿cómo negarse a esa tierna mirada que tenía en ese momento?

Tal vez Kai no recordara nada de Kyungsoo, pero definitivamente su subconsciente aún sabía cómo manipularlo. ¿Y quieren saber la mejor parte? Así es, lo estaba logrado, otra vez.

Notas finales:

Bueno, supongo estarán pensando cómo matarme después de esto, así que me iré a esconder debajo de mi roquita para protegerme (?) xD

Por cierto, SE NOS VIENE COMEBACK!!! Ya sólo unos pocos días más y comenzará una nueva era ^^

Voy a extrañar The War, fue una de mis favoritas :'( esperemos que esta era sea igual de bonita. ¿Ustedes están igual de emocionadas que yo? Me encantaría saber.

Me despido por ahora, pero saben que siempre respondo y estoy a disposición de todos en la sección de comentarios  para que me digan lo que quieran, y por supuesto me cuenten qué les pareció este cap ;) Nos leemos!


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