Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

[Reviews - 158]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola a todos! ¿Qué tal va todo? Yo aquí ando enferma pero feliz por que termine un nuevo cap. Los últimos están saliendo más largos, espero que eso no moleste. Este fic se me va de las manos, estoy intentando darle fin pero cada vez se me hace más extenso. Espero que eso no sea un inconveniente; lo bueno es que me siento bien inspirada para continuarlo. 

Muchísimas gracias a todos aquellos que comentar y dejan sus opiniones, en realidad son quienes me animan a escribir. Amo que me digan que partes les gusto, por que eso me llena de ideas. Mil gracias por leer, espero este cap les guste... aunque es tranquilo.

Enjoy!

 

Secreto a Voces




Raven de verdad estaba intentando olvidar todo eso, ella no era una chica tonta, sabía que Erik y su hermano eran el uno para el otro. Pero eso no impedía que deseara tenerlo a su lado, el corazón no entiende de razones ¿no es verdad? Y su cabeza le decía que esto era una tontería, que simplemente no podía fijarse en él... pero su cuerpo entero se estremecía cuando lo tenía cerca. Ella intentaba que las cosas con Hank funcionaran, por que Hank le gustaba de verdad, pero la verdad era que con Hank las cosas tampoco funcionarían por que él era un alfa y en algún momento encontraría a su pareja. Osea que en resumen, cualquiera de los dos hombres con los que podría tener “algo” no eran adecuados para ella. 

Pero claro, Erik le interesaba más y Erik estaba aún más prohibido...

Oh, y si Charles llegaba enterarse de lo que ella sentía... no iba a enojarse, por que su hermano no se enojaría con ella. Pero intentaría arreglarlo, intentaría ayudarla y empezaría a comportarse raro. Todo empezaría a ser extraño, por que Charles no se enojaría con ella por eso, pero al mismo tiempo se sentiría dividido con su lado alfa que querría alejarla de su omega. Y Charles intentando arreglar las cosas, siendo tan empatico, siendo compresivo... agsh, no tenía ganas de lidiar con eso.

También estaba intentando ignorarlos a ambos, por favor... por más que intentaran disimularlo ya los había visto varias veces dándose miraditas, o incluso los vio besuqueandose en el patio por una de las ventanas mientras ella se ejercitaba. Su hermano era un idiota, tremenda mansión y ni siquiera se escondían bien. No, Charles no era un idiota, era un poco engreído y creía que tenía todo bajo control. La chica solo esperaba que nunca llegara el momento en el que Charles se diera cuenta que no podía controlarlo todo por que entonces realmente se derrumbaría y perdería el rumbo.

Termino de arreglarse mientras se miraba al espejo. Lo mejor sería ir a buscar a Hank así se distraía, así dejaba de pensar en Erik y en Charles, por que eso pasaría a ser una enfermedad si lo continuaba. Se levanto y camino hacía el cuarto del científico, tuvo la ligera noción de que no tenía mucho sentido ir allí... después de todo Hank últimamente ni se encontraba en su cuarto, parecía estar todo el día en el laboratorio. Tal cual pensó el chico no le atendió, así que decidió ir hacía el laboratorio, golpeo la puerta esperando ser atendida algo impaciente.

Realmente quería hablar con el chico, besarlo, que la ayude a olvidarse de cualquier cosa que tuviera en la cabeza.

-Raven...-el chico salió de dentro del laboratorio, se veía algo incomodo y su bata que solía estar impecable estaba algo manchada con varias sustancias. La chica entrecerró un poco los ojos, confundida antes de mirarle con curiosidad-Oh, estoy en medio de un trabajo...-intento explicarse, alisando un poco la bata para lucir más presentable, y acomodándose los lentes.

-Oh, venía a decirte si querías ir a ver una película-la chica le sonrió coqueta, Hank le dedico una mirada atenta, al parecer interesado en la invitación, pero luego se acomodo el pelo algo incomodo y emitió un suspiro.

-Veras...esto es algo realmente importante, y si dejo las sustancias sin revisar podría perderme algún detalle que sea clave para...

-Bien-la chica le corto antes de tiempo, sin querer terminar de escucharle realmente. Le sonrió algo forzada y asintió con la cabeza, apartándose de la puerta-Avísame cuando estés desocupado, realmente me dijeron que es muy buena-ella le miro, estaba por inclinarse a darle un beso pero a ultimo momento se aparto, arrugando la nariz al ver la bata ajena. Nunca había visto a Hank tan desordenado-Mucha suerte en tu trabajo.

-G-gracias Raven, termino y te busco-el chico la miraba con atención, al parecer intentando descifrar si estaba molesta. En otro momento la rubia le hubiera regalado una sonrisa y un beso para que no se hiciera la cabeza, pero ahora simplemente no tenía ganas de fingir. Estaba algo dolida, le dolía que el romance no pareciera tener lugar en su vida. Si ella fuera una omega, si ella fuera la omega de Hank, él hubiera dejado todo por salir a su lado y acompañarla.

Pero no, esa relación solo era un pasatiempo hasta que los dos encontraran algo mejor. El problema era que ella ya lo había encontrado, pero estaba fuera de su alcance. 

Sintió la tristeza llenarle de nuevo y emitió un largo suspiro. Odiaba andar triste últimamente, lo mejor sería robarle unos chocolates a Charles y esconderse en su habitación a comer y llorar en silencio. Sabía que si el telepata la encontrara notaría que algo pasaba y querría saber, así que lo mejor era evitarlo. 

Como alma en pena camino hacía su cuarto, sintiéndose desdichada, indeseada, anormal. En esos momentos realmente deseaba que Hank terminara el suero, así ella se lo pondría y podría verse normal y entonces encontraría a su pareja, a un hombre con el que no tendría que fingir, con quien podría ser ella... y él le amaría como era. Sollozó y negó con la cabeza, ahora que sabía que alguien, que Erik, podría desearla tal cual era, su mente se había llenado de fantasías absurdas, de encontrar a alguien que la deseara en su forma azul, que le amara así.

Se limpió las lagrimas del rostro, mientras se metía entre las sabanas para dormir... decían que durmiendo las penas se iban. Ahora iba a averiguarlo. 


**

Charles dejo escapar un jadeo de sorpresa cuando sintió que la hebilla de su cinturón le jalaba hacía un costado. Su expresión de asombro no duro mucho, se transformo en una sonrisa cuando sintió la mano de Erik sujetarle la camisa y terminar de jalarlo hacía una habitación en desuso. Soltó una risa de alegría, le encantaba que Erik le abordara así, le demandara un poco de contacto. El magnético se mostraba todo seguro y confiado mientras lo atraía hacía a él con su sonrisa de tiburón dibujada en los labios, y Charles no dudaba en rodearle el cuello con los brazos, antes de sentir esa boca delgada comenzar a besarle como si no hubiera mañana.

Suspiró de placer, entreabriendo sus labios para lamer la boca de Erik y sintió un cosquilleo al sentir la lengua ajena chocar con la suya. Erik siempre trataba de dominarle, él prefería no oponerse, por que si lo hacía podrían terminar en una discusión. Y realmente no quería, no cuando podía disfrutar de esa placentera boca. 

Erik olía muy rico, y besaba muy bien. Charles se dejaba embriagar por completo, aspirando su aroma con fuerza, tocando su piel tanto como podía, alargando esos besos que por él serían interminables. Le encantaba cuando su omega le abrazaba, le apretaba, le exigía más en cada beso. Sus manos vagaron por la espalda del omega, deteniéndose siempre a la altura de la curvatura de sus nalgas, para volver a subir. Le arañaba suavemente, y sentía a Erik meterle la lengua más a dentro, o abrir más la boca para que él pudiera meter su lengua más a dentro. Ohh, ya había descubierto varias cosas, como que a Erik le encantaba que le rasguñaran la espalda baja. Se arqueaba de gusto, se presionaba por completo contra él, así que Charles lo usaba a su favor. “Charles, Charles...” 

Sintió la respiración de Erik acelerarse cuando, después de pensarlo un poco, sus manos se adentraron por debajo de su ropa, tocando la calidez de su espalda desnuda. Erik gimió contra sus labios, y la lengua que había estado invadiendo su boca se retiro... Charles supo entenderlo como una invitación, así que su apéndice se hundió en la cavidad del magnético, saboreandola por completo, y sintiendo al hombre flaquear un poco entre sus brazos. Charles se sentía diez veces más hombre, y diez veces más alfa cuando sentía al fuerte y varonil Erik estremecerse de gusto por su toque. Era como un triunfo personal saber que podía ponerlo en ese estado de ansiedad y necesidad. Le encantaba, no había nada más sexy que un Erik preso del deseo y del placer, sonrojado, excitado, necesitado... oh, de solo imaginar que algún día lo tendría en su cama, su fibroso cuerpo recostado, sus músculos marcándose en los momentos de tensión, su entrada escurriendo, sus duras facciones desfiguradas de placer... ¡Dios! De solo imaginarlo estaba como una roca.

No lo pensó demasiado cuando su mano se coloco en donde iniciaba el pantalón ajeno, y le empujo contra él. Escucho el gemido de necesidad de Erik cuando sus virilidades chocaron, y no pudo contenerse de bajar su mano para sujetarle desde el trasero y acercarle más. La dureza de Erik estaba apretada contra la suya, y se sentía deliciosamente bien. Los dos tenían unos bultos enormes, y cuando Charles se removió un poco, para frotarse... “Oh dios, esta durisimo..”, escucho a su omega gemir de necesidad. Dios, sabía que no tenía que molestar mucho con eso, por que por más que hubieran avanzado, aun no era zona segura. Al parecer su omega, por más que disfrutaba, no estaba del todo seguro de que esos “juegos” fueran algo que debía ocurrir entre ellos. 

Erik se retiro de a poco, dándole una mordida juguetona a los labios de Charles, antes de soltarle con una mano, para acomodar su cabello cobrizo hacía atrás-¿A donde estabas yendo, Charles?-preguntó, llevando sus manos a la ropa del menor, ayudando a que se acomode la camisa, y evitando mirar la entrepierna ajena. Charles se dejaba hacer, mientras intentaba controlar su respiración, no quería pensar en la dura erección que tenía. Ni mucho menos quería pensar que Erik estaba igual de duro que él. Sería tan fácil bajar los pantalones de ambos y comenzar a acariciarse... calmarse juntos. Gruño bajito y entreabrió los ojos para mirar a Erik que le observaba fijamente, Charles se inclino un poco para olfatear el aroma que salía del cuello ajeno, y sintió la mano sobre su ropa tironearle un poco. Al levantar su mirada pudo ver su propio reflejo en los claros ojos ajenos, y se obligo a sonreír.

-Lo siento mi amigo, es solo que...

-Mi aroma, lo sé-Erik bufó, apartándose un poco. Chales sabía que lo peor que podía hacer era recordarle a Erik que era un omega, lo veía apartarse, volverse a llenar de ira. Era una pena que su pareja no pudiera estar apacible y disfrutar de lo que pasaba entre ellos, sin sentirse inferior por ser lo que era. Charles notó que le evitaba la mirada, y que se veía molesto. Lo vio apartarse unos pasos, y con un simple movimiento de mano la cerradura se abrió. Erik amaba usar sus poderes, era un poco de los mutantes que conocía que estaba completamente naturalizado con ellos, que los usaba con total normalidad, aceptándolos como parte de él. Muchos otros mutantes, quizás por la presión de la sociedad, no los aceptaban y por ende no los controlaba. Era paradójico que Erik se aceptara tan bien como mutante, y no como omega. 

-Tenía que ir a ver a Alex-Charles apartó la manga de su camisa para poder ver su reloj-Y estoy llegando retrasado, así que mejor me retiro.-le sonrió antes de comenzar a caminar hacía la puerta, pero se detuvo al sentir un firme agarre en la muñeca.

-¿No volverás a hacer mas tonterías, verdad?-Charles se giró a mirarle y noto la mirada de advertencia de Erik. ¿Acaso esa era su manera de demostrarle que se preocupaba? Charles le sonrió confiado y negó.

-Sera un entrenamiento tranquilo, no te preocupes.-finalmente sintió como esa mano le volvía a atraer y se encontró con los labios de Erik. Sonrió contra la boca ajena y comenzó a responder con ganas, sabía que dentro de poco tendrían que separarse... ambos debían ir a entrenar, pero ahora solo quería disfrutar de esa boca. 

**

Horas más tarde, cuando anochecía, Sean entro a la cocina tarareando una canción, aun faltaba para la cena, Alex seguramente estaba cocinando. El pelirrojo sonrió al ver al rubio revolviendo un enorme sarten, y le regalo una sonrisa mientras abría la heladera y sacaba algo para beber.

-¿Que vamos a cenar hoy, Havok?-preguntó sin quitar la sonrisa de sus labios, bebiendo un poco de leche directamente de la caja. El rubio le miró y solo señalo la cocina, antes de seguir revolviendo. Sean arrugo la nariz y soltó una risa-Eso explica el olor a fritura...-comentó, era sabido que si Alex cocinaba no había algo muy saludable en el menú.

-No te quejes, odio que me manden a cocinar-bufó, mientras revolvía los huevos que se estaban cocinando-Encima somos muchísimos-el rubio dejo a un lado el sarten, y se giro para mirar a su amigo. Sean dejo la caja de nuevo en la heladera y se acerco a ver la comida.

-Se ve bien-comentó, y se giro para mirar a Alex, aun sin quitar la sonrisa de sus labios.

-Solo faltan unos minutos, debería ir a llamarlos... ¿podrías ir?-el pelirrojo frunció el ceño y luego se encogió de hombros antes de reír.

-Ya vendrán, si no me lo como yo solo-soltó una carcajada que se contagió junto con la de Alex, el rubio miraba atento al pelirrojo. No podía evitar reírse cuando estaba con él, la comodidad que le llenaba cuando estaban solos era asombrosa. Se acerco un poco, con cautela, y vio a Sean sentarse en la mesada. 

-Te pondrás redondo... ni siquiera sales a correr-vio que el pelirrojo fruncía las cejas antes de bufar.

-Tengo un buen metabolismo-protestó, antes de volver a reír. Le tironeó juguetonamente la mejilla a Alex y este aprovecho el contacto para acercarse. A veces no entendía si Sean le coqueteaba o no, cuando le sonreía así... ¿o acaso era así con todo el mundo? Se mordió el labio inseguro, mirando aleatoriamente los ojos y los labios del chico. Había algo que lo llamaba hacía a él... no entendía que, si Sean era solo un omega. Quizás ¿le gustaba de verdad, más allá de las dinámicas alfa/omega?

-Algún día engordaras.-Sean le miro molesto y se inclino para remplazar esa mano que tironeaba esa mejilla con su boca, dándole una juguetona mordida.

-Podría comerte... y no voy a engordar...-soltó una risa bajo la mirada atenta de Alex que estaba centrado en esas perlas blancas que tironeaban su mejilla. Le miro de reojo atento, antes de apartarse un poco. No quería contenerse más, cuando Sean se aparto soltando una risa él se inclino hacía adelante y capturo esos rojos labios en un suave beso. Le beso con delicadeza, pero Sean se aparto al instante, completamente rojo. Alex se puso un poco nervioso al ver la mirada de incredulidad de su amigo-Perdona, Sean yo creí que tu.... que tu estabas...-de pronto se sintió patético, ¿acaso Sean solamente era así? ¿No le coqueteaba para nada? Se aparto un par de pasos, e intento evitar la mirada de Sean que lo observaba atento.

-Lo siento Alex... yo no soy así... emm, gay... aparte soy un beta y tu... tu eres un alfa-Sean con movimientos lentos se bajo de la mesa, sin saber que decir para no herir a su amigo. Se movió inquieto antes de inclinarse a darle un rápido abrazo, Alex no sabía donde meterse. No podía creer que había malinterpretado todo... pensó que coqueteaban. Noto que Sean estaba incomodo, así que se aparto más-Me gustaría poder corresponderte, Alex... pero ya me gusta alguien. Perdona-sintió la mano del pelirrojo palmearle el hombro, antes de que se girara y se marchara.

Alex se quedo aun incrédulo, pensando que era un idiota. Comenzó a caminar nervioso por la habitación, revolviendo su rubio cabello. Mierda, mierda... ¿Por que carajos había besado a Sean? Le había parecido por un momento que olía... olía excepcional. Pero no, Sean solo era un beta, y era heterosexual. Vayas elecciones, ¿cuando iba a llegar finalmente su omega?

Estaba tan concentrado en sus pensamientos erráticos que no escucho los pasos que se acercaban a la cocina-Puff, ¿que olor es ese?-Alex se giro a ver a Hank que había entrado a la cocina y ahora se tapaba la nariz. El rubio le miro de mala manera, con el ceño fruncido, con demasiadas ganas de golpearle... Hank sacaba su lado malvado-Alex la comida se esta quemando...

El rubio estaba por insultarle cuando recapacito las palabras ajenas-¡Mierda! La cena...-se giró para mirar el sarten donde los huevos ya se veían oscuros. Emitió un bufido molesto y arrojo todo al lavadero, sintiéndose cada vez mas molesto. Se volteó a mirar al científico que le observaba confundido-¿Que carajos haces ahí, bozo? ¡Vete a trepar un árbol y déjame en paz!-la mirada del científico fue furiosa, mientras murmuraba por lo bajo. 

-Iré a avisar a todos que la cena tardara-dijo de mal humor, evitando insultar al rubio. Se giro, pensando en que podría avisar al ultimo a Raven, así podría aprovechar unos momentos con la chica. Se marcho aun molesto, dirigiéndose primero a buscar al profesor que seguramente iba a estar en el despacho. Subió las escaleras presurosamente y ni siquiera pensó en golpear antes de abrir la puerta. Estaba demasiado acostumbrado a entrar para hablar de ciertos temas, para preguntarle cosas, pedirle libros. El profesor siempre estaba estudiando ensayos, escribiendo, hablando por teléfono, incluso una vez armando un rompecabezas...

-Profesor, la ce...-pero nunca se espero encontrar al profesor sin camisa, presionado por un desordenadamente vestido Erik contra el escritorio, ambos besándose como si no hubiera mañana. El científico apenas abrió la puerta se quedo estático, Erik se aparto sorprendido y Hank cerro los ojos con fuerza pero no pudo evitar ver a Charles taparse la entrepierna antes de que la puerta se azote en su rostro.

Joder, joder, joder... Hank se froto el rostro con las manos intentando borrar la imagen de su cabeza. 

-Mierda... creo que te vio en pelotas-escucho la voz de Erik, como un murmullo bajo, entre divertida y avergonzada. Pudo escuchar la respuesta de Charles fue un gruñido y algo más... pero no escucho. Hank decidió seguir caminando, lo mejor era buscar a Raven e intentar a olvidar eso. Si, si, mejor se iba a buscar a Raven. Apresuró el paso, esperando que la rubia no estuviera enojada y aceptara su compañía. 

** 

Charles intento hincar con el tenedor de plástico la comida de su plato y soltó un ligero bufido. Miró a Erik que se veía divertido observándole, el magnético era más resuelto, y se había limitado a tomar el pedazo de carne con la mano y morderlo. Pero claro, para él con esos dientes de tiburón era fácil, Charles dudaba poder verse bien haciendo eso (no entendía como Erik no parecía un animal, incluso se veía tan elegante como siempre), seguramente si él lo intentara terminaría con la boca llena de grasa.

-Realmente no entiendo que hacemos aquí-protesto el inglés, tomando entre sus dedos una papa frita y llevándosela a la boca. Y no, no era que se quejara de estar con Erik, tampoco se quejaba de la comida... pero era raro. Estaban en su auto, es medio de la noche, estacionados en un parque, comiendo comida que habían comprado para llevar y renegando con la bandejita, el tenedor y el cuchillo de plástico. Esos utensilios eran un chiste... 

-Yo no te invite-dijo Erik, simplemente encogiéndose de hombros. El telepata frunció el ceño, si, ahora recordaba que estaba molesto por que no había sido incluido en esos planes. Sintió la risa del polaco y la mano de Erik acomodándole el cabello, divertido de que estuviera molesto-Tu disidiste venir solo...

-No fue exactamente así como paso-dijo el inglés, entrecerrando sus ojos azules. Se llevo otra papa a la boca, mientras miraba el parque escasamente iluminado. Debían ser como las once de la noche, y no le habían dicho a los chicos que salían... ojala no lo notaran, por que quizás hacían un desastre en la mansión al verse libre de sus “padres”-Yo iba a preguntarte que hacías, pensé que le pasaba algo al auto... y tu arrancaste sin preguntar-emitió un bufido, pero sonrió al escuchar la risa cristalina de Erik. Si, había sido divertido... el auto había salido a toda velocidad, al parecer su pareja era amante de las cosas de riesgo. Aun recordaba como la puerta le golpeo suavemente para empujarlo dentro del auto, Charles apenas alcanzo a acomodarse en el asiento antes de que Erik acelerara a todo lo que daba. Había sido prácticamente un secuestro, pero Charles se dejaría secuestrar por Erik cada vez que el polaco quisiera. Miro de reojo la hermosa sonrisa del magnético que parecía resplandecer en la oscuridad y supo que no importaba nada más... él estaba más feliz y cómodo que nunca, a pesar de que no pudiera estirarse tanto como quisiera, a pesar de que los cubiertos no sirvieran, a pesar de que la comida no era la mejor-Y... ¿por qué te estabas marchando?-preguntó, mirándole de reojo, después de todo ese había sido el motivo por el que se asomo al auto. Había escuchado a la mente de Erik planeando marcharse, lo había encontrado dentro de su auto a punto de arrancar y había temido que planeara irse para siempre.

-Solo no tenía ganas de comer en la mansión.-la sonrisa de Erik se desvaneció al instante y sus ojos miraron con atención su propia comida. El telepata escucho un suspiro por parte del polaco.

-¿Por qué? ¿Paso algo malo?-la mano de Charles se dirigió a la rodilla del mayor, y la apretó ligeramente. Erik volteó el rostro, y Charles pudo mirar con atención esos ojos celestes, esas fuertes facciones que eran ligeramente iluminadas por la luz de la calle. Erik era tan hermoso, su mirada era tan transparente.

-No es nada-el hombre había fruncido el ceño y luego apartado la vista. Charles le apretó la rodilla a conciencia y finalmente Erik bufo-. Ahora seguro todos saben que nosotros... tu sabes. Y todos saben que soy un omega, así que seguro andan pesando que te estoy prestado el culo o algo así-la voz de Erik sonaba enronquecida y molesta. Charles suspiró mentalmente, era obvio que Hank les hubiera descubierto en pleno acto era todo un tema. Al parecer Erik prefería que ellos siguieran siendo amantes encubiertos, era preferible un secreto a voces que una confirmación-. Solo no quería lidiar con eso, no con los chicos que son como... una familia. No quiero ver esos ojos de “eres un omega y nec...”

-Nadie pensara eso-aseguro el telepata, su mano acarició con suavidad el muslo de su compañero, en un intento de reconfortarle. Sabía que todo era difícil para su pareja... tanto tiempo fingiendo ser un alfa, y en pocos meses todo se le había venido abajo. Le costaba aceptarse, y aún le costaba más que todos supieran lo que era.

-Claro que si-dijo Erik con una sonrisa cínica y algo triste. Sus ojos fríos, como cada vez que tocaban ese tema, se clavaron en Charles-. Tu eres un alfa y yo un omega, se que todos creerán que soy tu zorra-las mandíbulas de Erik estaban tensas, se había olvidado por completo del momento relajado que habían tenido hasta hace poco.

-Voy a exprimir el cerebro del que se atreva a pensarlo-Erik alzo ambas cejas asombrado, miro un momento a Charles fijo, como evaluandole y al ver esa expresión sería finalmente volvió a reír y se acomodo contra el respaldo. Su mano tomo unas papas para llevarlas a su delgada boca. Charles también sonrió y se giró para seguir mirando el parque y para continuar renegando con los malditos cubiertos.

-¿Y tu por qué no estabas en la cena?-preguntó el polaco con curiosidad. Su idea había sido marcharse mientras todos estaban distraídos comiendo, pero se sorprendió al ver a Charles paseando por el jardín. Después de que Hank les descubriera en pleno acto cada uno se fue por su lado, y al parecer los dos decidieron faltar a la “cena familiar”.

-No tenía ganas de estar cerca de Hank... me imagino que pasara toda la noche incomodo y su mente pensando cosas inadecuadas sobre mi pene, nosotros desnudos... no podrá mirarme sin pensar algo vergonzoso y...-Charles negó con la cabeza y sacudió la mano-No quiero lidiar con eso. Iba a bajar a comer más tarde, solo. Así estaba más tranquilo... y salí al jardín a caminar para distraerme-miró a Erik de reojo y sonrió ladino-. Y termine aquí, comiendo contigo, incomodo en el auto con estos utensilios que no funcionan...-Erik se rió y se encogió de hombros, una sonrisa coqueta bailaba en sus labios mientras mordía una papa frita.

-Hubieras traído tu billetera y comíamos en un restaurante, no planeaba tener compañía-dijo el polaco mientras sus dientes cortaban un pedazo de carne, se veía divertido con la situación. Después de todo, sacar a Charles de su zona de confort era muy entretenido. Charles le miro divertido y se puso ligeramente de costado, una sonrisa coqueta dibujada en sus labios. Le gustaba coquetear con Erik, quizás por que por más que lo sedujera una y otra vez no era un terreno asegurado. Siempre se podía experimentar.

-La próxima te invito a cenar yo, si quieres-le dijo, y vio como Erik le miraba, primero a los ojos y luego la boca. Él solo asentó la sonrisa y vio como una igual se dibujaba en los labios del mayor. 

-¿Es una cita?-preguntó entrecerrando ligeramente los ojos. Charles dudo un momento, quería decir que si pero no estaba seguro de que Erik no se ofendiera por eso. Erik había dejado de sonreír para mirarle con curiosidad, al parecer estaba fascinado con la ligera incomodidad de Charles. Claro, el maldito amaba actuar como un alfa e incomodar a la gente. Charles ya había descubierto que Erik amaba verlo vulnerable. “Es lo que tu quieras”, respondió mentalmente, mirando atento a Erik.

-Aunque claro, sea lo que sea... tendremos mejor vajilla-finalmente una risa retumbo en el auto, y Charles se le unió también, al ver que Erik se veía sumamente relajado. Adoraba cuando estaba así, tranquilo, disfrutando el momento. Siendo feliz. 

-Eres un niño malcriado, Charles-Erik se llevo su lata de gaseosa a la boca, y la termino de un trago largo. Charles miraba atento el movimiento de la nuez de adán, mientras el liquido bajaba. Cuando termino dejo la lata enfrente, y moviendo sus manos esta se partió al medio y luego empezó a desfigurarse de a poco. El metal de la lata se estiraba y retorcía de a momentos, como si estuviera fundiéndose, hasta que finalmente formo un tenedor y un cuchillo, brillosos como el aluminio, y con una forma peculiar, con un mango con bordes retorcidos... algo artístico según Charles. Erik los hizo flotar lentamente, hasta que quedaron frente a Charles-. Espero que esto cumpla sus expectativas, señorito-dijo divertido. Charles le miró y sonrió, tomando ambos cubiertos y finalmente cortando una porción de carne que se llevo con gusto a la boca-No quiero que luego andes diciendo que te secuestre a nuestra primera cita y te hice comer comida asquerosa con unos cubiertos horribles

Ni bien tragó, el telepata sonrió, pensando que al parecer eso se había transformado en una improvisada cita, y con suerte pronto tendrían otra-Diré que fue perfecta...-su mano dejo el cuchillo a un lado luego de cortar varias porciones, y busco la mano de Erik para sujetarla y entrelazar sus dedos. Erik le sonreía, entre avergonzado y coqueto, ambos estaban experimentando con todo eso, que era nuevo y emocionante... y era imposible negar que causaba ansiedad, un cosquilleo en el estomago.

Ni bien sus ojos se conectaron, Charles supo una cosa. Si, desde el principio Erik le gusta, desde el principio supo que estaban predestinados, desde que se conocieron lo quiso a su lado y de a poco noto que era un ser maravilloso e inteligente con quien era agradable estar, y no tardo en encariñarse... pero ahora, ahora estaba cien por ciento seguro de que lo amaba. Lo amaba con cada latido de su corazón, y era algo que nunca podría dejar de hacer. Él amaría a Erik por toda la eternidad, pasara lo que pasara, le reconociera o no; ya nunca podría arrancarlo de su corazón. Erik estaría en su vida para siempre. 

Notas finales:

Bueno, espero que les haya gustado. Esta ultima parte me salio medía cursi, me parece. En el momento me pareció adorable que estén así juntitos pero mientras lo releía lo dudaba mucho XD Pero bueno, ojala a ustedes si les haya gustado.

Este fic tendrá más de 20 capítulos, espero que no se les vuelva denso ni muy largo. Díganme que les pareció, besitos :3

-¡¡No puedo esperar unos días, estoy caliente ahora!!-Erik estaba harto, ya odiaba tener celo cada cuatro meses... ¡Cada dos semanas era insoportable! Recién era el primer día y ya estaba lubricando, y casi había violado a Charles. Joder, ¿como iba a ser dentro de dos días? No quería volver a sentir esa necesidad insoportable de ser llenado, no quería quedarse encerrado dos días, sin entrenar. ¡Estaban en medio de una guerra, joder! No quería lidiar con sus hormonas justo ahora.

-No hay mucho más que hacer-aclaro Hank, intentando no pensar las palabras ajenas. Si Erik estaba caliente, sería tan fácil empujarlo contra la mesa de metal, bajar sus pantalones y jugar con su... “Deten tus pensamientos ahí, Hank”.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).